jueves, 28 de febrero de 2019

URGENTE MASIFICACIÓN


INTEGRACIÓN GASÍFERA A NIVEL NACIONAL

ESCRIBE : JORGE MANCO ZACONETTI


En nuestro país, la masificación del gas natural debiera ser un imperativo nacional, un mandato de la historia para cambiar el perverso patrón de consumo energético basado en los derivados del petróleo que cada vez producimos menos y consumimos más.

De una demanda interna para el mercado de combustibles de 250 mil barriles diarios no producimos actualmente ni 50 mil barriles de crudo por día, por tanto tenemos que importar la diferencia en petróleo, en  diesel 2 limpio con 50 partes por millón de azufre, y desde hace unos cuatro años, crecientes volúmenes de gas licuado de petróleo (GLP), cuyo consumo ha crecido ante la débil por no decir ridícula masificación del gas natural.

Es más, nos damos el lujo de reinyectar cerca a 400 millones de pies cúbicos de gas natural diarios, tanto en las operaciones de Camisea como en el Zócalo Continental frente a Talara, para privilegiar la obtención de los líquidos de gas natural y procesar GLP en detrimento  de la explotación del gas natural.

El gas natural, es el hidrocarburo que más tenemos en reservas probadas, pero que dicho sea de paso más desperdiciamos, gracias a la inopia, y desinterés del Ministerio de Energía y Minas (MINEM) y como del organismo regulador el Osinergmin.

VENTAJAS DE LA MASIFICACIÓN

Siempre hemos afirmado que la masificación del gas natural es un proceso necesario para construir ventajas competitivas a favor de las familias y empresas de las provincias del sur, centro y norte de nuestra patria, para acceder a un energético barato, seguro y ambientalmente limpio.

Ello significaría para los hogares abonar a lo mucho 15 soles mensuales equivalente por consumo de gas natural en lugar de S/ 38 soles o más por un balón de GLP 10 kilos, combustible que está siendo doblemente subsidiado desde diciembre del 2012, de allí la explicación para su creciente demanda, a pesar del gran potencial gasífero que tenemos.

Según el cuadro “Situación de los Consumidores de Gas Natural en Lima y Callao que son atendidos por la empresa Cálidda Gas Natural” nominalmente habrían 755,834 usuarios de gas natural en la categoría de residencial A1 y A2 pero en verdad, la cifra es menor a los 600 mil pues está considerando los consumidores potenciales que faltan conectar a la red.

Gracias a la masificación, en lugar de usar el balón de GLP la mayoría de hogares usarían el gas natural en sus domicilios. Los usuarios no serían las 600 mil familias que ahora aparecen como consumidoras, y que no representan más del 2 % de la demanda, sino tres o cuatro millones de familias de la costa y sierra mediante un sistema de gasoductos físicamente construidos, pues los gasoductos virtuales, es decir camiones cisternas constituyen paliativos, por las limitaciones de carga en el transporte.

PARA LAS PEQUEÑAS EMPRESAS

Actualmente existen apenas 2,813 pequeños negocios comerciales en el ámbito de Lima-Callao y algo en Ica que utilizan el gas natural, y que representan el 0.77% de la demanda, cuando en el país existen cientos de miles de negocios comerciales que aspiran a consumir gas natural.

Así por ejemplo, los pequeños negocios como las pollerías en lugar de quemar el caro algarrobo que resulta siendo depredado en los bosques de la costa, agravando el efecto del calentamiento global utilizarían el gas natural.

Los cientos de miles de pequeños talleres, las pequeñas y medianas empresas consumirían el gas natural en lugar de pagar las elevadas tarifas de electricidad ( más de US $ 0.10 centavos por kW/H)

Tanto en el transporte público como privado del parque automotor, en lugar de pagar por las gasolinas más de US $ 4 dólares por galón casi duplicando los precios en los Estados Unidos de Norteamérica, el parque automotor podría usar gas natural vehicular a precios promocionales, para sustituir nuestra dependencia del GLP, diesel 2 que importamos en volúmenes crecientes.

Los efectos ambientales serían positivos para los consumidores pues el diesel 2 limpio es importado y a pesar de la modernización de las refinerías de La Pampilla de Repsol y Talara de PetroPerú a partir del 2021 seguiremos dependiendo del diesel 2 en el transporte de carga pesado, omnibuses de transporte interprovincial etc.

En el mismo sentido los miles de mototaxis que prácticamente es el principal medio de transporte popular en especial en las provincias o en la periferia de Lima, pudieran usar tanques de gas natural en lugar de las caras y contaminantes gasolinas.

Por ahora existen 272 unidades o empresas que venden el Gas Natural Vehicular (GNV) prestando servicios al parque automotor de Lima-Callao que mediante gasocentros venden un promedio de 64 millones de pies cúbicos diarios de gas natural, aproximadamente el 12 % de la demanda, en dura competencia con el GLP para el transporte por una cuestión de precios.

Debiera ser evidente que dicha masificación de gas natural demandaría una política deliberada de expansión, con subsidios directos y cruzados allí donde convenga.

Por tanto, los recursos del FISE debieran ser utilizados en financiar la masificación, con el agravante que durante el 2018 se han destinado más de US $ 202 millones de dólares en la importación de GLP que se subsidia, que con la masificación del gas natural se dejarían de comprar.

NEGOCIOS PRIVADOS

Sin embargo para las empresas privadas si la masificación del gas natural, no resulta un buen negocio con utilidades importantes sencillamente se posterga al infinito. Ello es lo que está aconteciendo después de 15 años de la llegada del gas de Camisea a Lima.

En tal sentido, la extracción de los líquidos de gas natural de los lotes 88, 56 y 57 tienen prioridad sobre la explotación del gas natural, por los altos márgenes de utilidad que generan la obtención de GLP en las plantas de fraccionamiento de Pisco bajo responsabilidad de Pluspetrol, Pariñas/Talara con Savia y Graña y Montero en Piura.

Es lo que está pasando ahora. Por ello, serán “sueños de opio” los  gasoductos del sur,  la petroquímica básica, el nodo energético en el sur (Ilo/Mollendo), el tendido de los ductos por las principales ciudades del Perú.

Mientras el estado peruano no recupere la soberanía sobre los recursos energéticos será una ilusión desarrollar la petroquímica básica como la producción de urea y nitrato de amonio, que se aprovecha a partir de la fractura química del gas metano contenido en el gas natural.

UREA Y NITRATO DE AMONIO

Si se aspira al desarrollo de una agricultura para la exportación, teniendo un motor para el crecimiento económico sostenido en la agroindustria se requiere buenos fertilizantes.

Para alcanzar dos cosechas en el año y reponer las energías gastadas de la tierra y superar las ventas de uvas, alcachofas, paltas, berries, mangos, plátanos, etc, que generan ingresos pero sobre todo empleo en las provincias, se requiere de un fertilizante de primer nivel como la urea que hoy por hoy importamos desde Ucrania, en volúmenes superiores a las 400 mil toneladas anuales.

La agricultura intensiva de exportación demanda agua, riego tecnificado, mano de obra calificada y un fertilizante como la urea que se obtiene a partir del aprovechamiento del gas metano contenido en el gas natural.

Por tanto, mientras los precios del gas natural no sean competitivos para el capital industrial, será una ilusión el desarrollo de la química básica. Es decir, si “los dueños de las moléculas” del gas en este caso el Consorcio Camisea imponen un precio alto al gas como insumo, será imposible la industrialización del gas natural, que resulta una mezcla del gas metano (90%) y etano (10%).

En el mismo sentido, en la fabricación de nitrato de amonio, un explosivo de utilización masiva en la exploración minera y petrolera para las actividades de sísmica y en la perforación minera que necesita explosivos de calidad, se tienen que importar en volúmenes crecientes.

En tal sentido, el liderazgo de nuestro país en la producción minera ganaría ventajas competitivas si se llegase a producir internamente nitrato de amonio a precios atractivos con las perpectivas de exportación.

Para ello el precio del gas natural no puede ser abusivamente alto que desaliente la inversión industrial como sucedió en la década pasada, cuando el precio fue fijado por encima de los US $ 6 dólares el millón de BTU, y cuando el precio del gas natural en el marcador Henri Hub precio vigente en el mercado norteamericano se derrumbó (2008), prácticaemente se hizo inviable la inversión en petroquímica básica en nuestro país.

SOBERANÍA CUESTIONADA

La necesaria masificación del gas natural en el país debiera asumirse como una forma de integración nacional, mediante la energía barata y segura en el siglo XXI. Integración energética, ventajas competitivas, ganancias ambientales, autonomía energética, química básica, creciente parque automotor con GNV, precios baratos de la energía no debieran ser quimeras, ni sueños de opio si hubiera voluntad política para alcanzar el desarrollo económico.  

Todo ello será una vana ilusión si el Estado a nombre de la Nación no recupera la soberanía y disponibilidad sobre nuestros recursos energéticos, es decir la capacidad de decisión sobre los hidrocarburos.

Mientras el Estado no recupere la plena soberanía sobre los recursos hidrocarburíferos seremos testigos de cómo del país se exportan hacia México y terceros países volúmenes superiores a los 450 millones de pies cúbicos diarios de gas natural del lote 56 de Camisea a precios deprimidos con regalías miserables para el fisco.

GAS ELÉCTRICO SUBSIDIADO

Con la información correspondiente existen 22 empresas eléctricas que utilizan el gas natural proveniente sobre todo del lote 88 que tiene precio regulado, entiéndase barato no más de US $ 1.60 por millón de BTU en boca de pozo, cuando en otros países por la misma unidad de calor tienen que abonar más de US $ 6 a 8 dólares por millón de BTU, con lo cual podemos señalar que esta realidad constituye un subsidio para las empresas eléctricas.

Estas 22 empresas de generación eléctrica demandan un promedio de 331 millones de pies cúbicos diarios de gas natural, y corresponden a la categoría tarifaria de GE que vende electricidad al mercado regulado que somos más de siete millones de usuarios por medio de las empresas de distribución y los clientes libres entre que compran directamente su energía.

Lo cierto y evidente es que estas 22 empresas de generación térmica queman el gas natural de Camisea en la producción de electricidad. Entre ellas destacan Enel Generación Perú con una demanda máxima de 137 millones de pies cúbicos diarios (MMPCD), Engie Energía Perú con una máxima demanda de 139 millones (MMPCD) , Kallpa Generación con una demanda máxima de 150 millones de pies cúbicos diarios, entre las más importantes.

EPÍLOGO

Debiera ser evidente que la masificación del gas natural para el consumo residencial no constituye negocio alguno para las empresas privadas responsables tanto en la producción como en la distribución mientras no obtengan márgenes de rentabilidad importantes.

Por ello, las poblaciones urbanos marginales de Lima, con los distritos más poblados como San Juan de Lurigancho, Villa María del Triunfo o Villa El Salvador entre otros verán pasar el ducto de gas, sin conectarse por los altos costos de conexión y acometida domiciliaria, que debiera ser subsidado por el estado como sucede en otras experiencias como Bolivia y Colombia.

 Sin una política deliberada del Estado para promover la masificación del gas natural, y una política inteligente de subsidios será muy difícil fomentar la cultura del gas en nuestro país, para así alcanzar la integración energética con la serie de ventajas competitivas, y ganancias ambientales para las empresas y las grandes mayorías del país.


lunes, 25 de febrero de 2019

A MÁS CALOR MÁS UTILIDADES


CORPORACIÓN LINDLEY LA BEBIDA DE SABOR MEXICANO

ESCRIBE: JORGE MANCO ZACONETTI


Con este calor que supera los 30 grados centígrados el cuerpo pide para calmar la sed tomar líquidos en especial gaseosas como Coca Cola, Inca Kola, Sprite, Fanta, Crush, Frugos del Valle, y la mineral San Luis. Todas ellas son marcas reconocidas de gran aceptación popular.

Uno debiera saber que todas estas bebidas pertenecen y son elaboradas en las diversas instalaciones de la Corporación Lindley que ahora está controlada por capitales mexicanos de la transnacional Arca Continental, empresa líder en el mercado, que antes controlaba el 67 % del mercado y ahora, gracias a una acertada política de ventas, concentra más del 74 %

Esta sensación de calor se mantendrá por efecto del cambio climático hasta mayo por lo menos, por ello la empresa estima que sus ventas aumentarán en este verano por encima del 10 % lo cual no está nada mal, para una economía que crece a menos del 4% anual, y una inflación menor al 2%

Ello debe significar mayores ingresos, y utilidades para la Corporación Lindley y correlativamente una mayor explotación de la fuerza de trabajo en el sentido de la exigencia en la jornada de trabajo, más erogación en la intensidad y productividad del trabajo que no se ve compensada por los incrementos remunerativos.

Ello resulta evidente cuando los trabajadores que laboraban en la Planta Callao, cerrada por razones económicas, tuvieron que ser trasladados ante las ventajas por una mayor escala de producción de la Planta Pucusana al sur de Lima. Los mismos tienen que invertir más de 5 horas en tiempo de viaje de ida y vuelta por lo menos, lo cual es más grave si los trabajadores viven en el cono norte de la ciudad, es decir, la jornada de trabajo es mayor, pero el tiempo de viaje no es reconocido como parte de la remuneración.

Como dijera el gran economista inglés David Ricardo (1821) a mayores tasas de beneficios más bajas serán las tasas salariales, por la oposición de intereses entre el capital y el trabajo, aunque lo deseable sería políticas de “win win”, un gana/gana, donde las partes resulten satisfechas.

BONANZA ECONÓMICA

Es tal la bonanza de la Corporación Lindley en el 2018 y tan provechosa la compra para Arca Continental de la mayoría accionaria en la Corporación Lindley que no solamente ha mejorado su participación en el mercado.

También ha comprado a su vinculada filial de la Coca & Cola Company, Peru Beverage Limitada la participación accionaria del 38.5 % pagando más de US $ 506 millones de dólares, con lo cual Arca Continental detenta ahora más de 99.7 % del capital accionario en la corporación

Igualmente en el 2018 en relación a los años anteriores incrementa el patrimonio neto en una política de fortalecimiento patrimonial superando los 1,051 millones de soles. También incrementa los activos fijos, disminuye sus pasivos pagando las deudas antes de su vencimiento, mejora la liquidez con mayores montos de capital efectivo en la cuenta caja y bancos.

En el mismo sentido, para mejorar el flujo de caja carga mayores montos de dinero a la cuenta de depreciaciones como recuperaciones por las inversiones realizadas, con lo cual aumenta el costo de ventas, reduce la utilidad bruta  y la utilidad operativa con lo cual disminuye la utilidad imponible y de pasada la participación de las utilidades de los trabajadores, que tratándose de una empresa de transformación industrial representa el 10 % de la utilidad imponible.

Siempre hemos afirmado que la compra de la mayoría accionaria de la Corporación Lindley por fuertes capitales mexicanos forma parte del proceso de desnacionalización de la economía peruana en el marco de una globalización económica mundial que tiene entre sus primeros afectados a sus trabajadores.

A final de cuentas son los trabajadores obreros, empleados, funcionarios, gerentes los que en última instancia hicieron posible el aumento de los ingresos, y patrimonio de la  corporación que hacia el año 2000 generaba ingresos del orden de los 222 millones de soles y en el 2018 superan largamente los 2,300 millones con un privilegiado posicionamiento en el mercado, con el control de marcas emblemáticas en la memoria de los consumidores peruanos.

Así, con salarios rezagados que no tienen correspondencia con la riqueza creada, con participación de utilidades ridículas en razón de la aplicación de una serie de beneficios tributarios y artilugios contables que disminuyen la utilidad imponible sobre la cual se aplica el 10 % de participación para los trabajadores, los mismos que son mudos testigos del “cambio de timón” en la propiedad accionaria.

¿QUIÉN ES ARCA CONTINENTAL?

Se debe reconocer que Arca Continental, S.A.B. De C.V. y subsidiarias es una transnacional mexicana que tiene como principales accionistas en el país azteca a la familia Barragán (30.7 %), a la familia Grossman (18.8 %), a la familia Fernández (12.6%) y familia Arizpe (8.9 %), ocupando a nivel de América Latina un lugar de liderazgo siendo la quinta empresa en el mercado de bebidas con ingresos por ventas en el 2018 de 8,263 millones de dólares que casi duplican a las obtenidas en el 2014 que fueron de 4,455 millones.

Lo curioso es que Coca Cola Company de los Estados Unidos también es accionista de Arca Continental SAB de CV con un 9 % de participación, y al mismo tiempo una relacionada de Arca Continental compra la participación del 38% de la Coca & Cola en la Corporación Lindley, es decir todo queda en familia, los capitales fluyen para aquí  y para allá, pero los trabajadores como siempre serán los “convidados de piedra” en la danza de millones de dólares. ¿Qué dirá la SUNAT de todo ello?



martes, 19 de febrero de 2019

LA MASIFICACIÓN DEL GAS NATURAL COMO IMPERATIVO NACIONAL


ESCRIBE : JORGE MANCO ZACONETTI


En nuestro país, la masificación del gas natural debiera ser un imperativo nacional para construir ventajas competitivas a favor de las provincias del sur, centro y norte, accediendo a un energético barato, seguro y ambientalmente limpio, para las grandes mayorías.

Así, en lugar de usar el balón de GLP la mayoría de hogares usarían el gas natural. Los pequeños negocios como las pollerías en lugar de quemar algarrobos utilizarían el gas natural. Los cientos de pequeños talleres, las pequeñas y medianas empresas consumidrían el gas natural en lugar de las elevadas tarifas de electricidad ( más de US $ 0.12 centavos por kW/H)

En lugar de pagar por las gasolinas más de US $ 4 dólares por galón casi duplicando los precios en los Estados Unidos de Norteamérica, el parque automotor podría usar gas natural vehicular a precios promocionales, para sustituir nuestra dependencia del GLP, diesel 2 que importamos en volúmenes crecientes.

Sin embargo para las empresas privadas si la masificación del gas natural, no resulta un buen negocio con utilidades importantes sencillamente se posterga al infinito. En tal sentido, la extracción de los líquidos de gas natural de los lotes 88, 56 y 57 tienen prioridad sobre la explotación del gas natural, por los altos márgenes de utilidad que generan la obtención de GLP en las plantas de fraccionamiento de Pisco bajo responsabilidad de Pluspetrol, Pariñas/Talara con Savia y Graña y Montero.

Es lo que está pasando ahora. Por ello, serán “sueños de opio” los  gasoductos del sur y norte, la petroquímica básica, el nodo energético en el sur (Ilo/Mollendo), los ductos por las principales ciudades del Perú con precios mensuales para el consumo doméstico de gas natural de S/ 15 soles o menos, en relación a un balón de GLP que vale más de S/ 38 soles y en provincias por encima de los S/ 40 soles.

SOBERANÍA CUESTIONADA
Es decir, la masificación del país como una forma de integración nacional, mediante la energía barata y segura, será una quimera si el Estado a nombre de la Nación no recupera la soberanía y disponibilidad sobre nuestros recursos energéticos.

Mientras el Estado no recupere la plena soberanía sobre los recursos hidrocarburíferos seremos testigos de cómo del país se exportan hacia México y terceros países volúmenes superiores a los 450 millones de pies cúbicos diarios de gas natural del lote 56 de Camisea a precios deprimidos con regalías miserables para el fisco.

En tal sentido, ha calculado el MEF como acostumbra cuando le conviene ¿Cuántos cientos de millones de dólares deja de percibir el Estado por  las regalías subvaloradas, que valorizadas a precios de puerto de destino podrían financiar la salud y educación de calidad para las grandes mayorías?

Igualmente mientras el Estado no recupere la plena soberanía sobre los recursos hidrocarburíferos seremos testigos de cómo en el Consorcio Camisea en el lote 88 se reinyectan más de 300 millones de pies cúbicos diarios de gas natural, privilegiando la obtención de líquidos de gas natural de los lotes 88, 56 y 57.

Evidentemente las razones crematísticas del Consorcio hacen que se privilegie la obtención de líquidos de gas natural (LGN) que tienen precios de mercado frente al gas natural del lote 88 que por razones de contrato se rigue con precios regulados, entiéndase baratos.

Por ello frente a nuestros vecinos Colombia y Bolivia existe un manifiesto retraso en cuanto a la masificación del gas natural. Después de casi 14 años de la inauguración del gasoducto y su llegada a Lima (2004/2018) solamente unas 700 mil familias tienen acceso a la cultura del gas natural lo cual representa un poco más de 1.2% de la demanda total.

Debiera ser evidente que la masificación del gas natural para el consumo residencial no constituye negocio alguno para las empresas privadas responsables tanto en la producción como en la distribución,  por los altos costos de la acometida, la conexión y la instalación de redes domiciliaria, que en nuestro país cuesta más de US $ 250 dólares mientras en Colombia tienen un precio mucho menor y en Bolivia existe un subsidio por parte del estado para la masificación.

¿DÓNDE ESTÁ EL NEGOCIO?  

Se debe reconocer que el negocio de las empresas conformantes del Consorcio Camisea, es el abastecimiento seguro y oportuno de gas natural a las empresas eléctricas de generación (Enel, Kallpa, Engie entre otras) que demandan más del 70% del total, luego a un conjunto de empresas industriales, le sigue el parque automotor y la  “última rueda del coche” es el sufrido consumidor residencial.

Por ello siempre he sostenido que resulta hasta cierto punto absurdo que se promueva la “quema del gas natural” en la generación eléctrica, donde las empresas compran el gas de Camisea a un precio regulado por no decir subsidiado, y tengamos que abonar mayores precios en las tarifas eléctricas, a pesar que existe un 50 % de sobreoferta en la potencia instalada de generación.

Es decir, existe un exceso de capacidad de generación eléctrica en especial térmica. ¡Pero curioso las tarifas al consumidor regulado siguen subiendo como la espuma de una cerveza!

LA GANANCIA EXTRAORDINARIA

Desde el punto de vista privado, todos debemos reconocer que el lomo fino es la producción de líquidos, y el hueso sería la explotación de gas natural pues tiene precio regulado (lote 88) al margen de las supuestas limitaciones del mercado interno.

En nuestro país se extraen en los lotes de Camisea un promedio 1,200 millones de pies cúbicos de gas natural de los cuales 450 millones se van al exterior bajo condiciones de oprobio.
De la producción restante se valoriza para el pago de regalías “a precios en boca de pozo” en valores que no superan los US $ 2 dólares por millón de BTU para la determinación de la regalías (ingresos del fisco)
Si un millón de BTU es una medida de calor que resulta equivalente a casi 1,000 pies cúbicos en volumen. Y para que se entienda la riqueza que se genera en la producción de gas, se debe tener presente que aproximadamente el 50 % de un millón de BTU en Camisea (US $ 1 dólares) resulta equivalente en términos caloríferos a un balón de 10 kilos de GLP que se vende a más de US $ 10 dólares (precio de producción/envasado/distribución y comercialización).
Por tanto, como capital privado prefiero extraer líquidos y obtener GLP que se vende a más de US $ 10 dólares el balón de 10 kilos que masificar el gas natural que no sería un buen negocio para las empresas.
De allí, la importancia desde el punto de vista del interés público de apostar por la masificación de la cultura del gas natural en nuestro país, para tener un energético barato, limpio y competitivo al servicio de las familias, empresas y el desarrollo económico del Perú.

lunes, 18 de febrero de 2019

PERÚPETRO: ENTREGUISMO, TRAICIÓN Y FELONÍA


VIRTUAL CIERRE DEL OLEODUCTO NORPERUANO
ESCRIBE: JORGE MANCO ZACONETTI

Ante los recurrentes derrames de crudo producto de atentados realizados por terceros al Oleoducto Norperuano, el inefable presidente del directorio del organismo estatal, PerúPetro encargado de promover las inversiones de hidrocarburos y al mismo tiempo de supervisar los contratos, no ha tenido mejor idea que auspiciar y promover un acuerdo para que el petróleo crudo que se extrae en la selva norte de nuestro país, sea transportado hacia el Ecuador, usando las instalaciones del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) de nuestro vecino, que está bajo responsabilidad de la petrolera estatal Petroecuador.
Con la información oficial está demostrado que existe una “mano negra”, un “modus operandi” desde el 2015 a la fecha donde se ha vuelto recurrente la fractura del oleoducto que conlleva a derrames de crudo con las consecuencias ambientales que todos tenemos que lamentar. ¡Estas paralizaciones son la excusa perfecta para justificar la privatización por partes de PetroPerú!
Es más, representantes de dirigentes nativos amenazan con nuevas fracturas del oleoducto ante el histórico abandono de las comunidades nativas por parte del estado peruano.
SISTEMÁTICO CHANTAJE
Frente a ello la petrolera estatal PetroPerú, titular del Oleoducto Norperuano ha desembolsado millonarias sumas para la remediación ambiental a supuestas empresas especializadas y re distribuye ingresos en las comunidades nativas para la limpieza de los derrames. Es más, en el pasado cercano se justificó una Comisión Investigadora en el Congreso de la República presidida por el “desaparecido” Presidente del Consejo de Ministros, “que no sabe y no opina”  respecto a los derrames, causas y efectos, donde supuestamente se debiera saber sobre los responsables.
Por ello, debiera reconocerse a ciencia cierta ¿cuántos millones de soles se han gastado de parte de PetroPerú supuestamente para resolver este problema con las comunidades nativas? Cabe preguntarse si existirán auditorías respecto a estos pagos que se
han vuelto en la práctica un chantaje para la petrolera estatal de parte de miembros de las comunidades que con jornales de 150 soles diarios o más resuelven en parte el problema de los bajos ingresos.
CUESTIÓN DE ESTADO
Al margen de las diferencias que pudieran existir entre el Perú y Ecuador en materia de hidrocarburos esta peregrina idea del Ing. Seferino Yesquén ha merecido los duros calificativos del congresista Manuel Dammert, donde el supuesto plan B para sacar el crudo extraído en la selva norte, constituye una traición al Perú y violenta los intereses de PetroPerú.
El Oleoducto Norperuano, después de la Refinería de Talara es el activo más importante que tiene la petrolera estatal, la misma que ha permitido desde 1978 a la fecha trasladar el petróleo de los lotes 1-AB ahora denominado 192, el lote 8 y otros.
En realidad el oleoducto ha permitido monetizar, valorizar por casi 2,000 millones de barriles de petróleo crudo, que han pagado impuestos y regalías que fundamentalmente financian el canon petrolero para la región Loreto, pero que tales recursos lamentablemente se concentran en la capital Iquitos, dejando de lado a las zonas productoras.
PERÚPETRO VERSUS PETROPERÚ
En verdad, no debería causar extrañeza estas declaraciones del presidente del directorio de PerúPetro que no coinciden con los intereses de PetroPerú, la petrolera estatal, titular del Oleoducto Norperuano.
Es más, cabría preguntarse si tal posición del presidente del directorio Perúpetro cuenta con la aprobación del conjunto de sus miembros o es una salida individual, la misma que colisiona no solamente con PetroPerú, sino también con el Ministerio de Defensa y la Cancillería nada menos.
¡Esto sucede cuando buenos técnicos se improvisan como funcionarios públicos que carecen de una visión de estado!
En el mismo sentido cabría interrogarse si el ministro del sector de energía y minas comparte esta alternativa, este denominado Plan B ante las interesadas paralizaciones del Oleoducto Norperuano.
Todo pareciera en este caso que el presidente de PerúPetro, Ing. Seferino Yesquén expresa y representa los intereses de las empresas petroleras que operan en la región, concretamente Perenco del lote 67 que teniendo operaciones en el Ecuador preferiría sacar su crudo por la selva ecuatoriana.
Sumado al argumento de los atentados que provocan el cierre, la paralización del bombeo de crudo en las operaciones del Norperuano, con las pérdidas económicas consiguientes para las empresas, el estado, los gobiernos locales y regionales como también la afectación de los intereses de PetroPerú, se exponen argumentos económicos adicionales.
TARIFAS ALTAS CON SUBUTILIZACIÓN
Las empresas que utilizan el Oleoducto de PetroPerú señalan que la tarifa por abonar por barril de crudo transportado es muy alta, cercana a los US $ 10 dólares cuando por el vecino país, las tarifas serían menores a los US $ 3 dólares por barril. Por tanto, lo económico para las empresas privadas, el plan B de Yesquén es sacar el petróleo del lote 67 por el Ecuador.
Debiera ser evidente que si una empresa se conecta con el oleoducto ecuatoriano, otras también seguirán ese camino, en lo que llamaríamos “efecto espejo” con lo cual el Oleoducto Norperuano sería dejado de lado por obra y gracia de Perúpetro, una agencia estatal que juega contra PetroPerú, es decir contra el interés público.
Debiera ser evidente que un Oleoducto como el Norperuano construido en la década de los años setenta del siglo pasado, fue diseñado para trasladar en el tramo más importante 200 mil barriles diarios y hoy está claramente subutilizado por una serie de razones.
Como “monopolio natural” si su construcción fue diseñada para trasladar 200 mil barriles diarios, y hoy en día no traslada ni 20 mil barriles, debiera ser evidente que los costos unitarios por trasladar un barril se encarecen. De allí la explicación de por qué las empresas tienen que pagar US $ 10 dólares por barril como tarifa de transporte.
Por tanto la solución fácil y expeditiva es sacar el crudo de la selva nororiental usando el oleoducto ecuatoriano, cuya salida en la costa del país vecino sería en el norte del Ecuador, en el puerto de Esmeraldas y de allí el crudo sería trasladado a la refinería de Talara/PetroPerú, evidentemente pagando un flete marítimo, con lo cual al margen de las consideraciones geopolíticas, “el remedio sería peor que la enfermedad”
Una consecuencia derivada por esta decisión que ha sido calificada de entreguista y una traición al Perú, es el fomento de la falta de integración entre la producción de crudo y el uso del Oleoducto Norperuano.
INTEGRACIÓN VERTICAL
Al respecto debemos reconocer que constituye una máxima económica que mientras más producción se tenga que extraer y movilizar por el oleoducto de PetroPerú, menores serán las tarifas por pagar por barril transportado. ¡A más volúmenes transportados menores tarifas!
Ello será posible con la madurez de los proyectos en los lotes 95, 67, 39, 64 que tendrán una salida hacia la costa norte, para ser tratados en la refinería de Talara. Que con la producción conjunta de los lotes 192, lote 8 se proyectaría producir más de 100 mil barriles diarios.
En tal sentido la salida del petróleo de la selva norte al fluir por el Ecuador, quebraría la integración vertical que debiera existir en la producción bajo responsabilidad de operadores privados y PetroPerú.
Es más se atentaría contra las sinergias que debieran existir entre la producción de crudo pesado del lote 192, lote 8, lote 67 que podría ser tratados en la Refinería modernizada de Talara a partir del 2021.
Es de público conocimiento que las reservas del lote192 debieran ser transferidas a PetroPerú por ley expresa aprobada por el Congreso de la República, desde agosto del 2018, y si no fuese por las recurrentes perforaciones del oleoducto que prolongan interesadamente la administración temporal de Frontera Energy que parece ser la empresa preferida del presidente de Perúpetro.
TRANSPORTE SABOTEADO
El Oleoducto Norperuano es una obra de ingeniería de la década de años setenta del siglo pasado que ha permitido valorizar el crudo del lote 1-AB desde 1978 que ahora ha sido redimensionado e identificado como lote 192, donde históricamente han operado las petroleras OXY, Pluspetrol Norte desde el 2001 hasta el 2015 (agosto) y por ahora Pacific Stratus Energy que se ha convertido en Frontera Energy una empresa “pichiruchi” en el sector.
El Oleoducto Norperuano ha permitido monetizar, valorizar el crudo pesado del lote 192 (antes 1-AB) que se mezclaba con el petróleo del lote 8 en una combinación que permitía su traslado y otorgaba un mayor valor al petróleo de dichas operaciones, pues mezclaba un crudo de 18º grados con uno de 24º grados API o densidad, lo cual agilizaba su transporte.
Lo cierto y evidente es que el Oleoducto Norperuano debe ser modernizado y sobretodo mejor vigilado pues en el mediano plazo la producción solamente de la selva norte puede superar los 100 mil barriles día, con la plena operación del lote 192 donde se podrían extraer un mínimo de 20 mil B/DC barriles por día calendario, que sumadas a las operaciones del lote 8 (10 mil B/DC), más la reciente inaugurada Petrotal que en los primeros años extraerá cerca de 10 mil B/DC, más la producción futura de Perenco del lote 67 (15 mil B/DC), GeoPark/PetroPerú (5 mil B/DC) y otros lotes más.
¿QUÉ HACER?
En verdad, en el marco de la responsabilidad social empresarial, el estado tiene que enfrentar y resolver el problema de la inseguridad del Oleoducto Norperuano que sistemáticamente es perforado por terceros que merecen la máxima sanción.
A la vigilancia de día y noche en los más de 900 kilómetros tanto en el ramal principal como aquel que conecta al lote 192, mediante métodos modernos, sensores, drones, etc. urge la participación de la población interesada, pues la riqueza que se traslada de alguna forma debe ser compartida por la población cercana a este importante activo que bien conservado puede durar 100 años más como los oleoductos que existen en Estados Unidos de Norteamérica.
Por ello, al igual de lo que se hizo para Piura y Tumbes en el 2002 se debe mejorar la redistribución del canon y sobrecanon petrolero con el objeto de favorecer a las poblaciones cercanas a la explotación de petróleo.

Lamentablemente el canon petrolero se centraliza en la capital Iquitos, captando el gobierno regional el 52%del mismo, universidad pública un 5% y el Instituto Peruano de la Amazonía (3%), siendo el monto restante del canon petrolero (40%) distribuido entre todas las provincias y distritos que conforman Loreto.

Por tanto la población de la zonas productoras como Datem del Marañón o los distritos de Andoas (lote 192) y Trompeteros (lote 8) que experimentan en carne propia las consecuencias negativas del extractivismo petrolero, perciben cifras ridículas por concepto del canon y sobrecanon petrolero.

Evidentemente a los grupos étnicos de los achuares y comunidades cercanas a la explotación petrolera les llega muy poco de estos recursos en razón que ha sido y es una práctica de los gobiernos de turno concentrar los recursos por razones políticas en los centros urbanos. Por tanto, la exigencia al gobierno central por servicios, educación salud, infraestructura etc. será cada vez mayor a pesar del potencial de la riqueza petrolera que debiera ser explotada bajos los principios de la responsabilidad social, ambiental y tributaria.

lunes, 11 de febrero de 2019

ABUSOS, DISTORSIONES Y PERVERSIONES EN EL GLP


EL MINEM SIN BRÚJULA NI ESTRATEGIA
ESCRIBE : JORGE MANCO ZACONETTI

En verdad el gobierno no ata ni desata en el problema de los precios abusivos del GLP que tienen que asumir los consumidores. Es más, el presidente Vizcarra le ha pedido expresamente al ministro del sector que resuelva el impase, pero el ministro Ismodes está más pérdido que ”cochero de drácula” en un intringulís que no ha resuelto desde el 2012 el cuestionado FISE, un subsidio de S/ 16 soles que se efectiviza mediante un vale de descuento para adquirir un balón de gas licuado de petróleo (GLP) con un peso de 10 kilos.
Si bien la Memoria Anual de Gestión del FISE al 2017 los usuarios beneficiados por el FISE han sumado los 1’578,846 peruanos de una población cercana a los 32 millones, es decir apenas habría beneficiado a un poco más del 6 % de la población supuestamente considerada pobre, al margen del mal uso que se pudiera dar en su aplicación.
Este subsidio significa que de un precio de mercado por balón del 10 kilos equivalente a S/ 38,86 soles por ejemplo ver cuadro, los más pobres registrados tendrían un descuento de S/ 16 por balón, por lo tanto pagarían solamente la diferencia S/ 22,86 soles ya de por sí un precio alto si se compara con el ofrecimiento boliviano de vender el GLP en el departamento fronterizo de Puno.
En todo caso, a la aplicación del FISE se redujo el ofrecimiento de la campaña electoral del 2011 de la pareja presidencial Humala & Heredia que prometía el balón a S/ 12 soles.
¿EL FISE CUÁNTO CUESTA?
En su conjunto entre el 2012 hasta el primer semestre del 2018 el valor de los vales con descuentos ha sido de S/ 659 millones de soles para un poco más de 1.5 millones de peruanos, siendo el departamento de Puno el que tendría la mayor cantidad de usuarios registrados en el FISE con 210,079 personas, los mismos que desean el GLP boliviano que se vendería más barato aún pese al subsidio del vale de descuento.
Solamente para que se tenga una idea del valor del subsidio aplicado para el FISE de Lima y Callao que al 2017 reconoció solamente 144,968 familias beneficiadas.  En total el subsidio que se tuvo que asumir para Lima y Callao fue de S/ 115.6 millones de soles que lo paga el MEF pero que lo financiamos en última instancia todos los consumidores del gas y líquidos de Camisea.
Es decir, con el costo del subsidio de 659 millones de soles que mejor aplicado hubiese servido para construir una planta de envasado de GLP bajo responsabilidad de PetroPerú, con una ubicación en los terrenos de la Refinería de Conchán al sur de Lima, pues con la modernización de la Refinería de Talara, prácticamente la unidad de Conchán no solamente sería técnicamente obsoleta, inviable en la actividad de refino con la producción de combustibles tóxicos con altos niveles de azufre.
Se debe tener presente que PetroPerú no envasa ningún balón de GLP ni procesa una molécula de gas natural. Todos debemos recordar que la petrolera estatal se vió obligada a vender su filial Solgás  al precio de US $ 7.5 millones de dólares en 1992, y en ese entonces el balón de GLP costaba S/ 5 soles. Hoy cuesta más de S/ 38 soles y en provincias por encima de S/ 40 soles.
En todo caso, por la transparencia que debiera existir en el uso y destino de los recursos públicos sería interesante que el ministro del sector haga público el costo del subsidio del FISE a nivel país para el 2018, una cifra millonaria seguramente que no resuelve el problema de los precios abusivos del GLP ¿ Por qué será?
SOBREPRECIOS ABERRANTES
Si el FISE como subsidio no ha resuelto el problema de los precios perversos del GLP, tampoco lo ha resuelto la permanenecia del GLP envasado de uso básicamente residencial que se vende en balones y que todavía se considera en el fondo de estabilización, con el objeto de amortiguar los fuertes incrementos hacia arriba en el precio.
Es más, el precio internacional del GLP en el 2018 que sirve de referencia se ha reducido en un 29 % mientras el precio promedio del balón se incrementó en un 3.3%.
Por ello, la consultora privada Organismo Peruano de Consumidores y Usuarios (OPECU) ha estimado en S/ 1,225 millones de soles el sobreprecio pagado demás que evidentemente se concentra en la producción, envasado, distribución y comercialización.
En otras palabras estos S/ 1,225 millones de ganancias extras son capturadas por empresas concretas y constituyen ganancias extras, especulativas gracias a la posición de dominio que se tiene básicamente en la producción y en el envasado.
En verdad, no se necesita ser aprendiz de brujo ni economista para entender las perversiones y distorsiones en el precio del GLP que en lo fundamental se explican en la esfera de la producción, y que se agravan en las fases del envasado, distribución y comercialización minorista, tal como aparece expresado en el cuadro “Cadena de Distribución del balón del GLP” que tomamos a préstamo del diario La República.

¿QUÉ PASA EN EL PRODUCCIÓN?
En primer lugar tenemos que decir que PetroPerú es un productor marginal de GLP con una producción promedio de 4,850 barriles diarios de una demanda que bordea los 65 mil barriles por día calendario.
El negocio para PetroPerú más que producir GLP es servir de intermediario pues vende más de lo que lo produce. A partir de la destilación del petróleo crudo, y de varios procesos técnicamente complejos y de mayor valor se obtiene el GLP en el proceso de refinación en la unidad de Talara a más de 1,200 kilómetros de distancia del principal mercado que es Lima.
Para la petrolera estatal le resulta más atractivo comprarle a la Pluspetrol la principal productora de GLP en la Planta de Fraccionamiento de Pisco que procesa los líquidos de gas natural de Camisea que se obtienen de los lotes 88, 56 y 57
Por tanto, el precio/costo que vende PetroPerú por un balón de 10 kilos tal como aparece en el cuadro es de S/ 18,43 soles, sin considerar impuestos (IGV) y a este precio está obteniendo utilidades, pero ya es un precio alzado con una serie de distorsiones que en última instancia las asumen los consumidores.
PetroPerú como empresa  a partir de las actividades de refinación del petróleo produce solamente 4,850 barriles diarios de GLP pero vende como distribuidor mayorista un promedio de 12 mil barriles diarios de este derivado.
Es decir, vende más de lo que produce pero ya los precios están elevados pues ofrece  a S/ 18,43 soles el balón de 10 kilos. ¿Cuánto margina por balón de 10 kilos? Seguramente es un secreto de empresa de parte de PetroPerú pero estoy seguro que gana un pequeño margen por balón.
Lo que definitivamente es cierto es que la parte de león se la lleva Pluspetrol y las empresas asociadas al Consorcio Camisea que se aprovechan de la mayor parte del pastel. Sabe el Osinergmin la estructura del precio de oferta del GLP, ¿Cuál es el precio/costo de GLP en la Planta de Fraccionamiento de Pisco?
GLP DE LOS LÍQUIDOS

Osinergmin es el organismo regulador por excelencia y sabe mejor que nadie que aproximadamente el 90 % del GLP obtenido en el país, se extrae a partir de las Plantas de Fraccionamiento que transforman los líquidos de gas natural (LGN) en GLP, diésel y algo de nafta.

También el organismo regulador debe reconocer que los precios de los LGN son US $ 10 dólares hasta US $ 15 más baratos en relación al petróleo. Pero oficialmente se asume que toda la producción de GLP fuese a base del petróleo que se cotiza a un precio más caro.

Por tanto, si los precios de LGN son más baratos en relación al petróleo, por qué en nuestro país los precios del GLP toman como referencia los precios internacionales del petróleo (marcador internacional Mont Belvieu), como si toda la producción de este combustible básico en la canasta familiar fuera obtenida del petróleo.

En verdad, solamente en este proceso, al consumidor le cargan un sobrecosto mínimo de US $ 10 dólares por barril de GLP. Luego existen otros sobrecostos, entiéndase abusos por el costo del transporte marítimo (fletes) de Pisco al Callao, donde se cobra US $ 80 dólares o más por tonelada de GLP como si el flete fuera internacional. De esta realidad ¿estará enterado el señor ministro de energía y minas?

LA GANANCIA EXTRAORDINARIA

Todos debemos reconocer que la mayor rentabilidad en la explotación de los hidrocarburos que subyacen en el subsuelo de los lotes 88, 56 y 57 se relaciona con la producción de los líquidos de gas natural pues tienen precios internacionales a diferencia de la explotación de gas natural que tiene precio regulado.

En otras palabras el lomo fino es la producción de líquidos, y el hueso sería la explotación de gas natural pues tiene precio regulado (lote 88) al margen de las limitaciones del mercado interno.

Sin embargo, reconociendo que en un proceso simultáneo la extracción de los líquidos se hace conjuntamente con el gas natural. Es decir en el mismo proceso de extracción se separa el gas natural por un lado y los líquidos por el otro. Es más, montos equivalentes a los 300 millones de pies cúbicos diario se reinyectan, y se privilegia la producción de líquidos que es la base para obtener el GLP en la planta de fraccionamiento de Pisco.

En nuestro país se extraen en los lotes de Camisea un promedio 1,200 millones de pies cúbicos de gas natural por día con precios en boca de pozo que no superan los US $ 2 dólares por millón de BTU para la determinación de la regalías (ingresos del fisco)
Un millón de BTU es una medida de calor que resulta equivalente a casi 1,000 pies cúbicos en volumen. Y para que se entienda la riqueza que se genera en la producción de gas, se debe tener presente que aproximadamente el 50 % de un millón de BTU en Camisea (US $ 1 dólares) resulta equivalente en términos caloríferos a un balón de 10 kilos de GLP que se vende a más de US $ 10 dólares.
Por tanto, como capital privado prefiero extraer líquidos y obtener GLP que se vende a US $ 10 dólares el balón que masificar el gas natural que no sería un buen negocio para las empresas.
De allí, la importancia desde el punto de vista del interés público de la masificación de la cultura del gas natural en nuestro país, para tener un energético barato, limpio y competitivo al servicio de las mayorías.
Por tanto, se puede estimar las espectaculares utilidades privadas que tienen plantas de fraccionamiento de líquidos de gas natural que se extraen y se separan del gas natural para procesar GLP, como es el caso de Pluspetrol, Savia, Graña y Montero en nuestro país.
A ello debe sumarse las ganancias y distorsiones del precio en la cadena del envasado y distribución, donde las empresas de envasado que al mismo tiempo distribuyen capturan más de un tercio de la riqueza producida.
Por tanto si el precio de un balón de 10 kilos de GLP es de S/ 38.86 soles se quedan con 12.39 soles, 5.39 por inyectar el gas y S/ 4.72 por ingresos como distribuidor mayoristas. Es decir, capturan el 32 % del precio, donde deducidas los costos de envase y distribución obtienen un gran margen de utilidades.
Quiénes son las empresas envasadoras, Qué grupos económicos operan, cuánto ganan y las empresas distribuidoras que operan como mayoristas, las distorsiones y anomalías de mercado será materia de otro artículo.
Lo cierto y evidente es que con precios superiores a los S/ 38 soles por balón de 10 kilos, los consumidores estamos pagando precios abusivos y que una efectiva regulación supone entre otras cuestiones la presencia fortalecida de PetroPerú para que sirva de contrapeso en las fases del envasado, distribución y comercialización, pero los sobrecostos en la producción debieran ser resueltos de lo contrario el remedio resultaría peor que la enfermedad.