jueves, 9 de marzo de 2017

SOCIEDAD MINERA CERRO VERDE LA Nº 1

MÁS COBRE CON UN ALTO COSTO SOCIAL

ESCRIBE: JORGE MANCO ZACONETTI

En el 2016 gracias a las inversiones mineras financiadas en gran parte por los beneficios tributarios como la reinversión de utilidades, arrastre de pérdidas, depreciación acelerada entre otros, otorgados por el estado peruano para hacer posible las ampliaciones y nuevos proyectos de las empresas en especial de las cupríferas (Las Bambas, Chinalco, Hudbay), la producción de cobre en nuestro país ha superado los 2.3 millones de toneladas finas equivalentes (TMF), sobrepasando los niveles alcanzados en el 2015 donde la producción fue de 1.7 millones (TMF).


Ello significa un incremento   absoluto de 653 mil toneladas finas equivalentes a una variación del 38.40 por ciento, según el cuadro respectivo. En tal sentido, debemos identificar a las empresas mineras que están explicando este incremento productivo que constituye la respuesta para enfrentar los menores precios del cobre después de la bonanza que tuvo su pico más alto en el 2011 cuando alcanzaron los niveles de casi 4 dólares la libra.


En el 2015 el precio promedio de la libra de cobre fino fue de US $ 2.11 y en el 2016 de US $ 1.85, aunque en los primeros meses del 2017 se verifica una mejoría superando los US $ 2.50 la libra. Por tanto frente a estos niveles de precios la respuesta empresarial constituye el aumento de la producción de la forma más acelerada posible, con el agravante que la mayor parte de la producción de cobre en nuestro país está constituida por  concentrados que se castigan en el mercado mundial con menores precios, con la excepción de la producción de la SPCC, que procesa y refina sus concentrados.

En primer lugar, destaca la Sociedad Mra. Cerro Verde donde la producción se incrementa  de las 256 mil toneladas finas (TMF) alcanzadas en el 2015 a más de 522 mil toneladas en el 2016. Es decir, la producción prácticamente se duplica, gracias a las sucesivas ampliaciones que desde el 2006 ha tenido esta empresa minera.

Evidentemente este aumento coloca a la Sociedad Mra. Cerro Verde S.A.A. en el primer lugar de la producción del metal rojo en nuestro país tal como se puede observar en el cuadro respectivo, superando a SPCC, a la Mra. Antamina, Tintaya/Antapaccay, y a la reciente producción de Las Bambas que en el primer año de operaciones se ha posicionado en el tercer lugar de la producción cuprífera.

En un segundo lugar, la Compañía Mra. Antamina ha producido 443 mil TM incrementando la producción en 31,652 TM en relación al 2015, lo cual significa una modesta variación del 7.68 por ciento, pues está privilegiando la producción de zinc. En cambio destaca la producción de Las Bambas con 329 mil toneladas en el 2016 y se espera que antes del 2018 supere las 500 mil TM, pese a los problemas sociales.

En tercer lugar, debe mencionarse la menor producción relativa de SPCC y de la Mra. Chinalco, con variaciones negativas del orden de 2.77 por ciento y 7.5 por ciento respectivamente en el 2016 en relación al 2015. En el caso de la Southern Perú Copper ello estaría demostrando el agotamiento y la menor ley de los yacimientos de Toquepala, y de otro lado la necesidad imperiosa de nuevos proyectos que tiene el Grupo México como la cuestionada Tía María y el proyecto Los Chancas, que serán la prueba de fuego del gobierno de PPK que pretende  destrabar las inversiones en general y  mineras en particular.

Igualmente no deja de sorprender la disminución productiva de la empresa china responsable del proyecto Toromocho, Mra. Chinalco cuando hacia comienzos del 2016 anunciaba superar las 220 mil TM anuales en concentrados de cobre. Se puede afirmar que los problemas laborales, la sobreexplotación de la fuerza de trabajo,  la exigencia de usar maquinaria china de baja calidad y los altos contenidos de azufre en los concentrados de cobre les está pasando la factura.



UN CERRO VERDE EN CUESTIÓN

Sin lugar a dudas destaca la producción de Cerro Verde que tiene un bajo costo tributario y un alto costo social, pues producto de las reinversiones sucesivas el impuesto a la renta pagado por esta empresa  se ha derrumbado en los últimos años, lo cual seguirá afectando el canon minero que se distribuye para el departamento de Arequipa que en el 2016 por el ejercicio 2015 percibió menos de 22 millones de soles por concepto de canon minero.
De la misma forma para el presente año el panorama también se presenta sombrío, gracias a las deducciones varias que aplica la empresa para determinar la utilidad imponible.

Sin embargo, a nivel económico la empresa recupera los niveles de ingreso de la época de bonanza superando los US $ 2,384 millones de dólares en el 2016 más que duplicando los ingresos del año anterior que sumaron los US $ 1,115 millones de dólares. Es más, los ingresos del último año superan a los alcanzados del 2008, 2010 y resultan un poco menores al mejor año que fue el 2011. En tal sentido, cabe preguntarse en estos años de vacas flacas, ¿qué empresa duplica sus ingresos?

Igualmente la utilidad operativa suma los US $676 millones de dólares casi cuatro veces más a las utilidades operativas del 2015 que arribaron a los US$ 171 millones de dólares, lo cual expresa la fortaleza del negocio minero, y la lógica empresarial ante los menores precios del cobre.

En el mismo sentido, las utilidades netas fueron del orden de los US $ 340 millones de dólares, superiores a las del 2015 que apenas sumaron los US $ 33 millones. Ello se explica evidentemente por los altos montos de depreciaciones, amortizaciones, deterioro de activos, deducciones varias que aplica la empresa para disminuir la utilidad imponible, y de pasada el impuesto a la renta por abonar.



Por ello, para el 10 de marzo del presente año, los trabajadores organizados en el Sindicato de Cerro Verde, han anunciado el inicio de una huelga general indefinida, por varias razones laborales. En primer término, la mejora de las condiciones de seguridad, pues entre el 23 y 24 de febrero del 2017, dos accidentes fatales han causado una gran conmoción en una empresa que se jactaba de ser de las mejores en cuanto a las normas de seguridad.

Los trabajadores Arratea Ale, Wisthon y Cohen Ruiz, Frank son las víctimas de esta insaciable sed de ganancias, de la avaricia del capital por la recuperación rápida de las inversiones. También exigen la mejora de las remuneraciones con salarios dignos que guarden correspondencia con la riqueza creada, que la empresa aprovechando el marco tributario vigente minimiza, pues a más inversiones más depreciaciones, más pérdidas tributarias, lo cual disminuye la participación en las utilidades de los trabajadores y lo más importante vuelve irrisorio el canon minero para el departamento de Arequipa.