KALLPA, ENEL
Y ENGIE CONTRA EL INTERÉS PÚBLICO (*)
ESCRIBE:
JORGE MANCO ZACONETTI
El sufrido usuario regulado es decir, los millones de
clientes eléctricos de baja tensión (BT 5) no lo saben pero lo sienten en sus
bolsillos cuando mensualmente tienen que pagar los recibos eléctricos, los
mismos que expresan los costos de generación, es decir la producción de
electricidad, los costos del transporte que se denomina transmisión eléctrica y
por último, los costos de distribución, más una serie de cargos con el IGV
correspondiente.
Lo que ignora el usuario al pagar sus facturas es que
está asumiendo una serie de sobrecostos, subsidios, cargos, ineficiencias,
financiando ganancias indebidas que nada tienen que ver con la libre
competencia, y asumiendo una serie perversiones eléctricas a vista y paciencia
del organismo regulador Osinergmin, que supuestamente está encargado de
salvaguardar los intereses de los consumidores.
En nuestro país en la década de los noventa del siglo
pasado con la dictadura fujimorista se adoptó la política del cangrejo en
materia de la privatización de los servicios públicos. Es decir, primero se
privatizaron las empresas eléctricas, y luego se crearon los organismos
reguladores.
En especial debiera interesar analizar la privatización y
la fractura de la integración vertical de la empresa estatal Electrolima, ahora
dividida en Edegel, Edelnor ambas con la denominación de Enel, y Luz del Sur
responsables de la generación y distribución de la energía en la ciudad
capital, donde se concentra casi el 50 % del PBI y con más de 10 millones de
habitantes, por tanto se constituye en el mercado más importante.
En tal sentido, el Osinergmin formalmente debe regular
las tarifas eléctricas, apostar por la eficiencia del mercado, defender el interés público en especial de
los clientes regulados que no tienen la capacidad de negociar libremente la
compra de energía y por tanto la tarifa.
MERCADO
DEPRAVADO
A pesar de la regulación, tenemos un sistema eléctrico
perverso para los consumidores en general y regulados en especial, es decir
“sumamente malo “, y “depravado” para los intereses de los clientes regulados,
con una serie de distorsiones en el mercado que le cuestan anualmente cientos
de millones de soles a los clientes regulados, que al final de cuentas
financian las ganancias abusivas que obtienen un cogollo de empresas eléctricas
de generación.
Para conocimiento del amable lector existen tres mercados
que operan simultáneamente. El más importante desde el punto de vista social, es
el mercado de los clientes regulados con más de 7 millones de usuarios que
dependemos del servicio público para el suministro eléctrico. Con la regulación
de las tarifas los usuarios regulados tenemos que pagar un promedio de US $ 65
dólares por megavatio hora, precio que incluye los costos de generación (G),
transmisión (T) y distribución (D), siendo la participación de la generación el
más importante con un 50 %, la transmisión un 20% y finalmente la distribución
un 30%.
CAPTURAR MÁS
CLIENTES LIBRES
Existe un segundo mercado denominado de los clientes
libres, es decir, el llamado “mercado libre” es aquel mercado donde un grupo de
empresas con la fuerza suficiente pueden comprar directamente su energía, en
volumen y precio, negociando con las empresas de distribución eléctrica (D) o
con las propias empresas de generación (G), el suministro de energía.
Antes este mercado libre estaba conformado por no más de
400 empresas, destacando las mineras, grandes industrias, cementeras, bebidas,
etc. que negociaban directamente el suministro de energía con las
distribuidoras y/o empresas de generación. Esta realidad ha cambiado dando
lugar a una “competencia desleal” por captar el mayor número de clientes
libres, donde evidentemente saca ventaja el que ofrece la tarifa más baja a los
clientes libres.
En los últimos años se han relajado los límites para ser
calificado como cliente libre, y existe un promedio de 2,000 empresas que son
consideradas clientes libres, es decir empresas que pueden negociar
directamente, mediante un contrato privado, el suministro eléctrico. Evidentemente
contratarán con aquel generador o distribuidor que ofrezca la tarifa más baja.
Por ahora el cogollo eléctrico está ganando esta guerra por capturar la mayor
cantidad de clientes libres.
Si antes un cliente libre pagaba un promedio de US $ 30
por MW/h, ahora paga menos entre US $ 20 a US 25, favoreciéndose de la “guerra
de precios” que existe entre las empresas de generación que usan el gas de
Camisea tales como Kallpa, Enel y Engie que en una competencia desleal declaran
costos irreales, manipulados por el gas natural, como costo variable, con lo
cual ganan mercado, capturan más clientes libres, y despachan prioritariamente
en el mercado eléctrico, desplazando a otras empresas sea de generación o de
distribución por más eficientes que se sean estas últimas.
GUERRA
DECLARADA
En verdad, la situación en el sector eléctrico está que
arde pues estas empresas de generación están obteniendo ganancias indebidas a
vista y paciencia del regulador, del propio ministerio de energía y minas que
tiene como ministra a una ex funcionaria de Kallpa y a un presidente como PPK
que a través de sus empresas de Miami ha realizado diversas consultorías a
Kallpa, una empresa con un crecimiento exponencial en el mercado eléctrico
peruano.
Por ello, las generadoras eléctricas Kallpa, Enel y Engie
mantienen una controversia con todas las demás empresas de generación sobre
todo hídricas como ElectroPerú, Egenor, y con las empresas de distribución
especialmente Luz del Sur del grupo Sempra responsable de la distribución de
electricidad en Lima sur.
Es tal el nivel de controversia, que el gerente general
de Luz del Sur Mile Cacic, que no puede ser sospechoso de ideas socialistas ni
crítico del modelo liberal, en un artículo publicado en el diario de Negocios
Gestión (18/1/18) escribe que el DS Nº 043 aprobado justamente cuando era
Viceministra de Energía la Dra. Angela Grossheim, supuestamente con el objetivo
de superar las distorsiones del mercado eléctrico, estableciendo un costo
mínimo en el precio del gas natural.
Al respecto el gerente de Luz del Sur adopta una posición
crítica pues la normativa aprobada por el gobierno de PPK, resulta peor que la
enfermedad. ¿Qué dice Mile Cacic? “El D.S. 043, lejos de corregir las evidentes
distorsiones del sector eléctrico, resulta un escandaloso favorecimiento a un grupo de generadoras térmicas que han
venido manipulando sus declaraciones de costos variables para su propio e
ilegítimo beneficio y en perjuicio de las hidroeléctricas, las distribuidoras y
sobre todo de los consumidores pequeños.”
EL MERCADO DE
CORTO PLAZO
Por último, existe un tercer mercado eléctrico, el
llamado mercado spot o de corto plazo, altamente especulativo, donde participan
en especial las empresas de generación eléctrica que están representadas por un
cartel, el famoso COES Comité de Operaciones Económicas del Sistema
Interconectado, que supuestamente debiera velar por la eficiencia del sistema,
por el suministro seguro y oportuno.
Ello es particularmente importante pues en los últimos
años en la economía peruana se ha estimulado artificialmente la oferta de
generación mediante una serie de subsidios, cargos, privilegios que los asume
mensualmente el cliente regulado cuando paga sus recibos de electricidad.
Ante el menor crecimiento de la economía peruana, y la
postergación indefinida de los mega proyectos en especial de las inversiones
mineras, existe una evidente sobreoferta en la capacidad de generación de
electricidad que se estima en un 50 % de la potencia instalada. Por las propias
características y perversiones del mercado eléctrico, una sobreoferta en la
capacidad de generación no se expresa en menores tarifas, todo lo contrario las
tarifas eléctricas siguen subiendo.
Tan es así, que
más del 50 % de la capacidad de potencia de generación está en condiciones de
sobreoferta, como reserva, y por tanto no produce electricidad, y las tarifas
se ajustan hacia arriba. En particular con el gobierno de cosito Humala se
recreó el famoso nodo energético del sur tanto en Mollendo (Arequipa) como en
Ilo (Moquegua), se expandió una reserva fría, se fomentó la generación en
energías renovables, tanto solares como eólicas, como pequeñas hidroeléctricas de
20 MW, asegurándoles un ingreso y una rentabilidad, que en última instancia la
financiaba el sufrido consumidor.
En particular, debiera interesar la curiosa Prima RER,
que se debe entender como un subsidio para las energías renovables, que lo
asume el usuario regulado, y que aumenta en la medida que el costo marginal de
producir una unidad adicional de electricidad se derrumba. Es decir, si el
costo marginal no cubre la tarifa de las energías renovables la diferencia se financia
con una prima, que sale de los bolsillos de los clientes regulados.
En teoría en el corto plazo el precio de la electricidad
en lo referente a la generación está determinado por el costo marginal, o costo
del último productor supuestamente el menos eficiente. Mientras más bajo sea el
costo marginal, supuestamente se debiera favorecer al consumidor, pero ello no
sucede en el mercado peruano, por las benditas primas o subsidios que se
transfieren a las empresas del cogollo eléctrico. ¡A esto se le llama libertad
de mercado!
En el mercado de corto plazo o mercado spot, el paraíso
para las empresas del “cogollo eléctrico” las empresas Kallpa, Enel y Engie
pueden declarar costos variables subvaluados e irreales, sin mayor supervisión
ni auditoría de parte de la autoridad, mejor con el beneplácito del ministerio
de energía y minas.
Por ello el proyecto de ley Nº 2320/2017-CR, denominado
“Proyecto de Ley que restablece la eficiencia en generación y precios de
electricidad garantizando tarifa justa para el usuario”, en los considerandos
reconoce parte de las perversiones y privilegios de parte del cogollo
eléctrico.
En dicho proyecto, se exponen las consecuencias de esta
perversa y anómala realidad del mercado eléctrico que cuenta con el beneplácito
de la actual ministra de Energía y Minas (ex funcionaria de Kallpa), donde en
última instancia los sobrecostos lo asumen como siempre los clientes regulados,
es decir los de menos recursos. En los considerandos del referido proyecto se
reconoce que:
a) “El empleo de precios de gas natural mucho menores que
los reales, ha llevado a una reducción artificial de los costos marginales de
corto plazo de la energía.
b) “Puesto que, de conformidad con la legislación vigente y
los contratos suscritos con los generadores adjudicatarios de proyectos PER
(energías renovables) si el costo marginal no es suficiente para pagar la prima
pactada, la diferencia será cubierta por las tarifas que paguen los Usuarios
Regulados, el menor costo marginal supone un perjuicio para estos últimos, que
deben cubrir las diferencias entre costos marginales subvaluados y el Cargo
Prima RER.”
EPÍLOGO
Resulta evidente que PPK ha puesto una ficha de las
empresas eléctricas que se benefician de las distorsiones en el mercado
eléctrico como la Dra. Angela Grossheim, que desde septiembre del 2017 ocupaba
el cargo de viceministra de energía, y desde agosto del 2016 con el inicio del
gobierno de PPK era secretaria general del Ministerio de Economía y Finanzas,
con una trayectoria académica reconocida como abogada de la Pontificia
Universidad Católica del Perú.
Hasta antes de asumir un cargo público, las escuetas
noticias periodísticas reconocen su experiencia sobre todo en el sector
privado, como sub gerenta legal de IC Power principal accionista de de la
empresa Kallpa entre el 2009 y 2014, y como directora de desarrollo de
proyectos de la misma empresa entre noviembre del 2014 y 2016, pues gracias a los
excedentes y sobreutilidades obtenidas ha financiado su expansión a otras
unidades del grupo como Cerro del Aguila y Samay I
Por ello, haría bien la Comisión de Energía y Minas en
demandar su presencia para explicar las evidentes anormalidades, perversiones y
distorsiones de un mercado eléctrico donde el cliente regulado de menores ingresos paga US $ 65 dólares por
megavatio hora, los clientes libres como las mineras abonan menos de US$ 25
dólares por megavatio hora, y las empresas de generación del cogollo eléctrico
declaran costos de US $ 10 dólares o menos por megavatio hora en el mercado
spot. Y sobre todo, para que explique ¿Todo estas perversiones y depravaciones
eléctricas cuánto le han de costar al usuario regulado?
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