martes, 31 de mayo de 2016

EL DESPOTISMO ORIENTAL DE CHINALCO - CONTRA LA EXPLOTACIÓN UNA JUSTA PARALIZACIÓN

ESCRIBE: JORGE MANCO ZACONETTI

Según el Marco Macroeconómico Anual 2017/2019, documento oficial del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), el Perú durante el 2016 lidera el aumento de la oferta mundial de cobre. “Con la recuperación, consolidación y nueva producción de las minas cupríferas (Las Bambas, Constancia y Toromocho) se estima que durante el 2016, el Perú desplazará a China del segundo lugar como mayor productor de cobre a nivel mundial, quedando solo por detrás de Chile, consolidándose en dicho lugar durante el 2017” (pág. 35)

En el mismo documento se señala que el costo efectivo (cash cost) de producir  una libra de cobre en el Perú es 116 centavos de dólar, los mismos que están por debajo de los costos de Chile (144 centavos), China (155 centavos), Australia (150 centavos), Estados Unidos (172 centavos)
En tal sentido, si los precios de la libra de cobre se ubican por encima de los 2.20 dólares la libra todavía resultan rentables las operaciones mineras en nuestro país capturando una renta diferencial que no es compartida con el estado ni con las comunidades campesinas.

Esta rentabilidad se incrementa para las empresas productoras que tienen el costo principal en la explotación de cobre, donde se extraen volúmenes adicionales de plata, oro, zinc, y molibdeno que resultan siendo subproductos, como son los casos de Mra. Antamina, Cerro Verde, Antapaccay, SPCC, Las Bambas, Chinalco que son identificados como los principales productores.

Evidentemente esta rentabilidad se incrementa todavía más cuando se cargan a los costos partidas  que no significan salidas de capital fuera de la empresa como serían los montos por concepto de las depreciaciones, amortizaciones de intangibles, factor agotamiento, pérdidas de activos y otras partidas que constituyen parte del excedente económico fuente de las utilidades.

A ello habría que sumar los múltiples beneficios tributarios que se deducen como gasto tributario en la determinación de la utilidad imponible que tiene el sector minero que sumados a los bajos costos salariales y ambientales explican en última instancia el gran atractivo de la inversión minera en el Perú, pese a los conflictos sociales y la inestabilidad política. 

Todo ello demuestra los bajos costos de producción de la minería de cobre en nuestro país en relación a otros países especialmente cupríferos. Debiera llamar la atención que incluso resultan menores a los vigentes en la China que por ahora ostenta el segundo lugar en la producción cuprífera mundial, y donde una ventaja comparativa está en relación a los bajos niveles salariales que resultan regulados por el estado chino. 

Ello debiera llamar la atención puesto que siempre se ha considerado a los salarios pagados en la China como uno de los más bajos en el mundo en razón del excedente demográfico y las políticas salariales reguladas por el estado chino. En tal sentido, si el costo efectivo (cash cost) en el Perú, que incorpora el costo de la fuerza de trabajo directamente comprometida en la producción, resulta menor al de China, podemos inferir la sobreexplotación de la fuerza de trabajo minera en nuestro país.
Ello es importante de destacar pues las operaciones del yacimiento de Toromocho son de responsabilidad de la empresa estatal china CHINALCO cuya matriz es la gigante transnacional Aluminum Corporation de China cuyo accionista es el Consejo de Estado de la República Popular China.

Mra. Chinalco  a cargo del proyecto Toromocho, desde abril del 2014 está considerada como empresa operativa desde el punto de vista tributario por la SUNAT. En el 2015 con una producción de 182 mil toneladas de concentrados de cobre, 17,980 toneladas de zinc, 2,434 toneladas de molibdeno y más 164 mil kilos de plata, la han ubicado en el quinto puesto en la producción de concentrados de cobre y plata gracias al esfuerzo y productividad de sus trabajadores. 

Es más, al primer trimestre  del 2016 se han producido 31,407 toneladas de cobre fino equivalentes, 30,168 kilos de plata, más de 5,519 toneladas de zinc, y 273 toneladas de molibdeno a pesar de los problemas técnicos provocados por la maquinaria china importada para las operaciones que ha sido financiada a través de “préstamos atados” con diversos organismos de la banca estatal china desde el 2010.

El cuadro “Minera Chinalco: Es la sexta Productora de Concentrados de Cobre a Marzo del 2016” nos expone los niveles de producción al mes de marzo del 2016, donde la producción está liderada por Sociedad Minera Cerro Verde con 128 mil toneladas, Cía. Mra. Antamina con 112 mil toneladas, seguida por SPCC con 78 mil toneladas. Especialmente debiera llamar la atención que las empresas Mra. Las Bambas en período de prueba y Mra. Chinalco Perú que todavía no alcanza su plena producción, ambas de capitales chinos ocupan el quinto lugar y sexto lugar con una producción equivalente de 31,470  y 31,407 toneladas respectivamente.

En tal sentido, debiera ser una preocupación del estado peruano las duras condiciones de trabajo, las graves faltas en las medidas de seguridad e higiene, que lamentablemente se expresan en los altos índices de accidentes fatales e incapacitantes. más los incumplimientos contractuales en los convenios colectivos. 

Expresión de ello son los seis accidente fatales ocurridos entre el 2010 al 2015, según el cuadro “Mra. Chinalco: 6 Accidentes Mortales en 5 años de Actividad”, donde las operaciones de carga y descarga, manipulación de materiales, operación de maquinaria, acarreo y transporte resultan en las actividades de riesgo más frecuentes como se puede demostrar en el cuadro respectivo.

Por tanto, los bajos costos de operaciones se expresan en las políticas de “cholo barato”, magros salarios, donde no se reconocen los riesgos de la actividad minera, como las operaciones de Toromocho por encima de los 4,000 metros de altitud en la sierra central del Perú. 

Entre el 2010 al 2015 han sido seis los accidentes fatales donde si bien cuatro de ellos correspondían a empresas contratistas y dos accidentes mortales al titular de las operaciones, en realidad la responsabilidad legal corresponde al titular minero. Por ello, un factor determinante en las remuneraciones al margen  de la rentabilidad, productividad del trabajador debiera ser el riesgo, en una actividad que se desenvuelve en jornadas atípicas de trabajo en campamentos “cuasi militarizados”

Si se tiene presente que el costo efectivo de la producción de cobre en nuestro país es uno de los más bajos en el mundo lo cual expresa la sobreexplotación de la fuerza de trabajo minero.

Si la mayor proporción de la producción minera de Toromocho se destina al mercado chino con ventas aseguradas a la matriz de Chinalco Perú.

Si se consideran los incrementos en la producción de cobre, plata, zinc y molibdeno en el 2015 en relación al 2014, más las deprimidas remuneraciones de los trabajadores de Chinalco. 

Si resultan evidentes las faltas de medidas de prenvención en la seguridad en las operaciones más el incumplimiento del pago de bonos trimestrales, podemos entender el grave resentimiento en la fuerza laboral que impulsa a la toma de medidas de protestas ante lo que constituyen abusos de la empresa hacia sus trabajadores.

Mra. Chinalco ofreció a sus trabajadores mejores atractivos en remuneraciones y con condiciones de trabajo superiores a los vigentes en la gran minería, como el otorgamiento de un bono trimestral equivalente a la cuarta parte de la remuneración mensual, bono que se pagó dicho sea de paso, incluso en la etapa de levantamiento y construcción, es decir, en la etapa preoperativa, cuando no se generaban ni ingresos ni utilidades. 

Por ello, los trabajadores consideran un abuso injustificado que no se pague dicho bono correspondiente al primer trimestre del 2016, más aún cuando los trabajadores no han tenido participación alguna en la elaboración de las proyecciones de producción, ni acceso a los estados financieros auditados al 2015.

En este contexto es que debemos ubicar las protestas de los trabajadores mineros ante las pretensiones de las empresas mineras de continuar obteniendo utilidades con los menores precios del cobre, plata, molibdeno etc. Es decir, terminada la bonanza de precios las empresas pretenden descargar en los trabajadores los controles salariales, los recortes de bonos de productividad, menores remuneraciones, promover los despidos arbitrarios, proponer la jubilación anticipada, incentivar las mayores contratas, en resumen una mayor explotación de la fuerza de trabajo ante la retracción de sus ingresos y beneficios.

Es tan profundo el resentimiento que la mayoría de los trabajadores operativos representados en el Sindicato de Trabajadores de Chinalco con más de 600 afiliados han adoptado legalmente la decisión de paralizar las operaciones productivas los días 31 de mayo, 1, 2, y 3 de junio en las dos guardias en demanda de derechos y beneficios conculcados por la transnacional china que lamentablemente reproduce las prácticas del despotismo oriental en nuestro país.














lunes, 30 de mayo de 2016

PETROPERÚ, IMPORTACIONES Y ELECCIONES *

ESCRIBE: HUMBERTO CAMPODÓNICO

En Francia la producción de petróleo es de 70,000 barriles diarios (70 mbd). Pero su consumo es 1.6 millones de barriles diarios (1.6 MMBD), lo que nos habla de un enorme déficit.  Sin embargo, en Francia las refinerías procesan 1.4 MMBD, cifra 20 veces mayor que su producción diaria.

Lo mismo sucede en Alemania e Italia. Y también en Corea del Sur, donde las diferencias son abismales pues solo producen 48 mbd pero consumen 2.4 MMBD, 50 veces más. Y su capacidad de refinación es aún mayor: 2,9MMBD. Y en Chile la capacidad de refinación es de 214 mbd, con una producción de solo 10 mbd. Y las dos grandes refinerías son de la estatal ENAP.

 En Francia, Alemania, Italia, Chile y Corea del Sur los ideólogos neoliberales habrían dicho lo que aquí dicen los nuestros (como Juan Mendoza en Peru.21): ¿para qué una capacidad adicional de refinación si producimos poco petróleo? ¿Acaso no es más rentable tener solo tanques de almacenamiento para los productos refinados (gasolinas, diesel) que importemos?

Aquí también dicen que modernizar la refinería de Talara para aumentar su capacidad de 65,000 a 95,000 barriles diarios por US$ 2,700 millones está sobrevalorada, porque hay refinerías en el mundo que cuestan mucho menos, como dice Ricardo Lago (1). Eso lo repite Alfredo Thorne de PPK, agregando “elefante blanco”. Aquí Thorne es camaleón, pues en el 2012 le planteó a Petroperú participar en la asesoría financiera de la modernización de Talara.

Lo que no quiere saber Lago es que los estudios de ingeniería y la valorización de la refinería han sido certificados por empresas internacionales de reconocido prestigio, como Arthur D. Little en el 2012 y Technip de Francia (2) en el 2013. Ambas validan la ingeniería y dicen que sus estimados de inversión son 2 a 3% superiores a los acordados entre Petroperú y Técnicas Reunidas de España.
El fondo es que hay en marcha una campaña para desprestigiar a Petroperú y privatizarla, lo que se ha fortalecido con los lamentables derrames del oleoducto norperuano el verano pasado, magnificados por la prensa privatizadora, al mismo tiempo que minimizaban los derrames en los ductos de Camisea. Los derrames no deben suceder y se deben tomar todas las medidas para evitarlos.
Los objetivos de la privatización son múltiples y el actual gobierno es el principal promotor. Uno es que Petroperú no explote petróleo en el Lote 192, a pesar de que el Congreso ya promulgó la ley que la autoriza. Tampoco se quiere que Petroperú explote el Lote 64 y el MEF de Segura pone una objeción tras otra.

El otro objetivo es paralizar la modernización de Talara, alargando los plazos para que obtenga el financiamiento. Hace unos días sin embargo, el Presidente de Petroperú, Germán Velásquez, ha anunciado que pronto se hará la emisión de bonos por US$ 1,000 millones. Esperemos que así sea, pero creemos que desde el MEF seguirán poniendo piedras hasta el mismo 28 de Julio. Ojalá estemos equivocados.

Otro tema es desconocer que Petroperú financia sus actividades e inversiones con ingresos propios, los mismos que han venido aumentando. No es cierto que los US$ 2,700 millones para Talara podrían tener “otros usos”, como en colegios, hospitales o carreteras. Dicho monto lo obtiene Petroperú en los mercados de capital internacionales, sobre la base de la evaluación que hacen las clasificadoras de riesgo.

Finalmente, tenemos que toda la campaña se sustenta en la vigencia del Art. 60 de la Constitución sobre la subsidiariedad del Estado en la actividad empresarial: si la actividad es rentable, entonces la debe hacer el empresario privado y no el Estado. Lo cual es un remanente del sectarismo propio del Consenso de Washington que hace tiempo fue superado en todo el mundo, menos en el Perú.

Por ello, es importante apoyar la campaña del Frente por la Soberanía Energética y por la defensa de Petroperú. Hay un proyecto de ley en el Congreso que debe ser debatido, pero aún no se pone en la orden del día. En lo inmediato, en las elecciones del próximo domingo habrá que votar para que no vuelva el fujimorismo, lo que significa votar por PPK “con los ojos bien abiertos” (3). Aunque en el caso de Piura y, sobre todo de Talara, PPK se dispare al pie al no desautorizar las declaraciones de Thorne.

(1) http://semanaeconomica.com/el-nuevo-sol/2014/06/01/lituma-en-la-refineria-de-talara/
(2) Petroperú, cal y arena, http://www.cristaldemira.com/articulos.php?id=2420
(3) http://larepublica.pe/impresa/opinion/769671-votar-con-los-ojos-bien-abiertos

(*)Ver publicación en:
http://larepublica.pe/politica/771970-petroperu-importaciones-y-elecciones

PRIVATIZACIONES TRAEN MÁS RETRASO, ABUSOS Y PROTESTAS


ESCRIBE: JORGE MANCO ZACONETTI

El sector minero en el Perú durante la década de dictadura fujimorista experimentó un proceso radical de transnacionalización en cuanto a la venta de empresas estatales, mientras Chile retuvo en el ámbito público y potenció a la minera de cobre Codelco, la número uno en la producción mundial de dicho metal, y la mayor aportante al fisco y financista a través de la ley reservada de cobre en la modernización de las fuerzas armadas chilenas.

En cuanto a la transferencia al sector privado de yacimientos y proyectos mineros a “precios de regalo” como Yanacocha, Quellaveco por 12.5 millones de dólares, Antamina por menos de 20 millones de dólares, Barrick (Pierina), Toromocho, Antapaccay y otros. En verdad, los gobiernos de turno sea por interés o ignorancia no valorizan correctamente los recursos naturales, ni los pasivos ambientales que se generan, de allí la fuerte oposición de las poblaciones campesinas que no participan de la riqueza minera.

Sobre las consecuencias de una privatización irracional sirva de ejemplo el descuartizamiento de las rentables unidades mineras de Centromín como Andaychagua, San Cristóbal, Cerro de Pasco, Morococha, Casapalca, que se vendieron aparte del centro metalúrgico de La Oroya hacia 1996, ciudad que hoy languidece en la pobreza, con los trabajadores de Doe Run en el desempleo. 

La falta de planeamiento estratégico y la decisión de vender por partes la rentable minera de Centromín explicaría más tarde en lo fundamental el cierre de la fundición de La Oroya desde el 2009 hasta la actualidad; constituye pues una cruel paradoja que lo más avanzado en valor agregado minero que tiene el país, donde se fundía y refinaba los concentrados hoy esté al borde de la liquidación, pues técnica y económicamente el centro metalúrgico estaba integrado históricamente a la producción minera.

Igualmente se privatizaron a vil precio las empresas mineras como Cerro Verde que fue revendida más de tres veces como negocio privado, Mra. Tintaya, Hierro Perú, la fundición de Ilo en Moquegua entre las más importantes. Con el boom minero del 2004 al 2013 algún agente privatizador como Apoyo S.A., Macroconsult, Prisma etc. se ha interrogado sobre cuánto habría captado el estado por  ingresos y beneficios con una administración eficiente y transparente de las empresas públicas.

Igualmente durante el fujimorismo se promovió la inversión minera a través de una serie de beneficios tributarios para la atracción de inversionistas muchos de ellos especuladores. La serie de beneficios tributarios como la devolución anticipada del impuesto general a la ventas en la etapa de exploración, la doble depreciación mediante las fusiones y/o absorciones, la deducción de una serie de gastos considerados tributarios de la utilidad imponible que tienen el efecto de reducír al mínimo la captación del impuesto a la renta, la depreciación acelerada, la reinversión de utilidades hasta el 80 por ciento del impuesto a la renta, el arrastre de pérdidas y muchos otros beneficios etc.

Estos beneficios tributarios sumados a los bajos costos salariales y ambientales explican en última instancia el atractivo de la inversión minera. Prueba de ello es la ridícula participación del estado en la riqueza minera. Así, durante el boom minero (2004/2013), el estado de cada 100 dólares de ingresos por exportaciones ha captado directamente apenas el 12 dólares, sea por impuesto a la renta, las regalías mineras tanto las viejas como las nuevas, por el gravamen e impuesto extraordinario, más el aporte voluntario y los llamados derechos de vigencia mineros.

En este contexto es que debemos ubicar las protestas de los trabajadores mineros ante las pretensiones de las empresas mineras de continuar obteniendo utilidades con los menores precios del cobre, plata, molibdeno etc. Es decir, terminada la bonanza de precios las empresas pretenden descargar en los trabajadores los controles salariales, los recortes de bonos de productividad, menores remuneraciones, en resumen una mayor explotación de la fuerza de trabajo ante la retracción de sus ingresos y beneficios.

EL CASO CHINALCO

Según el Marco Macroeconómico Anual (2017/2019), documento oficial del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), el Perú durante el 2016 lidera el aumento de la oferta mundial de cobre. “Con la recuperación, consolidación y nueva producción de las minas cupríferas (Las Bambas, Constancia y Toromocho) se estima que durante el 2016, el Perú desplazará a China del segundo lugar como mayor productor de cobre a nivel mundial, quedando solo por detrás de Chile, consolidándose en dicho lugar durante el 2017” (pág. 35)

En el mismo documento se señala que el costo efectivo (cash cost) de producir  una libra de cobre en el Perú es 116 centavos de dólar, los mismos que están por debajo de los costos de Chile (144 centavos), China (155 centavos), Australia (150 centavos), Estados Unidos (172 centavos) Por tanto, si los precios de la libra de cobre se ubican por encima de los 2.20 dólares todavía resultan rentables, más aún si los los volúmenes de plata, zinc, y molibdeno resultan subproductos.

Ello demuestra los bajos costos de producción de la minería de cobre en nuestro país en relación a otros países, incluso resultan menores a los vigentes en la China que por ahora ostenta el segundo lugar en la producción cuprífera mundial. Ello es importante de destacar pues las operaciones del yacimiento de Toromocho son de responsabilidad de la empresa estatal china CHINALCO cuya matriz es la gigante transnacional Aluminum Corporation de China cuyo accionista es el Consejo de Estado de la República Popular China.

Si se tiene presente que el costo efectivo de la producción de cobre en nuestro país es uno de los más bajos en el mundo, que la mayor proporción de la producción minera de Toromocho se destina al mercado chino, si se considera los incrementos en la producción de cobre, plata, zinc y molibdeno en el 2015 en relación al 2014, las deprimidas remuneraciones de los trabajadores de Chinalco, la falta de seguridad en las operaciones, el incumplimiento del pago de bonos trimestrales podemos entender el grave resentimiento en la fuerza laboral que impulsa a la toma de medidas de protestas ante lo que constituyen abusos de la empresa hacia sus trabajadores.

UN PARO JUSTIFICADO
Mra. Chinalco a cargo del proyecto Toromocho, desde abril del 2014 está considerada como empresa operativa desde el punto de vista tributario por la SUNAT. En el 2015 con una producción de 182 mil toneladas de concentrados de cobre, 17,980 toneladas de zinc, 2,434 toneladas de molibdeno y más 164 mil kilos de plata, la han ubicado en el quinto puesto en la producción de concentrados de cobre y plata gracias al esfuerzo y productividad de sus trabajadores.

Es más, al primer trimestre  del 2016 se han producido 31,407 toneladas de cobre fino equivalentes, 30,168 kilos de plata, más de 5,519 toneladas de zinc, y 273 toneladas de molibdeno como se podrá apreciar a pesar de los problemas técnicos provocados por la maquinaria china importada para las operaciones. Tal como se puede observar en el cuadro “Mra. Chinalco S.A. Aumenta Extraordinariamente la Producción en el 2015”

Debiera ser una preocupación del estado peruano las duras condiciones de trabajo, las graves faltas en las medidas de seguridad e higiene, que lamentablemente se expresan en los altos índices de accidentes fatales e incapacitantes. más los incumplimientos contractuales en los convenios colectivos. Prueba de ello son los seis accidente fatales ocurridos entre el 2010 al 2015, según el cuadro “Mra. Chinalco: 6 Accidentes Mortales en 5 años de Actividad”

Los bajos costos de operaciones se expresan en las políticas de “cholo barato”, magros salarios, donde no se reconoce los riesgos de la actividad minera, como las operaciones de Toromocho por encima de los 4,000 metros de altitud en la sierra central del Perú. Entre el 2010 al 2015 son seis los accidentes fatales donde si bien cuatro de ellos correspondían a empresas contratistas y dos accidentes mortales al titular de las operaciones, en realidad la responsabilidad legal corresponde al titular minero. Por ello, un factor determinante en las remuneraciones al margen  de la rentabilidad, productividad del trabajador debiera ser el riesgo.

Se debe reconocer que la Mra. Chinalco atrajo a sus trabajadores con supuestos atractivos en remuneraciones y con condiciones de trabajo superiores a los vigentes en la gran minería, como el otorgamiento de un bono trimestral equivalente a la cuarta parte de la remuneración mensual, bono que se pagó dicho sea de paso, incluso en la etapa de levantamiento y construcción, es decir, en la etapa preoperativa, cuando no se generaban ni ingresos ni utilidades. 

Por ello, los trabajadores consideran un abuso injustificado que no se pague dicho bono correspondiente al primer trimestre del 2016, más aún cuando los trabajadores no han tenido participación alguna en la elaboración de las proyecciones de producción, ni acceso a los acceso a los estados financieros auditados al 2015.

Es más, transcurridos un poco más de dos años la mayoría de los trabajadores operativos representados en el Sindicato de Trabajadores con más de 700 afiliados han adoptado legalmente la decisión de paralizar las operaciones productivas los días 31 de mayo, 1, 2, y 3 de junio en las dos guardias en demanda de derechos y beneficios conculcados por la transnacional china que reproduce las prácticas del despotismo oriental.








(*) Título Original 

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lunes, 23 de mayo de 2016

RESCATE PETROLERO ANTE CRISIS DEL SECTOR -Cantado Fracaso de la Privatización

ESCRIBE: JORGE MANCO ZACONETTI

Hacia mediados de los años noventa del siglo pasado el corrupto régimen del fujimorismo privatizó a precios subvaluados los lotes petroleros, la refinería de Pampilla, las filiales de PetroPerú como Solgás responsable del envasado y distribución de los balones de gas licuado de petróleo; también vendió la empresa naviera Transoceánica cuya flota constituía parte de la reserva naval, y la filial petrolera responsable de las operaciones en el mar, Petromar; asimismo se transfirieron al sector privado los grifos de expendio de combustibles, los terminales, la planta de lubricantes Petrolube, todo en el marco de una política de descuartizamiento de la petrolera estatal, para favorecer los intereses privados.

Sin embargo, la decisión del nefasto régimen de privatizar el conjunto de las empresas públicas encontró una férrea oposición de los trabajadores en general con la CGTP a la cabeza, y en particular de los trabajadores petroleros, que con un alto costo social con cientos de trabajadores despedidos defendieron el patrimonio nacional. Por ello, es importante recordar a los 85 trabajadores despedidos de Talara en 1996 que han demandado al Estado ante la Corte Interamericana de Costa Rica por la violación de los derechos humanos, por el delito de defender la integridad de la Refinería de Talara ante el entreguismo del gobierno de ese entonces.

A ello se sumaron frentes cívicos y personalidades democráticas que hicieron posible la permanencia de la Refinería de Talara, Ref. Conchán, Pucallpa, Iquitos, Oleoducto Norperuano, y las plantas de ventas que todavía están bajo responsabilidad de PetroPerú, la cual a pesar de los años transcurridos explica el 47 por ciento del mercado de combustibles en nuestro país, liderando al conjunto de las empresas en cuanto a los ingresos generados.

Han transcurrido más de 20 años de la privatización y ahora las empresas petroleras con la firma de los congresistas residuales del Grupo Parlamentario Nacionalista Gana Perú presentan el proyecto de Ley Nº 5215/2015-CR denominado “Ley que Declara de Interés Nacional y Necesidad Pública, la Reactivación de la Exploración y Explotación de Hidrocarburos a Nivel Nacional” , proyecto que debe ser analizado seriamente pues en última instancia es el reconocimiento del fracaso de la privatización de PetroPerú, que en esencia demandan al Estado un apoyo económico financiero que compense los menores ingresos y alivie la pérdidas económicas ante los menores precios del petróleo a nivel internacional.
Se debe recordar que hacia 1994 los volúmenes producidos de petróleo crudo bordeaban los 121 mil barriles diarios y el fujimorismo justificó la privatización de los lotes petroleros bajo responsabilidad de PetroPerú, tales como los lotes Z-2B en el Zócalo Continental, el lote 8/8X (Trompeteros), y el lote X de Talara que fue subdividido en los lotes I, II, III, IV, VI, VII, IX quedando el lote X redimensionado, todos en el departamento de Piura.

Al cierre del 2015 la producción de petróleo crudo, sin considerar los líquidos de gas natural de Camisea en especial, sumaban los 58 mil barriles diarios, y al mes de mayo del presente la producción del crudo está por debajo de los 40 mil barriles diarios, ante la paralización de la producción del lote 192 (Andoas) por los problemas de cierre en el Oleoducto Norperuano y de Perenco lote 67.

Esta realidad confirma nuestra tesis en el sentido que la privatización de PetroPerú constituyó una privatización irracional, anti técnica e interesada que llevó a cabo el nefasto régimen fujimorista con el objeto de favorecer intereses privados a costa del interés público y del consumidor, que paga más del doble por los combustibles en relación a los precios vigentes en el país más rico del mundo: los Estados Unidos de Norteamérica.

Al mismo tiempo el salvataje petrolero que demandan las empresas petroleras a través de cuestionados legisladores pone en cuestión los principios del discurso liberal, en cuanto a la responsabilidad empresarial privada cuya eficiencia y capacidad empresarial era supuestamente superior al comportamiento y presencia de PetroPerú como operador de los campos petroleros.

¿QUÉ SOSTIENE EL REFERIDO PROYECTO?
En verdad, el referido proyecto tiene una serie de objetivos bien intencionados, necesarios, como la necesidad de reactivar la exploración y explotación de hidrocarburos a nivel nacional “ con la finalidad de revertir o atenuar los efectos de la caída del precio internacional del petróleo crudo, a saber: la contracción de las inversiones en actividades de exploración y desarrollo de hidrocarburos, el desplazamiento de reservas probadas de hidrocarburos a la condición de recursos por razones económicas, el descenso drástico de la producción de petróleo, el cierre de pozos y yacimientos  por haber alcanzado el límite económico, la menor recaudación de tributos, el cese de trabajadores en las empresas petroleras y empresas de servicios, el menor canon petrolero por caída de precio y producción, entre otros” Art. 2.

Todos podemos compartir tan loables objetivos para superar o amortiguar la caída de la producción interna de petróleo crudo que con niveles menores a los 60 mil barriles diarios entre crudo ligero y pesado, ante un mercado interno de combustibles que demanda más de 200 mil barriles diarios para ser transformados por las refinerías locales, fomenta la importación de petróleo y derivados como el diesel con 50 partes de millón de azufre.

Esta menor producción de petróleo a nivel interno asociada a los menores precios del petróleo internacional que tiene como referente los precios del West Texas Intermediate (WTI), cuyo comportamiento se puede captar en el cuadro “Ingresos por Regalías de Petróleo para el Fisco”. Así, desde el 2004 los precios internacionales han tenido un comportamiento ascendente, pasando de los 41.4 dólares el barril para trepar a los 99.6 dólares en el 2008 para mantenerse sobre los 90 dólares el barril durante el 2011, 2012, 2013 para ubicarse en los 93.3 dólares en el 2014. Resulta evidente que las regalías captadas aumentaron gracias a los mayores precios internacionales como se podrá observar en el cuadro.

Sin embargo, con estos altos precios las empresas petroleras no se preocuparon por hacer mayores inversiones exploratorias, pozos de desarrollo, estudios de sísmica, por una serie de razones que se sintetizan en la mayor codicia, en el afán de la ganancia de corto plazo con el menor riesgo posible.
Por el contrario, con precios promedio de 48.7 dólares el barril durante el 2015 que se mantienen a dichos niveles durante los primeros meses del 2016 las empresas demandan un “rescate petrolero” que significa en esencia una reducción de las tasas de regalías que abonan al fisco para nivelarlas al 15 por ciento si los precios son menores a los 70 dólares el barril para lo que se denominaría una producción básica, y del 5 por ciento para la producción incremental en un período de tres años.

Lo que están demandando las empresas petroleras usando la firma de una serie de congresistas que prontamente pasarán al olvido histórico es una granjería más, pues en lugar de reinvertir las regalías dejadas de pagar, como fue el caso de la “ley de Promoción de la Inversión en los Campos y Reservas Marginales” Ley Nº 28109 promulgada en noviembre del  2003, que comprometía la inversión de capitales frescos con un aporte equivalente a las regalías de abonar, incluso con precios internacionales menores a los 40 dólares el barril, es decir, por debajo de los niveles actuales.

Por el contrario, analizando el texto del proyecto en referencia Nº 5216, no existe ningún articulado que obligue a las empresas a reinvertir las regalías dejadas de pagar al Estado, lo cual tendría  realmente un carácter reactivador y multiplicador. Ni mucho menos existe una cláusula que comprometa capitales frescos como inversión nueva asumiendo los riesgos propios del capitalismo moderno, todo lo contrario al rentismo y capitalismo especulativo.

El proyecto realiza la forzada distinción entre la producción básica que sería la producción fiscalizada en el mes anterior a la vigencia de la ley en el supuesto que fuera aprobado. Así, por un período de tres años, esta producción básica pagaría una regalía del 5 por ciento si el barril de petróleo se mantiene por debajo de los 30 dólares el barril, y del 15 por ciento si el precio se ubica sobre los 70 dólares el barril. La tasa de regalías por aplicar entre precios intermedios entre 30 y 70 dólares el barril se “determinará por interpolación lineal”, es decir, si el precio internacional fuese de 50 dólares el barril la tasa de regalía por aplicar sería del 10 por ciento.

En resumen, al no existir una cláusula que obligue a las empresas petroleras a la reinversión con las regalías dejadas de abonar, ni mucho menos el compromiso de invertir capitales frescos, no se puede entender cómo se reactivaría el sector petrolero, con inversiones en la exploración y explotación. Lo cual demuestra una debilidad en la naturaleza del proyecto que busca aliviar la situación económica financiera de las empresas a cambio de ningún compromiso de inversión en firme.

Resulta evidente que las empresas que serían beneficiadas con el referido proyecto de ser aprobada la ley serían un conjunto de empresas que abonan tasas de regalías que fluctúan entre el 18 por ciento al 45 por ciento y operan en el departamento de Piura, Loreto, Ucayali, las mismas que podemos considerar relativamente altas en comparación a países como Colombia. 

Sin embargo, no podemos entender una disminución de las tasas de regalías como propone el proyecto, que afectaría los intereses del fisco y por tanto el financiamiento parcial del canon petrolero que viene disminuyendo ante la menor producción  de crudo. Si en el 2015 el fisco captó en los contratos petroleros regalías por un monto de 204 millones de dólares con precios promedio del barril a 48.7 dólares el barril, de aprobarse la ley tales ingresos fiscales se reducirían aún más y lo que es más grave no habría ningún compromiso de inversión para levantar la producción de petróleo crudo,  que es lo que el Perú demanda.