sábado, 25 de septiembre de 2010

Consorcio Camisea es el dueño de la molécula*

Por Humberto Campodónico

El comunicado del Consorcio Camisea del pasado miércoles 22 –que dice que las negociaciones con Perupetro “aún se encuentran en una etapa preliminar”– es un desmentido rotundo a las declaraciones del presidente de Perupetro, Daniel Saba, quien había afirmado días antes que “el Consorcio ya había aceptado la propuesta peruana de no exportar el gas del Lote 88 y destinarlo exclusivamente al mercado interno”.

El comunicado del Consorcio es una prueba más de algo que ya se sabe: que la legislación neoliberal de principios de los años 90, en especial la Ley de Hidrocarburos 26221 de 1993, otorgó a los contratistas la propiedad de los hidrocarburos en boca de pozo, previo pago de una regalía. A lo que se agregó la renegociación ilegal del contrato del Lote 88, en diciembre del 2005, lo que “legalizó” la exportación de sus reservas.

Frente a este desmentido, el gobierno retrocedió y no le quedó otra cosa que volver a decir que las reservas del Lote 88 no se exportarán antes del 2014, con lo cual “todos nos podemos quedar tranquilos”. No, señor. Eso es inaceptable y debe exigírsele al gobierno que se cumpla de inmediato con el DS-053-2010 de agosto pasado, no solo por razones de soberanía nacional, sino porque en estos momentos el mercado interno está desabastecido y se está incumpliendo la Ley 27133.

Ahora bien, reafirmándonos siempre en los argumentos expuestos, es importante anotar que, incluso en el terreno de los negocios empresariales, es perfectamente posible para que el Lote 88 se destine exclusivamente al mercado interno. Veamos cómo.

Dice la calificadora de riesgo Apoyo-Fitch en su más reciente informe sobre el consorcio exportador Perú-LNG: “Debido a las inversiones realizadas en el desarrollo del Lote 56, las reservas probadas se han incrementado en 89% y ahora llegan a 2.76 TCF.

Esto implica que el requerimiento de reservas del Lote 88 se ha reducido a 1.44 TCF, equivalente al 34% del requerimiento total para la exportación, que es de 4.2 TCF (ver “Bonos Corporativos de Perú LNG” en www.aai.com.pe, mayo 2010, p. 5)”.

Si esto es así en los próximos años el programa de inversiones del Consorcio Camisea por US$ 400 millones seguramente incrementará las reservas del Lote 56 en bastante más de 1.44 TCF, que es lo que el Lote 88 hoy “presta” para la exportación.

Entonces, ¿por qué no los libera de una vez? Recordemos que si bien las reservas del Lote 88 no se exportarían hasta el 2014, esas reservas no pueden destinarse hoy al abastecimiento del mercado interno, que sufre racionamiento. Por eso estas reservas deben liberarse ya, de inmediato, y destinarse al mercado interno, principalmente al gasoducto surandino.

¿Cómo cubriría el Consorcio ese “faltante” de 1.44 TCF? Ese es un problema de ellos y no nuestro. Dicho esto, el Consorcio Camisea podría comprar opciones de gas (“futuros”) en el mercado internacional para respaldar sus compromisos.

O, más fácil aún, podría acordar con Repsol (socio del consorcio Perú LNG y único titular del contrato de comercialización a México) que “le preste” los dos (2) TCF de reservas de gas que esta empresa ha descubierto en el Lote 57 y que las ofreció al Ministerio de Energía y Minas el 28 de febrero del 2008 en una carta firmada por su director general, Nemesio Fernández.

Dice la carta: “Repsol-YPF pone a disposición del MEM la posibilidad de exportar la producción de gas del Lote 57, a la que Repsol pudiera tener derecho (…) con el objeto de permitirle una mejor planificación nacional de los recursos disponibles”.

Pero el gobierno no juega las cartas que tiene pues defiende los intereses nacionales solo de palabra, mientras “va quemando tiempo” hasta julio del 2011 para dejarle la “papa caliente” al próximo gobierno. Difícil que lo logre, pues la indignación generalizada ya ha calado hondo sobre este tema. ¿No es cierto?

(*) Publicado en La República / Página 13 / Sábado 25 de Setiembre del 2010




viernes, 17 de septiembre de 2010

Perú: La Sostenibilidad del Crecimiento Económico Parte I

Daniel Schydlowsky en la Vieja Casona de San Marcos

Ante un auditorio pleno de estudiantes y profesores en el histórico Salón General del Centro Cultural de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, el profesor de la Universidad de Harvard (Phd) Daniel Schydlowsky recordó amenamente los años de su formación como economista en la facultad de Ciencias Económicas de nuestra universidad, y disertó sobre la “sostenibilidad del crecimiento y desarrollo de la economía peruana” para los próximos años, explicando los posibles peligros del entorno internacional y las políticas de mitigación de riesgos que debieran ponerse en práctica.

El evento fue organizado por el señor decano de la facultad de economía Humberto Campodónico en cumplimiento del plan de trabajo académico que aspira convertir a nuestra facultad en un referente nacional e internacional en el debate entre la teoría económica y la crítica de la economía política, los problemas del desarrollo, la competitividad, y en la explicación sobre la posible sostenibilidad del actual modelo en el largo plazo caracterizado por un modelo primario exportador.

Ha sido mérito de los organizadores del evento al haber invitado a uno de los más importantes economistas peruanos del siglo XX cuya obra más conocida “Anatomía de un Fracaso Económico” (1979), escrito conjuntamente con el profesor Juan Wicht, constituyó una crítica fundamental al modelo de acumulación estatal de los años setenta.

En verdad, debo confesar que fue un deleite académico escuchar al profesor Schydlowsky sobre sus años formativos o deformativos iniciados hacia 1958 con sus dosis de huelgas, en una coyuntura donde la economía peruana mostraba los signos de agotamiento de un “modelo de crecimiento hacia afuera” basado en las exportaciones de las materias primas, básicamente metales, azúcar y algodón, en el marco de políticas liberales que fueron posible gracias a la dictadura del “ochenio” del general Manuel Odría.

En aquellos años, la formación del economista era una alquimia de contabilidad, derecho, y algo de historia del pensamiento económico. Como enfatizó en más de una oportunidad respecto al crónico déficit teórico. Así, exponía “No sé si me animo a empezar la charla recordando que en 5 años de Facultad más uno de ciclo doctoral, nunca ví una sola curva de oferta o de demanda y el aparataje básico de la macro keynesiana más que superficialmente solo en ciclo doctoral. Y no es que se nos diera como sustituto teoría austriaca y marxismo. Simplemente no se enseñaba teoría económica”.

Al margen de los recuerdos y añoranzas preñadas de anécdotas de su formación, el reconocido mérito intelectual del profesor Schydlowsky enfatizado por más de uno de los comentaristas se relaciona con la necesidad de repensar la teoría económica, la macro y microeconomía desde la perspectiva de una “economía periférica” donde los supuestos de la libre competencia en los diversos mercados, de bienes, servicios, capital y acceso a la información se contradicen con la realidad. En otros términos, la necesidad de recrear una teoría económica desde las características de los países latinoamericanos ha sido su aporte, en un ejercicio de tensión entre la teoría y la realidad en una vasta obra publicada en las más importantes revistas del ámbito académico internacional en inglés y castellano.

¿POR QUÉ SE CRECIÓ?

Como economistas sanmarquinos nos debiera interesar si el crecimiento económico alcanzado por la economía peruana en la última década resulta sostenible en el largo plazo, y de resultar positiva la respuesta cabe preguntarse qué condiciones económicas e institucionales se requieren para asegurar este crecimiento. De allí, que comentaremos en esta primera parte los factores que explicaron el crecimiento económico según el profesor Schydlowsky, los cuales se resumen en el cuadro que presentamos más abajo.

El primer punto sobre “el crecimiento generalizado hacia fuera” según lo expuesto se distinguiría de los otros períodos de bonanza económica que ha caracterizado la historia económica de nuestro país. De allí, que la afirmación que éste no fue solamente un crecimiento liderado por la minería. Lamentablemente en la exposición no se recurrió a ningún cuadro estadístico que pudiera refrendar, el crecimiento generalizado hacia fuera. Es decir, qué rama o sector lidera las exportaciones, y el carácter cualitativo de las mismas.

Por ello, nos permitimos exponer un cuadro que mide el grado de apertura de la economía peruana estimado por la suma de las exportaciones e importaciones como participación en la producción nacional (PBI), desde 1971 al 2010, considerando los quinquenios desde 1971 hasta el 2010. Es verdad, que la economía peruana es cada más abierta al mundo con un grado de inversión superior al 40% sobre todo en la bonanza minera del 2004 al 2008. Es más, se supone que los diversos tratados de libre comercio con terceros países debieran fortalecer tales tendencias para llegar a igualar o superar a nuestro vecino del sur que tiene un grado de apertura superior al 80%. Ver Cuadro de “Perú: Apertura al Mercado Mundial por Quinquenios”.

Mas lo que debiera interesar es la composición de las exportaciones que en un promedio del 60% se explican por las exportaciones mineras, de oro y cobre en lo fundamental, si se agregan las de harina de pescado, aceites de pescado y los hidrocarburos como crudo pesado, residuales y nafta prácticamente la participación tradicional de las exportaciones con escaso o débil valor agregado se eleva cerca al 80% de las exportaciones.

Sin embargo, en honor a la verdad cabe reconocer el crecimiento de las exportaciones no tradicionales sobre toda la velocidad del crecimiento de agropecuarios (espárragos, frutas, caña de azúcar, café etc.) y textiles, que han tenido un despegue notable en los últimos años, lo cual diversifica la cartera de exportaciones con un peso relativo minoritario en relación a las exportaciones mineras.

Sin embargo, desde nuestro de vista las inversiones y crecientes exportaciones mineras fueron como señala el profesor Schydlowsky ayudadas por “mercado externo boyante”. Al respecto, bien vale la pena interrogarse sobre los factores que explican y determinan la rentabilidad del sector exportador, especialmente minero, y el control del excedente generado en la economía y lo referido al llamado “valor de retorno”, pues a mi entender el límite a la sostenibilidad del modelo exportador radicaría más que en factores económicos, en factores institucionales como la capacidad del Estado de enfrentar y administrar los llamados conflictos sociales.

Como economistas nos debiera interesar el grado de eslabonamiento o interdependencia sectorial del sector exportador con el resto de la economía interna, en especial la industria manufacturera. Es decir, qué le compra a la industria el sector exportador tradicional, el nivel de propensión tributaria a través de los impuestos realmente abonados, y los sueldos y salarios pagados en el sector exportador.

Si bien se hizo referencia a una realidad que resultaría inédita en la historia del país cuando se señalaba el “pleno empleo” alcanzado en algunos departamentos como Ica, La Libertad, Lambayeque gracias al crecimiento exportador no tradicional producto de inversiones privadas que han encontrado en el agro costeño una generosa oportunidad de inversión con innovaciones tecnológicas como el riego por goteo, mejoramiento de semillas etc.

Se puede compartir el criterio que el mejor mecanismo para superar la pobreza resulta ser el fomento del empleo digno por medio de la inversión privada. Mas me pregunto si puede haber empleo digno con “salarios de exportación” de 400 o 500 nuevos soles mensuales en jornadas de trabajo de más de 10 horas de trabajo, con una débil capacidad negociadora por la ausencia de sindicatos, de allí las presiones redistributivas por los beneficios del crecimiento.

Si el lenguaje y la filología económica tiene algún sentido, en ningún momento se escuchó en la conferencia magistral categorías como control del excedente, transnacionales, grupos de poder o de presión, desarrollo desigual. Evidentemente la teoría económica desarrollada por nuestro autor no le permitiría reconocer el grado de control del excedente económico, es decir de la plusvalía global, sobre toda apropiada por el sector minero controlado por las empresas transnacionales (Barrick, Newmont, Xstrata, Freeport, Glencore, Grupo México, Teck Cominco etc.) que controlan gran parte de la producción y del excedente minero generado en el país.


En tal sentido, existiría una gran diferencia entre el crecimiento liderado por el sector exportador chileno donde la empresa estatal Codelco contribuye fuertemente con el ahorro interno a través del impuesto a la renta, royalty, ley reservada del cobre que detrae para el estado chileno el 10% de los ingresos de exportación, otros impuestos y utilidades netas etc. Al respecto un aproximado del 40% de las exportaciones cupríferas en Chile resultan responsabilidad de la empresa estatal, lo cual ha permitido que durante el llamado “boom minero” durante el período 2004-2009 del 100% de las exportaciones de Codelco cerca del 54% del ingresos de las exportaciones haya sido un valor retenido como contribución fiscal y excedente económico.

Diferente es la realidad de nuestro país donde con excepción de grupos mineros como Benavides de la Quintana y Mra. Buenaventura con participación importante en Mra. Yanacocha y en la Mra. Cerro Verde, o el grupo Brescia con la Mra. Minsur y la fundición de estaño Funsur, más otras familias mineras como Letts en la Mra. Volcan, San Ignacio de Morococha, y medianas auríferas, el control del excedente está bajo responsabilidad del capital transnacional, y de bancos de inversiones con accionariado difundido.

Por ello, lo importante es reconocer la baja propensión tributaria del sector exportador minero, donde durante el llamado “boom minero” del 100% de ingresos de exportación, el fisco apenas capta el 12% como impuesto a la renta, regalías, aporte voluntario, y derechos de vigencia. Creemos que esta diferencia sustancial entre el sector exportador chileno y peruano es clave para entender el liderazgo del sector exportador y sus efectos de arrastre al conjunto de la economía.

Si bien el profesor Schydlowsky hizo referencia a la necesidad de capturar una mayor proporción de la renta minera a favor del fisco, cuando las condiciones económicas explican la percepción de rentas extraordinarias por medio de impuestos extraordinarios mediante una renegociación estratégica entre el Estado y las empresas, tal como lo recomienda la última literatura del Fondo Monetario Internacional (FMI); sin embargo su propuesta, en la mitigación de riesgos de “sembrar el mineral” como hace Venezuela con el petróleo, resultaría en profundizar un modelo primario empobrecedor, al menos que en lugar de la exportación de oro en barra se produjese para el exterior joyería o artesanía de oro y plata.

Sin embargo, en lo central de su disertación no se hacía cuestión de estado o una crítica al modelo primario exportador que caracteriza a la economía peruana donde cualitativamente el Estado ha transferido rentables empresas públicas y valiosos yacimientos mineros, y el control del excedente ha sido enajenado al país. En otros términos, las decisiones sobre el ahorro y la acumulación por lo menos en el sector minero resulta exógeno a la economía peruana, y presumo que gran parte del excedente se remesa.

Lamentablemente el BCR no publica la información entre las salidas y entradas de capital a nivel sectorial, para saber el “quantum de capital fresco” que capitaliza el país, y la remesa de utilidades como pago de factores al exterior por sectores. Mas si se reconoce como práctica financiera el levantamiento de ahorro interno y externo mediante el mecanismo de bonos para el financiamiento de importantes inversiones como Camisea, Edegel, Kallpa en generación eléctrica y otras industrias, se debe reconocer que dicho mecanismo resulta un elemento nuevo producto de la confianza que genera la relativa estabilidad económica para los inversionistas en la última década.

Un simple ejemplo nos puede graficar esta afirmación sobre lo que Carlos Malpica llamaría “El Mito de la Inversión Extranjera”. Las utilidades remesadas entre el 2005 al 2008 por la transnacional minera Southern Perú Copper Corporation (SPCC) que tiene al Grupo México como principal accionista. Durante el boom minero las utilidades remesadas en promedio han sido de 1,000 millones de dólares anuales gracias a los bajos costos de producción de 50 centavos de dólar la libra de cobre, y precios de mercado por encima de los 3 dólares.

En tal sentido, el financiamiento del proyecto de cobre en Tía María en el Valle del Tambo- Arequipa requiere un financiamiento de cerca de 950 millones de dólares para una explotación en un periodo de 19 años que se financiaría con la utilidad neta de un año. En otras palabras del mismo “cuero salen las correas”. De allí la necesidad de estudios más profundos sobre el rol de la inversión extranjera y el grado de capitalización en la economía peruana.

En verdad, resulta penoso reconocer que terminando la primera década del Siglo XXI, el Perú no tenga una Tabla de Insumo Producto para estimar el grado de interdependencia sectorial de la economía peruana. La que existe data de 1994 y resultaría irrelevante para estimar los cambios fundamentales en la nueva estructura económica peruana en las dos últimas décadas. Ello por ejemplo nos demostraría nuestra dependencia sobre los insumos y maquinaria importada para el crecimiento del sector exportador tradicional.

Debemos reconocer que la principal reforma económica inaugurada a inicios de la década de los noventa está en relación a las políticas de estabilización macroeconómica que han determinado bajas tasas de inflación monetaria y en especial el desmontaje de la actividad económica empresarial del Estado mediante una radical privatización de empresas públicas, sobre todo en el sector minero energético.

Por ello, un crecimiento económico basado en las exportaciones debiera ser analizado con mucho cuidado sobre todo a partir del aspecto cualitativo de las mismas, el grado de elaboración y el nivel de valor agregado que curiosamente no se registró en la conferencia magistral como un imperativo económico para alcanzar el desarrollo. Después de todo no existe evidencia, y el profesor Schydlowsky lo sabe, en la historia económica de los países capitalistas que hayan alcanzado el desarrollo económico en el siglo XX con el crecimiento basado en la exportación de materias primas.

En resumen, una conferencia magistral provocadora para múltiples reflexiones que debieran estimular a los estudiantes y profesores de economía a una revisión permanente de los postulados teóricos frente a la realidad para recrear una teoría económica que permita repensar, explicar, y predecir los hechos económicos de nuestras economías. De allí la necesidad de promover sólidas investigaciones sobre el complejo mecanismo económico en una “economía periférica” que tiene en la crítica de la economía política un poderoso instrumento para asumir e incorporar los valiosos aportes del profesor Schydlowsky.




sábado, 11 de septiembre de 2010

PIURA: CAPITALIZACIÓN EN LA AGENDA REGIONAL

MÁS CANON POR LA EXPLOTACIÓN DE HIDROCARBUROS

En los departamentos que tienen una larga tradición en la explotación de hidrocarburos como Piura, Loreto, Ucayali debiera estar en la agenda política regional la necesidad de incrementar los ingresos y rentas que genera la explotación de los recursos naturales como el petróleo crudo y el gas asociado, con la finalidad de aumentar las transferencias del reconocido canon petrolero que se determina hasta ahora como el 10% del valor de la producción fiscalizada.

Creemos que la determinación del canon gasífero aplicado al departamento del Cusco a partir de la explotación del gas y líquidos de gas natural de Camisea, reproducido al canon petrolero significaría mayores ingresos para los gobiernos locales y regionales de Piura. Por ello será objetivo del presente artículo demostrar su viabilidad pues no se gravaría con impuestos adicionales ni extraordinarios a las empresas. Se trataría de una redistribución de los recursos fiscales generados por la explotación de los hidrocarburos en la región, pero que le son enajenados a la región y transferidos al Ministerio de Economía y Finanzas.

Si bien durante el boom de los precios del petróleo a nivel internacional las transferencias por concepto de canon petrolero se han incrementado tanto por efecto precio como por el aumento de la producción en Piura; en cambio la realidad de Loreto es otra, pues se verifica una dramática disminución de la producción proveniente de los lotes 8 y 1-AB. En la selva norte donde antes se producía más de 65 mil barriles diarios hoy no suman ni 40 mil barriles diarios en su conjunto. En cambio la producción de costa norte y del zócalo tiende al aumento para beneficio de Piura y Tumbes.

En el caso de las empresas que operan en el departamento de Piura, gracias a las mayores inversiones producto de la ley de reservas marginales, la producción diaria de crudo ha aumentado de manera significativa. Como se podría verificar estadísticamente si la producción era de un poco más de 28 mil barriles diarios en el 2004, en el 2007 arribó casi a los 34 mil barriles diarios, para llegar en el promedio enero/julio del presente año a los 41 mil barriles diarios.

Desde el punto de vista regional y nacional ello importa pues esta mayor producción de crudo no solamente abona en promedio un 30% de regalías más el efecto adicional del impuesto a la renta. El conjunto de la producción se refina en la unidad de PetroPerú-Refinería de Talara, por tanto el mayor interesado para incrementar la producción de hidrocarburos en las operaciones del noroeste debiera ser la petrolera estatal que en un futuro procesará más de 95 mil barriles diarios, es decir más de 30 mil adicionales a su capacidad actual.

En cuanto a las regalías de hidrocarburos (petróleo y gas) pagadas por las empresas que operan en la costa norte y el zócalo, igualmente dependen de los precios internacionales y los volúmenes de producción. En el 2004 las regalías pagadas por las empresas que operaban en el departamento de Piura era de 94 millones de dólares, de 229 millones de dólares en el 2007, subieron a los 404 millones en el 2008 para decrecer a los 226 millones de dólares en el 2009. Al mes de julio del 2010 representaban los 174 millones de dólares.

Por ello, la gran interrogante que debieran formularse los futuros líderes regionales y locales del departamento está en relación al destino de la mayor parte de las regalías una vez abonado el canon petrolero, y del impuesto a la renta pagado por las empresas.

Para que se entienda mejor, sirva el siguiente ejemplo. En el 2008 las regalías abonadas por el conjunto de las empresas que operan en el departamento de Piura fueron del orden de los 404 millones de dólares, los cuales financiaron los 134 millones de dólares que la región percibió por concepto de canon petrolero. En tal sentido, no sería mejor para el departamento que el 50% de las regalías se queden en la región y no sean capturadas por el MEF.

En la costa norte se verifica un incremento importante de la producción a pesar del derrumbe en los precios internacionales del petróleo producto de la crisis financiera mundial, donde previamente llegaron a su pico en julio del 2008 arañando los 149 dólares el barril, para representar los 75 dólares en la actualidad. Sin embargo, el canon petrolero percibido por Piura en el 2009 sumaron los 105 millones de dólares resultando superior a lo percibido en los años anteriores al 2007 a pesar de los superiores precios del crudo para dichos años.

En lo que va del periodo enero/julio del 2010 el departamento de Piura ha percibido 79 millones de dólares montos que al final del año serán superiores a los del 2009. En el 2008 se transfirieron los montos más altos por concepto de canon petrolero llegando a los 134 millones de dólares. Por tanto el canon petrolero ha experimentado un crecimiento de 40 millones en el 2004 para sumar en el 2007 los 90 millones y en el 2009 disminuye a los 105 millones de dólares.

En honor a la verdad los incrementos del canon petrolero por lo menos en el departamento de Piura se explican por el efecto combinado de los altos precios internacionales pero también al aumento de la producción. Sin embargo, ciudades petroleras emblemáticas como Talara y distritos como El Alto, Órganos, Negritos tienen un déficit en el servicio de agua potable que solamente cubre algunas horas del día. A ello se suma la escasez de fuentes de trabajo y la incertidumbre de los miles de jóvenes que egresan de las universidades e institutos superiores.

UN NUEVO CANON: ¿CUÁNTO SERÍA EL INCREMENTO?

Es decir, a pesar de tanta riqueza producida con el petróleo, la pobreza y el subempleo se acrecientan, provocando una serie de conflictos que se pudieran evitar en parte con una mejor redistribución de los ingresos fiscales generados a partir de una nueva determinación del canon petrolero en base al abono del 50% de las regalías pagadas por las empresas de hidrocarburos y el 50% del impuesto a la renta abonado, agregándose el 50% del impuesto a la renta de las empresas de servicios necesarios y permanentes que emplean las empresas del sector.

Se sumaría el 50% del impuesto a la renta de las empresas de servicios petroleros, es decir de las actividades esenciales, permanentes más conocidas como las empresas que prestan servicios de terceros, que muchas veces son “empresas pantallas” de la principal que se recrean para incrementar costos como fue el caso de Petro Tech Peruana y sus empresas subsidiarias y afiliadas, con el objeto de minimizar el pago de regalías y el impuesto a la renta.

Por tanto, el objetivo final a partir de esta nueva determinación del canon petrolero es la mayor capitalización regional, con incrementos sustantivos para los gobiernos locales, universidades públicas y gobierno regional. Ello evidentemente no soslaya la necesidad de un mejor uso de los recursos y la mayor racionalidad económica que debiera existir con los recursos provenientes del canon para generar ventajas competitivas, inversión en capital humano y físico, particularmente en el departamento de Piura.

En una ejercicio de simulación presentamos los montos del canon petrolero realmente percibidos por el departamento del Piura entre el año 2004 a julio del presente, más las regalías abonadas al fisco en el mismo período, y estimamos el impuesto a la renta pagado por las empresas de explotación (upstream) a partir de la participación productiva de las empresas que operan en la costa norte y el zócalo, en relación al total nacional de la producción de hidrocarburos (petróleo crudo, gas y líquidos).

Así, por ejemplo si la producción total de hidrocarburos líquidos en el país es de 140 mil barriles diarios, y la costa norte más el zócalo producen 41 mil barriles diarios al mes de julio del 2010, ello representa una participación del 30% más o menos, que se podría aplicar como un coeficiente sobre el total del impuesto a la renta pagado por la actividad del upstream. De allí, la necesidad de conocer el impuesto a la renta realmente pagado por las empresas año por año bajo contrato de licencia y servicios.

A ello debiera sumarse el conocimiento de la real tributación de las empresas que les prestan servicios de terceros como Petrex, Skanska, IMI, Underwater Service etc. estos impuestos son transferidos al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) sin contribuir mayormente con la región.

El Cuadro “Piura: Incremento del Canon Petrolero con Modificación” mostraría las bondades de la nueva determinación considerando solamente el 50% de las regalías pagadas por las empresas que operan en la región y un estimado del 50% del impuesto a la renta de las empresas que operan en la costa norte y el zócalo. Si tal fórmula se hubiese aplicado en el 2004 donde Piura realmente percibió por concepto de canon petrolero 40.5 millones de dólares, con la nueva determinación hubiese recibido 63 millones de dólares, es decir un canon incrementado en un 55%.

En el 2008 el mejor año para Piura por canon petrolero donde realmente se percibió 134 millones de dólares, si se hubiese aplicado la nueva determinación del canon lo menos que se hubiese transferido sería 256 millones de dólares, es decir un incremento del 92%. Ello significa que en promedio la nueva determinación significa un incremento del 60% que sería mayor con la transferencia del 50% del impuesto a la renta de las empresas de servicios.

EPÍLOGO

Esto es posible de ser alcanzado pues no constituye una quimera ni como dice el vals un “sueño de opio”. La fórmula se aplica en el Cusco con la determinación del canon gasífero donde la mayor proporción de las regalías obtenidas provienen de la explotación de los líquidos que valen tanto como el petróleo crudo. El cambio en la determinación del canon petrolero implicaría la mayor unidad regional de los distintos grupos políticos, y la voluntad política para torcer la “mano dura” de la ministra del MEF.

Una nueva determinación del canon petrolero en parte similar al canon gasífero no solamente aumentaría los ingresos de los gobiernos locales, de las dos universidades públicas que tiene Piura y Sullana, de los institutos pedagógicos y del gobierno regional. También tendría un efecto benéfico pues obligaría a preservar de la mejor forma nuestros recursos naturales evitando el venteo y la quema del gas natural pues estamos despilfarrando una riqueza que mañana no la tendremos.

En resumen, capitalizar las regiones debiera ser un imperativo en la plataforma política de los diversos partidos y grupos políticos en la presente coyuntura electoral. A diferencia del sector minero donde la producción tiene un reconocido liderazgo mundial, en la producción de hidrocarburos en especial de petróleo estamos rezagados, dependiendo en una elevada proporción de los crudos importados, de allí la necesidad de promover las inversiones en el sector y al mismo tiempo capitalizar las regiones con una mayor participación en la renta petrolera generada, por medio de las regalías e impuesto a la renta abonado. Esto lo impone el sentido común a menos que se quiera mayores conflictos sociales.


jueves, 9 de septiembre de 2010

Camisea: ¿todos tienen los mismos intereses?*

Por Humberto Campodónico

Se ha dicho muchas veces que las ganancias del Consorcio Camisea no dependen de la venta del gas natural, sino de la venta de los líquidos. Eso es cierto. En el año 2009, por ejemplo, el Consorcio Camisea –que explota los Lotes 88 y 56- tuvo ingresos por US$ 862 millones, de los cuales US$ 694 millones (el 80%) correspondió a la venta de los líquidos y solo US$ 168 millones (el 20%) provino de las ventas de gas en el mercado interno.

Así, puede decirse que la “carne” del negocio es la venta de los líquidos. ¿Por qué es esto así? Porque las cantidades de gas que se venden en el mercado interno aún son pequeñas y, también, porque el precio de ese gas es regulado, ya que el gas del Lote 88 revirtió gratis al Estado (después de importantes inversiones de la Shell).

No sucede lo mismo con los líquidos que “acompañan” al gas natural: Diesel, GLP y naftas, pues ellos no tienen precios regulados y se venden a precios internacionales. Es por eso, por ejemplo, que el GLP que se obtiene de los líquidos del gas natural cuesta exactamente lo mismo que el GLP proviene de la refinación del petróleo crudo, cuyo precio está hoy en US$ 75/barril.

Pero el hecho que, desde un punto de vista empresarial la “carne” sean los líquidos, no significa que ese sea el interés de los consumidores de gas en el mercado interno, pues para ellos lo que importa es que el gas es un sustituto de los derivados del petróleo. Esa sustitución implica un importante ahorro ya que pagan mucho menos por el combustible que consumen.

Es el caso de los industriales, de los usuarios domésticos y de quienes usan el Gas Natural Vehicular (GNV), pues pagan precios inferiores en 40 a 60% que aquellos que tendrían que pagar si consumieran derivados del petróleo. En otras palabras, algo más técnicas, a igual contenido calórico del gas y del petróleo, el precio del gas es inferior al del petróleo.

Esto se debe, no solamente al hecho que los precios del gas del Lote 88 son regulados, sino a que existe una “desconexión” entre los precios internacionales del petróleo y del gas. Teóricamente, a igual contenido calórico, los precios del gas y del petróleo debieran “alinearse” y costar más o menos lo mismo. Pero no es esto lo que sucede pues el precio internacional del petróleo triplica al del gas en contenido calórico (1).

No solo eso. Por el hecho ya mencionado de que el gas natural es un sustituto del petróleo, la demanda de petróleo disminuye. Esto se traduce en una menor cantidad de importaciones –la producción nacional no satisface la demanda- lo que tiene un impacto positivo en la balanza comercial, pues implica una menor salida de divisas.

Así, podemos apreciar que los intereses de los productores y los consumidores no son los mismos. A los primeros lo que más les interesa es la producción y la venta de los líquidos, porque los venden a precios internacionales (2). En ese caso, la ganancia para el ciudadano de a pie es mínima porque el precio que paga por los líquidos es casi el mismo, sean estos importados o “nacionales”.

A los consumidores nacionales lo que más interesa a sus bolsillos es, valga la redundancia, consumir la mayor cantidad de gas posible, ya que pagan 30 a 50% menos por el mismo contenido calórico que el del petróleo caro e importado. Por todas esas razones, y otras que no abordamos en este artículo, el 100% de las reservas de gas del Lote 88 debe ir para el mercado interno. ¿No les parece?

(1) Para una explicación detallada de este tema, ver “La desconexión del petróleo y del gas”, www.cristaldemira.com, 31/7/10).
(2) En el caso de la exportación de gas a México, su precio está por debajo de lo que cuesta en el mercado interno, lo que no es del agrado de los socios del Consorcio que no son miembros del consorcio exportador Peru-LNG.

(*) Publicado en La República / Página 14 / Miércoles 08 de Setiembre de 2010

lunes, 6 de septiembre de 2010

PERÚ: POR UN CANON HIDROCARBURÍFERO

POR UNA MAYOR MONETIZACIÓN DEL GAS NATURAL

En la última presentación del ministro de energía y minas en la comisión del sector en el Congreso de la República el pasado 01 de setiembre, llamaron la atención los importantes montos percibidos por concepto de canon gasífero para el departamento del Cusco, especialmente los percibidos por la provincia de La Convención y el distrito de Echarate donde yacen los lotes 88 y 56 operados por la empresa argentina Pluspetrol Perú Corporation (PPC) que detenta el 2.20% de las acciones del Consorcio Camisea. Con la renegociación de las regalías de exportación el canon gasífero debiera incrementarse.

Desde el inicio de las operaciones comerciales los gobiernos locales y el gobierno regional del Cusco han percibido significativos montos por concepto de canon gasífero. Así, entre agosto del 2004 y julio del 2010, el gobierno regional del Cusco ha percibido 875 millones de nuevos soles y los gobiernos locales 2,668 millones. En total estos montos suman los 3,543 millones de nuevos soles de los cuales el 10% le han correspondido al municipio distrital de Echarate (354 millones de nuevos soles); recursos que debieran servir para el desarrollo de ventajas competitivas, la inversión en capital humano (educación), en la lucha contra la pobreza e inversión en capital físico.

En tal sentido las recientes protestas sociales en la capital departamental y en la provincia de La Convención centradas contra la exportación del gas natural proveniente del lote 56 (Pagoreni) debieran ser explicadas por variables políticas ligadas a la defensa de la soberanía de los recursos naturales, al calentamiento de la coyuntura electoral, la necesidad de liderazgos regionales más un supuesto desabastecimiento interno de un hidrocarburo como el gas natural, que hasta antes de junio del 2010 en volúmenes superiores a los 600 millones de pies cúbicos diarios se han estado reinyectando. Como debiera ser evidente el gas reinyectado no abona regalías.

Si se tiene presente que casi el 88% por ciento del valor de la producción y de las regalías obtenidas de los lotes 88 y 56 tienen su explicación por la explotación de los líquidos de gas natural y solamente un 12% por ciento proviene de la explotación del gas natural, resulta contradictorio entender la fuerte oposición a la exportación del gas licuefactado, de un recurso que antes se reinyectaba.

Es más, según la presentación del ministro Ing. Pedro Sánchez el mercado interno tiene asegurada reservas suficientes en los lotes 88, 56, 57 y 58, al margen de importantes volúmenes gasíferos que se debieran monetizar en la cuenca de Talara. Aunque parezca paradójico afirmarlo, estamos experimentando la “revolución del gas natural” de allí la preocupación sobre el destino y las condiciones de exportación de un hidrocarburo que está cambiando la matriz energética, y la distribución de los recursos regionales.

A MÁS CANON MAYORES CONFLICTOS

Evidentemente de renegociarse los precios de exportación y las regalías del gas exportado para que en ningún caso sean menores al promedio de las regalías pagadas en el mercado interno, no solamente aumentará el canon gasífero para el Cusco sino también el Fondo de Desarrollo Económico (FOCAM) para Ayacucho, Huancavelica, Ica, Región Lima, Ucayali y se incrementará el Fondo de Modernización para las Fuerzas Armadas del Perú.

Lo percibido por canon gasífero en el Cusco supera los montos transferidos por canon minero en Cajamarca y Ancash en el 2009, y de lejos las transferencias que perciben los departamentos de Piura, Loreto, Tumbes y Ucayali por el llamado canon y sobrecanon petrolero. En tal sentido, el cuadro “Distribución Anual de las Regalías gracias a la Explotación de Camisea” 2006 a julio 2010 demuestra la importancia de la explotación de los recursos naturales y la necesidad de mejorar las condiciones de su explotación en razón del carácter no renovable de los hidrocarburos (gas y líquidos de gas natural).

Se entiende que la determinación del canon gasífero está en función del 50% de las regalías abonadas por la producción fiscalizada, y el 50% del impuesto a la renta pagado por Pluspetrol Perú Corporation (PPC) en representación del Consorcio Camisea. Si se tiene presente que desde setiembre del 2008 se extraen los líquidos de gas natural del lote 56, y que el inicio comercial del lote 88 data de agosto del 2004, el impuesto a la renta pagado a partir del 2006 nos demuestra la recuperación de la inversión efectuado por el Consorcio Camisea, gracias al crecimiento de la demanda interna.

Lo significativo del cuadro es el aumento sistemático del canon gasífero por concepto de regalías para el Cusco que de 399 millones de nuevos soles en el 2006, representa 712 millones en el 2009 y a julio del presente año significa más de 607 millones de nuevos soles. Es más, a pesar de la fuerte disminución de los precios de los líquidos de gas natural en el 2008 que tienen un comportamiento cíclico similar al petróleo crudo, el canon gasífero se incrementó gracias a los mayores volúmenes de líquidos provenientes del lote 56.

Para decirlo claramente hasta ahora el negocio en Camisea ha sido la explotación de los líquidos y recién con la exportación del gas natural licuefectado se pretende ampliar los mercados para incentivar la inversión exploratoria y confirmar mayores reservas.

Con la mayor monetización de las reservas del gas natural, en cuanto precios y regalías del lote 56 debiera ser mayor el canon gasífero para el Cusco, mayores los ingresos del Fondo de Desarrollo de Camisea (FOCAM) que se distribuyen en función al recorrido y extensión de los ductos de Camisea hacia Pisco y Lurín. Como se puede verificar los departamentos perceptores del FOCAM han experimentado un incremento significativo pasando de 103 millones de nuevos soles en el 2006 para alcanzar los 184 millones de nuevos soles en el 2009 y 157 millones a julio del 2010.

Un comentario aparte constituyen los recursos transferidos para nuestras fuerzas armadas y policiales que tienen una participación sobre las regalías pagadas por la explotación de los líquidos y gas natural de los lotes 88 y 56. Por definición legal los montos transferidos por las regalías se distribuyen proporcionalmente entre la marina, aviación, ejército y fuerzas policiales, con la finalidad de modernizar el equipamiento militar, no se pueden ejecutar en gastos corrientes.

Lamentablemente estos recursos escasos no tienen la importancia que otorga el Estado chileno a sus fuerzas armadas con la famosa ley reservada del cobre donde se destina el 10% de los ingresos de exportación de la empresa Corporación del Cobre (Codelco) la primera empresa cuprífera a nivel mundial, que en promedio supera los 1,200 millones de dólares por año gracias a los altos precios del cobre.

LO BARATO CUESTA CARO

Un dicho popular afirma que “lo barato cuesta caro”. Esto lamentablemente es cierto en el caso del gas natural con precio regulado del lote 88, pues no solamente se desperdicia en la generación eléctrica a ciclo simple con un factor de eficiencia del 35% a lo mucho. Si a ello se agrega la grave “distorsión de los precios relativos” con otras fuentes energéticas, donde se desincentiva la inversión en plantas de generación hidroeléctrica, pues más barato resulta “enchufarse” con una planta térmica a gas con ciclo simple.

Después de todo, empresas eléctricas como Edegel, Kallpa, o Enersur tienen sus voceros autorizados para defender los precios bajos, regulados y subvaluados en el gas natural que tienen como efecto colateral una menor regalía. Así, se impone un sinceramiento del precio del gas natural del lote 88 pues no resulta razonable un precio extremadamente bajo para favorecer a un pequeño grupo de empresas industriales como Aceros Arequipa, Cementos Lima, Sudamericana de Fibras o empresas eléctricas que podrían pagar un precio superior por millón de BTU y seguir siendo competitivos. Con un precio sincerado, el fisco tendría mayores recursos para financiar no solamente el canon gasífero, el FOCAM y el fondo de las fuerzas armadas, sino también serían mayores los remanentes para el Tesoro Público.

Como se expone en el cuadro el Tesoro Público luego de las distintas distribuciones de ley retiene un remanente que significó 122 millones de nuevos soles en el 2006, más de 217 millones de nuevos soles en el 2009 y para julio del presente superaba los 185 millones de nuevos soles. Ello permite atender las necesidades fiscales en otros departamentos y a una mayor monetización del gas natural superiores serán los remanentes para el fisco.

Por tanto de renegociarse los precios y las regalías de exportación del gas licuefectado, más el sinceramiento del precio del gas natural del lote 88, las regalías provenientes de los lotes 88 y 56 serían superiores a las vigentes. Es decir, a mejores precios del gas natural de exportación y para el mercado interno, mayores serán los ingresos regionales, el fondo de las fuerzas armadas y los remanentes fiscales.

De allí, la necesidad de analizar la conveniencia de cambiar la determinación del canon petrolero en los contratos de licencia o servicios que tiene firmado PerúPetro con las empresas. Si el canon petrolero en lugar de ser el 10% del valor de la producción fuese el 50% de las regalías pagadas más el 50% del impuesto a la renta realmente abonado por las empresas, estamos seguros que los ingresos para Piura, Loreto, Ucayali se incrementarían para satisfacción de los gobiernos locales y regionales.