lunes, 30 de diciembre de 2013

TALARA: APUESTA COMPLEJA *

* Publicado por la revista Caretas el jueves 26 de diciembre de 2013

Por Jaime Pinto (Abogado, exdirector por el Perú en el Banco Interamericano de Desarrollo, 2001 - 2007)

¿Quién asume el margen de refino?

Nadie puede estar en contra que se ejecute una inversión de US$ 3,500 millones en la región Piura. La noticia es extraordinaria desde el punto de vista de la dinamización económica de la región: generará empleo local y contribuirá significativamente a su PBI.

Sin embargo, nuestros cuestionamientos surgen por el hecho que sea la actual Petroperú la que esté siendo facultada para endeudarse por la suma de US$ 2,700 millones. La empresa ha demostrado carecer de un plan estratégico coherente. Hace pocos meses su directorio aprobó y publicó un plan estratégico quinquenal, que a los pocos días fue desautorizado por el MEF. No tiene buenas prácticas de gobierno corporativo. Su personal esta, en su gran mayoría, cercano a la jubilación. Y, finalmente, gana poco dinero.

Es más, con este gobierno ha sido cada vez más evidente que es un instrumento de política del Estado. Encargos poco analizados, como la planta petroquímica; la masificación del gas natural; la administración del programa de subsidios al GLP con un plan piloto desastroso en Lima; el proyecto de etanoducto; asumir el Lote 64 que dejo Talismán; el retomar el Lote 1-AB; el gasoducto virtual, las idas y venidas a una posible entrada en la Bolsa de Valores, son una clara demostración que la principal empresa de hidrocarburos del país no tiene un norte claro.
Este gobierno tiene dos años y medio viendo cómo salir del atolladero. Es cierto que ha tratado de convocar a gente con experiencia para liderar esta empresa estatal, pero lamentablemente los intentos han sido infructuosos. Petroperú solo podrá generar suficientes recursos para pagar un posible endeudamiento de US$ 2,700 millones en la medida que mejore sus márgenes de refinación. ¿Qué quiere decir esto? En este negocio el margen de refino es la diferencia entre el costo del petróleo que utilizo para mi proceso industrial, y el valor de venta del mismo luego de terminado el proceso - que usualmente puede ser entre 90 y 120 días. 

Aun tratándose del petróleo producido en la selva norte y el resto del país, el costo se fija en función de su “cotización internacional”. Entonces el margen de refino es el factor fundamental para poder generar ingresos. Pero precisamente dado el prolongado tiempo que toma el proceso elaboración de gasolina y diésel, la volatilidad del mercado internacional del petróleo puede hacer que mis márgenes sean muy pequeños (en épocas de un mercado a la baja), o eventualmente significativos (en un mercado al alza). Es muy difícil anticipar qué ocurrirá.

Por ello, la operación eficiente de una planta de refinación requiere mucho trabajo de logística de compras, mecanismos de protección de activos (hedging), adecuada administración de inventarios, etc. Es un negocio muy complejo. Al autorizar la ejecución del proyecto, el MEF ha tenido el buen criterio de limitar el ingreso de la empresa a estas otras actividades que generaban mucha incertidumbre. Tomada la decisión política de seguir adelante con este proyecto, ¿Cuál es el reto inmediato? Coincidimos con la empresa clasificadora de Petroperú, que dijo: “Requiere de una organización integrada, robusta, ágil, flexible y transparente, con adecuado soporte tecnológico y profesionales calificados”. Si esto se logra, pues que se ejecute el proyecto. Ojalá el MEF no se haya equivocado.

jueves, 26 de diciembre de 2013

PETRO-PERÚ PODRÍA DESARROLLAR EL LOTE 64 PESE AL ‘CANDADO’ DEL MEF *

* Publicado en el diario El Comercio el jueves 26 de diciembre de 2013

Por Juan Saldarriaga

El ‘candado’ que el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) incorporó a la ley de modernización de la refinería de Talara para impedir que Petro-Perú distraiga recursos en otros proyectos (particularmente, en exploración y explotación de hidrocarburos) no cerraría las puertas a todas las iniciativas de inversión, según especialistas en hidrocarburos consultados por este Diario.

La Ley 30130, promulgada el 18 de diciembre, especifica en su artículo 6 que la estatal solo podrá realizar proyectos de inversión si estos “no generan a la empresa pasivos firmes o contingentes, presentes o futuros, no afectan las garantías del proyecto de modernización de Talara (valorizado en US$2.320 millones) y no demandan recursos al Tesoro Público”.

Esta cláusula impide no solamente que Petro-Perú incursione en aventuras exploratorias, sino también en negocios de producción compartida, como los que planeaba desarrollar inmediatamente con los operadores petroleros del noroeste peruano (lotes I, III, IV, VI y VIII) y posteriormente con los de la selva norte (lotes 8 y 1-AB).

Luis Miguel Castilla, titular del MEF, fue claro al respecto durante su presentación en el Congreso. Señaló allí que si Petro-Perú asumiese este tipo de convenios “contraería obligaciones diferidas en el tiempo que podrían afectar sus ratios de deuda y hacer peligrar el financiamiento del proyecto de modernización de Talara”.

Según el consultor en hidrocarburos Carlos Gonzales, esta restricción no es válida para el lote 64 (en Loreto) porque este activo ya está en poder de Petro-Perú, tiene reservas certificadas y porque su desarrollo, en asociación con un privado, no generará pasivos que puedan desviar recursos del proyecto de Talara.

“Podría no ocasionarse ningún pasivo si Petro-Perú y el privado pactan que la porción de la inversión de Petro-Perú será ‘no reembolsable’, o si el pasivo se contrae con el socio, prometiendo que se le pagará con la producción del lote”, explicó.

Precisó que el lote 64 es más rentable para Petro-Perú que para cualquier privado, pues la petrolera estatal es dueña del oleoducto y la refinería más cercana (Talara), lo que reduce los costos logísticos.

Eleodoro Mayorga, experto en gas y petróleo, interpreta, asimismo, que las restricciones del artículo 6 son manejables bajo ciertas premisas.“La ley no impide que Petro-Perú participe en otros proyectos pues, si no, ¿cómo van a ingresar los inversionistas privados? Estos entrarán a través de proyectos seguros, en los cuales la empresa no tomará riesgos”, dijo.

Un proyecto seguro y de bajo riesgo es, en su opinión, el desarrollo del lote 64, pero integrado en un contexto más amplio que abarcaría el Oleoducto Nor-Peruano y los lotes de crudo pesado de Pluspetrol (8 y 1-AB) y Perenco (67 y 38). Otro es la participación de Petro-Perú en el manejo de los terminales de almacenamiento, próximos a revertir al Estado Peruano, pero “con inversiones que el privado tiene que asegurar” .

El artículo 6 no limita los proyectos que “permitan mantener la operatividad de la empresa”. ¿Qué proyectos son esos? El MEF o Petro-Perú son los llamados a explicarlo.

EL LOTE 64

ALTO RIESGO. El lote 64 tiene 55 millones de barriles de reservas certificadas de crudo liviano pero su desarrollo “no será sencillo”, según Víctor Sanz, profesor de geología de la UNI. “Se trata de un lote costoso y de muy alto riesgo debido a la profundidad a la que se encuentran las reservas de petróleo: 5.000 m”, explica.


EL FACTOR SOCIAL. En su opinión, la clave para desarrollar el proyecto es que la estatal se asocie con una empresa que aporte la tecnología y personal experimentado que hoy no posee. Otro reto es la conflictividad social, que obligó a Talisman (anterior operador) a ceder el lote a Petro-Perú.

martes, 24 de diciembre de 2013

BIENVENIDOS AL MUNDO REAL *

* Publicado en el diario La República el lunes 23 de Diciembre de 2013

Por Humberto Campodónico Sánchez

Actualmente se discute en EEUU si la Ley de Administración de Exportaciones de 1979 debe seguir vigente pues prohíbe la exportación de petróleo crudo. ¿Por qué? Porque EEUU está atravesando un extraordinario aumento de la producción de petróleo y gas llamados “no convencionales” (“shale”, en inglés). Y las empresas quieren exportar su producción excedente.

Primera pregunta, ¿cómo así tiene EEUU una ley que prohíbe una actividad tan elemental como la exportación? Bueno, la ley existe debido, en gran medida, a los problemas geopolíticos de fines de los 70 del siglo pasado y no solo se aplica al petróleo.

Veamos. La ley dice que la restricción de exportaciones se dará “cuando sea necesario para garantizar la seguridad nacional fundamental, la política exterior o problemas de abastecimiento de corto plazo”. Agrega que también “se pueden restringir las exportaciones de bienes, cuando sea necesario para proteger la economía nacional de la salida excesiva de productos escasos y para reducir impactos inflacionarios serios que provengan de la producción extranjera”.

Caramba. Se habla de seguridad y de protección. También que los productos extranjeros podrían ser más caros que los nacionales, lo que trae inflación. ¿Y donde quedó el “costo de oportunidad”? Pues subordinado a los “intereses nacionales” de EEUU.

Actualmente la ley se aplica solo a algunos productos, entre ellos el petróleo, producto en que el país es deficitario (las importaciones ascienden a US$ 433,000 millones anuales, el doble del PBI del Perú). ¿Y cómo funciona en la práctica? Así: “quien desee exportar solo puede hacerlo si el Departamento de Comercio le otorga una licencia, basada en evidencia de que esto se hace por el “interés nacional” (1). ¿Qué les parece?

Y aquí volvemos al principio: si bien EEUU sigue siendo deficitario, la revolución del “shale oil” ha aumentado la producción de 5.0 a 7.4 millones de barriles diarios del 2008 al 2013. Y la producción de “shale gas” ya superó al gas convencional. Un reciente informe del gobierno dice que en el 2020 EEUU será el productor # 1 del mundo en hidrocarburos y en el 2035 alcanzará el autoabastecimiento (2).

Pero, entonces, ¿por qué se quiere exportar “shale oil” si EEUU es aún deficitario? La respuesta: el “shale oil” es petróleo “ligero” y las refinerías del Golfo de México están preparadas para procesar petróleo “pesado” de Venezuela, México y Canadá. En síntesis: mucho “shale oil” se va a quedar bajo tierra, pues no se puede refinar en EEUU y tampoco se puede exportar por la Ley de 1979. De allí la presión para modificarla.

Ya. Pero hay más. El flete del petróleo por barco desde los yacimientos de “shale oil” hasta las refinerías del Golfo de México casi cuadruplica el flete desde esos mismos yacimientos hasta las refinerías de Canadá. Esto se debe a la Ley Jones de 1920, que dice que todo el cabotaje doméstico se debe realizar en buques 100% de propiedad norteamericana, construidos en EEUU y tripulados por norteamericanos.

¿Por qué subsiste esa Ley? Dice el armador Tom Allegreti: “porque hay más de 40,000 barcos bajo la Ley Jones, poniendo esa flota a disposición de la seguridad nacional; además alimenta la economía con más de 70,000 empleos, y ayuda a la seguridad interna al mantener el transporte en manos de ciudadanos de EEUU” (3).

Así, EEUU tiene una ley proteccionista que encarece los costos del cabotaje doméstico por seguridad nacional, flota nacional y empleo, entre otros. La que se suma a la Ley de 1979, que explícitamente prohíbe las exportaciones de crudo.

Bienvenidos todos al mundo real, que, claro, no es el mundo de “la” teoría económica, como si solo hubiera “una” teoría y no varias escuelas de pensamiento. “Teoría” autocomplaciente que solo se lee y se mira a sí misma y no dice cuáles son los intereses económicos de empresas de carne y hueso que están detrás. Que en el Perú justifica la exportación del gas del Lote 56, aún cuando no hay suficiente gas para el mercado doméstico. Y que en el Perú se pueden cerrar todas las refinerías e importar el 100% de los combustibles (aún cuando Talara es rentable). Que la seguridad energética no existe ni, menos, los intereses estratégicos.

Algo que no hace ni el liberal Uruguay que, sin tener una gota de petróleo, acaba de terminar la desulfurización de su refinería. Ni tampoco EEUU, el super campeón. Pero, ojo, no del capitalismo de “la” teoría económica, sino del de a verdad.

(1) Bloomberg, 17 de julio 2013: http://mobile.bloomberg.com/news/2013-07-17/lift-the-ban-on-u-s-oil-expo...
(2) http://www.forbes.com/sites/rickungar/2012/11/12/iea-report-usa-set-to-b...

(3) Petróleo y el fantasma de 1920, Wall Street Journal, 13/09/2012

Ver en:
http://www.larepublica.pe/columnistas/cristal-de-mira/bienvenidos-al-mundo-real-23-12-2013

lunes, 23 de diciembre de 2013

EL DILEMA DE LA REFINERÍA DE TALARA *

* Publicado en el portafolio Económico del diario El Comercio el domingo 22 de diciembre de 2013

Debate entre Eleodoro Mayorga (Experto en Hidrocarburos) y Pablo Secada (Economista principal del IPE)


viernes, 20 de diciembre de 2013

PETROPERÚ: CONDENADO A LA REFINACIÓN Y PRIVATIZACIÓN

* Publicado en el diario La República de Piura el viernes 20 de diciembre de 2013

Pese a que el gobierno aprobó el Proyecto de Modernización de la Refinería de Talara (PMRT), lo que ha sido saludado por la ciudadanía, algunos expertos lamentan que la iniciativa se haya condicionado y hoy la empresa estatal Petroperú esté condenada solo al negocio de la refinación y a punto de consolidar su privatización.

El presidente de la Coalición de Sindicatos de Petroperú, Evin Querebalú Román, dijo que se trata de una estrategia de los grupos de poder, avalada por el Ministerio de Energía y Minas (MEM) y el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), para quebrar a Petroperú y dejarlo fuera de otros negocios como es la explotación de lotes petroleros.

“Hay que pensar qué sucedería en una crisis o en un desastre natural. Recordemos que en el 2005 el huracán Katrina causó que el precio de barril de petróleo llegue a 140 dólares, hoy estamos expuestos a estas crisis y si Petroperú no está fortalecido los platos rotos los pagaremos todos los peruanos”, enfatizó. 

Por ello criticó que los proyectos alternativos presentados por los congresistas Manuel Dammert y Verónika Mendoza no se quisieran revisar en el pleno por una "directiva de arriba". Consideró que a los legisladores se les condicionó su votación.

“El tema lo han vendido muy bien, pero la población debe saber que la seguridad energética está en peligro, no estamos viendo nuestro futuro, los favorecidos son los grupos de poder. El presidente Ollanta Humala no es consciente de que la calle se está calentando, hay una bomba de tiempo que el MEF está anidando y le va a reventar a Humala en la cara porque el crecimiento y desarrollo se destinan a los mismos grupos”, aseveró.

ENCAJONADO
Por su parte, el director de la Escuela Profesional de Petróleos de la Universidad Nacional de Piura (UNP), Wilmer Arévalo Nima, afirmó que Petroperú ha quedado encajonado a la refinación y se le ha sentenciado a no tomar posesión de los lotes cuyas reservas le permitirían alcanzar utilidades del 30%, pues como empresa refinera a lo mucho llegará al 5%.

“Lo anecdótico es que si Petroperú quiere volver al upstream (exploración y producción) debe vender el 49% de sus acciones; sin embargo no se habla que la empresa asume los pagos de los jubilados de la 20530, de la remediación de pasivos ambientales y el subsidio de combustible que se compra en la selva, lo cual no hace atractivas sus acciones”, resaltó.

Asimismo, explicó que la empresa Talismán invirtió 500 millones de dólares en perforar 6 pozos, dos de ellos con una producción de 7,500 barriles por día, pero no quiso pasar a la etapa de explotación y a Perupetro le devolvió todo ello; sin embargo, como Petroperú no puede entrar en otros negocios, esa rentabilidad se la tendrá que trasladar a una empresa privada, lo cual es lamentable.

“El Estado se burla de la ley y todo apunta a querer demostrar que es ineficiente. De qué eficiencia se quiere hablar si es la caja chica del Estado y todo el mundo mete la mano”, cuestionó.

CANDADO
A su turno, el investigador de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Jorge Manco Zaconetti, comentó que una empresa refinera, por más modernizada que sea, solo percibe los márgenes correspondientes pues está demostrado que la forma eficiente y rentable de operar en la actividad de hidrocarburos es la integración vertical; es decir, la unidad técnica-material de la explotación de crudo, la refinación y la distribución mayorista y minorista (grifos).

“La única posibilidad de incrementar la rentabilidad de Petroperú está en la explotación del crudo del lote 64 que con reservas probadas de 55 millones de barriles y un potencial de 400 millones de barriles, le otorgaría a la petrolera la posibilidad de un flujo de caja positivo en los próximos años, permitiéndole financiar sus propias operaciones y parte de la modernización de la refinería”, señaló.

En ese sentido, agregó que el artículo 6 de la norma contraviene en la participación minoritaria de Petroperú del 25% en los contratos próximos a su vencimiento de Talara, en especial del lote VI/VII donde opera la empresa china Sapet, que se constituye en el lote más atractivo de la zona.

“La rentabilidad no será atractiva para el inversionista, pues el negocio rentable está en la explotación de los hidrocarburos y en la maximización de la renta petrolera”, indicó Manco Zaconetti.

"Ya hemos pasado recuerdos privatizadores y traumáticos"
Evin Querebalú refirió que mientras exista un gobierno mediocre que no sabe lo que quieren los grupos de poder, fácilmente se aprovecharán de ello.

“Se habla de reconversión laboral, que quiere decir te preparo para botarte. Estas experiencias traumáticas ya las hemos pasado y por ello saldremos a las calles para exigir y recordarles que el petróleo y el gas son peruanos”, sentenció.

Mientras tanto, el investigador Jorge Manco consideró que lo menos que puede hacer el presidente Humala es observar estos artículos lesivos, en especial la privatización del 49% de su capital y el artículo 6 que constituye un candado ideológico que recuerda las prácticas privatizadoras del fujimorismo.

lunes, 16 de diciembre de 2013

EL PRECIO DE LA MODERNIZACIÓN DE TALARA

LO BUENO, LO MALO Y LO FEO

ESCRIBE: JORGE MANCO ZACONETTI (Investigador UNMSM)

Nadie puede estar en desacuerdo sobre el imperativo categórico de modernizar integralmente la refinería de Talara proyecto que se inició en el 2005 cuando el Congreso de la República de ese entonces aprobó una serie de normas ambientales que limitaban el consumo de combustibles con altos contenidos de azufre; ya con  anterioridad se había prohibido la utilización de plomo en las gasolinas, y el consumo de combustibles limpios en el mercado interno constituye una obligación social que tienen que asumir los refinadores locales y los importadores.

Por ello entre el 2006 a la fecha PetroPerú en las diversas administraciones formó una comisión de alto nivel técnico para analizar los diversos requerimientos de la modernización de  su más importante refinería, con una serie de unidades y procesos adicionales en razón que la inversión ambiental identificada en la planta de desulfurización “per se” no constituía un negocio rentable. 

Lamentablemente en nuestros países no existe la costumbre de abonar relativamente mayores precios por los combustibles limpios, y por tanto una inversión ambiental de 1,000 millones de dólares constituye una inversión necesaria pero de lenta recuperación. 

No solamente será una nueva refinería con una capacidad de 95 mil barriles diarios de tratamiento, es decir 30 mil barriles más a su capacidad actual, sino también se ampliará con la norma aprobada recientemente por el Congreso, la destilación al vació, la unidad de craqueo catalítico, se levantará una nueva unidad de tratamiento de crudos pesados, se contará con una planta de ácido sulfúrico y una serie de inversiones conexas que la convertirá en la más moderna del país, obligando a la competencia Repsol La Pampilla a realizar también las inversiones ambientales.

Si bien, la inversión más importante por razones ambientales y de salud es la planta de desulfurización, que permitirá retirar el alto contenido de azufre del crudo proveniente del Ecuador, Colombia, y de nuestra selva nororiental (lote 1-AB, lote 67 y otros) permitiendo la refinación de combustibles con 50 partes por millón de azufre, y no los 2,500 partes que se procesan actualmente.

La planta de desulfurización permitirá  a partir del 2018 que la nueva refinería procese 40 mil barriles diarios de diesel 2 limpios con 50 partes por millón de azufre que abastecerán parte del mercado interno de este derivado que para esa fecha su demanda diaria se estima que estará por encima de los 100 mil barriles diarios.

Con esta  inversión valorizada en cerca de 1,000 millones de dólares PetroPerú sustituye las importaciones de 12 mil barriles diarios en promedio que realiza de este combustible limpio que por ahora satisface el mercado de Lima-Callao, Arequipa y que a partir del 2016 será de uso obligatorio a nivel nacional. Por ello, la modernización de la petrolera de estatal al respecto era necesaria por razones ambientales, de salud para amortiguar los efectos en las enfermedades broncopulmonares. Esto también tiene una segunda derivada en el ahorro del Estado en el gasto de salud que representa millones de dólares, y una mejor calidad de vida para millones de peruanos.

Lo mismo se podrá a decir con respecto a la producción futura del lote 67 de Perenco que antes del 2018 estará bordeando los 60 mil barriles diarios de crudo pesado de 15 grados API, que  tendrían que ser exportados por la incapacidad actual de las refinerías locales de procesar este crudo pesado. De allí la importancia de la modernización integral de PetroPerú que le permitirá tratar más de 85 mil barriles diarios de la producción conjunta de Perenco y del nuevo operador del lote 1-AB

Lo mismo se podrá decir de la planta de ácido sulfúrico que tiene una gran demanda en la gran minería de cobre y oro abonándose más de 80 dólares por tonelada, y por la cercanía a los fosfatos de Báyóvar puede enriquecer dicho recurso como fertilizante, ahora que se exporta aprovechándose  un 30 por ciento de su valor potencial.

En Piura, con una política promotora se harían sinergias con los importantes volúmenes de gas natural que se reinyectan, con las toneladas de ácido sulfúrico de la nueva refinería y los fosfatos que se exportan a precios castigados en cualquier país con un proyecto nacional de desarrollo se los aprovecharía para enriquecer su agricultura con mejores fertilizantes.

Con una inversión de 3,500 millones y un efecto multiplicador de 1.5, la construcción integral del proyecto de modernización significarán efectos positivos de un punto de crecimiento del PBI con efectos en el empleo y los ingresos de los trabajadores que superarán en su pico más alto los 18 mil empleos directos e indirectos, más una contribución fiscal por encima de los 240 millones de dólares anuales.

 LO MALO Y LO FEO

Si bien por normas anteriores del propio Congreso de la República  y acuerdos anteriores del Directorio de PetroPerú se permitía la venta de acciones de hasta el 20 por ciento ha llamado la atención el artículo 3 sobre la Participación Privada donde se sostiene en el inciso “3.2 En el proceso de emisión o venta de acciones, a que se refiere el numeral 3.1 de la presente Ley, el Estado Peruano podrá vender, un porcentaje de hasta el 49% de las acciones en circulación con derecho a voto a través del mercado de valores.

¿Qué explica el aumento de la participación del capital privado de un hasta 20 por ciento a un hasta 49 por ciento? Si se consideran los candados adicionales expuestos sobre todo en el artículo 6 referido a las Actividades de PetroPerú donde se señala que: “Establézcase que PETROPERÚ podrá realizar actividades y proyectos de inversión, siempre y cuando no generen a la empresa pasivos firmes o contingencias, presentes o futuros, no afecten las garantías del PMRT y no demanden recursos al Tesoro Público. Esto no limita aquellos proyectos que permitan mantener la operatividad de la empresa a la entrega en vigencia de la presente ley. Es responsabilidad del Directorio determinar restrictivamente los proyectos que están destinados a mantener la operatividad de la empresa. Cuando PETROPERÚ genere los flujos suficientes para garantizar el pago del endeudamiento a ser contrario para realizar las inversiones vinculadas al PMRT, y se haya incorporado una participación privada de cuadro al menos el 40% en su capital social en circulación, ya no tendrá restricciones en la realización de actividades y proyectos de inversión.”

¿Cómo traducir este incremento en la participación  privada en el capital social y de otro lado los candados referidos en el artículo 6?

Una empresa refinera por más modernizada que sea solamente percibirá los márgenes correspondientes pues está demostrado hasta la saciedad y la experiencia que la forma eficiente y rentable de operar  en la actividad de hidrocarburos es la integración vertical, es decir la unidad técnica/material de la explotación de crudo, la refinación y la distribución mayorista y minorista (grifos).

Al condenar a la petrolera estatal a la actividad refinera modernizada, el transporte y la distribución mayorista, sus márgenes se incrementarán es verdad con los nuevos procesos industriales, pero enfáticamente su rentabilidad no será atractiva para un inversionista privado, pues el negocio rentable está en la explotación de los hidrocarburos, y en la maximización de la renta petrolera.

Por ello, la única posibilidad de incrementar sustantivamente  la rentabilidad de PetroPerú está en relación a la explotación del crudo del lote 64 que con reservas probadas de 55 millones de barriles y un potencial de 400 millones de barriles le otorgaría a la petrolera estatal la posibilidad de un flujo de caja positivo en los próximos años y que le permitirían financiar sus propias operaciones y parte de la modernización de la refinería.

Sin embargo, la norma aprobada por el Congreso de la República impide que PetroPerú capitalice las inversiones realizadas por Talisman en el lote 64 entre el 2006 al 2012 que suman casi 500 millones de dólares y que fueron transferidas a la petrolera estatal a inicios del 2012 sin costo alguno a través de una cesión contractual práctica usual en los negocios. 

Por ello cabe preguntarse ¿cuál sería la rentabilidad de un lote con más de 55 millones de barriles de reservas probadas de un crudo liviano que valorizaría las reservas de crudo pesado del lote1-AB si estas fueran transferidas también al Estado? ¿Cuánto vale un contrato que en los próximos 30 años  pagaría 5 por ciento de regalías al fisco y que está geográficamente cerca para conectarse con el gran Oleoducto Norperuano activo de PetroPerú.

En sustancia, el espíritu de la norma aprobada en especial el artículo 6 contraviene por ejemplo la participación minoritaria de PetroPerú del 25 por ciento en los contratos próximos a su vencimiento de Talara, en especial del lote VI/VII donde opera la empresa china Sapet que se constituye en el lote más atractivo de la zona.

Una asociación del 25 por ciento en los contratos próximos a su vencimiento. y/o la asociación mediante un “joint venture” de PetroPerú en el lote 64 con cualquier empresa privada, no podría ser posible con esta norma pues se estarían generando “pasivos firmes o contingentes, presentes o futuros”. Si en la fórmula básica de la contabilidad en especial de la partida doble, los activos de una empresa son iguales a los pasivos más su patrimonio”, la simple formación de una nueva empresa, las inversiones propias, su financiamiento y/o una asociación de PetroPerú con cualquier empresa no sería posible por propio mandato de su titular: el Estado.


Ante estas incoherencias que limitan el fortalecimiento de  PetroPerú, lo menos que puede hacer el Presidente de la República es observar estos artículos lesivos a la petrolera estatal, en especial la privatización del 49 por ciento de su capital social y en especial  el artículo 6 que constituye un candado ideológico que recuerda las prácticas privatizadoras de los años noventa del siglo pasado propias del fujimorismo. 

martes, 10 de diciembre de 2013

LA PRIVATIZACIÓN ENCUBIERTA DE PETROPERÚ

NO HAY PUNTADA SIN HILO

ESCRIBE: JORGE MANCO ZACONETTI (Investigador UNMSM)

El viernes 6 a las 19 horas el ejecutivo representados por el presidente de consejo de ministros, los ministros de economía y finanzas, energía y minas, medio ambiente y salud dieron a conocer a la opinión pública la aprobación por unanimidad del proyecto de ley que se presentará al Congreso de la República, sobre la modernización integral de la refinería de Talara la unidad más importante de PetroPerú, que por sí sola explica más del 70 por ciento de los ingresos de la petrolera estatal y el 47 por ciento de participación en el mercado interno de combustibles.

En un ensayo de interpretación uno debiera interrogarse sobre las razones por las cuales el gobierno del comandante Ollanta Humala se pronuncie sobre un tema que fue uno de los estandartes de la campaña electoral, conjuntamente con la construcción del gaseoducto del sur y la disminución del precio en el balón del gas licuado de petróleo a 12 nuevos soles. 

En verdad, después de dos años los representantes de la junta de accionistas de la petrolera estatal, el inefable ministro del sector Jorge Merino Tafur y el poderoso ministro de economía Luis Castilla, ratifican dos años después las cifras, valores y montos del conjunto de inversiones que significaba la modernización integral de la refinería de Talara, los 3,500 millones de dólares. De los cuales PetroPerú con sus recursos asumiría 2,730 millones de dólares y el resto sería una responsabilidad privada, para las inversiones complementarias en la planta de energía, gas, terminales y tratamiento del agua de mar.

Por ello cabe preguntarse, si el valor ha sido extrañamente ratificado desde que se dio a conocer oficialmente en noviembre del 2011 por el mismo ministro en declaraciones realizadas en el CADE de Arequipa; es más en su momento se afirmó que tales cifras eran un poco elevadas y que serían revisadas por empresas consultoras. Si las cifras han sido confirmadas ¿Por qué despidieron al Ing. Campodónico y lo sustituyeron por un funcionario de tercer nivel obsecuente y próximo a la jubilación?

Debemos suponer que ante la caída en las encuestas el presidente Humala ha considerado oportuno que una forma de levantar su alicaída popularidad sería presentar el proyecto de modernización integral de la refinería de Talara al Congreso de la República para su análisis, aprobación y/o archivamiento. Si bien se puede considerar al proyecto de interés nacional y de necesidad pública ello solamente lo puede exonerar del debate en las comisiones de economía y energía y minas, mas no del debate en el pleno. 

El problema es que el Congreso de la República está actualmente próximo al cierre de su funcionamiento por las fiestas navideñas y un debate tan importante se daría en precarias condiciones. A ello debiera sumarse la hegemonía ideológica que tiene el credo liberal en los miembros del parlamento donde el fujimorismo, el PPC, las fuerzas de Solidaridad, PPK y parte de Perú Posible votarían a favor de la privatización encubierte mediante el mecanismo de venta de acciones del 49 por ciento del capital social de PetroPerú, tal como se sostiene en el proyecto de ley.

Por ello, podemos afirmar que el precio que se ha tenido que pagar para convencer al poderoso ministro de economía y finanzas ha sido aceptar la privatización del 49 por ciento de las acciones que conforman el capital social. Expuesto así se pretende que el propio Congreso de la República deje sin efecto la ley de Fortalecimiento de PetroPerú Ley Nº 28840 vigente desde su aprobación en julio del 2006.

Maquiavélicamente el ejecutivo al presentar el proyecto en referencia aspira a superar las distintas normas aprobadas en especial en la gestión del ex presidente Alejandro Toledo que excluían a PetroPerú del proceso de privatización normado por el DL 674. Así, la ley Nº 28244 de junio del 2004, “Ley Que Excluye a PetroPerú de las Modalidades de Promoción a la inversión Privada en Empresas del Estado Previstas en los Incisos A) y D) del Artículo 2º del Decreto Legislativo Nº 674” 

Así, de aprobarse la propuesta del ejecutivo con la venta del 49 por ciento de las acciones del capital social de PetroPerú, en la práctica la ley Nº 28244 quedaría derogada por un Congreso donde la mayoría oficialista fue elegida en una campaña electoral que prometía la integración vertical de la petrolera y su fortalecimiento.

A pesar de todo de aprobarse la ley en el Congreso de la República, se ratifica y se sanciona la realidad de PetroPerú como una empresa exclusivamente refinera con una unidad modernizada y más compleja con una capacidad de refino de 95 mil barriles diarios, con procesamiento de combustibles limpios con un contenido de azufre de 50 partes por millón, con la capacidad de tratamiento de los crudos pesados provenientes de la selva norte, con una planta de ácido sulfúrico etc. pero al borde de una participación mayoritaria en las acciones del sector privado y sin producción propia de crudo. 

Sin la integración vertical, es decir sin participar en la explotación de crudo, sin acceso a las reservas probadas de crudo en los contratos próximos a su vencimiento, sin el acceso a los terminales propios, y marginada en la distribución minorista al carecer de grifos propios, PetroPerú está condenada a percibir márgenes de refinación disminuidos; y al 2018 se tendrá una petrolera estatal modernizada en la actividad de refino que será apetecible para las grandes transnacionales, con una inversión realizada que en última instancia la ha financiado el consumidor con las compras de combustibles. Todo ello sería posible gracias al extraño nacionalismo del Presidente de la República Ollanta Humala.