EL
LOTE X: RENTABLE A PESAR DEL TIEMPO
ESCRIBE:
JORGE MANCO ZACONETTI
Si se comparan los años 1997
al 2018 en lo referente al lote X, un
campo considerado maduro pues fue explotado por la vieja IPC desde la década de
los años veinte del siglo pasado, pasando por las operaciones bajo
responsabilidad de PetroPerú desde 1969 hasta 1996, fecha en que fue
transferido a la petrolera argentina Pérez Companc (Pecom)
¿Qué se decía de ese viejo
lote? Que era un lote sobreexplotado, con rendimientos decrecientes, que no
tenía muchas reservas probadas, que tenía altos costos operativos. Con miles de
pozos cerrados temporalmente (ATA) por ser antieconómica su explotación con
precios menores a los US $ 20 el barril. Hoy agosto del 2019 los precios están
sobre los US$ 65 dólares el barril, y todavía son atractivos.
Es más, entre 1993/1995 para
justificar una irracional privatización en el colmo del cinismo, se decía que PetroPerú no estaba en capacidad de
operarlo, pues le generaba pérdidas a la empresa.
De allí, que del viejo lote
X se desprendieron una serie de lotecitos, pequeños pero rentables, tales como los lotes I, II, III, IV,V,
VI/VII, IX, XIII entre otros.
Los argumentos ideológicos
que justificaron la privatización fragmentada de PetroPerú quedaron al
descubierto cuando la petrolera estatal comenzó a generar utilidades, en razón
del sinceramiento de los precios de los combustibles.
Así, todo ello evidentemente
era una gran mentira que se puso en evidencia, cuando desde 1994 la petrolera
estatal comenzó a generar utilidades del orden de los US $ 256 millones de
dólares anuales y era todo un problema pues ¿cómo se ha de privatizar una
empresa que está generando utilidades? Un contrasentido económico.
Así, contra viento y marea
dicho lote fue privatizado en diciembre de 1996 y desde el año siguiente hasta
el 2018 estuvo bajo operaciones de Pérez Companc, pasando por Petrobras y la
estatal china CNPC.
LOTE X: CON RESERVAS PROBADAS
De dicho campo maduro se han
extraído 100 millones de barriles entre 1997 al 2018, y con los datos oficiales hasta diciembre del 2018 habrían 71 millones
de reservas probadas adicionales todavía por explotar que con precios promedio
de 65 dólares el barril encierra una riqueza potencial de más de 4,500 millones
de dólares.
De allí su importancia, para
que dicho lote retorne a PetroPerú, una vez cumplido el contrato que justificó
su transferencia al sector privado.
Como se podrá observar en el
primer gráfico, las reservas probadas antes de su privatización en 1994 no
superaban los 40 millones de dólares, y en diciembre de 1996 Pérez Companc pagó
un equivalente a US $ 202 millones de dólares.
En tal sentido, cabe
preguntarse, si en 1996 con reservas probadas de 40 millones de barriles se
pagaron US $ 202 millones de dólares, cuando el precio del petróleo no superaba
los US $ 20 dólares, cabe interrogarse ¿Cuál sería el precio que debiera
pagarse por 71 millones de barriles de reservas probadas, ahora que el precio
bordea los US $ 65 dólares?
Al margen de ideologías, sin
considerar las grandes diferencias de coyuntura entre 1996 y el 2018, donde el
Perú ha pasado de ser un país paria, considerado pobre a ser un país de
ingresos medios, con tasas positivas de crecimiento económico, de una fortaleza
macroeconómica, con disciplina fiscal, a pesar de la incertidumbre de la
economía mundial.
LOTE X CON CRECIENTES INGRESOS
La segunda gráfica
respectiva sobre los ingresos obtenidos a partir de la explotación de los
hidrocarburos del lote X nos indica los importantes ingresos por ventas que han
tenido las empresas que han operado el viejo lote X, prácticamente desde 1997
hasta el año pasado bajo responsabilidad privada, a pesar que tanto Petrobras
como CNPC son empresas petroleras estatales que operan bajo régimen privado.
Con una producción
que promedia los 12 mil a 14 mil barriles diarios de petróleo crudo ligero que
es vendido íntegramente a la refinería de Talara a precios internacionales, y
reservas probadas, es sin duda el lote más importante y rentable de la costa
norte.
A ello se debe sumar
los volúmenes de gas natural que se venden a la planta eléctrica de Piura, con
todo ello se puede observar el comportamiento creciente de los ingresos
generados a partir de la explotación del viejo lote X.
Se debe tener
presente que la refinería de Talara modernizada y en funcionamiento a partir
del 2021 demandaría no menos de 20 millones de pies cúbicos diarios para sus
operaciones especialmente en la generación de energía. De allí la importancia
adicional del lote X para PetroPerú.
Bajo responsabilidad
de la petrolera argentina Pérez Companc 1997/ 2002 los ingresos obtenidos al
margen de las regalías pagadas, bordean los US $ 100 millones anuales pues los
precios internacionales del crudo se mantenían en ese período por debajo de los
US $ 20 dólares el barril.
Sin embargo, a partir
del 2003 bajo responsabilidad de la brasileña Petrobras, los ingresos se
incrementaron de manera sustantiva alcanzando los US $ 600 millones en el 2012
gracias a la bonanza de los precios del crudo que se dispararon para promediar
los US $ 100 dólares el barril, con excepción de la crisis del 2009.
Este incremento de
los ingresos por ventas en el lote X en el período 2003/2012 no solamente se
explicaría por los altos precios del crudo, sino también por un aumento de la
producción gracias a los incentivos de la ley de promoción a la inversión en
los campos maduros de Talara.
Por último, en el
período 2014/2018 bajo la responsabilidad operativa de la estatal china CNPC
los ingresos al margen de las regalías pagadas al fisco, bordean los US $ 400
millones anuales, con un bajón en los años 2015 y 2016 en razón de los precios
deprimidos del crudo.
EPÍLOGO
Por experiencia
podemos decir que el lote X a pesar de sus antigüedad es rentable, está ubicado
e integrado directamente a la refinería de Talara por medio de un sistema de
tuberías y una infraestructura ligada a la refinería.
Tiene reservas
probadas de petróleo ligero y en sus entrañas existen más recursos de crudo,
pues lo que siempre se ha hecho en dicho lote es la masiva perforación en pozos
de desarrollo.
Por todo ello, el
lobbismo petrolero de los gremios empresariales, y de algunos congresistas de
la República que hacen lo posible e imposible por la extensión de la vigencia
contractual que debe caducar en el 2025, y por la normatividad legal dicho lote
debe regresar a manos de PetroPerú en razón del interés público.
El fortalecimiento de
PetroPerú supone y exige la integración vertical con producción propia de
petróleo, con ello obtendrá mayores excedentes y utilidades y podrá repagar la
deuda que asumió para financiar la modernización de la refinería de Talara que
debe operar a partir del 2021 para servir mejor al consumidor peruano.
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