martes, 28 de diciembre de 2010

PERÚ: AGENDA MINERA FRENTE A MAYORES CONFLICTOS SOCIALES

MENOR PRODUCCIÓN AURÍFERA CON PRECIOS DEL ORO POR LAS NUBES

Con el conocimiento de los candidatos presidenciales para las elecciones generales del 2011 sea quien fuere el ungido por la voluntad popular, el poder mediático y las preferencias de nuestro presidente, como Luis Castañeda, Alejandro Toledo, Keiko Fujimori, Ollanta Humala, Pedro Pablo Kuczynski, o Mercedes Aráoz, la agenda para el sector minero será problemática por la agudización de los conflictos sociales, la mayor conciencia ambiental, los requerimientos en el abastecimiento de agua, la necesidad de mayores ingresos fiscales frente a una franciscana participación en la renta minera, la expansión indiscriminada de la minería informal como respuesta a los extraordinarios precios del oro, como las demandas de las comunidades directamente afectadas por la expansión minera.

A ello debieran agregarse las crecientes críticas al modelo primario exportador, la necesidad de fomentar las políticas de valor agregado, para industrializar parte de la producción interna de los metales, la presencia de autoridades regionales recientemente elegidas que cuestionan el modelo de “explotación minero empobrecedor”, en especial Cajamarca, Junín, Cusco, Arequipa, Piura, Ancash.

Por tanto, las diversas proyecciones de las inversiones mineras que consideran montos superiores a los 42 mil millones de dólares en el próximo quinquenio debieran ser sometidas a un análisis más exigente y realista, para evaluar los parámetros fiscales, sociales y ambientales. Expresión de ello por ejemplo son las limitaciones que tiene Mra. Yanacocha para su expansión productiva desde el 2005 a la fecha como analizaremos a continuación.

Desde el punto de vista macroeconómico terminaremos el año con un crecimiento superior al 8% del PBI y el crecimiento del 2011 se estima mayor al 6%. Es decir, resultados positivos explicables en gran parte por la coyuntura favorable de los precios de los minerales cuyas exportaciones en el Perú constituyen más del 60% de las exportaciones totales, determinando en promedio el 40% de los impuestos de tercera categoría en el período 2005-2009. Es decir, la actividad minera que representa menos del 10% del PBI, con el 1% de la PEA ocupada genera los mayores ingresos fiscales en relación al impuesto a la renta, pero creemos que ello no resulta suficiente.

Al mismo tiempo este crecimiento económico en el sector minero está estimulando mayores conflictos sociales con una creciente oposición de la población hacia proyectos que supuestamente pondrían en riesgo la dotación de agua. En tales términos recuerdo un artículo publicado en El Comercio por el patriarca de la minería peruana don Alberto Benavides de la Quintana que se titulaba: “la minería debe sembrar agua”.

En verdad, en países como el nuestro donde históricamente el acceso y dotación del agua ha sido siempre un problema, en especial en los departamentos del sur: Ica, Arequipa, Moquegua, Tacna donde la escasez de agua es crónica, evidentemente todo nuevo proyecto minero sea Quellaveco bajo responsabilidad de AngloAmerican o Tía María de Southern Perú Copper Corp., debieran hacer uso del agua de mar para hacer viable los proyectos. En una coyuntura electoral este tema es políticamente sensible para los pobladores locales.

Debiera ser evidente que la “minería de nuevo tipo” asegure la cantidad y calidad en la provisión de agua en las zonas altoandinas, con represas, lagunas artificiales, pozos, acueductos al servicio de las poblaciones campesinas en el proceso de construcción de aliados locales. En tal sentido, las inversiones mineras deben “sembrar agua”, esta tesis lamentablemente colisiona con los principios de maximización de las utilidades y las políticas de ahorro de costos.

MAYORES INGRESOS FISCALES

Sin embargo al margen del problema del agua, los conflictos sociales y la creciente oposición a la explotación minera, existe un punto crítico relacionado con la débil participación fiscal que por ahora se limita fundamentalmente a la recaudación del impuesto a la renta, del cual el 50% se constituye por decisión del Estado en canon minero. Es decir, ¡en verdad no existe un verdadero canon minero!

Se debe mencionar que todas las empresas jurídicas y naturales abonan el impuesto a la renta, pero las empresas mineras no abonan por la extinción, agotamiento y consumo de recursos naturales no renovables como los recursos mineros.

En este punto habría que hacer una distinción entre el factor agotamiento (depletion) con las regalías que algunas empresas cargan directamente a sus costos de producción como Mra. Yanacocha, Mra. Barrick (por Lagunas Norte). Por ello sirvan las reflexiones del Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz cuando afirmaba que: “Uno puede estimar la riqueza de un país una vez incluidos los recursos que yacen debajo del suelo. Si el país extrae dichos recursos y los consume, la riqueza del país disminuye. El PBI no toma en cuenta la merma de los recursos, o si dichos recursos han sido convertidos de un activo enterrado bajo el suelo a un activo que ahora está encima del suelo. Cualquier compañía, si uno revisa sus libros contables, tomaría en cuenta la depreciación en todos los casos…”

En primer lugar, debiera ser evidente que en la contabilidad minera el factor agotamiento en algunas empresas se cargan directamente a costos, la valorización de las reservas y su disminución por año se manifiesta a través de la cuenta “amortización de intangibles”, que tienen como efecto contable sobrevalorar los costos de venta y por tanto disminuir la utilidad antes de impuestos afectando los valores del impuesto a la renta por abonar y por tanto el canon.

Si el Estado resulta el titular, el propietario a nombre de la Nación de los recursos mineros al no contabilizar el “factor agotamiento”, esto representa una merma del “stock de capital natural” del país, por tanto está dejando de percibir ingentes recursos que podrían servir para financiar la educación y salud de calidad sobre todo en las provincias.

A ello debieran sumarse las regalías que en nuestro país están definidas como una “contraprestación” por la explotación de los recursos mineros aplicadas como un porcentaje de 1%, 2% y 3% sobre el valor de los concentrados o su equivalente. Así, todas las empresas que tienen valores de producción en ventas de concentrados superiores a los 120 millones de dólares por año teóricamente debieran abonar el 3% por concepto de regalías.

Lamentablemente la debilidad e incapacidad del Estado para negociar y renegociar en los mejores términos los intereses del país, ha permitido que el llamado “cogollo minero” tales como Mra. Yanacocha, Mra. Barrick, Mra. Antamina, Mra. Cerro Verde, y Mra. Tintaya eludan el abono de las llamadas regalías mineras escudadas en el manto de los contratos de estabilidad jurídica, tributaria y administrativa. ¡Evidentemente con los altos precios del oro, plata y cobre el Estado está dejando de percibir millonarios ingresos por regalías no pagadas!

Al respecto el mismo Joseph Stiglitz afirmaba que “Si el país no está percibiendo ingreso alguno, o percibe un ingreso muy reducido porque solamente cuenta con regalías por el valor de 1, 2, o 3 por ciento, la degradación del medio ambiente puede ser superior a este ingreso” (Joseph Stiglitz Recursos Naturales, Desarrollo y Democracia XI Diálogo Democrático).

Esta problemática se relaciona con el necesario balance del costo/beneficio no solamente en términos estrictamente económicos sino también en relación a los costos ambientales, de allí el tema de los pasivos mineros y el cierre de minas que en nuestra legislación recién se aplican a partir de la ley 28090 de octubre del 2003, y tendría su prueba de fuego en el cierre de la unidad Pierina de Barrick Misquichilca (Ancash).

MRA. YANACOCHA: MENOR PRODUCCIÓN

El cuadro “Perú: Ranking de las Empresas Productoras de Oro” presenta la producción aurífera en dos momentos en el tiempo, el período enero/octubre del 2005 en comparación a similar período del 2010. Resulta ilustrativo el caso de Mra. Yanacocha donde la producción disminuye en un 52%, desde una producción de 2.6 millones de onzas se decrece a 1.2 millones para el período enero/octubre del 2010, a pesar de los importantes precios del oro que se dispararon desde 445 dólares la onza en el 2005 para llegar en promedio en el 2010 a los 1,210 dólares la onza con tendencia al aumento.

Evidentemente esta disminución de más de 1.4 millones de onzas de oro significan menores ingresos y utilidades para los accionistas de la minera, pero también menores ingresos fiscales por concepto del impuesto a la renta. La razón de fondo de estos menores niveles productivos se explicarían por la creciente oposición de la población cajamarquina a la expansión de la minera, a las malas prácticas de Mra. Yanacocha más preocupada en “comprar tiempo” y autoridades, a los efectos de la contaminación de mercurio en Choropampa, y en especial a la débil participación tributaria de la minera.

Resulta contradictorio para una empresa minera que tiene entre sus accionistas al brazo financiero del Banco Mundial, el IFC con el 5%, a la transnacional Newmont y al grupo Buenaventura, las malas relaciones comunitarias con el entorno, donde el problema del agua y la calidad de la misma es uno de los problemas, a ello se debiera agregar las limitaciones del llamado “aporte voluntario” que compensa en parte el no abono de las llamadas regalías mineras.

Por tanto, como paradoja se puede decir que a mayores niveles internacionales de los precios del oro y la plata para Mra. Yanacocha le corresponde menores niveles productivos, producto de la creciente oposición de la población campesina a la expansión de la minera que tiene ahora su representación directa en el presidente regional Gregorio Santos, un reconocido líder popular que se ha forjado en la lucha contra los abusos de la empresa.

Si bien en su conjunto la disminución de la producción aurífera transita de los 5.3 millones de onzas en el período enero/octubre del 2005 a un poco menos de 4.4 millones de onzas para el período enero/octubre 2010, es decir con una variación negativa del 17%, a nivel individual la mayoría de empresas incrementa la producción como una respuesta a los mayores precios del metal amarillo. Siendo el caso más espectacular de la Cía. Mra. Buenaventura que en el período en mención pasa de la producción de 183 mil onzas a producir 317 mil onzas.

En resumen, un nuevo gobierno debe estudiar los mecanismos para incrementar la participación del Estado en la renta minera sea a través de un impuesto extraordinario a las utilidades extraordinarias o por medio del incremento de las tasas de regalías que debieran ser asumidas por todas las empresas en su conjunto. A ello se debiera sumar como norma obligatoria que el 3.75% de la utilidad neta de todas las empresas mineras metálicas y no metálicas sea concebida como Aporte Obligatorio por concepto de inversión en responsabilidad social, despojándole el contenido de “aporte voluntario”, que dicho sea de paso, negoció precariamente para los intereses del país el gobierno del Dr. Alan García Pérez.

Al mismo tiempo el Estado debiera tener una valorización de los recursos mineros para introducir al margen del tradicional costo/beneficio, los costos ambientales y el problema de la dotación de agua. En tal sentido, se debiera valorizar y costear el recurso hídrico en razón de su escasez no solamente para la actividad minera sino también en la generación eléctrica e industrial.

Por último, se debiera discutir en la presente campaña electoral la necesidad de fomentar las políticas de valor agregado de los productos mineros, es decir la industrialización del oro, plata, cobre etc. para dejar de exportar concentrados como en los gloriosos años cincuenta. Sobre estos se tratará en los próximos artículos.


lunes, 13 de diciembre de 2010

Gas en Argentina y precios en el Perú *

Escribe: Humberto Campodónico

Hace pocos días, la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, anunció, al lado de representantes de Repsol-YPF, el descubrimiento de 4.5 billones de pies cúbicos (bpc) de gas natural en Neuquén. Si este descubrimiento se confirma –y se llega a la categoría de reservas probadas–, Argentina triplicaría sus actuales reservas de gas.

Aquí hay varias novedades. La primera es que no se trata de gas natural “convencional”, sino de gas no convencional (GNC; o “gas esquisto”), que es un gas poroso que no se podía explotar debido a la falta de tecnologías adecuadas, lo que ya ha sido superado. Tanto así que en el 2009 las 921 toneladas de metros cúbicos (tmc) de reservas mundiales de GNC ya duplican a las 470 tmc de gas convencional.

La segunda es que el desarrollo de las reservas de GNC es más costoso y, en el caso de Argentina, Repsol-YPF ha obtenido que los precios en boca de pozo oscilen entre US$ 4.50 a 7.50 por millón de BTU (precio del gas que se importa de Bolivia).

La tercera es que en EEUU también han aumentado de manera notable las reservas y la oferta de GNC, lo que ha influido de manera negativa en los precios del gas natural. Así, el precio Henry Hub –precio de referencia para todo el país– ha caído de un promedio de US$ 6 a 7 por millón de BTU (MMBTU) en los últimos 6 a 8 años a solo US$ 4 MMBTU en el 2009. Según el Departamento de Energía de EEUU (DOE), el precio promedio del gas en el 2010 fue US$ 4.37/MMBTU y en el 2011 se espera un precio parecido: US$ 4.33/MMBTU (Short Term Energy Outlook, www.eia.doe.gov, 7/12/2010).

Para el Perú estas son pésimas noticias porque el consorcio Perú-LNG ha comprometido la venta de reservas 4.1 bpc de las reservas del Lote 88 y el Lote 56 a México, país que usa como referente el precio Henry Hub. La noticia es superpésima porque al precio del Henry Hub hay que descontarle todos los costos (a esto se le llama precio “netback”) desde Camisea hasta Manzanillo (costo del gasoducto a Pampa Melchorita, de la planta de licuefacción de Perú LNG en Pampa Melchorita, costo del transporte por buque hasta México y el costo de la regasificación en México).

Una vez descontados esos costos, el precio en boca de pozo en Camisea se sitúa alrededor de US$ 0.50 / MMBTU. No, no hay error: son cincuenta centavos de dólar por millón de BTU. Este precio es menor al que pagan en el Perú los usuarios eléctricos (US$ 1.50) y los industriales (US$ 2.30) en boca de pozo en Camisea.

Así, el contrato de exportación por 18 años que Repsol ha firmado con México paga el peor precio del mercado. Recordemos que el consorcio Perú LNG le compra el gas al consorcio Camisea para licuefactarlo y luego vendérselo a Repsol, único responsable de la venta a México.

Puede decirse que en la exportación pierde el Consorcio Camisea, pues recibe menos por el gas que vende (Hunt Oil, Repsol y la coreana SK son mayoría; Pluspetrol y Sonatrach son minoría); pierde el fisco, porque recibe menores regalías e impuesto a la renta; pierde Cusco, que recibe como canon el 50% de las regalías y del impuesto a la renta.

El consorcio Perú LNG (Hunt Oil, Repsol y SK son mayoría) gana, pues recibe el costo de licuefacción más una utilidad. El comercializador Repsol también gana, por la diferencia entre el precio de compra a Perú-LNG y el precio de venta a México.

Para finalizar, la aparición del GNC provocó una reducción de precios en EEUU (y México). Sin embargo, en otros mercados nacientes de GNC, como Argentina, los precios serán algo más altos, debido a los costos de la nueva tecnología. Para el Perú, que está amarrado con precios “netback” a México, la pérdida es grande, pues se va a exportar a precios menores a los del mercado interno, además del hecho central: que no hay gas suficiente para el consumo nacional. ¿No ha llegado la hora de que las reservas del Lote 88 y el Lote 56 se destinen, exclusivamente, al mercado interno?

(*) Publicado en La República / Página 13 – El Sábado 11 de diciembre de 2010

sábado, 4 de diciembre de 2010

PERÚ: INCREMENTAR REGALÍAS O IMPUESTO EXTRAORDINARIO

LOS “DUEÑOS DE LAS MINAS” CONTRA EL INTERÉS PÚBLICO

Existe cada vez un mayoritario consenso público sobre la necesidad de una creciente participación del Estado en la riqueza minera, con mayor precisión en la renta minera que resulta de la diferencia entre los precios internacionales y los costos internos de producción. En este contexto las empresas mineras que explotan recursos naturales no renovables como los mineros están obteniendo desde el año 2004 utilidades extraordinarias que no están siendo compartidas con el Estado, que según mandato constitucional es el titular de los recursos naturales a nombre de la Nación.

En tal sentido, el interés privado de empresas transnacionales y nacionales, de accionistas y gerentes no pueden estar por encima del interés público, pues ello pone en riesgo la propia gobernabilidad y democracia en nuestro país.

Con precios del oro por encima de los 1,380 dólares la onza y costos de producción menores a los 400 dólares, con precios de la plata superiores a los 28 dólares la onza, y del cobre bordeando los 4 dólares la libra y costos internos de producción menores a los 70 centavos de dólar la libra, el Estado no puede dejar de percibir estas rentas extraordinarias que se están obteniendo en este ciclo expansivo de los precios que se inició en el 2004.

Los argumentos empresariales en contra de una mayor participación fiscal van desde la supuesta pérdida de competividad de la actividad minera en relación a los niveles internacionales; también se arguye que se pondría en riesgo las inversiones proyectadas por más de 40 mil millones de dólares para los próximos años, sumada a la necesidad política de respetar los contratos de estabilidad jurídica, tributaria y administrativa, que dicho sea de paso se han modificado varias veces cuando el interés privado así lo exigía.

Por último, se argumenta que una mayor participación fiscal por medio del incremento de las tasas de regalías, o un impuesto temporal a las utilidades extraordinarias obtenidas en el Perú tendría como efecto la supuesta migración de las inversiones hacia nuestro vecino del sur, Chile, soslayando que las muchas empresas que operan aquí también explotan en dicho país, tales como las transnacionales Teck Cominco, Barrick, Anglo American, BHP-Billiton, Freeport Mc Moran Copper & Gold, Xstrata etc.

A ello se deben agregar diferencias sustanciales entre la explotación minera en Perú y Chile, por un lado la menor participación tributaria y fiscal de la actividad minera en nuestro país donde la participación promedio en el período 2005-2009 ha sido del 12.2% mientras en Chile ha sido casi el doble con el 23%. Esto significa que de cada 100 dólares de ingresos de exportación en el llamado “boom minero” el fisco del Perú capta apenas 12 dólares como promedio mientras en Chile la participación es de 23 dólares, tal como se puede observar en el cuadro “Comparación Entre las Participaciones que Obtienen las Cajas Fiscales de Perú y Chile de la Actividad Minera 2005-2009”.

Por tanto, constituye una falacia sostener que una mayor participación del Estado en la renta minera tendría como consecuencia la fuga de las inversiones hacia nuestro vecino del sur que a diferencia de nuestro país tiene importantes reservas de cobre y algo de oro, mientras la geología del Perú se caracteriza por su carácter polimetálico con reservas de cobre con zinc, zinc con plata, oro con plata, plomo con zinc y plata, a ello debiera sumarse los volúmenes de hierro con cobre, de tungsteno, molibdeno, litio, uranio y reservas auríferas prácticamente en todos los departamentos andinos.

A todo esto se debiera agregar los bajos costos laborales y ambientales en razón del uso y abuso de los regímenes de contrata o “services” que malbaratean los salarios de los trabajadores en especial en la mediana y pequeña minería. Si a esto se suman los efectos perniciosos de la minería informal e ilegal que depreda el medio ambiente y la salud de los trabajadores se tiene un panorama complejo de resolver ante la debilidad y permisividad del Estado.

Por ello, la explotación minera que se desenvuelve en el Perú está considerada en cuanto a los costos de producción entre los países con los menores costos de producción y de las mayores utilidades que bordean el 50% de los ingresos sobre todo en la minería aurífera y cuprífera. Esta realidad es insostenible desde el punto de vista político y social, de allí que debe renegociarse una mayor participación del Estado en la renta minera, vía el incremento de las regalías pagadas o en su defecto un impuesto extraordinario a las ganancias extraordinarias.

MÍNIMA PARTICIPACIÓN FISCAL

El cuadro “Perú: Ingreso de las Exportaciones Mineras y el Aporte del Sector Minero 2005-2009”, muestra con crudeza la participación del Estado por diversos conceptos tales como el impuesto a la renta, las regalías mineras, el llamado aporte voluntario y los derechos de vigencia en relación a los ingresos de exportación en los años mencionados.

Esta participación del Estado varía desde un mínimo del 7.6 % en el 2005, se incrementa con los mayores precios internacionales en el 2006 subiendo al 13%, para alcanzar su “pico más alto” en el 2007 con una tasa del 18.3% para disminuir por los efectos de la crisis financiera en el 2009 a una participación del 7.9%.

En verdad, la participación fiscal tendría varias observaciones que tienen como efecto una menor tasa efectiva del Estado en la explotación de los recursos mineros que en algún momento se agotarán. En primer lugar, no estamos considerando los ingresos obtenidos por las ventas en el mercado interno en especial del cobre, hierro, zinc y plomo que aumentarían los ingresos del conjunto de la actividad minera metálica pero mantendría constante los valores del impuesto a la renta pagado. Se estima que entre un 5% al 10% de la producción minera se realiza en el mercado interno en razón de la debilidad de las políticas de transformación de los productos mineros.

Por el cuadro expuesto es evidente que el abono del impuesto a la renta constituye el ingreso fiscal más importante y que tiene una correlación con los ingresos de exportación de las empresas mineras. Así, en el 2005 frente a los ingresos de exportación de 9,790 millones de dólares el impuesto a la renta fue de 658 millones, es decir representó una tasa de 6.7%, mientras que en el pico más alto de los ingresos de exportación como en el 2007 que alcanzó los 17,238 millones de dólares el impuesto a la renta significó los 2,781 millones lo cual representó una participación efectiva de 16%. Evidentemente con los efectos de la crisis financiera dicha participación se redujo al 6.1% en el 2009.

Es más, reconociendo las múltiples ventajas del marco tributario para el fomento de las inversiones justificadas en la década de los noventa del siglo pasado, pero que resultan en la actualidad desfavorables para el país, ante precios excepcionales y ganancias extraordinarias privadas que no están siendo compartidas con el Estado.

Por ello, si se consideran los beneficios tributarios como el de la reinversión que permite deducir hasta el 80% del impuesto a la renta si se amplía la capacidad de producción como fue el caso de Mra. Cerro Verde y Mra. Antamina; o si se considera la depreciación acelerada o los múltiples mecanismos para disminuir el abono efectivo del impuesto a la renta como los gastos de exploración, en definitiva los montos dejados de pagar por impuesto a la renta están financiando la inversión privada minera, lo cual resulta ilógico para un Estado con franciscanos recursos para cumplir con sus obligaciones con sus ciudadanos.

La segunda observación en materia de los ingresos mineros está en relación a la minería informal e ilegal que no abona impuestos ni mucho menos regalías por la explotación minera aunque por fuentes extraoficiales se tiene conocimiento que muchas unidades mineras pagan a los titulares de las concesiones mineras regalías del 20% hasta el 35% del valor de la producción.

EPÍLOGO

En debate electoral la propuesta de un impuesto extraordinario a las utilidades extraordinarias gana un mayor espacio en la opinión pública con todos las limitaciones que pudiera tener esta propuesta, lo menos que se puede hacer es fomentar el debate técnico, informado, considerando la experiencia internacional sobre la participación de la renta en otros países, minimizando los discursos populistas frente a la proximidad de las elecciones. De allí, la importancia que pudiera tener su análisis en las universidades, colegios profesionales, organismos no gubernamentales, en los gobiernos locales y regionales, y claro está en las diferentes comisiones responsables de los planes de gobierno de los diferentes partidos políticos.

Con la información disponible resulta evidente que la aplicación de las regalías mineras desde el 2005 a la fecha ha tenido limitados efectos en la participación fiscal con 174 millones de dólares en su nivel más alto en el 2008 para luego disminuir en el 2009 a los 112 millones de dólares. Estos pobres y limitados abonos de las regalías tienen su explicación en la exoneración y no pago de regalías en las empresas del llamado “cogollo minero”, tales como Mra. Yanacocha, Mra. Antamina, Mra. Cerro Verde, Mra. Tintaya, Mra. Barrick por Pierina.

En tal sentido, antes de discutirse la ampliación de las tasas de regalías para el oro y cobre como lo propone la Célula Parlamentaria del Partido Aprista, debiera exigirse el abono integral y compensatorio de las regalías dejadas de pagar por tales empresas mineras al Estado desde el 2004 a la fecha. Por tanto, debiera ser importante preguntarle a la SUNAT ¿cuánto representa para el Fisco los ingresos no percibidos por concepto de las regalías mineras desde el 2004 a la fecha en razón de los llamados contratos de estabilidad jurídica y tributaria?

Pues debiera ser evidente que la negociación llevada a cabo con las empresas mineras en el 2006 por el Presidente de la República Alan García Pérez y el Presidente del Consejo de Ministros de ese entonces Jorge del Castillo Gálvez, en el llamado Aporte Minero por 2,500 millones de nuevos soles en cinco años, no era más que demandar tibiamente a las empresas una mayor responsabilidad social, ante los mayores ingresos y utilidades extraordinarias que estaban obteniendo las empresas mineras.

Por ello no resulta una casualidad histórica que las empresas blindadas por los llamados contratos de estabilidad jurídica y tributaria como Mra. Yanacocha, Mra. Antamina, Mra. Cerro Verde, que en un abuso del derecho no pagan regalías mineras se constituyan en los mayores aportantes del llamado “Programa Minero de Solidaridad con el Pueblo”, que como ha sido reconocido por la propia Dra. Mercedes Áraoz ex ministra de economía y finanzas del régimen y hoy candidata del Partido del Pueblo (PAP), no ha tenido los resultados esperados.



viernes, 3 de diciembre de 2010

Necesario debate de las regalías mineras *

Es correcto que el Gobierno haya anunciado que dialogará con las empresas mineras sobre un posible incremento de las regalías, teniendo en consideración las nuevas condiciones del mercado internacional.

Los precios de los metales se han disparado y con ello las ganancias y la rentabilidad de las mineras han aumentado por encima del 40% al año, por lo que el Estado tendría legítimo derecho a una participación proporcionada.

Veamos. El aporte por regalías –de entre 1% y 3% del valor bruto de venta– es apenas un reducido porcentaje de las utilidades obtenidas por las mineras, que entre el 2005 y el 2009 fue de US$ 19.500 millones. Y, llama la atención que el monto que recibe el Estado por la explotación minera –de recursos que pertenecen a todos los peruanos—sea hasta siete veces menor que lo que pagan por regalías sus similares de hidrocarburos.

En este nuevo escenario, de lo que se trata es de propiciar un debate racional, técnico y alturado sobre un tema que formará parte del debate político-electoral, pero en el que no se puede soslayar la intervención de otros factores como los contratos de estabilidad, mantener los niveles de competitividad y el uso racional de recursos por parte de las instancias gubernamentales.

Sin embargo, hay que recordar que muchas empresas mineras tienen contratos de estabilidad jurídica con el Estado, reconocidos por la Constitución Política, que solo pueden ser modificados por común acuerdo de las partes, lo que ya se ha venido dando en otros ámbitos con criterios realistas y legítimos.

Efectivamente, de los 175 convenios firmados por el Perú desde 1991, unos 82 han sido modificados. En ese marco se encuentra la negociación que lleva a cabo Perú-Petro con el Consorcio Camisea para incrementar las regalías por el gas que se exporta.

Hay, además, el positivo precedente del 2006 cuando las empresas mineras se comprometieron, en un gesto de liberalidad, a aportar voluntariamente S/.2,500 millones por cinco años, sobre la base de sus ingresos extraordinarios. Ahora que se acerca el final de estos aportes, y que la situación de las mineras sigue siendo boyante, es hora de implementar un sistema legal de obligatorio cumplimiento por las partes.

¿Cuáles serán las características de este nuevo sistema? Es conveniente evaluar la experiencia de otros países como Chile, Australia e Israel, que decidieron aumentar el porcentaje que recibe el Estado por la explotación de sus recursos no renovables. Los expertos aconsejan, adicionalmente, analizar el sistema de bandas, como lo tienen los aportes voluntarios.

Otro tema de debate es el uso que se dará a estos recursos por regalías, en lo que debe haber cambios radicales. Resulta indignante y escandaloso que del monto que reciben los municipios distritales y provinciales por concepto de canon minero solo exhiban una ejecución presupuestal en el orden del 50%, por falta de capacidad de gestión de dichas autoridades. En tanto, es una vergüenza que muchas comunidades aledañas a los grandes enclaves mineros sigan sumidas en la extrema pobreza.

Ahora que la bancada parlamentaria oficialista anuncia proyectos para aumentar las regalías de las mineras hasta en 10% y para establecer un impuesto a las sobreganancias mineras, debemos reiterar que la decisión final no puede ser unilateral, sino producto del diálogo y del consenso con las empresas mineras –que deben entender las nuevas circunstancias del entorno internacional–, y sin afectar la competitividad del sector ni mucho menos el atractivo del Perú para las nuevas y necesarias inversiones mineras.

(*) Publicado en el Comercio (Editorial)
Fecha: viernes, 03 de diciembre de 2010

lunes, 29 de noviembre de 2010

UN TESTIMONIO DEL DESENCANTO

INTRODUCCIÓN

El autor de la presente nota José Bolo Bancayán es todo un personaje en la ciudad de Talara, y ha sido durante más de 30 años asesor laboral del Sindicato de Trabajadores de PetroPerú, empresa reducida en la zona a la refinería de Talara, la planta de distribución de combustibles y el Oleoducto Norperuano; al mismo tiempo ha postulado legítimamente en representación de los diversos partidos socialistas de la zona a la alcaldía talareña, aunque la última vez postuló por el frente de Unidad Nacional, sin mayor suerte.

Su testimonio sobre la realidad de PetroPerú es un testimonio valioso, de conocimiento “desde adentro” sobre la tragedia de PetroPerú y los efectos malsanos que tiene la intervención directa del señor Alan García sobre las más importantes decisiones en la que fue la principal empresa de la economía peruana. Al mismo tiempo como asesor sindical conoce las debilidades de los dirigentes de PetroPerú que lamentablemente privilegiaron intereses personales en detrimento de los intereses del conjunto.

En primer lugar; debiera llamar la atención la sumisión del directorio y gerencia general hacia el poder ejecutivo donde lamentablemente PetroPerú se ha convertido en un botín del gobierno aprista, donde los sindicatos según el autor de la nota tienen una grave responsabilidad y participación.

Este intervencionismo no solamente tiene que ver con los adeudos del Ministerio de Economía y Finanzas a PetroPerú por concepto del Fondo de Estabilización de Combustibles, también se relaciona con las directivas sobre el financiamiento de la llamada modernización de PetroPerú, donde se estiman inversiones sobre los 1,400 millones de dólares para su ampliación, con la unidad de desulfurización y tratamiento de crudo pesado. En tal sentido, siempre será un enigma porqué la actual administración cambió a la Corporación Andina de Fomento (CAF) por COFIDE como ente financiero, si el respaldo de la CAF en préstamos y patrimonio eras más de veinte veces superior a COFIDE que es una banca de segundo piso, con una pobre experiencia en inversiones energéticas.

En segundo lugar; al margen del proselitismo del gobierno actual en la administración de PetroPerú haciendo uso y abuso de la contratación de servicios de terceros, donde una empresa sin renta petrolera pues los lotes productivos fueron privatizados en los años noventa del siglo pasado, al igual que sus empresas filiales, tiene una creciente planilla de empleados cuando ya en el 2004 estaba demostrado que la refinería de Talara con una capacidad de producción de 65 mil barriles diarios estaba sobrepoblada.

En el mismo sentido cabría preguntarse ¿cuántos trabajadores han incrementado la planilla de PetroPerú entre el 2006 y el 2010 en las diferentes unidades que tiene la empresa como la refinería de Talara, Conchán, Edificio Principal etc.?

En tercer lugar; al margen del pesimismo que tiene Bolo Bancayán, pues debo suponer que ya no es asesor de uno de los sindicatos de la Refinería de Talara, en especial del que dirigía Juan Castillo More, creemos que es posible un manejo técnico y transparente de PetroPerú para beneplácito del país. Ello requiere responsables en la presidencia y el directorio de PetroPerú que no estén contaminados por la corrupción que es verdad el principal problema de PetroPerú y el país en su conjunto, donde lamentablemente este gobierno ha hecho “uso y abuso” de prácticas corruptas.

Por ello, recuerdo la gestión del Dr. Alejandro Nárvaez en la presidencia de PetroPerú donde con decisión y transparencia se pudo conducir a la empresa hacia resultados positivos, enfrentándose con el ministro privatizador de ese entones Jaime Quijandría y PPK.

Al margen de ello la empresa petrolera debe abrirse al mercado de acciones cotizando en la Bolsa de Valores, como hace Petrobras por ejemplo donde el 49% de las acciones se cotizan en bolsas internacionales, con la restricción de que ningún titular pueda retener más de 1% para evitar concertaciones y posiciones de domino. En fin este debiera ser un debate abierto pues con los altos grados de intervención política, difícilmente algún inversionista quisiera invertir en las acciones de PetroPerú.

Jorge Manco Zaconetti


Noticia del día domingo en el diario El Regional de Piura, leerla es muy importante:

ALAN GARCÍA ALISTA PRIVATIZACIÓN DE PETROPERÚ:

Domingo, 21 de noviembre de 2010: José Bolo Bancayán

Talara. ¿La historia se repite? En las elecciones de 1985 muchos talareños y en especial trabajadores petroleros simpatizaban con el Dr. Alan García, confiándole su voto democrático, y en el año 1987 este presidente de la República se los enfrentaba acusándolos de burócratas y hasta llegó a quitarles el beneficio de la Cláusula de Garantía que habían consignado en la Convención Colectiva.

En aquel gobierno Petroperú S.A., llegó a ser una empresa quebrada, pues por disposición del Poder Ejecutivo más costaba una botella de gaseosa que un galón de combustible. Ante ese estado catastrófico, y casi aislados e incomprendidos algunos levantamos la propuesta "Salvemos PETROPERÚ".

Llegó el gobierno de Alberto Fujimori y encontró terreno propicio para aplicar sus medidas privatizadoras, pues encontró UNA ADMINISTRACIÓN QUE PLENA Y TOTALMENTE SE HACÍA SUMISA A CUALQUIER GOBIERNO y era incapaz de hacer respetar la autonomía de la empresa establecida en su ley (Decreto Legislativo Nº 43). ENCONTRÓ ADEMÁS UN MOVIMIENTO SINDICAL DIVIDIDO Y MÁS ENTREGADO A ASUNTOS PURAMENTE ECONOMICISTAS.

Luchar contra la privatización y la defensa de PETROPERÚ fue una batalla dura en la que principalmente fuimos actores directos, personas que no teníamos vínculos con PETROPERÚ S.A. y simplemente actuábamos por sentimiento nacional. Eso lo hicimos a pesar que hoy somos vistos con indiferencia por parte de quienes laboran y administran en PETROPERÚ.

Pero llegó el proceso electoral del 2006 y muchos de los talareños y petroleros amnésicos olvidaron los enfrentamientos que tuvieron con el primer gobierno de García Pérez, y como si fuera poco, le depositaron su plena confianza para su segundo gobierno.

Hoy están volviendo a suceder asuntos que afectan la vigencia de PETROPERÚ, como el escándalo de los "petroaudios" que vincula a personajes del directorio de la empresa, y parece que si se continúa investigando resultará demostrada la influencia de Rómulo León Alegría sobre los altos funcionarios de ésta.

Nuevamente el gobierno desconoce la autonomía de la empresa y le tira "perro muerto" a PETROPERÚ S.A. NO PAGÁNDOLE LO QUE LE CORRESPONDE AL FONDO DE COMPENSACIÓN DE LOS COMBUSTIBLES; y ante este hecho, la administración de la empresa y en especial su departamento legal se muestra incapaz de poner en su lugar al Poder Ejecutivo.

La crisis se ahonda porque PETROPERÚ S.A. compró petróleo crudo a precios internacionales antes de la estrepitosa caída del barril que estuvo a US $ 140 y ahora se cotiza a US 74 dólares.

Pero los problemas de PETROPERÚ no quedan ahí, SINO QUE SUS TRABAJADORES Y FUNCIONARIOS PARECEN QUE NO HAN APRENDIDO QUE UNA DE LAS RAZONES QUE HIZO VIABLE LA PRIVATIZACIÓN EN EL PRIMER QUINQUENIO DE LA DÉCADA DE LOS NOVENTA FUE LA MALA IMAGEN QUE IRRADIÓ LA CONDUCTA DE VARIOS TRABAJADORES Y FUNCIONARIOS, QUE ERAN VISTOS COMO HECHOS SUBJETIVOS SIN MAYOR IMPORTANCIA.

Quizás muchos pensarán que las Leyes 28244 y 28840 eran tranquilizantes eternos, y que por lo tanto, al entrar estas normas en vigencia estaba permitido volver a las andanzas del pasado, en lo cual tienen responsabilidad también las dirigencias sindicales por no haber asumido con responsabilidad que entre los trabajadores y funcionarios se labore aplicando una mística de Moral de Productores.

La indiferencia ante los trabajadores subcontratados de la misma empresa (que ingieren sus alimentos en una intemperie contaminada) es una muestra evidente de la falta de cuidado de la imagen de PETROPERÚ S.A. Existen trabajadores subcontratados, sobreexplotados y sin derechos laborales, lo cual no parece importar a los funcionarios NI A LAS DIRIGENCIAS SINDICALES. La indiferencia lleva a pensar que LOS FUNCIONARIOS TIENEN INTERESES EN LAS SUBCONTRATISTAS.

PETROPERÚ hace poco manifestó que la empresa se autocontrola; pero, sin embargo, las denuncias que se hace en algunos medios de comunicación sobre inexplicables pérdidas de materiales o defectos en los registros de existencias, confirman que es poco o casi nada lo que se hace por cautelar los bienes de la empresa.

UN AUTOCONTROL SIGNIFICA QUE UN TRABAJADOR MUY BIEN PODRÍA HABER DENUNCIADO A OTRO TRABAJADOR O FUNCIONARIO QUE REALICE ACTOS IRREGULARES. LLAMA LA ATENCIÓN QUE UN JUEZ HAYA SEPARADO DE UN PROCESO A UN FUNCIONARIO CON MUCHA RESPONSABILIDAD EN LAS IRREGULARIDADES EN LA ADMINISTRACIÓN DE MATERIALES, PARA SÓLO INVOLUCRAR A TRABAJADORES QUE RECIBEN ÓRDENES.

La historia se repite en este segundo gobierno del Dr. García Pérez: La injerencia política abusando de la falta de personalidad profesional de los funcionarios de PETROPERÚ está llevando a esta empresa a la inoperancia.

La deuda de 800 millones de soles que el gobierno adeuda a la empresa por el Fondo de Compensación de Combustibles, las pérdidas por comprar crudo a precios altos, la variación del tipo de cambio que se aplica en los créditos asumidos por esperar el pago del Fondo de Compensación de los Combustibles.

A pesar que PETROPERÚ S.A. tiene un Código de Ética y una Comisión de Ética y Transparencia, la moral de productores, los principios y valores éticos están disminuidos. El Código de Ética se hizo conocer en una conferencia dictada al personal, pero casi nadie lo conoce, ni menos se pone en práctica, el argumento es que es difícil que un adulto cambie.

Si bien en una forma de intervencionismo que no corresponde, porque por un lado el gobierno debió respetar la autonomía de la empresa y por otro lado, no puede hacer el rol de regulador por expresa prohibición de la Constitución, se dispuso la rebaja del precio de los combustibles, pero de contrabando se incrementó el Impuesto Selectivo al Consumo (inclusive es un nuevo impuesto al petróleo industrial 6).

Contra este intervencionismo y utilización de PETROPERÚ S.A. por parte del gobierno de turno para gravar más impuestos, la administración y sobre todo el departamento legal de la empresa aún mantienen un silencio de consentimiento a las acciones del Poder Ejecutivo.

Desde hace dos años PETROPERÚ S.A. ya daba signos negativos en sus resultados económicos, en enero el año 2007 la rentabilidad era -9,2%, que finalmente fue superada, pero esto se ha ido agudizando y hoy se torna insostenible.

UN DIRIGENTE SINDICAL EN SU AFÁN REELECCIONISTA OFRECIÓ A LOS TRABAJADORES GESTIONAR UN ADELANTO DEL PAGO DE UTILIDADES DEL EJERCICIO ECONÓMICO 2008, LO CUAL HA PASADO A SER UNA PROMESA INCUMPLIDA PORQUE SÓLO EN UN CUENTO DE HADAS SERÍA POSIBLE QUE UNA VARITA MÁGICA CAMBIE LA SITUACIÓN ECONÓMICA.

Para PETROPERÚ S.A. el gobierno del Dr. Alan García Pérez constituye un ave de malagüero, porque se repite la historia de la crisis económica, pero culpables son los mismos trabajadores que olvidaron que en el quinquenio 1985 – 1990 la política intervencionista del gobierno arruinó la empresa, pero como buena parte de los peruanos somos masoquistas y hasta olvidamos la historia, el año 2006 eligieron nuevamente un gobierno que hoy suma acciones nefastas. Interior y exteriormente PETROPERÚ S.A. es una empresa que casi nadie la cuida, y son quienes la administran y trabajan en ella, más el gobierno del Dr. García quienes le crean condiciones para liquidarla.

Quienes no siendo trabajadores ni menos administradores de PETROPERÚ, la defendimos y que anhelábamos su potenciación, hoy nos sentimos defraudados, porque nuestra incondicional cuota de sacrificio fue tirada por la borda. Ahora, ¿A QUIÉN BUSCARÁN COMO DEFENSORES?

jueves, 25 de noviembre de 2010

ACADEMIA Y DESARROLLO AVANZA EN LA FACULTAD DE ECONOMÍA

UNMSM CON MÁS FONDO EMPLEO

“He leído tu excelente artículo sobre la situación en la Facultad de Economía.
Creo que en la Facultad como en el conjunto de la Universidad estamos
atravesando uno de los periodos de mayor deterioro intelectual y moral. Cada día
me parece más evidente que los pequeños grupos de poder que han llevado a la
Universidad a la caótica situación actual constituyen una poderosa fuerza
regresiva contraria a todo intento de reforma. La lucha que ustedes han
emprendido en economía demuestra que no todo está perdido en la Universidad; que
todavía quedan profesores y estudiantes que apuestan por una universidad pública
de calidad. El decanato de Humberto Campodónico constituirá, sin duda alguna, la
esperanza de que una Universidad diferente es posible.
Dr. César Germaná
Cavero ex decano de Ciencias Sociales UNMSM”


Michael Porter uno de los teóricos del pensamiento económico actual, en el último CADE desarrollado en el Cusco hacia referencia a la necesidad de construir ventajas competitivas para alcanzar un desarrollo sustentable, pues el modelo primario exportador de nuestro país es altamente dependiente de la bonanza de los precios internacionales de las materias primas, y el crecimiento económico destaca por su precariedad. De allí la necesidad de apostar por la industrialización de las materias primas y las políticas de valor agregado.

En este contexto la investigación, la ciencia y tecnología y sobre todo la innovación tienen un rol fundamental. Esta debiera ser una responsabilidad de la universidad en general y de San Marcos en particular, de allí la necesidad de una mayor relación entre las empresas privadas sobre todo de capitales nacionales con las universidades públicas, para el desarrollo de sinergias con ventajas compartidas.

En tal sentido, tal vez sea la Universidad Agraria de la Molina la que alcanza una imagen más cercana a un modelo de universidad pública de calidad que mediante sus investigaciones responde a las necesidades de la producción, de las empresas y por tanto del país. Utilizando los fondos públicos y privados, mediante la cooperación internacional obtiene el financiamiento para sus investigaciones que tienen relevancia para la realidad agraria.

Por ello, se debe destacar la presencia del decano de la facultad de Ciencias Económicas de San Marcos H. Campodónico como comentarista de Michael Porter en el último CADE llevado a cabo en el Cusco; prácticamente fue el único decano de nuestra universidad invitado al más importante evento empresarial del país, donde se expuso la necesidad de involucrar a la universidad pública mediante sus investigaciones con los requerimientos empresariales. Esta es la receta exitosa de varios países que ayer fueron pobres y hoy son prósperos.

Producción de conocimientos, de nuevas tecnologías, del “savoir faire”, de la formación de cuadros de calidad para la administración pública y privada debiera ser responsabilidad de la universidad pública con el debido financiamiento estatal y empresarial en el marco de una estrategia de desarrollo.

En tal sentido, a pesar de los múltiples inconvenientes y resistencia al cambio, la Facultad de Economía avanza, bajo la dirección de la nueva administración y el movimiento de docentes “Academia y Desarrollo”. Así, en estos pocos meses se han efectuado una serie de actividades, donde destaco solamente las actividades con el Fondo Nacional de Capacitación y Promoción del Empleo por razones de espacio.

En octubre pasado (19, 20, 21) y en el presente mes de noviembre (22, 23 y 24) se ha llevado a cabo el primer y segundo curso de Gestión Minera, auspiciado y financiado por Fondo Empleo en convenio con la Facultad de Ciencias Económicas.

En respeto a las viejas tradiciones de San Marcos de identificación con el mundo del trabajo, que tienen sus antecedentes en los trabajos de Luis Miró Quesada de la Guerra sobre la jornada de trabajo y la seguridad social, como la obra de José Matías Manzanilla, y la relación simbiótica del intelectual y el obrero a través de las universidades populares que fomentó el APRA auroral, nuestra facultad ha recibido a respetables dirigentes sindicales ávidos de conocimiento económico y legal.

Así, en nuestra facultad se ha expuesto la realidad minera del país y de diversas empresas como SíderPerú del grupo Gerdau del Brasil, San Ignacio de Morococha (SIMSA) del grupo nacional Arias Dávila, Mra. Condestable del grupo Cormin de Suiza, Refinería de Zinc de Cajamarquilla del Grupo Votorantim del Brasil, donde se aspira conjuntamente con la Federación Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Siderúrgicos del Perú, elevar la capacidad de negociación de los trabajadores mineros, para una mejor distribución de los ingresos pues el boom minero no ha significado un incremento sustancial de las remuneraciones de los trabajadores.

Se trata también la necesidad de fomentar liderazgos en los trabajadores en sus localidades señalando la importancia que pudiera tener la generación de ingresos por medio del canon, regalías, aporte voluntario y participaciones en los gobiernos locales y regionales. Por ello, los principales interesados para el buen uso de los recursos generados por las actividades extractivas debieran ser los trabajadores organizados.

También debiera ser obvia la necesidad de promover las políticas de “win win” de ganancias compartidas entre la empresa y los sindicatos para fortalecer la democracia y gobernabilidad del país. En tal sentido, debiera existir una correspondencia entre los mayores niveles de ingresos, utilidades y productividad con las remuneraciones. Después de todo el trabajador “gasta lo que gana” y el capital “gana lo que gasta”, de allí que una forma moderna y razonable resultan los incrementos salariales de acuerdo a la productividad y rentabilidad empresarial.

En tal sentido, el Fondo Nacional de Capacitación Laboral y Promoción del Empleo está reciclando para beneficio del conjunto de los trabajadores mineros representados por la Federación Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Siderúrgicos del Perú, los remanentes de utilidades de las principales empresas mineras como Mra. Yanacocha, Mra. Barrick, SPCC, utilizando las capacidades y potencialidades de la universidad pública.

Esta es una manera eficiente de usar los recursos de Fondo Empleo que se financia con los remanentes de las utilidades no distribuidas en su integridad a los trabajadores mineros. Por ello, resulta coherente que compense al conjunto de trabajadores mineros con cursos de capacitación laboral en materia económica y jurídica, con información veraz de la realidad económica del país y de las empresas mineras, reforzando la relación entre la universidad y el mundo del trabajo.

Pero ello no es suficiente. De la misma forma debiera interesar la problemática de la seguridad e higiene, los retos de la reconversión laboral, de la necesidad de construir sindicatos modernos que transiten de la confrontación a la propuesta requiere superar las políticas de “cholo barato”, de superar las políticas de las ventajas comparativas basadas en los menores costos de producción por la construcción de las ventajas competitivas donde la educación, la capacitación de la fuerza laboral, la innovación sea el nuevo eje productivo.

Por ello, creemos que corresponde a la universidad pública invitar, y convocar a los empresarios populares, a los emprendedores e innovadores que requieren una mayor capacitación y apoyo. Esta sería una manera efectiva de acercar a nuestra universidad con las necesidades no solamente del mundo del trabajo sino también con los nuevos empresarios en materia de finanzas, acceso a crédito, requisitos de exportación, elaboración de proyectos de inversión, etc.

A diferencia de otros tiempos gracias a los mayores montos de canon y regalías minera que perciben los departamentos mineros por excelencia Tacna, Moquegua, Ancash, Cajamarca, Arequipa etc., del canon gasífero por la explotación del gas y líquidos de gas natural de Camisea que por ahora percibe el Cusco, del canon petrolero que sobretodo se distribuye para Piura y Loreto, las universidades públicas participan del 5% del total de esta riqueza distribuida a las regiones.

Según el Ministerio de Economía y Finanzas existirían más de 800 millones de nuevos soles producto del canon minero, gasífero y regalías correspondientes a las universidades que no se están gastando, ello debiera ser una oportunidad para fomentar las ventajas competitivas, de una mayor relación entre la universidad pública y los requerimientos productivos del país. En este contexto nuestra universidad que no tiene la suerte de contar con tales recursos debiera liderar este proceso.

jueves, 18 de noviembre de 2010

PERÚ: ESTADO MISIO Y SOBREGANANCIAS MINERAS

AL TERCER TRIMESTRE DEL 2010

Según el diccionario de la Real Academia Española, el adjetivo misio se refiere a la “pobreza, de ser necesitado”, y en verdad la bonanza minera que tienen las empresas que operan en el país se contradice con la participación fiscal en la riqueza minera, sea por concepto del impuesto a la renta, regalías, aporte voluntario y derechos de vigencia.

Hemos demostrado en anteriores artículos que durante el llamado “boom minero” los ingresos fiscales directos incluyendo el aporte voluntario que no es propiamente un recurso fiscal ha sido apenas del 12% en relación a los ingresos de exportación. Esta realidad tiene que cambiar por la propia viabilidad y gobernabilidad del país.

Esto significa que de cada 100 dólares de ingresos de exportación minera el fisco a lo mucho capta 12 dólares a pesar de la bonanza. Esta realidad es insostenible frente a las importantes utilidades extraordinarias que siguen obteniendo las empresas mineras que explotan recursos no renovables que en algún momento se agotarán. Sirva para ello la muestra de las utilidades netas obtenidas al tercer trimestre del 2010, es decir entre enero-septiembre del presente, de las 12 primeras empresas que cotizan en la Bolsa de Valores de Lima, y donde también se presenta el total de las 21 mineras que cotizan en la Bolsa. Véase cuadro “Perú: Ranking de Utilidad Neta Por Empresa Minera”.

De allí, que en la campaña electoral que se inicia los diferentes partidos o agrupamientos, un punto central de debate será la necesidad de la vigencia de un impuesto extraordinario a las sobreganancias mineras como sucedió en la campaña del 2006, donde el candidato Alan García Pérez y el comandante del Nacionalismo Ollanta Humala ofrecían en plazas y mítines la aplicación de un impuesto extraordinario a las sobreutilidades mineras.

Ya se sabe como terminó la historia hacia fines del 2006 con el llamado Aporte Voluntario fijado como una participación del 3.75% de las utilidades netas para las empresas que no abonan regalías (Mra. Yanacocha, Mra. Antamina, Mra. Tintaya, Mra Cerro Verde); y el Aporte Voluntario para las empresas que sí pagaban regalías se fijó una tasa efectiva de 1.20% sobre la utilidad neta (caso Southern Perú, Mra. Volcan, Milpo, Shougang etc.).

Al final el Aporte Voluntario se redujo a 500 millones de nuevos soles por año y el acuerdo global en un período de cinco años era por S/ 2,500 millones de nuevos soles (aproximadamente 833 millones de dólares), cuando extraoficialmente se esperaba que el llamado aporte fuera de por lo menos S/ 1,000 millones de nuevos soles por año ante las crecientes utilidades mineras obtenidas. Lo peor es que ni siquiera se está cumpliendo con lo mínimo comprometido de los 2,500 millones de nuevos soles, lo cual será fuente renovada de conflictos sociales. Como diría el vals ¡Un fracaso más que importa!

En el caso de las regalías mineras pagadas estas fueron tan franciscanas que entre el período del 2005 al 2009 alcanzaron apenas valores de 627 millones de dólares y estimo que al 2011 no superen un acumulado de 1,000 millones de dólares frente a ingresos de exportación mineros acumulados (2004-2011) superiores a los 122 mil millones de dólares.

Por ello la carismática ex ministra de economía y finanzas Dra. Mercedes Aráoz, hoy candidata del Partido Aprista a la Presidencia de la República, días antes de su sorpresiva salida anunciaba la necesidad de incrementar las tasas de regalías o estudiar fórmulas para incrementar los ingresos fiscales producto de la explotación minera. Evidentemente ello no fue bien recibido por los “dueños de las minas”.

Es más, resulta inaceptable que sea una práctica minera entre privados el abono de regalías como lo hace Mra. Yanacocha, Pan American Silver, Los Quenuales, etc. y no se abonen al Estado el pago de regalías que por ley se considera como una contraprestación por la explotación de recursos naturales agotables.

Ante esta realidad economistas como J.M. Keynes dirían que estos sobre beneficios constituyen una inmoralidad y J.A. Schumpeter afirmaría que tales sobreutilidades mineras no tienen nada que ver con las innovaciones. Téngase presente que estamos ante dos de los más importantes economistas del siglo XX, que con sus teorías salvaron el capitalismo de la crisis general. Es más, el representante del nuevo pensamiento económico como M. Porter en el reciente CADE desarrollado en el Cusco recomendaba el fomento de las ventajas competitivas y la necesidad de apostar por las políticas de valor agregado de las materias primas.

En verdad, con las ganancias extraordinarias que siguen obteniendo las empresas mineras resulta un imperativo nacional la necesidad de una mayor participación del Estado en la renta y riqueza minera. Evidentemente un gobierno desprestigiado, corroído por una reptante corrupción y de salida, no tiene la autoridad de renegociar los contratos con las empresas mineras para exigir el abono integral de regalías y el establecimiento de un impuesto extraordinario a las ganancias extraordinarias.

Con los mayores ingresos fiscales se podrían financiar los requerimientos educativos de calidad que constituye un aspecto central en la construcción de las ventajas competitivas, mejorar sustantivamente el enfermo sistema de salud como también financiar los incrementos remunerativos dignos para las fuerzas armadas y policiales sin afectar el sistema de pensiones.

Es decir, el Estado tendría más recursos fiscales que no dependerían del impuesto a la renta. Los mecanismos alternativos van desde el incremento de las tasas de regalías y la obligatoriedad para que todas las empresas mineras con o sin contrato de estabilidad jurídica y tributaria abonen las regalías mineras, hasta la posibilidad de imponer un impuesto extraordinario negociando con voluntad política mayores ingresos fiscales.

LAS QUE MÁS GANAN

En su conjunto con la información disponible las utilidades netas de las empresas mineras que cotizan en la Bolsa de Lima al tercer trimestre del 2010 totalizan los 3,900 millones de dólares superando las utilidades netas de similar período del 2008 que fue de 3,795 millones de dólares, del 2007 que sumaron los 3,537 millones y del 2006 que arribaron a los 3,082 millones de dólares.

Evidentemente las utilidades netas serán mayores si se suman las utilidades de las empresas como Mra. Antamina, Mra. Tintaya y de todas las empresas que no cotizan en la Bolsa incluida la pequeña, la minería artesanal y la minería informal.

En términos absolutos resultan las cupríferas las que lideran los montos de las utilidades netas como Southern Perú Copper con 836 millones de dólares al tercer semestre del 2010 superando de lejos las obtenidas en el 2009 que sumaron los 457 millones de dólares, pero por debajo de las utilidades netas de los períodos 2008, 2007 e incluso del 2006.

Le sigue en importancia las utilidades netas de la Sociedad Minera Cerro Verde, que con utilidades de 679 millones de dólares supera lo obtenido en similares períodos del 2006, 2007 y 2009. Mas no supera las utilidades netas del 2008 que alcanzaron los 818 millones de dólares.

Luego siguen en importancia las utilidades netas de auríferas como Mra. Barrick Misquichilca que a pesar de la producción decreciente de oro por el agotamiento y rendimientos marginales de la unidad de Pierina ha obtenido a setiembre del 2010 utilidades netas de 539 millones de dólares superando los resultados del 2009, 2008, 2007, 2006.

Con los precios del oro que se mantienen arañando los 1,400 dólares la onza resulta explicable las utilidades netas obtenidas, cuestión que se debe fortalecer por los factores especulativos y la decisión del gobierno americano de emitir más de 600 mil millones de dólares del Federal Bank a través de la compra de los bonos del tesoro americano, lo cual debe reforzar las tendencias alcistas de los precios del oro, cobre, plata, petróleo en general de las materias primas.

Si se tiene presente que la Mra. Barrick Misquichilca como Mra. Yanacocha eran empresas rentables con precios del oro que no superaban los 300 dólares la onza hacia inicios del 2001, con costos operativos menores a los 100 dólares la onza, se debe asumir que las empresa que explotan el oro e incluso las minas auríferas subterráneas están percibiendo rentas extraordinarias que no están siendo compartidas con el Estado.

El caso de la Mra. Yanacocha es sintomático pues expone una utilidad neta de 446 millones de dólares al tercer trimestre del 2010 por debajo de los 497 millones obtenidos en el 2009 a pesar de los espectaculares precios del oro. Ello tendría su explicación en las limitaciones sociales y ambientales que tendría la minera para la expansión de su producción. Si se tiene presente que en el 2006 declaró utilidades netas de casi 490 millones de dólares se entenderían los límites para una mayor producción.

En resumen; un Estado misio sin suficientes recursos fiscales para el desarrollo de las ventajas competitivas, al margen de la eficiencia del gasto y racionalidad de su ejecución, debiera tener como norte una mayor participación en la renta producto de la explotación de recursos agotables no renovables como los productos mineros.

A ello debiera sumarse la necesidad de fomentar las políticas de industrialización y de mayor valor agregado. Paradójicamente al 2010 nuestras exportaciones mineras están constituidas más por concentrados que por productos refinados, como sucedía en la década de los años cincuenta del siglo pasado. Así, al cierre del Complejo Minero Metalúrgico de La Oroya - Doe Run que permitía la exportación de productos refinados se debiera sumar la paralización del Alto Horno de la siderúrgica de Chimbote.

Lamentablemente se reproduce la historia del boom del guano, salitre, del caucho, petróleo, de los ciclos económicos de auge del comercio exterior liderados por la exportación de productos mineros con una lógica perversa, un espejismo de crecimiento económico, de riqueza falaz como diría el historiador Jorge Basadre. Donde ¡A una mayor riqueza de los “dueños de las minas” le corresponde una mayor pobreza fiscal!


martes, 9 de noviembre de 2010

EL DESCUBRIMIENTO DE PETRÓLEO EN TROMPETEROS

UN HOMENAJE A LOS QUE HICIERON PETROPERÚ

Un 16 de noviembre de 1971, trabajadores de PetroPerú, técnicos, ingenieros, supervisores hicieron posible el descubrimiento de crudo en lo que hoy se denomina el yacimiento de Trompeteros en el lote 8/8X, por ello el mejor homenaje que se puede realizar a los que hicieron posible esta hazaña es publicar el artículo de la revista Caretas que reseña la presentación del Presidente del Directorio de PetroPerú general EP Marco Fernández Baca ante el CADE de 1971, anunciando los entretelones de un gran descubrimiento de hidrocarburos.

Es también la oportunidad de cuestionar ciertas falacias sobre las posibilidades de la empresa estatal cuando existe voluntad política, una gestión eficiente y de servicio al país. De allí, la necesidad de comentar algunas ideas respecto al histórico descubrimiento de petróleo en Loreto, que ha marcado la historia del Perú.

En primer lugar, se debe destacar el rol de PetroPerú, su liderazgo en la industria pues como empresa con la suficiente autonomía económica y administrativa pudo descubrir importantes reservas de crudo que hasta hoy sigue en producción, aunque en franca declinación.

Se debe recordar que durante la década de los años setenta el número de pozos exploratorios promedio, es decir de riesgo era de 25 pozos por año. En la década de los ochenta el número de pozos exploratorios perforados como promedio anual disminuyó a 19, para derrumbarse en la década de los noventa a menos de 5 pozos exploratorios como promedio anual. En la primera década del presente siglo lamentablemente gracias a la inopia de PerúPetro la actividad se mantiene a ese nivel.

Todavía en PerúPetro no se entiende que más importante que el número de contratos de licencia firmados lo que debiera interesar al país es el número de pozos exploratorios realizados, es de decir, lo que debiera importar es fomentar la actividad de riesgo, para reponer o mejor aumentar las reservas de hidrocarburos (petróleo, gas natural, y líquidos de gas natural).

Al respecto en el descubrimiento de Trompeteros, PetroPerú como empresa contrataba los servicios de empresas especializadas como Parker Drilling, Schlumberger para las actividades de perforación. Así mismo para la sísmica contaba con los servicios de terceras empresas como Prakla – Seismic, de Hanover, Alemania, y Geophysical Service, de Dallas de los EE.UU.

Tanto ayer como hoy estas prácticas resultan normales en la industria moderna tan es así que los servicios de Parker Drilling, Schlumberger, Petrex, Skanska y de otras empresas especializadas son contratadas por las empresas transnacionales que operan en la actualidad Pluspetrol, Petrobrás, Repsol-YPF etc.

En segundo lugar; el modelo de contrato denominado Modelo Perú, sería equivalente a una variante de riesgo compartido o “joint venture”, donde el riesgo es de la empresa privada. Si el descubrimiento era positivo la distribución era de 50% para PetroPerú y 50% para el contratista, donde la petrolera estatal asumía el abono de los impuestos que requería la importación de maquinaria y equipo del contratista. Es decir, del total de producción PetroPerú participaba del 50%, sin deducciones, que éste era considerado como un contrato duro, simple pero interesante para las empresas atraídas por el boom del petróleo. El otro 50% de la producción determinaba el ingreso y las utilidades de los privados.

Este modelo exitoso en su momento para el Perú fue dejado de lado por la nueva ley de hidrocarburos impuesta en los años noventa que auspiciaba la privatización de la industria de hidrocarburos y un nuevo tipo de contrato, los llamados contratos de licencia donde las empresas petroleras resultan propietarias de los hidrocarburos luego de hacer efectivo el abono de regalías que tienen una tasa variable según el tipo de contrato. Es decir, PerúPetro en representación del Estado transfiere la propiedad de los hidrocarburos a cambio del abono de regalías.

En promedio la tasa de regalía bordea el 32% del valor de la producción fiscalizada, así existen empresas como Unipetro que abonan un tasa de regalía equivalente de 62%, hasta empresas como BPZ que opera en el Zócalo Continental frente a Tumbes con una tasa de regalía del 5%.

En el intermedio existe una dispersión de tasas que van desde el 50% en el caso de Petrolera Monterrico, un 49% que abona Interoil pasando por el Consorcio Camisea que paga 37.24% como regalía efectiva. Evidentemente a las regalías pagadas se debiera sumar el abono del impuesto a la renta con lo cual la participación fiscal en la renta petrolera se eleva.

Al respecto debiera ser objetivo de una política de Estado alcanzar la autonomía energética y para ello debemos fomentar la inversión de riesgo, la actividad exploratoria para superar el crónico déficit de la balanza de hidrocarburos. En tal sentido, el llamado contrato Modelo Perú, nuestro vecino de Colombia lo aplica con éxito superando la producción diaria de crudo de los 600 mil barriles diarios teniendo a la empresa petrolera estatal Ecopetrol como enérgico protagonista en la industria de hidrocarburos.

En tercer lugar, parafraseando al personaje vargasllosiano de Zavalita de la Conversación en la Catedral, cabe preguntarse “cuando se jodió PetroPerú” como empresa. En verdad, no es fácil responder a esta interrogante, los intereses y las emociones juegan su papel. Si bien desde sus orígenes PetroPerú como empresa tuvo un alto grado de intervención y dependencia política con el gobierno de turno, con grados de corrupción que desprestigiaban la gestión estatal.

En tal sentido, creemos que fue durante la aplicación del llamado “modelo heterodoxo” con el control de precios públicos en especial de los combustibles, el millonario subsidio y la descapitalización de PetroPerú aplicado durante el primer gobierno del Dr. Alan García 1986-1990, lo que significó la debacle de PetroPerú.

En la historia económica se debe recordar siempre como mal ejemplo de intervencionismo político y de irracional subsidio ¿cómo fue posible que un litro de gaseosa fuera más caro que un litro de gasolina? Ello era explicable con un absurdo subsidio pues si el costo de producción de un galón promedio de combustibles resultaba para PetroPerú equivalente a US$ 0.58 centavos por decisión del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), PetroPerú estaba obligado a venderlo en el mercado interno a US$ 0.22 centavos el galón, acumulando cuantiosas pérdidas económicas financieras, que justificaron más tarde su privatización.

Al respecto estas generosas políticas de subsidio en los hidrocarburos no se crea que son cuestiones del pasado. Estas políticas irracionales de subsidio se aplican actualmente con los precios regulados del gas natural del lote 88 en Camisea, de allí que exista un aparente déficit o falta de gas natural para el mercado interno, pues son tan bajos los precios del gas del lote 88, no solamente en relación al marcador internacional Henry Hub sino en comparación a los precios internos de los diversos productores locales tipo Savia Energy, Petrobrás, Aguaytía, Olympic etc.

De allí que las empresas de generación eléctrica demanden el gas barato del lote 88 para obtener pingues negocios, pues ¡compran gas barato y venden energía cara!

A diferencia de las empresas estatales de Ecuador, Colombia o Chile que representaban importantes fuentes de ahorro y acumulación para sus estados, el gobierno del Presidente Fujimori en agosto de 1990 encontró una empresa petrolera técnicamente quebrada con resultados en rojo, que sirvieron como excusa a los privatizadores criollos para su rápida transferencia por partes al sector privado.

Sin embargo, el propio sinceramiento de los precios públicos entre agosto de 1990 y las continúas alzas de los tarifas entre ellos de los combustibles entre 1990 al 1994 determinó que los resultados de PetroPerú de rojo se convirtieran en azul, así la petrolera estatal para el 1994 obtenía utilidades netas por encima de los 250 millones de dólares, por más que se le cargaran las llamadas “partidas inusuales” con objeto de disminuir sus resultados.

En cuarto lugar; la maldición de PetroPerú y en general en la administración pública son los altos niveles de corrupción que corroe las instituciones, funcionarios, contratos, dirigentes. De allí, que en sociedades abiertas y democráticas la transparencia en la gestión resulta la principal herramienta.

Por tanto, PetroPerú convertida en “caja chica” de los gobiernos de turno, botín de las diversas burocracias partidarias, fuente de acumulación privada por medio de contratos dolosos y corruptos, con un alto grado de intervencionismo político, con una aristocracia sindical fraccionada y más preocupada en sus incrementos remunerativos, languidece y en la práctica no tiene los recursos económicos para financiar su modernización que solamente en el caso de la refinería de Talara está valorizada por encima de los 1,350 millones de dólares.

Al respecto en la nota periodística que reseñamos de la revista Caretas de la época, el general Marco Fernández Baca señalaba que el costo del gran Oleoducto Norperuano estaba valorizado en US$ 300 millones de dólares, el cual terminó costando más de 1,500 millones de dólares a fines de los años noventa, habiendo pagado PetroPerú de sus propios recursos la mayor parte de la deuda externa contraída por el Oleoducto Nor Peruano que hoy no traslada ni 38 mil barriles diarios, cuando su capacidad de transporte está sobre los 200 mil barriles diarios.

En quinto lugar; es importante rescatar las afirmaciones del presidente del directorio de PetroPerú, general Fernández Baca cuando señalaba la franca declinación de los campos de Talara, por la intensa explotación de la IPC empresa que detentaba los campos petroleros desde inicios del siglo XX. En un acto de soberanía el 3 de octubre de 1968 el gobierno militar de ese entonces estatizó los campos petrolíferos más la refinería, pagando después un justi precio por las reservas, equipos, instalaciones de la Internacional Petroleum Company.

Hacia 1971 el responsable de PetroPerú reconocía la “franca declinación de los campos de Talara”, de allí la necesidad de promover la inversión privada, pues si desde 1867 al 2010 se han extraído más de 1,500 millones de barriles de la cuenca Talara, estos volúmenes representarían el 15 % de los hidrocarburos todavía existentes en el subsuelo, de allí que se requiera incrementar la producción interna, tanto de los campos maduros de Talara para explorar y explotar en los llamados horizontes profundos, horizontes sub explorados y en las reservas marginales.

Se afirmaba que: “Los intereses petrolíferos que hasta hace poco dominaron nuestra industria, siguiendo los dictados de su estrategia a nivel mundial, dilapidaron los campos costeños… los campos de Talara, cuidadosamente explotados durante 70 años, se hallan en periodo de franca declinación…”.

En tal sentido, leyes promotoras de la inversión privada como la ley de reservas marginales ha permitido que en los viejos campos maduros de Talara, empresas como Interoil, Petrolera Monterrico, Petrobrás, Olympic Perú incrementen la producción diaria de crudo y gas con mayores inversiones, lo cual ha significado aumentos importantes de las regalías para el fisco y del canon petrolero para los gobiernos locales y gobierno regional de Piura.

En conclusión, el mejor homenaje que se puede hacer a todos los peruanos, técnicos, ingenieros, administrativos, funcionarios que hicieron posible el descubrimiento del petróleo en la selva y el fortalecimiento de PetroPerú nuestro más sentido homenaje. Mas se debe hacer hincapié que solamente una empresa integrada como PetroPerú, donde PerúPetro se reconvierta como parte de un holding liderado por PetroPerú, en una administración moderna, técnica y sobre todo honesta que necesita nuestro país.

En un proceso paulatino PetroPerú sin cuadros técnicos en exploración ni de reservorios pues sus mejores cuadros fueron también “privatizados”, podría ser un socio estratégico de las diversas empresas petroleras que operan en el país. Para ello se requiere voluntad política, visión de Estado en materia de energía, pues el “desarrollo energético del país no puede ser asunto de las empresas privadas”.


Un Chorro de Sorpresas *


“El descubrimiento de petróleo en Intuto (parece que el verdadero nombre es Intuta), ha provocado júbilo general en el país. También ha tenido la virtud de activar convenios y negociaciones entre Estado peruano y empresas petroleras.

Aparte de los contratos de operación ya firmados con Occidental Petroleum, con Union Tenneco y, en estos días, con British Petroleum, hay solicitud en trámite de Getty Oil, el grupo estadounidense de Paul Getty, el hombre más rico del mundo, considerado cabecilla de los productores llamados independientes.

Otras petroleras que se gestionan son las de ERAP (de Francia), Phillips Petroleum, Sun Oil, Amoco - Shell, Atlantic Richfield, Superior Oil – Austral Oil y Gulf Oil.

EL MODELO PERUANO

Hace poco el semanario norteamericano “Newsweek” calificó los arreglos petroleros pactados por el Perú como “duros” pero interesantes.

La fórmula definida por PetroPerú fija un reparto de 50% – 50% del crudo (no de las utilidades) para la Occidental. En los convenios siguientes se ha señalado a las empresas una proporción algo diferente: 50% sólo para los primeros cien mil barriles; un 49% para los que siguen, hasta 200 mil; y un 48% de ahí para adelante. Si se encuentra un mar de petróleo, la pequeña diferencia de porcentaje puede significar mucho dinero.

En la reciente reunión del CADE, el General Marco Fernández Baca, Presidente Ejecutivo de PetroPerú, indicó que este tipo de contratos “seguramente no representa tantos atractivos” en beneficios materiales; pero que es un contrato simple y claro, y que ofrece al inversionista extranjero todas las garantías. Reiteró que es un contrato, no una concesión.

Si nos atenemos al interés demostrado por los petroleros foráneos, hay que concluir que éstos prefieren la seguridad al exceso de atractivos en una atmósfera de inseguridad.

La simplicidad de la fórmula ayuda a una mejor fiscalización del resultado económico. Después de todo, en el régimen del reparto de utilidades las empresas podían inflar sus costos para bajar las utilidades y dar así una menor participación al fisco.

Cabe anotar que el optimismo generado en el país con el pozo de Trompeteros no debe ser exagerado. La materialización de la probable y aun casi segura riqueza de oro negro en la selva requerirá de bastante esfuerzo. Baste recordar que sólo el oleoducto hasta la Costa puede costar US$ 300 millones. El plazo de construcción puede acortarse a dos años utilizando helicópteros intensivamente. Todo esto explica por qué el General Fernández Baca dijo en el CADE que “pasarán algunos años antes de que los primeros barriles estén disponibles en la Costa”.

En su última edición, el semanario “Peruvian Times” informa que “fuentes de la industria estaban calculando esta semana que en los próximos siete-ocho años habrían de gastarse entre US$ 800 y 1,000 millones para la exploración y desarrollo de la sección peruana de la cuenca petrolera Marañón – Pastaza”.

DE PIE APLAUDIENDO

En la reunión reciente del CADE, el primer día de sesiones, el General José Graham, jefe del Comité de Asesores de la Presidencia (COAP), empezó su discurso diciendo: “me niego a pronunciar una palabra aquí si antes los miembros del CADE no me acompañan con sus aplausos a los trabajadores, a los técnicos y a los empresarios del Perú que con su esfuerzo… ¡acaban de conseguir petróleo!”. Los asistentes se pusieron de pie para aplaudir.

El año pasado, el Coronel Carlos Bobbio, Gerente General de PetroPerú y también y también actual Vicepresidente del Instituto Peruano de Administración de Empresas (organizador del CADE), había explicado con elocuencia y buen humor la promesa y los riesgos de la Selva. Al señalar los hallazgos ecuatorianos en la región contigua, había exclamado: “¡nosotros no vamos a ser tan “salaos” para no encontrar petróleo!”.

El hecho es que PetroPerú destinó este año S/. 490 millones para la búsqueda. Puede decirse que Fernández Baca puso todo el peso de su prestigio en el empeño. “Nos preparamos decididamente –dijo en el CADE- a pesar de que una y otra autoridad nos pidieron esperar dos años”.

Cuando presentó en la reunión de los empresarios al Presidente de PetroPerú, Carlos Mariotti, de las empresas eléctricas dijo: “el hombre que por su acertadísima designación tiene la más completa responsabilidad del éxito, seguramente nos dirá, con su conocida modestia, que fue cuestión del equipo, de los obreros y técnicos, de la suerte… pero no cabe la menor duda que el Presidente Ejecutivo de PetroPerú cumplió el papel determinante para alcanzar ese ambicioso sueño, esta hermosa realidad”.

Por su parte, Fernández Baca se levantó para decir, con emoción inocultable: “Queridos amigos: el éxito logrado es de todos si excepción, del equipo, de los trabajadores y de todos los peruanos”.

Prosiguió así: “Los intereses petrolíferos que hasta hace poco dominaron nuestra industria, siguiendo los dictados de su estrategia a nivel mundial, dilapidaron los campos costeños… los campos de Talara, cuidadosamente explotados durante 70 años, se hallan en periodo de franca declinación…”.

En lo económico, Fernández Baca tocó dos aspectos importantísimos: inversiones y precios internos. Sobre lo primero, calibró: “Se ha estimado necesario captar una inversión de S/. 25,000 millones”, ya sea internos o foráneos, para el desarrollo de la industria de hidrocarburos… la cristalización de estas inversiones produciría, durante el periodo, un ingreso adicional de divisas de S/. 80,000 millones. Respecto a precios, dijo: “Debe tenerse en cuenta que los precios de los productos controlados… están en vigencia prácticamente desde 1959. Tenemos profunda preocupación por su estructura, porque está incidiendo en forma crítica en nuestra empresa”.

Hablando de la necesidad de una marcha del Perú hacia la Selva, se emocionó: “En esta marcha deben participar todos los peruanos. Es cosa de todos, obra de todos… Nuestra generación tiene que cumplir casi un milagro… Que sepa cumplir con su deber… Estamos todos de pie”. Los empresarios se pusieron de pie para aplaudirlo durante varios minutos.

HISTORIA DE UNA HAZAÑA

Tal como lo relató Fernández Baca, lo que ocurrió en Trompeteros constituye una verdadera hazaña de peruanos, con el concurso técnico de Parker Drilling Co. y Schlumberger, contratista de PetroPerú en la Selva para perforación y análisis electrónico, respectivamente, Prakla – Seismic, de Hanover, Alemania, y Geophysical Service, de Dallas, EE.UU. realizaron el trabajo sísmico exploratorio.

Mil doscientos trabajadores peruanos –“en enorme esfuerzo”, sintetizó Fernández Baca- abrieron dos mil kilómetros de trochas “para romper los secretos de nuestra Selva”. Después de un laborioso proceso de selección, se escogió una formación geológica aparente entre los ríos Tigre y Corrientes, 200 kilómetros al Norte del Marañón, una estructura que tiene 15 kilómetros de largo por tres de ancho.

“Fue una tremenda inversión, recalcó un alto funcionario de PetroPerú a CARETAS. Empleamos todos los recursos que teníamos este año. La torre de perforación llegó desde Colombia por avión de la Fuerza Aérea Peruana. Hubo que establecer un puente aéreo”.

El área de Trompeteros es felizmente accesible. Se halla al borde de la estructura; pero también al lado del río. La perforación avanzó fácilmente en los primeros metros.

“Luego, cada uno de los estratos detectados por los técnicos confirmaba día a día nuestras esperanzas. El objetivo era profundizar hasta los doce mil metros. Y la información estratigráfica seguía llegando; pero nada decía de petróleo. En realidad, todo lo que la técnica nos puede decir es que las estructuras prometen; pero no que hay petróleo. Puede salir agua salada. En el Ecuador fueron tres, cuatro, cinco años duros”.

Finalmente, se perforó el paleozoico. Hay que admirar la serenidad que conservar nuestros geólogos. “El viernes, relató Fernández Baca, estuvimos listos para hacer la fracturación. Había que hacer estallar 61 cargas explosivas especiales. Pero no se pudo por una lluvia excesiva. Hubo que esperar el sábado, el domingo, el lunes. Por radio llegaba continuamente la lectura de los indicios. El lunes, uno de éstos indicó perfiles eléctricos no muy alentadores”.

A medianoche del lunes, por fin se efectuó la detonación. Inmediatamente, las agujas indicaron presión. ¿Pero qué sería? ¿Petróleo o agua salada? El trabajo de ir retirando el pesado lodo duró hasta las 7:15 de la mañana. Entonces brotó el petróleo. Los obreros lloraron. Después de la momentánea locura, vino la acción meticulosa. Pasos cuidados, muestras de la presión. A las 8:30 a.m. llegó un mensaje en clave a PetroPerú en Lima. La noticia cundió luego por todo el Perú. Una nueva época amanecía en el país para la vital industria petrolera”

(*) Publicado en Caretas Nº 447, 30 Nov. – 10 Dic. 1971 / Páginas: 18 – 19

martes, 2 de noviembre de 2010

PERÚ: EL AFFAIRE TRAFIGURA, VOLCAN Y CENTROMÍN PERÚ

¿QUIÉN DEFIENDE EL INTERÉS FISCAL?


En mis clases de economía política de los recursos naturales y la privatización de las empresas estatales aplicada en el Perú en los primeros años de la década de los noventa del siglo pasado, siempre menciono el caso de la minera Volcan Compañía Minera y la privatización de las unidades más importantes de Centromín en 1997 tales como las minas de San Cristóbal, Andaychagua con la planta concentradora de Marh Tunel todas en la provincia de Yauli en el departamento de Junín, y posteriormente de la unidad de Cerro de Pasco, transferida como unidad de Paragsha en Cerro de Pasco en 1999. Este proceso explica la fortuna privada del recientemente fallecido Roberto Letts Colmenares.

La interrogante por resolver se relaciona con la transferencia de los más importantes activos mineros que tenía Centromín Perú, que se creó a partir de la estatización de la norteamericana Cerro de Pasco Corporation (1973), por una empresa como Volcan que solamente tenía en ese entonces dos pequeñas unidades mineras Carahuacra y Ticlio, y que además tenía bajo contratos algunos derechos mineros alquilados con Centromín.

Así, ¿Cómo fue posible que una pequeña empresa como Volcan con un patrimonio de apenas un 11.5 millones de dólares, ingresos de 21.6 millones y utilidades netas de apenas 3.3 millones de dólares en 1996 pudiese adquirir las unidades mencionadas ofreciendo un precio de más de 190 millones de dólares y compromisos de inversión de más de 130 millones en cinco años? Es decir, como pudo financiar más de 320 millones de dólares, es decir pagar el precio, y luego financiar los compromisos de inversión y soportar los bajos precios del zinc en el 2001 que prácticamente determinaban el 80% de sus ingresos.

DE VOLCANCITO A VOLCAN

El caso en estudio confirma la elevada rentabilidad de la minería peruana que constituye uno de los atractivos del modelo de crecimiento minero que se promueve en esa década, y cuyos incentivos tributarios se mantienen conjuntamente con los bajos costos laborales. Así, la tasa promedio de la rentabilidad operativa es del 55% durante el período del boom minero 2004-2009 con excepción de la brecha de la crisis financiera mundial fines del 2008 al primer semestre del 2009.

En el caso materia de análisis, la producción en marcha y los excedentes mineros obtenidos en San Cristóbal, Andaychagua y Cerro de Pasco más una inteligente política de inversiones explica la expansión, estrategia financiera y el fortalecimiento patrimonial, conjugado con el levantamiento del mecanismo de la Bolsa de Lima, una de las más rentables del mundo, más la sobreexplotación de la fuerza de trabajo, ergo alta productividad laboral de los trabajadores de planilla y contrata, explica este fenómeno llamado Volcan Compañía Minera.

En tal sentido siempre hemos sostenido que el llamado proceso de privatización ha sido un proceso de transferencia de riqueza desde el Estado para valorizar el capital privado principalmente transnacional. En este caso, la peculiaridad de Volcan y su participación en Centromín sería la excepción pues la personalidad de Roberto Letts Colmenares le impone un ingrediente nacional a la privatización en el sector minero, a diferencia de las empresas privatizadas como Hierro Perú, Minero Perú, Mra. Cerro Verde, Mra. Tintaya, Mra Condestable, y el complejo minero metalúrgico de La Oroya.

A mi criterio esta privatización es digna de estudio pues constituye un caso de ingeniería financiera donde Volcan tuvo que recurrir a un fuerte financiamiento externo con un conjunto de bancos europeos, compromisos financieros con Glencore, ventas por adelantado para soportar los bajos precios del zinc 2001-2003. Es también un asunto que debió investigarse en el Congreso de la República por los valores castigados de los precios base de las unidades mineras estimado por los responsables de la privatización COPRI-Centromín. Se imaginan valuar el potencial polimetálico del Tajo Rojas en Cerro de Pasco por 62 millones de dólares con mínimos compromisos de inversión de 70 millones de dólares en dos partes.

Es decir, el tema conjuga el conocimiento del potencial minero, audacia e intrepidez empresarial, tiene también su dosis de corrupción, de venalidad de los funcionarios responsables de la privatización de Centromín que valorizaron vilmente sus activos, tiene algo de la diosa fortuna y sobre todo expresa el sacrificio, y capacidad de los trabajadores obreros, empleados, funcionarios de Volcan Compañía Minera que han hecho posible que esta empresa ocupe el quinto lugar en la producción mundial de zinc, plata, tal como se expone en los cuadros respectivos donde se demuestra la dimensión mundial de la empresa.

De otro lado el gran desenvolvimiento de esta minera que de ser una pequeña minera con ingresos por ventas menores a los 22 millones de dólares a inicios de los años noventa, pudo realizar el salto cualitativo hacia la gran minería si se suman todas sus unidades incluyendo las subsidiarias y llegar a generar ingresos como grupo de 1,053 millones de dólares en el 2007, de 628 millones en el 2008 y de 662 millones de dólares en el 2009.

Con ello minera Volcan ha pasado a constituirse en un referente en la minería nacional y mundial con el respaldo en las bolsas como el Mercado Latinoamericano de Valores en Euros de Madrid LATIBEX o la Bolsa de Comercio de Santiago de Chile, todo lo cual es digno de reconocimiento.

Si bien Volcan Compañía Minera S.A.A. es una empresa que se dedica a la exploración, explotación, tratamiento y comercialización de minerales polimetálicos tanto en el mercado interno como el externo ya sea desde su matriz Volcan la cual opera la unidad minera Yauli que agrupa entre sus principales minas a Ticlio, Carahuacra, Andaychagua y San Cristóbal ubicadas en Junín y la unidad minera de Cerro de Pasco, en la cual destacan las minas subterráneas y el tajo abierto Raúl Rojas. Se debe mencionar que las minas de Cerro de Pasco han sido explotadas desde hace varios siglos, no obstante aún continúan brindando minerales siendo un valioso activo dentro del conjunto de reservas mineras que posee Volcan. A ellas se deben sumar la relación de sus subsidiarias que producen minerales como la Empresa Administradora Chungar, Empresa Explotadora de Vinchos y la reciente operativa Compañía Minera Alpamarca.

Todo este grupo de empresas mineras a los que se agregan la gran cantidad de concesiones que suman un total de 289 mil hectáreas, más la gran capacidad de tratamiento de sus 6 plantas concentradoras han hecho de Volcan y subsidiarias una de las principales mineras en cuanto a producción de zinc, plata y plomo no solo en el entorno nacional sino a nivel mundial, compitiendo con mineras como Xstrata Plc., Glencore, BHP Billiton, Hindustan de la India, Fresnillo de México y Votorantim del Brasil.

Esta trascendencia de las minas de Volcan y sus subsidiarias se expone en el año 2009 donde se produjo 363 mil toneladas de zinc, ocupando el 5º lugar en el ranking mundial explicando el 4.4% de la producción global después de Xstrata Plc, Glencore, Hindustan de la India y Votorantim del Brasil. En tanto a nivel nacional fueron segundos solo superados por Cía Minera Antamina.

En relación a la producción de plata el total del Grupo Volcan alcanzó el 2009 las 21 millones de onzas finas posicionándose en el 5º lugar a nivel mundial explicando el 3% de la producción total luego de las gigantes BHP Billiton, KGHM Polska Miedz de Polonia, Fresnillo de México y Pan American Silver de Canadá. Mientras a nivel nacional Volcan y subsidiarias, es decir con la suma de Chungar, Vinchos y Alpamarca mantienen el liderazgo en la producción de plata.

Finalmente entre los productores de plomo Volcan y subsidiarias mantienen el 5º puesto determinando el 2.3% de la producción mundial con una producción de 90 mil toneladas, superado por Xstrata Plc, Doe Run, BHP Billiton y Glencore. En tanto dentro de los productores en el Perú, Volcan y sus subsidiarias ocupan el 1º lugar dejando muy rezagadas a las demás empresas mineras.

Este crecimiento no hubiera sido posible sin la positiva gestión económica y financiera por parte de sus directores y gerentes encabezados por el fenecido Roberto Letts Colmenares principal accionista en Volcan, y la sobreexplotación de la fuerza de trabajo. Se sabe extraoficialmente que la empresa tendría aún a la familia Letts Colmenares como los principales accionistas y que se continuarían con los diversos planes de exploración, de ampliación e incremento de la producción de minerales.

TRAFIGURA VENDE SU PARTICIPACIÓN

Si bien extraoficialmente se estima la fortuna de Roberto Letts Colmenares en más de US$ 1,500 millones de dólares se debe recordar que el patrimonio de la empresa Volcan Compañía Minera (Volcancito) en 1996 era de 11.5 millones de dólares y en 1993 era de apenas de 1.6 millones de dólares. Evidentemente ello se explica por la privatización de las unidades más importantes de Centromín, el genio financiero, audacia, permisividad tributaria y explotación laboral.

Según versiones extraoficiales a través de la empresa Greenville Overseas Investments Limited, la familia herederos de Roberto Letts mantendría la mayoría de acciones en Volcan Cía Minera S.A.A (46.9%).

El segundo accionista en importancia dentro de Volcan era la Compañía Trafigura Beheer B.V de Holanda, esta empresa poseía el 24.96% de acciones clase A en la minera que fueron vendidas según corredores de bolsas a los Fondos de Pensiones AFPs, fondos mutuos y otra parte recompradas por los accionistas más fuertes, los herederos de Roberto Letts.

Si bien es verdad Trafigura empezó a operar en el país en 1993 básicamente en la comercialización de diversas materias primas tales como petróleo y derivados, metales y minerales, energías renovables y recientemente ha incursionado con productos como el carbón y el hierro. En el Perú esta transnacional posee el Consorcio Minero S.A (CORMIN), empresa que también se encarga de comercializar productos mineros, en tanto que recientemente ha transferido sus acciones en las mineras Condestable en Lima quedándose con las operaciones de la minera Catalina Huanca en Ayacucho.

La relación de Trafigura en Volcan es reciente, y se manifiesta durante el boom de los precios. Así, empezó a invertir en Volcan en abril del 2005, cuando compró el 6.34% de acciones clase A. A fines del 2005 Trafigura Beheer BV era dueño del 17.40% de acciones clase A y del 5.20% de acciones clase B, y seguía comprando acciones. Para el 6 de febrero del 2006 tenía el 11.2661% de acciones clase B y para el 9 de marzo del mismo año ya tenía 24.963% de acciones clase A. (Esta última información ha sido tomada del analista Ernesto Linares Mascaro http://elinaresm.blogspot.com/).

Según esta fuente “Trafigura Beheer BV tenía 236,344,583 acciones clase A de Volcan, equivalentes al 24.96% del total de acciones A. Estas acciones habían estado bajando en su cotización: en julio estaban en S/. 11.80, en agosto en S/. 11.62 y a comienzos de octubre, en S/. 9.49. El 20 de octubre ya había bajado a S/. 5.88 y el jueves 21 de octubre es cuando Trafigura Beheer BV pone en venta en la Bolsa de Valores de Lima, todas sus acciones A y debido al exceso de oferta, el precio cayó a S/. 5.32. Aún nos parece raro que Trafigura vendiera todas sus acciones en un solo día, porque precipitó la caída del precio de sus acciones, pues juzgamos que en una Oferta Pública de Venta (OPV) a 20 días hubiera podido obtener un mejor precio. De todas maneras, la operación le generó a Trafigura US$ 463 millones”.

EPILOGO

Desde el punto de vista del análisis de la renta y la participación del Estado, la fortuna de la familia de Roberto Letts tiene su origen en la privatización de las unidades más importantes de lo que fue la minera estatal Centromín. Sin menoscabo a la capacidad empresarial privada de los accionistas y gerentes ello demostraría la necesidad de una mayor participación del Estado en la renta minera.

Esta es un historia interesante que asume la mayor relevancia por la venta de las acciones que tenía Trafigura-Cormin en la moderna Volcan Compañía Minera transfiriendo su participación de 24.96% por más de 463 millones de dólares mediante operaciones en la Bolsa de Valores de Lima. Si bien Trafigura aparece como accionista de Volcan hacia el 2005, los valores obtenidos por la venta de su participación accionaria refuerza la idea de una equitativa participación del Estado en la renta minera.

Desde todo punto de vista resulta pertinente una mayor participación del Estado en la riqueza minera, en la renta minera pues el fisco no puede ser reducido a percibir un impuesto a la renta que está sujeto a una serie de beneficios y exoneraciones tributarias. Tampoco resuelve el problema las raquíticas regalías que la SUNAT no fiscaliza. De allí la necesidad de imponer mayores tasas de regalías mineras hasta un 10% pues se trata de recursos naturales no renovables o la vigencia del impuesto extraordinario a las utilidades extraordinarias.

En resumen, el Estado propietario de los recursos naturales a nombre de la Nación no puede percibir ingresos mínimos del sector que tiene una de las tasas de rentabilidad más elevadas en el mundo, así, las extraordinarias utilidades del sector minero y las ganancias especulativas de los privados como lo expresa la venta de las acciones de Trafigura en Volcan Compañía Minera, refuerzan la necesidad de una mayor participación del fisco en la renta minera.