MÁS COBRE CON UN ALTO COSTO SOCIAL
ESCRIBE:
JORGE MANCO ZACONETTI
En el 2016 gracias a las
inversiones mineras financiadas en gran parte por los beneficios tributarios
como la reinversión de utilidades, arrastre de pérdidas, depreciación acelerada
entre otros, otorgados por el estado peruano para hacer posible las ampliaciones
y nuevos proyectos de las empresas en especial de las cupríferas (Las Bambas,
Chinalco, Hudbay), la producción de cobre en nuestro país ha superado los 2.3
millones de toneladas finas equivalentes (TMF), sobrepasando los niveles
alcanzados en el 2015 donde la producción fue de 1.7 millones (TMF).
Ello significa un incremento absoluto de 653 mil toneladas finas equivalentes a una variación del 38.40 por ciento, según el cuadro respectivo. En tal sentido, debemos identificar a las empresas mineras que están explicando este incremento productivo que constituye la respuesta para enfrentar los menores precios del cobre después de la bonanza que tuvo su pico más alto en el 2011 cuando alcanzaron los niveles de casi 4 dólares la libra.
En el 2015 el precio
promedio de la libra de cobre fino fue de US $ 2.11 y en el 2016 de US $ 1.85,
aunque en los primeros meses del 2017 se verifica una mejoría superando los US
$ 2.50 la libra. Por tanto frente a estos niveles de precios la respuesta
empresarial constituye el aumento de la producción de la forma más acelerada
posible, con el agravante que la mayor parte de la producción de cobre en
nuestro país está constituida por
concentrados que se castigan en el mercado mundial con menores precios,
con la excepción de la producción de la SPCC, que procesa y refina sus
concentrados.
En primer lugar, destaca la
Sociedad Mra. Cerro Verde donde la producción se incrementa de las 256 mil toneladas finas (TMF)
alcanzadas en el 2015 a más de 522 mil toneladas en el 2016. Es decir, la
producción prácticamente se duplica, gracias a las sucesivas ampliaciones que
desde el 2006 ha tenido esta empresa minera.
Evidentemente este aumento
coloca a la Sociedad Mra. Cerro Verde S.A.A. en el primer lugar de la
producción del metal rojo en nuestro país tal como se puede observar en el
cuadro respectivo, superando a SPCC, a la Mra. Antamina, Tintaya/Antapaccay, y
a la reciente producción de Las Bambas que en el primer año de operaciones se
ha posicionado en el tercer lugar de la producción cuprífera.
En un segundo lugar, la
Compañía Mra. Antamina ha producido 443 mil TM incrementando la producción en
31,652 TM en relación al 2015, lo cual significa una modesta variación del 7.68
por ciento, pues está privilegiando la producción de zinc. En cambio destaca la
producción de Las Bambas con 329 mil toneladas en el 2016 y se espera que antes
del 2018 supere las 500 mil TM, pese a los problemas sociales.
En tercer lugar, debe
mencionarse la menor producción relativa de SPCC y de la Mra. Chinalco, con
variaciones negativas del orden de 2.77 por ciento y 7.5 por ciento
respectivamente en el 2016 en relación al 2015. En el caso de la Southern Perú
Copper ello estaría demostrando el agotamiento y la menor ley de los
yacimientos de Toquepala, y de otro lado la necesidad imperiosa de nuevos
proyectos que tiene el Grupo México como la cuestionada Tía María y el proyecto
Los Chancas, que serán la prueba de fuego del gobierno de PPK que pretende destrabar las inversiones en general y mineras en particular.
Igualmente no deja de
sorprender la disminución productiva de la empresa china responsable del
proyecto Toromocho, Mra. Chinalco cuando hacia comienzos del 2016 anunciaba
superar las 220 mil TM anuales en concentrados de cobre. Se puede afirmar que
los problemas laborales, la sobreexplotación de la fuerza de trabajo, la exigencia de usar maquinaria china de baja
calidad y los altos contenidos de azufre en los concentrados de cobre les está
pasando la factura.
UN CERRO VERDE EN CUESTIÓN
Sin lugar a dudas destaca la
producción de Cerro Verde que tiene un bajo costo tributario y un alto costo
social, pues producto de las reinversiones sucesivas el impuesto a la renta
pagado por esta empresa se ha derrumbado
en los últimos años, lo cual seguirá afectando el canon minero que se
distribuye para el departamento de Arequipa que en el 2016 por el ejercicio
2015 percibió menos de 22 millones de soles por concepto de canon minero.
De la misma forma para el
presente año el panorama también se presenta sombrío, gracias a las deducciones
varias que aplica la empresa para determinar la utilidad imponible.
Sin embargo, a nivel
económico la empresa recupera los niveles de ingreso de la época de bonanza
superando los US $ 2,384 millones de dólares en el 2016 más que duplicando los
ingresos del año anterior que sumaron los US $ 1,115 millones de dólares. Es
más, los ingresos del último año superan a los alcanzados del 2008, 2010 y
resultan un poco menores al mejor año que fue el 2011. En tal sentido, cabe preguntarse
en estos años de vacas flacas, ¿qué empresa duplica sus ingresos?
Igualmente la utilidad
operativa suma los US $676 millones de dólares casi cuatro veces más a las
utilidades operativas del 2015 que arribaron a los US$ 171 millones de dólares,
lo cual expresa la fortaleza del negocio minero, y la lógica empresarial ante
los menores precios del cobre.
En el mismo sentido, las
utilidades netas fueron del orden de los US $ 340 millones de dólares,
superiores a las del 2015 que apenas sumaron los US $ 33 millones. Ello se
explica evidentemente por los altos montos de depreciaciones, amortizaciones,
deterioro de activos, deducciones varias que aplica la empresa para disminuir
la utilidad imponible, y de pasada el impuesto a la renta por abonar.
Por ello, para el 10 de
marzo del presente año, los trabajadores organizados en el Sindicato de Cerro
Verde, han anunciado el inicio de una huelga general indefinida, por varias
razones laborales. En primer término, la mejora de las condiciones de
seguridad, pues entre el 23 y 24 de febrero del 2017, dos accidentes fatales
han causado una gran conmoción en una empresa que se jactaba de ser de las
mejores en cuanto a las normas de seguridad.
Los trabajadores Arratea
Ale, Wisthon y Cohen Ruiz, Frank son las víctimas de esta insaciable sed de
ganancias, de la avaricia del capital por la recuperación rápida de las
inversiones. También exigen la mejora de las remuneraciones con salarios dignos
que guarden correspondencia con la riqueza creada, que la empresa aprovechando el
marco tributario vigente minimiza, pues a más inversiones más depreciaciones,
más pérdidas tributarias, lo cual disminuye la participación en las utilidades
de los trabajadores y lo más importante vuelve irrisorio el canon minero para
el departamento de Arequipa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario