jueves, 15 de mayo de 2008

GLP: ANORMALIDADES DEL LIBRE MERCADO

El gas licuado de petróleo (GLP), más conocido como el gas doméstico a diferencia del gas natural, es una mezcla de propano y butano, que se vende en balones o al granel, y que se puede obtener del proceso de destilación primaria en las refinerías que procesan petróleo crudo. Por tanto, en las torres de destilación primaria de las refinerías de Talara (PetroPerú) y de La Pampilla (Repsol/YPF), el GLP es otro producto como las gasolinas, destilados medios y residuales industriales. Es evidente que frente a un precio del crudo por encima de los 120 dólares el barril, el GLP debiera venderse a un precio superior a los 35 nuevos soles el balón de 10 kilos, sino fuera por el subsidio a las empresas refineras e importadoras con el Fondo de Estabilización a los combustibles.

En nuestro país, el gas doméstico es el hidrocarburo que ha tenido un crecimiento sostenido desde mediados de la década pasada, de 9 mil barriles diarios la demanda se ha incrementado a más de 26 mil barriles diarios de GLP, y en el 2007 se ha tenido que volver a importar en pequeños volúmenes de 2,800 barriles diarios de GLP para cubrir la creciente demanda. Sin embargo, debe tenerse presente que de la producción interna 25,300 barriles diarios, solamente 6,400 barriles de GLP son obtenidos como derivados del petróleo crudo, es decir el 25 % del GLP producido internamente es un derivado del petróleo crudo que en su mayor parte es importado.

Así, la refinería de Talara produce 4,800 barriles diarios de GLP y La refinería La Pampilla 1,600 barriles por día como promedio. Resulta evidente que la obtención de este derivado de petróleo crudo tenga mayores costos en razón de los altos precios del petróleo a nivel internacional. El grueso del GLP producido en nuestro país, 18,900 barriles diarios, tienen su fuente en el fraccionamiento, en la separación de los líquidos de gas natural que están asociados al gas natural, en especial del lote 88 de Camisea operado por la empresa argentina Pluspetrol.

En síntesis del total producido internamente 25.3 MB/DC (miles de barriles día calendario), el 25% se obtiene en base al petróleo crudo, y el 75% en base a los líquidos de gas natural que se obtienen asociados al gas natural, y cuyos costos de extracción y producción son sensiblemente menores al petróleo, pero que se alinean con el precio del petróleo internacional, afectando los intereses de los consumidores.

A diferencia de nuestro país, en Chile se abona por un balón equivalente de 10 kilos de gas licuado de petróleo (GLP) un poco más de 20 dólares que al tipo de cambio serían como 57 nuevos soles. Es decir, en el país vecino el precio es mayor en más de 20 nuevos soles al vigente en Lima. Esto no debiera extrañar en razón que Chile importa casi la totalidad del petróleo que en promedio es más de 250 mil barriles diarios, y las importaciones del gas natural proveniente de la Argentina se han reducido dramáticamente. Por lo tanto, si el GLP es un derivado del petróleo cuyos precios superan los 120 dólares el barril, es comprensible que se abonen mayores precios en Chile que en el Perú.

Sin embargo, el precio del GLP o también conocido como gas doméstico en nuestro país puede considerarse elevado en razón a los costos vigentes de los principales productores que obtienen el GLP a partir de los líquidos de gas natural (LGN) que se obtienen conjuntamente en la extracción del gas natural. Este es un proceso diferente al petróleo. Así, en Camisea por diferencia de presión una parte se obtiene como líquido con importantes volúmenes de gas. Es decir, el mismo proceso técnico material permite la extracción de gas y líquidos. A ello habría que sumar el costo del transporte de los líquidos y el valor agregado sería su fraccionamiento en Pisco, que sería el equivalente a una pequeña refinería que procesa 34 mil barriles diarios de líquidos.

GLP: EFECTO CAMISEA

Al cierre del 2007 en el lote 88 operado por Pluspetrol la producción de gas natural fiscalizada, la cual fue vendida básicamente para la generación eléctrica, era de 189 millones de pies cúbicos diarios con tendencia al aumento, y 33.8 miles de barriles diarios (MB/DC) de líquidos de gas natural. Ello supone que para extraer casi 34 mil barriles diarios de líquidos, se han tenido que movilizar más de 523 millones de pies cúbicos diarios de gas natural, de los cuales una parte la utilizan para sus propias operaciones, una gran parte se reinyecta y se comercializan los 189 millones de pies cúbicos diarios mencionados.

En la planta de fraccionamiento en Pisco a cargo de Pluspetrol, sometidos al calor los 34 mil barriles de líquidos LGN se conviertan en 16,400 barriles diarios de GLP que abastecen prioritariamente el mercado interno, 3,400 barriles de diesel 2, y el resto es una nafta o gasolina equivalente por más de 14 mil barriles que se exporta. Estos derivados se venden teniendo como referentes los precios internacionales, y en el caso del GLP son compensados por el Fondo de Estabilización de Combustibles para no afectar a los consumidores.

Por estas razones, los bajos costos de producción y la compensación que perciben los productores de GLP en especial Pluspetrol, PetroPerú y Repsol/YPF, es que no se justifica ninguna elevación de los precios que afecten la economía familiar. Los productores de GLP en especial Pluspetrol, están obteniendo extraordinarios márgenes de ganancias, gracias a los bajos costos operativos, más la compensación proveniente del Fondo de Estabilización.

Es decir, las empresas del consorcio Camisea (Pluspetrol de Argentina, Hunt de USA, SK de Corea, Tecpetrol de Argentina, Sonatrach de Argelia y Repsol/YPF de España), están percibiendo sobre utilidades gracias a los altos precios de los líquidos de gas natural, los bajos de costos de producción y del procesamiento del GLP más las transferencias del Fondo. En el cuadro respectivo se presenta la participación accionaria de las empresas que están en el lote 56 (Pagoreni) cuyo gas se utilizará para la exportación, y en el lote 88 en explotación.

Como resulta son las mismas empresas, con el agregado de Repsol/YPF que fue la última empresa en comprar una participación accionaria y que será la empresa responsable de la exportación, es decir el traslado del gas licuefactado de Pampa Melchorita hacia México.



En tal sentido, sirva de ejemplo la utilidad operativa, que resulta el mejor indicador de la rentabilidad empresarial conjuntamente con las depreciaciones y amortizaciones. Al respecto se exponen las utilidades operativas que declara Pluspetrol Camisea que detenta el 25 % de las acciones del Consorcio Camisea lote 88. Los más fuertes accionistas resultan Hunt oil con 25.2%, SK de Corea con 17.6% y luego le siguen con una participación del 10% Tecpetrol, Sonatrach, y Repsol Exploración.

En el 2006 Pluspetrol Camisea obtuvo 91 millones de dólares y en el 2007 más de 113 millones de dólares. Por tanto, el conjunto de las empresas que están en el consorcio habrían obtenido más de 364 millones de utilidad operativa en el 2006 y 456 millones de dólares en el 2007. Todo ello al margen de las depreciaciones y amortizaciones que representan un recupero del capital invertido y que otorgan flujo de caja a las empresas.

OTROS PRODUCTORES DE GLP

Se debe destacar que los mayores ingresos del consorcio Camisea provienen de la venta de los líquidos de gas natural que valen tanto como el petróleo crudo. Sin embargo en el caso del GLP existen otros productores que obtienen este derivado del proceso de separación de los líquidos del gas natural.

En una menor escala, el mismo proceso de obtención del GLP a partir del gas natural y de los líquidos de gas natural se reproduce en Aguaytía con 1,000 barriles diarios de GLP, Graña y Montero (GM Talara) con 400 barriles diarios, y Gas Pariñas/Petrotech (Talara) con una producción promedio de 1,100 barriles diarios.

Esto es importante de tener en cuenta, pues la empresa Aguaytía que abastece a Pucallpa, donde están exonerados de impuestos, vende el balón de gas doméstico por debajo de los 22 nuevos soles y están obteniendo importantes ganancias, ampliando el mercado en una visión capitalista. Así, por ejemplo los costos de conversión al GLP de los mototaxistas son cubiertos por la empresa Aguaytía, así se asegura un mayor mercado. Lo mismo que se obsequian pequeñas cocinas a las amas de casa con el balón incluido, con ello ganan un mercado que ha desplazado definitivamente al kerosene de la canasta de consumo familiar.

Por el contrario, la producción de GLP en Talara mediante la extracción de los líquidos del gas natural, es decir el gas húmedo se convierte en gas seco que se usa como combustible en la electricidad, tanto de Graña y Montero, operaciones que antes pertenecían a Empresa Eléctrica de Piura (EEPSA), como de la Planta Gas Pariñas que pertenece en un 99% a la empresa Petrotech.

La producción conjunta de ambas empresas Graña y Montero y Gas Pariñas, que obtienen gas natural húmedo del lote I, y lote V de Talara, más del lote Z-2B del Zócalo Continental respectivamente operado por Petrotech, cubrirían la demanda diaria de Piura que bordea los 1,265 barriles diarios. Sin embargo, los precios pagados por los consumidores superan los 33 nuevos soles afectando a los usuarios, pues los precios del gas natural húmedo son un poco más elevados a los vigentes en Camisea, donde el precio del gas gracias al contrato firmado en el 2001 y a la renegociación efectuada en el 2006 con este gobierno, se tiene uno de los precios más bajos a nivel mundial.

Un caso especialmente grave es de la Planta Pariñas y Petrotech que opera el lote Z-2B bajo un contrato de servicios, pagando una regalía equivalente al Estado de 15% sobrevaluando sus costos lo cual no permite elevar el factor “R” para abonar una mayor regalía al Fisco. Al margen de ello, se debe tener presente que por la naturaleza del contrato firmado con el Estado, representado por PetroPerú en 1993, Petrotech estaba prohibida de vender el gas húmedo a una empresa vinculada menos a una subsidiaria o filial como es el caso de la Planta Gas Pariñas.

Por tanto, aquí tenemos un caso de una “anormalidad del mercado” por decir lo menos, mediante la cual Petrotech se vende a si mismo el gas húmedo, pues lo vende o transfiere a la Planta Pariñas. Lo cierto y evidente es que la Planta Pariñas separa del gas húmedo y extrae los líquidos de gas natural con los cuales produce un promedio de 1,100 barriles diarios de GLP a bajísimo costo que lo vende a precios de mercado superando los 30 nuevos soles.

La gran interrogante que debiera responder PerúPetro es ¿qué regalía está pagando por los líquidos de gas natural la procesadora Gas Pariñas? Es decir, abona regalías sobre el gas natural o sobre los líquidos de gas natural. En el mismo sentido, qué está haciendo Osinergmin respecto al venteo de gas natural y la contaminación en el Zócalo Continental.

Por lo tanto, es una paradoja del mercado que con precios del gas sumamente bajos se tenga que abonar más de 35 nuevos soles por un balón de 10 kilos, y compensar todavía más a las empresas con el Fondo de Estabilización como es el caso de Pluspetrol. Por ello, debe haber una mayor regulación del Osinergmin para hacer más transparente la estructura de los costos, y las sobreganancias que estarían obteniendo algunos productores de GLP como Pluspetrol y en el caso de Petrotech indebidamente por las irregularidades cometidas al contrato del Z-2B y la Planta Pariñas.

Por último, utilizando los mecanismos de mercado, habría que licitar la construcción de un ducto privado de GLP, de Pisco al Callao, pues constituye un abuso de mercado que Pluspetrol cobre a los consumidores 84 dólares por tonelada por concepto de flete marítimo que se suma al precio referencial del GLP en los Estados Unidos de Norteamérica, el Mont Belvieu (Texas), precio de por si alto pues está atado al precio internacional del petróleo. En una economía de mercado los precios deben estar en relación a los costos de producción con ganancias razonables, de lo contrario se está abusando de una posición de dominio del mercado afectando a los consumidores y al Fisco.

lunes, 5 de mayo de 2008

¿POR QUÉ Y PARA QUÉ PROMOVER LA INVERSIÓN DE RIESGO EN LOS HORIZONTES PROFUNDOS DE TALARA?

En materia de hidrocarburos que engloba el petróleo crudo, el gas natural y los líquidos de gas natural, la situación sería crítica sino fuera por el gas natural de Camisea. La producción del Lote 88 está sesgando la política energética hacia un recurso natural que lo estamos quemando en producir electricidad, despilfarrando el 10 % de contenido de etano que posee el gas de Camisea con 90 % de metano, postergando las inversiones en la industria petroquímica que significa un mayor valor agregado al gas natural.

La electricidad barata en base al gas natural que desestimula la construcción de centrales hídricas y eólicas, el subsidio indiscriminado a los precios de los combustibles a través del “Fondo de Estabilización”, el creciente déficit de la balanza comercial de hidrocarburos con precios internacionales por encima a los 110 dólares el barril, no nos debe hacer perder de vista la necesidad y el imperativo de fomentar la producción interna de petróleo en especial en la región de Talara que desde inicios del siglo XX está en producción con yacimientos maduros, pero que todavía bajo su seno en los llamados “horizontes profundos”, más abajo del “Horizonte Mogollón”, podrían encontrarse importantes mantos de crudo de alta calidad. Para ello se requiere de un marco promocional para la inversión de riesgo.

Ese fue el espíritu por ejemplo de la ley de promoción de la inversión de las “reservas marginales” promulgada el 23 de noviembre del 2003, cuando los precios del petróleo eran menores a los 30 dólares el barril, y a la cual se acogieron solamente cuatro empresas durante el 2004, superando largamente los compromisos de inversión firmados con PerúPetro, y elevando la producción a más de 5,000 barriles diarios, a pesar de sus detractores que en lugar de promover la inversión privada, la desalientan .

El incremento de la producción en los campos maduros de Talara (tierra) ha sido de más de 5,000 barriles diarios, superando la tendencia decreciente en la producción, es más, si no fuera por la ley de reservas marginales la producción de las Operaciones Noroeste de Talara no sería de los casi 21 mil barriles diarios actuales, si no de menos de 16 mil barriles, a pesar de los altos precios del petróleo. Ello, en razón de la declinación natural de la producción petrolera a una tasa del 10 % anual. Es decir, si no se invierte la producción disminuye.

La naturaleza de los campos maduros de Talara, que tienen más de 100 años de explotación y donde se han extraído más de 1,500 millones de barriles, se caracteriza por tener una geología complicada, única en el mundo, sometida a una serie de fallas geológicas que se entrecruzan, formando bolsones del codiciado “oro negro”, pero donde nunca se han perforado en los llamados “horizontes profundos” del paleozoico, donde se presume que puedan existir mantos de petróleo, que podrían satisfacer a futuro parte de las necesidades ampliadas de la refinería de PetroPerú.

Debe indicarse que el petróleo de Talara es un crudo ligero de alta calidad, con más de 32 grados API el cual permite un mejor rendimiento de la refinería Talara de PetroPerú, en la producción de gasolinas de alto octanaje y destilados medios y menos residuales. El crudo del noroeste le permite un mayor rendimiento frente al crudo importado del Ecuador o Colombia, por su mayor grado en su densidad API.

Por tanto, incrementar la producción de petróleo liviano es un imperativo desde el punto de vista técnico por su rendimiento que favorece la modernización de la Refinería de Talara. Esto es más urgente y necesario ahora que la refinería de Talara será ampliada a una producción de 90 mil barriles diarios de tratamiento y actualmente en la región solamente se produce 33 mil barriles de alta calidad.

Algún interesado señalaría que el petróleo de los lotes 67 y 39 podría abastecer a futuro la ampliación de la refinería de PetroPerú. Mas debe recordarse que la producción de crudo de estos lotes se caracteriza por ser pesado con un crudo menor a los 15º grados API, lo cual obliga necesariamente a su mezcla con petróleos más ligeros. Por lo tanto, incrementamos la producción interna o seguiremos importando crudo del Ecuador y Colombia.

¿Cuánto nos cuesta el depender del petróleo importado? Solamente al cierre del 2007, las empresas que operan en el país han importado por más de 2,562 millones de dólares tanto en petróleo crudo, y diesel 2 principalmente. Esto significa más de 7 millones de dólares diarios en importaciones de crudo y diesel. Y esta importación será creciente en la medida que los precios del petróleo internacional se mantienen por encima de los 110 dólares el barril.

Si bien, también exportamos petróleo pesado y residuales industriales las importaciones son mayores tanto en términos de volúmenes más de 50 millones de barriles en el 2007, como de valor, de allí que se puede observar el Saldo de la Balanza Comercial (X-M), es decir las diferencias entre exportaciones e importaciones van en aumento, en 2007 sumaba los 1,465 millones de dólares, superando el déficit del 2006 que fue 1,193 millones. Es decir, el déficit se incrementó en 272 millones a pesar del extraordinario crecimiento del consumo interno del gas de Camisea.

Por tanto, el proyecto de ley que promueve la inversión privada en los llamados “Horizontes Profundos” que próximamente debe discutirse en la Comisión de Energía y Minas del Congreso de la República, tiene como objetivo superior amortiguar estas importaciones promocionando la inversión de riesgo.

Es más, se debe considerar una “regla de oro” que lamentablemente no se respeta entre los que debieran tomar las decisiones de promover la inversión. El petróleo que se produce internamente, genera empleo, paga impuestos y regalías, en cambio el crudo importado constituye un drenaje de divisas, que favorece al más importante importador en nuestro país, la transnacional Repsol/YPF que opera también la Refinería La Pampilla la principal competencia de la Refinería de Talara PetroPerú.

Actualmente las empresas que se acogieron a la ley de “Reservas Marginales” han incrementado la producción con grandes esfuerzos pues se trata de Campos Maduros con más de 100 años de explotación, sin embargo, existe la posibilidad de encontrar mayores “bolsones de crudo” en profundidades donde nunca se han explorado. Por ello, si son inversiones de riesgo debieran tener un marco promocional.

Sin embargo, cualquier marco promotor debiera reconocer los derechos de los pueblos a la participación de la renta por medio del canon y sobrecanon petrolero. A más producción interna más canon petrolero.

En los gobiernos del pasado, en especial 2001/2006 se han firmado contratos de hidrocarburos con una regalía de 5 % ampliable al 20 % si la producción superase los 100 mil barriles diarios, es decir nunca. Estos mecanismos de promoción de la inversión privado han sido honestamente superados por la actual administración de PerúPetro a través de las subastas públicas, donde las empresas pugnan, compiten ofreciendo las regalías más altas por los lotes de su interés.

En tal sentido, tener como piso una tasa de regalía promocional de 15 % para los llamados Horizontes Profundos resulta razonable, pues se asegura el canon y sobrecanon de 12.5 % para Piura y Tumbes, el 1.5 % de los ingresos para PerúPetro. Se debe aclarar que aquí no están en peligro los intereses del Fisco, por el contrario, de promocionarse la inversión en estas actividades, se verificará un “efecto cascada”, mayores compras de equipo, demanda de mano de obra, tributos, recaudación de IGV etc. Y de descubrirse petróleo se pagaría el 15 % de regalías. De no encontrase crudo el gasto de la inversión ha tenido su efecto expansivo.

Hoy de los llamados “Horizontes Profundos” no estamos obteniendo ninguna producción, por tanto sobre una producción que no existe las regalías obtenidas son cero. ¡Asumir riesgos es tarea de las empresas, promover la inversión de riesgo es tarea del Estado!