En la administración empresarial
cuentan los resultados y no los buenos deseos ni sanas intenciones. La
racionalidad económica con la lógica del costo/beneficio debe servir como
criterio fundamental para la evaluación de la eficiencia. Es cierto también que
la eficiencia social no tiene el mismo contenido que la eficiencia privada. Si
bien el negocio de hidrocarburos está considerado como uno de los más rentables,
PetroPerú debe ser una de pocas empresas a nivel internacional que no produce
un barril de crudo ni una molécula de gas natural.
De allí, si evaluamos la
eficiencia empresarial de PetroPerú esta debe tener en consideración las
diversas particularidades económicas y sociales que arrastra la petrolera
estatal desde la privatización de sus principales unidades y activos (lotes
petroleros, Refinería La Pampilla, filiales rentables como Solgás,
Transoceánica entre otras), cuestión que este gobierno se comprometió en
superar con su fortalecimiento y modernización.
Sin embargo, ello no impide
analizar la situación económica financiera de la petrolera estatal al III
Trimestre del presente año, haciendo la comparación entre los ingresos y
utilidades proyectadas frente a los resultados reales obtenidos. De allí el
contraste entre las ilusiones y las realidades.
En una empresa privada si las
diferencias entre los resultados reales y proyectados varían en 15.8% en los ingresos, 71% en relación a la
utilidad operativa y 36% respecto a la utilidad neta obtenida tal como se puede
observar en el cuadro, lo menos que puedo hacer es cuestionar el trabajo de la
gerencia de planeamiento corporativo por las elevadas diferencias que
supuestamente inducen a error al directorio de la empresa. En verdad, más de un
gerente debiera irse a la calle. De allí, cabe preguntarse ¿si tiene un gerente de una empresa estatal estabilidad
laboral absoluta al margen de los magros resultados?
Solamente a nivel de ingresos
dejar de percibir más de S/ 1,560 millones de nuevos soles en lo que va de
enero a setiembre del 2012 (US$ 578 millones) no es “moco de pavo”. Así, si el
ingreso proyectado hasta el III Trimestre era de S/ 11,392 millones de nuevos
soles y lo realmente obtenido ha sido de S/ 9,832 millones, la diferencia de S/
1,560 millones de menores ingresos a los proyectados, resultan superiores al
capital suscrito y pagado que tiene PetroPerú al 31 de diciembre del 2011, que fue
valorizado en S/ 1,372 millones, según la Memoria Anual del 2011.
Reconociendo la experiencia de
sus gerentes de mercado externo el elevado margen de error en los ingresos por
ventas tendría otro objetivo, el cual sería el justificar el exceso en las
compras de crudo y derivados por encima de las reales necesidades. En verdad,
si la mayor parte de las compras de petróleo corresponden al mercado de corto
plazo (spot) estas prácticas resultan discutibles, y solamente un modelo
matemático me podría señalar el nivel óptimo de las existencias, pues de lo
contrario se puede ganar como perder grandes sumas, tal como sucedió en el 2008
con la disminución abrupta del precio internacional.
En el mismo sentido, la utilidad operativa proyectada al III
Trimestre fue de S/ 165 millones y la realmente obtenida apenas alcanzó los
96.4 millones, y la utilidad neta realmente alcanzada fue de S/ 82.5 millones,
lo que significa una tasa de rentabilidad operativa de 0.98% y un margen de
rentabilidad neta de 0.89%.
A pesar de ello se insiste
ilusamente en la compra y/o
participación en el 51% de la Refinería La Pampilla que controla Repsol, o
cotizar las acciones de la petrolera estatal en la Bolsa de Valores hasta un
20% Se debe tener presente que la empresa que asuma la mayoría accionaria de
esta refinería tendrá que realizar inversiones por más de 850 millones de
dólares para desulfurizar los combustibles y asumir los más de 560 millones de
dólares de pasivos, al margen del precio de adquisición.
Se podría justificar tales
resultados en una economía deprimida que no es el caso por el crecimiento de la
economía peruana, estimada por la variación cercana al 6% del Producto Bruto
Interno, como también ha crecido la demanda de combustibles. También podría ser la deuda que tiene el
Fondo de Estabilización de Combustibles pero no sería el caso.
Se podría argüir que en las
ventas de combustibles en la Amazonía, la petrolera estatal no recupera el IGV
pagado por los bienes y servicios necesarios ni tiene crédito fiscal. Podría
ser una causal pero los valores que deja de percibir PetroPerú por este
concepto no superan los 200 millones de nuevos soles en el año. De allí, la
necesidad de explicaciones más de fondo sobre las estimaciones proyectadas y
las cifras reales.
SIN ESPALDAS
FINANCIERAS
Lo real y concreto es que las
utilidades netas en el 2012 no superarán los 300 millones de nuevos soles (US$
212 millones), y con tales resultados sería un imposible económico financiar la
integridad de la modernización de la refinería de Talara que superarán los US $
2,500 millones de dólares. Si se tiene presente que el promedio de las
utilidades netas de los seis últimos años, considerando los 456 millones de
nuevos soles de pérdidas del 2008, (2006/2011), han fluctuado sobre los 172
millones de nuevos soles se podrá percibir las dificultades financieras.
Si la capacidad de refino de
Talara se incrementa en un 50% pasando de 65 mil barriles diarios a 95 mil
barriles, con la planta de desulfurización, la unidad de tratamiento de crudo
pesados, la planta de hidrógeno, de ácido sulfúrico, la ampliación de la
destilación al vacío y de la unidad de craqueo catalítico y otras más; así se
tripliquen las utilidades netas alrededor de los 500 millones anuales de nuevos
soles será harto difícil financiar la modernización sin recurrir al crédito
público (endeudamiento), al menos que se tenga el respaldo de las reservas
probadas de hidrocarburos.
Si no se tienen las espaldas
financieras de las reservas de los lotes cuyos contratos están próximos a su
vencimiento, en especial del lote 1-AB será una ilusión el financiamiento
integral que exige la modernización que engloba más de nueve procesos. La
utilización de las reservas es una práctica normal que tienen las empresas de
hidrocarburos para palanquear el crédito interno y externo de bancos y otras
entidades multilaterales.
Sirva de ejemplo lo que hizo
Pluspetrol Corporation en el 2001/2002 para financiar su participación de 27.5%
en el Consorcio Camisea lote 88 y lote 56 utilizando las reservas probadas de
gas natural y condensados que fueron descubiertas en 1984 por la transnacional
anglo/holandesa Shell. Con tales garantías emitió bonos y pudo financiar sus
compromisos de inversión.
La misma práctica fue realizada
por el Consorcio Perú LNG para financiar por más de US$ 4,200 millones de
dólares las inversiones del proyecto de exportación de gas natural licuefectado
proveniente del lote 56, la construcción de la Planta de Pampa Melchorita y
toda la infraestructura necesaria. Lo grave de este “affaire” es que pusieron
como garantía ante los bancos internacionales los 2.6 trillones de gas natural
del lote 88 que supuestamente estaban destinadas al mercado interno; reservas
que dicho sea de paso este gobierno todavía no recupera en la práctica a pesar de las normas al respecto, y las
ceremonias oficiales con embajadores incluidos en las instalaciones de
Pluspetrol (Malvinas)
En segundo lugar, Igualmente será
muy difícil alcanzar tales objetivos estratégicos sin el apoyo político del
presente gobierno al proyecto de modernización y fortalecimiento de PetroPerú. De
allí la necesidad de contrastar las “ilusiones y buenos deseos” con la cruda
realidad, en un gobierno cuya vertiente liberal engloba los ministerios más importantes.
Así, el ministro de economía y finanzas no estaría muy convencido en apoyar el
proyecto de modernización de la Refinería de Talara por los altos costos comprometidos,
como también lo ha expresado el ministro privatizador de energía y minas, Ing.
Jorge Merino Tafur.
A ello debiera agregarse lo
acontecido a nivel político con la “caza de brujas” a lo que resta de
progresista en este gobierno, tales como la salida del presidente de Essalud,
del viceministro de Trabajo ex secretario de la Central de Trabajadores (CGTP), la campaña por la
revocatoria a la alcaldesa de Lima, la renuncia del embajador del Perú en
Argentina, las sanciones al congresista de izquierda Javier Diez Canseco con la
participación de 21 congresistas del partido de gobierno, nos permiten predecir
que no aprobarán el financiamiento para la modernización de PetroPerú, pues
sería reconocer y avalar la gestión del Ing. Humberto Campodónico como
Presidente de PetroPerú.
Por último, un tercer factor que servirá
como justificación en la negativa a la modernización y potenciamiento son los
niveles de corrupción que existirían en la petrolera estatal según expresiones
de la alta gerencia de administración que supuestamente habría realizado un
mapeo de la cadena de corrupción o de prácticas corruptas, que van desde:
favoritismos en los contratos de abastecimientos de bienes y servicios,
anomalías en el transporte de combustibles marino como terrestres, la formación
de empresas de servicios de fachada, la cobranza de cupos, otorgamiento de la
“buena pro” a empresas que no cumplen los requisitos, altísimos niveles de compras
de crudo en el mercado spot pagando los mayores precios y comisiones,
cuestionadas políticas de existencias, rebajas indebidas a las penalidades de contratos onerosos como
el de la IBM, negociados en los seguros etc.
En verdad, el cáncer de la
corrupción debe ser extirpado en PetroPerú y otras instancias de la gestión
pública y no basta el discurso de las buenas prácticas corporativas. A quince
meses de gobierno si se ha efectuado un mapeo de la corrupción al interior de
la empresa bien cabe preguntarse las medidas adoptadas en la lucha contra la
corrupción que se arrastra de las anteriores administraciones y que está
enervando, debilitando la fuerza moral de los trabajadores honestos que son la
mayoría. (Continuará)
2 comentarios:
Saludo los comentarios del colega Jorge Manco, al que nadie podría calificar de enemigo de Petroperú. Veo sin embargo que, a pesar de la señalada corrupción, de la ineficiencia del manejo gerencial y a lo imposible que le va a ser bancar el proyecto de ampliación de Talara (que según se comenta habría subido hasta los 3 mil millones de US$). No creo que ningún gobierno serio, por más nacionalista que pretenda ser avalaría una inversión de tal magnitud, irrecuperable, sin márgenes de ganancia y con una administración que no da pie con bola. Lástima que la Presidencia se haya convertido en caja de resonancia de un manejo ministerial pobre, muy pobre.
Hace mucho tiempo se comentaba que el PMRT (Proyecto de Modernización de la Refinería de Talara) estaría por encima de los 3,100 Millones de dolares, el día de hoy 2 diciembre este calculo quedo lejos del real por declaraciones del ministro de energía y minas Ingº Jorge Merino Tafur, el valor del PMRT es de 3,450 millones, hace menos de 30 días el Ingeniero Industrial Humberto Campodonico insistía que el valor estimado era 1,700 millones y mas aun el congreso a aprobado el presupuesto publico para el año 2013 incluyendo solo 1,700 millones no los 3,450 millones nos parece increíble que el presidente de Petroperu no conociera esta diferencia, ahora solo nos queda preguntarle lo siguiente ¿Cuales son los componentes del proyecto?, ¿Si ademas este proyecto nos va a llevas a tener combustibles menos contaminantes "50 ppm" cuando todas las refinerías del mundo modernas producen 5 ppm?, ¿Existe el estudio de factibilidad del proyecto? ¿Cual es el punto de corte? ¿Por que se acepto la valorización a "Suma Alzada" y no a precios unitarios como debería realizar el costeo de estos proyectos? ¿Quien validad el informe de Industrias Reunidas" ¿Cuantos estudios de factibilidad en proyectos Refineros a realizado Industria Reunidas?Ademas esta valorización, ¿Es lo que esperaba Repsol para poner a la venta Relapasa?
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