viernes, 29 de enero de 2016

CONTRA LA MASIFICACIÓN DEL GAS NATURAL EN PIURA -EEPSA, OLIMPYC, ENVASADORAS DEL GLP, Y SUS VOCEROS -

ESCRIBE: JORGE MANCO ZACONETTI (Investigador UNMSM)

Participando en la audiencia Pública organizada por el organismo regulador Osinergmin en la ciudad de Piura el 27 de enero sobre la “Evaluación Tarifaria de la Concesión de Distribución de Gas Natural”  he comprobado una vez más la vocación suicida de los peruanos para negarnos  un mejor futuro, en especial afectando a los más pobres de la región que abonan actualmente más de 37 soles por un balón de gas licuado de petróleo (GLP), cuando podrían pagar no más de 17 soles mensuales en su equivalente de gas natural.

En esta vocación suicida que satisface intereses privados en especial de empresas transnacionales que analizaremos con detenimiento (Ver Telarañas de los Grupos) participaron políticos como la congresista piurana Marisol Espinoza, vicepresidenta del Estado peruano, ejerciendo en esos momentos la representatividad del ejecutivo ante el viaje del Presidente Humala a la IV Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). 

Estando presente  en la audiencia pública hizo  despliegue de un discurso propio de una campaña proselitista y populista, demandando un nuevo proceso de licitación con más postores en la distribución de gas natural, lo cual constituye una intromisión y presión política inaceptable en razón de su alta investidura. Con dicho comportamiento no solamente estaba afectando la credibilidad y racionalidad del organismo regulador, sino la estabilidad política que demanda el país de sus gobernantes. 

No hace mucho la misma congresista piurana cuestionaba la tarifa residencial presentada por la empresa solicitante para la distribución de gas natural en Piura, la colombiana Gasnorp, pues la empresa competidora filial de la petrolera Olympic había sido descalificada por el propio Ministerio de Energía y Minas, por presentar documentación que no se ajustaba a la verdad, por decir lo menos.

Así, ante una tarifa reajustada sensiblemente rebajada  por efecto de la regulación, Gasnorp tuvo que presentar una nueva tarifa para el consumo doméstico llegando a los 16 soles mensuales en su equivalente de gas natural que resultaban menores a los 37 soles o más que se tienen que abonar por un balón de GLP. Frente a este tarifaria la vicepresidenta solicitaba un precio de 10 soles para el gas natural sin ningún sustento técnico, para satisfacer las ambiciones propias de la reelección. Esto mismo sucedió cuando en la campaña del 2011, el partido nacionalista, luego “Gana Perú” ofrecía como compromiso electoral el balón de GLP a 12 soles, siendo  uno de sus líderes la misma congresista. 

En la presente coyuntura curiosamente el precio del barril del petróleo a nivel mundial se ha derrumbado a menos de 35 dólares y la tarifa del GLP en nuestro país se mantiene por encima de los 37 soles el balón, y en los distritos piuranos abonan más de 40 soles por un balón de 10 kilos, a pesar que somos autosuficientes en la producción de líquidos de gas natural (LGN) que constituyen el insumo fundamental para la elaboración del GLP.

El problema es que ahora estamos nuevamente en campaña y la misma congresista está participando como candidata al congreso por el departamento piurano, ahora en las filas del agrupamiento del candidato Acuña, “Alianza para el Progreso” identificado con la célebre frase de “plata como cancha” para sus afiliados de llegar a ser  ungido como Presidente de la República.

Lamentablemente la propuesta de los falsos nacionalistas ya no es el balón de GLP a 12 soles sino que exista en Piura un nuevo proceso concursal para asegurar menores tarifas en el precio del gas natural, en razón de una supuesta festinación de trámites en el propio ministerio de Energía y Minas.

Que estas afirmaciones sean propias de un político de oposición resultan entendibles en democracia, pero que la propia vicepresidenta del Perú en ejercicio, en una audiencia pública oficial adopte claramente una posición de parte para favorecer a empresas transnacionales italianas, chilenas y norteamericanas interesadas resulta no solamente sospechoso, sino que atenta contra la promoción de las inversiones, y lo más importante contra los propios intereses de los sectores populares, que verían postergadas nuevamente la masificación del gas natural por lo menos durante los próximos cinco años. 

En verdad a nuestra clase política nacional y regional le falta la madurez necesaria para la forja de instituciones sólidas, la debilidad política que se hace evidente en la demagogia de las propuestas sin sustento ni sentido, y los más pobres resultan siendo los más afectados por propuestas irresponsables como el balón de GLP a 12 soles. 

Hoy Piura tiene la posibilidad de contar con  un energético como el gas natural a precios razonables, que en una primera etapa de ocho años cubriría a 64 mil familias para luego ir aumentando en la medida que se construye el mercado regional del gas, y en este proceso el organismo regulador debe cumplir su rol.

EL EQUILIBRISMO DEL REGULADOR

Osinergmin en la audiencia pública mencionada estuvo representada por sus más altos funcionarios desde el gerente general hasta los responsables de analizar y confrontar la propuesta tarifaria presentada por la empresa solicitante (Gasnorp), para ajustar niveles de precios identificando una propuesta satisfactoria al interés público. Asumiendo el carácter de un organismo estrictamente técnico en los asuntos tarifarios debió presentar una sola propuesta tarifaria, pues un problema técnico no puede tener dos soluciones satisfactorias. 

En tal sentido, las críticas generalizadas hacia el Osinergmin apuntaban a la dualidad de las propuestas tarifarias. Una básica y una propuesta alternativa. En la primera, señalaba que todos, es decir, las familias, los comercios, la industria, la Refinería de Talara y la Central Térmica de Malacas asuman en conjunto los costos de la distribución de gas natural. 

Asumiendo que la demanda de gas natural de los consumidores domésticos y del pequeño comercio e industria apenas representa el 1.7 por ciento de la demanda total resulta obvio que la penetración hacia esos segmentos no constituye un atractivo rentable. Frente a un universo de 64 mil familias con tarifas reguladas, resulta previsible y justificable que los mayores consumidores financien en última instancia parte de la conexión, y acometida domiciliaria del gas natural. 

Que los más importantes consumidores financien en parte la distribución domiciliaria es una práctica común en otras experiencias internacionales, e incluso con Camisea. Solamente así resultaba viable que las familias que representan el 1.7 por ciento de la demanda paguen una tarifa de 17 soles mensuales por el gas natural a domicilio. 

Sin embargo, el mismo organismo regulador hace una segunda propuesta, llamada alternativa en la que dice que paguen todos la distribución de gas natural menos la Central Térmica de Malacas, lo cual excluiría el 45 por ciento de la demanda y significaría que el gas natural pase a costar de 17 soles a  22.4 soles para el consumidor residencial. 

Es decir, el propio organismo estatal asume un precio mayor y pone en riesgo la posibilidad de que la Región Piura goce de los beneficios del gas natural. De aceptarse dicha propuesta tarifaria alternativa se caería la masificación de gas, pues no habría como sustituir la demanda del 45 por ciento. Al ser menor el mercado, los mayores costos tendrían que ser distribuidos entre los consumidores. En su lenguaje “el costo medio se elevaría”. Es más, el Osinergmin consciente de la gravedad del problema en sus conclusiones en el informe del 15 de enero del 2016 Nº 0035-2016-GART señalaba que: “.. de no existir la demanda de la C.T. Malacas se reduce considerablemente el ahorro para el usuario final de la concesión.” 

Cuando tuve conocimiento de tal dualidad de propuestas me hice esta pregunta: ¿Quién es el dueño de la Central Térmica de Malacas? ¿Qué empresa tiene tal poder para movilizar como voceros a la vicepresidenta de la República, Congresistas, alcaldes, ex ministros de energía y minas etc.? Se trata de la Empresa Eléctrica de Piura (EEPSA) del grupo italiano Enel y Enersis de Chile. Una empresa que ha tenido millonarias  ganancias comprando gas barato y vendiendo energía eléctrica cara, gracias a una posición dominante en el mercado eléctrico. 

En tal sentido, resultaría extraño que un organismo estatal como Osinergmin pretenda favorecer los intereses de EEPSA al punto de decir que la C.T. Malacas no pague nada por la distribución del gas y mantenga privilegios especiales en razón de una privatización indiscriminada de los activos eléctricos de PetroPerú en 1996. Con el agravante que los valores no abonados por la generadora eléctrica por la distribución de gas natural serían asumidos por los usuarios residenciales, ello explicaría el plus de 17 soles a 22.4 soles, es decir 5.4 soles de sobreprecio multiplicado por los 64 mil usuarios al mes cuestión que haría inviable la masificación del gas natural en Piura.

He leído algunas opiniones que dicen que la Central Térmica de Malacas no está obligada a transferir sus ductos y que sería perjudicada económicamente si se integra a la red de la distribución del gas natural. Esto no sería cierto, pues ya se han dado otras experiencias como el de las empresas generadoras de electricidad Kallpa y Enersur en Lima que, habiendo construido sus ductos privadamente, tuvieron que transferirlos y venderlos a la concesionaria que en Lima es Cálidda S.A. Dicho sea de paso entre el 2009 al 2014 dichas empresas han ganado como nunca gracias a las tarifas eléctricas abusivas y discriminatorias (Ver Artículo: “Perversiones Eléctricas – Tarifas Abusivas y Discriminatorias”, de fecha 12 de enero del 2016)

Por tanto, la CT. de Malacas del grupo EEPSA no puede tener privilegios absolutos basados en cuestionables contratos de estabilidad jurídica y administrativa que atentan contra el interés público hoy representados por la masificación del gas natural en Piura. Así, los ductos que adquirió en la privatización de PetroPerú tendrán que ser vendidos y comprados por el concesionario de la distribución, de  lo contrario la distribución de gas natural resultaría inviable.

Estamos pues ante un típico problema propio de la economía política donde los intereses cruzados de grandes empresas como el Grupo Endesa de capitales italianos y chilenos  pretende mantener sus privilegios, posición dominante y utilidades extraordinarias. De otra parte el grupo Rassmuss Echecopar que tiene como empresa de bandera a la petrolera Olimpyc, grupo que tiene importantes inversiones en Chile, Argentina, USA y en el Perú además de explotar el lote XIII A y XIII B, despide a sus trabajadores con el argumento de los bajos precios del crudo. De otro lado, la colombiana Gasnorp del grupo Promigas que en el país cafetalero es responsable de la distribución para más de 3.5 millones de usuarios de gas natural. 

En esta encrucijada de intereses cruzados una cuestión debe ser clara y contundente como responsabilidad del estado: la urgencia de la masificación del gas natural en Piura para favorecer a los sectores populares y enfrentar los abusos y distorsiones en el mercado del gas licuado de petróleo (GLP)






martes, 26 de enero de 2016

"SÍ SE PUEDE RENEGOCIAR EL CONTRATO DEL GAS, DICEN EXPERTOS"

Publicado en La República (26/01/2016)

Resulta una vergüenza que el precio del gas de ahora sea poco más o menos de 50 centavos de dólar. la renegociación del contrato del gas no solo debe ser un tema de la campaña sino un tema que se priorice en la agenda política, el debate debe ampliarse a otros acuerdos perjudiciales para el país.


 

miércoles, 20 de enero de 2016

martes, 12 de enero de 2016

PERVERSIONES ELÉCTRICAS - TARIFAS ABUSIVAS Y DISCRIMINATORIAS

ESCRIBE: JORGE MANCO ZACONETTI (Investigador UNMSM)

En la primera semana de enero del año que se inicia las tarifas eléctricas se han vuelto ha incrementar en un promedio de 2.8 por ciento para los usuarios residenciales y en 3.9 por ciento para los usuarios comerciales e industriales. Según la explicación oficial e interesada  del Osinergmin de continuar la pertinaz subida del dólar en relación a la moneda nacional (devaluaciòn), los ajustes es decir las subidas serán periódicas pues casi el 90 por ciento de los costos de generaciòn tanto en potencia como energía, transmisión y distribución están fijados al tipo de cambio de la moneda estadounidense. 

Así, si el tipo de cambio supera los 3.50 por dólar, por más que existan menores precios en los combustibles, el precio del cobre se derrumbe, los niveles de lluvia se mantengan, el índice de precios del equipo y maquinaria eléctrico en USA sea constante etc. igualito las tarifas se incrementarán.
En la versión oficial según el organismo regulador “ la variaciòn tarifaria se produce principalmente por la variación del precio en la generación; específicamente por la actualización de los precios de los contratos licitados a largo plazo entre empresa generadoras y distribuidoras. Ello se ha producido por el incremento del tipo de cambio, así como del (precio)  del gas natural utilizado en la generación eléctrica (este último impactado también por el aumento del tipo de cambio) Oficina de Comunicaciones- Osinergmin 3/1/16

El índice de las tarifas eléctricas en el 2015 ha tenido un comportamiento alcista principalmente por las razones aludidas tan es así que frente al Índice de Precios al Consumidor (IPC) a nivel nacional del 100 por ciento donde las tarifas  apenas tienen una ponderación u participación del 2,582 por ciento, sin embargo su variación anual ha sido del 17.60 por ciento influyendo de manera importante en el incremento de los precios de bienes y servicios por el efecto “cascada”, es decir el incremento promedio del nivel de precios en los bienes y servicios (inflación) se explica en buena cuenta por la subida de las tarifas eléctricas.
Es más, la cuestión se agrava si  se considera el otro componente del índice “energía eléctrica y combustibles”, pues éstos últimos con una ponderación del 1,652 por ciento en el índice general de precios han tenido una variación a la baja en el 2015 de menos 4,65 por ciento, expresando en parte el desplome de los precios del petróleo y derivados. 

Por tanto, cabe interrogarse si el precio de los combustibles a nivel general tiende a la baja, por qué las tarifas eléctricas en especial aquellas que dependen de los derivados del petróleo como el diesel y el petróleo residual se incrementan.

Por ello, el Banco Central de Reserva del Perú (BCR) que tiene entre sus objetivos preservar la estabilidad monetaria denuncia que la variación anual de precios promedio de bienes y servicios , que permite estimar la inflación, es decir el IPC en el 2015 ha sido del 4,13 por ciento superando de lejos el 2 por ciento previsto por el Ministerio de Economía y Finanzas. En tal sentido, el BCR se interroga si en nuestro país existe una sobreoferta en la capacidad de producción eléctrica, ¿por qué las tarifas se incrementan?, promoviendo niveles inflacionarios que deterioran el poder adquisitivo de los asalariados y ponen en riesgo la estabilidad monetaria.

PERVERSIONES ENERGÉTICAS

En tal sentido, resulta legítimo preguntarse ¿Cuáles son las razones reales que explican el incremento de tarifas eléctricas que tienen un efecto perverso sobre el nivel general de los precios de bienes y servicios? ¿ Por qué se incrementan las tarifas eléctricas si más del 50 por ciento de la producción eléctrica depende del gas de Camisea que tiene un precio regulado, y está considerado como un precio extremadamente barato en relación a otros marcadores en el precio del gas natural en el país y en el exterior?

Es más, el ciudadano de a pie reconocido como consumidor  regulado que no tiene ninguna capacidad de negociación con las empresas de distribución eléctrica, ni mucho menos con una empresa de generación tiene que pagar tarifas cada vez más elevadas consumiendo lo mismo o incluso con una demanda menor. 

Igualmente se pregunta si existe un nivel del 40 por ciento o más de exceso de capacidad de potencia para producir electricidad, donde las empresas involucradas dicho sea de paso tienen una rentabilidad asegurada del 12 por ciento, sobre todo de generación térmica, solamente por afianzar y ser reconocidas por el sistema interconectado. Igual el usuario tiene que abonar mayores tarifas, e incluso éstas tienden  ajustarse periódicamente hacia arriba.

También el consumidor se pregunta las razones por las cuales en el llamado “mercado de los clientes libres” el usuario que puede ser una empresa minera por ejemplo esté pagando por un megavatio hora un promedio de 30 dólares por MW/h y el usuario regulado es decir los más de 6.4 millones de clientes eléctricos tenemos que pagar más de 65 dólares por el mismo MW/h. 

En tal sentido, no se estaría  respetando la norma establecida en la “ley de concesiones eléctricas” que señala que la diferencia entre el precio de la tarifa en el “mercado libre”, es decir de todas aquellas empresas que negocian una tarifa con una empresa de generación o distribución, no puede tener una diferencia superior al 10 por ciento en relación a la tarifa del cliente regulado. 

Esto puede significar por ejemplo que una empresa minera gracias al gas barato de Camisea esté pagando a lo sumo 30 dólares por MW/h y el cliente regulado, es decir todos aquellos que tenemos una demanda menor a 2.5 Kw/h, tengamos que abonar más de 65 dólares por el mismo megavatio hora (MW/h)

El problema se agrava si en el llamado “mercado de corto plazo” o más conocido mercado spot donde se compra y vende energía en el día, hasta ahora exclusividad de las empresas de generación eléctrica (Edegel, Kallpa, Enersur, Duke Energy, ElectroPerú entre las más importantes) el precio del MW/h determinado por el costo marginal no supera los 20 dólares durante los últimos 24 meses, y el cartel de la generación con los estudios de abogados a sueldo impiden que participen otros actores como los “grandes clientes libres” y las empresas de distribución, para el fomento de una mayor competencia y presionar a la baja el precio de la energía en el mercado regulado. 

Es decir, el cartel de la generación se opone al espíritu de “la ley de concesiones eléctricas” que supuestamente fomentaba una mayor competencia en el mercado de corto plazo. Evidentemente el gran negocio de las empresas de generación radica hasta ahora en comprar energía a 20 dólares el MW/h e incluso menos pues la tarifa varía diariamente, y vender esa misma energía en el mercado regulado a 65 dólares el mismo megavatio hora. ¡Negocio seguro, con ganancias extraordinarias y abusos al consumidor!

EL HILO DE LA MADEJA

En verdad son múltiples las perversiones que se manifiestan en el sector eléctrico y que la mayoría de analistas del sector se preservan de señalar. Una está en relación a la participación de los costos de la generación en las tarifas reguladas cuyos usuarios somos más de 6.4 millones de sufridos consumidores y que se expresa en las extraordinarias utilidades que obtienen las empresas de generación en especial aquellas que se alimentan del gas barato de Camisea como Edegel empresa de generación del grupo Enel de Italia, Enersur de la transnacional Suez Energy y Kallpa.

En la tarifa del cliente regulado de baja tensión ( BT5B) que somos la gran mayoría la participación de los costos de la generación superan el 52.7 por ciento, es decir, constituye el mayor costo en la tarifa, seguido por los costos de transmisión que se han incrementado con el presente gobierno gracias a una serie de cargos y subsidios que tenemos que abonar los clientes regulados.

Así, para enero del 2016 la participación de la transmisión principal es del 8 por ciento, asi mismo la participación en la tarifa de la transmisión secundaria es del 3.9 por ciento y los otros cargos de transmisión del 9.9 por ciento respectivamente. Esto incluye el recargo del FOSE (Fondo de Compensación Social Eléctrica) un subsidio cruzado que tenemos que abonar todos los clientes regulados con un consumo superior a los 100 Kw/h que permite el acceso al servicio eléctrico a la población con menores ingresos y una demanda menor a los 100 Kw/h (Kilovatios hora). Así, tenemos que abonar todos los usuarios regulados más de 4 soles mensuales para garantizar el acceso a los sectores de la población menos favorecidos.

A ello se debe agregar el FISE (Fondo de Inclusión Social Energético) que se financia en parte con “un cargo a ser incluido en el peaje del sistema principal de transmisión eléctrica, y es administrado y regulado por Osinergmin..”

Los elevados niveles de la transmisión en la tarifa regulada también incluyen una serie de cargos entendidos como compensaciones por una seguridad de suministro a una serie de centrales hidráulicas, térmicas, que necesitan “las muletas del estado” para ser rentables. Es decir, todos los usuarios regulados financiamos en última instancia la rentabilidad de las empresas de generación y de los futuros proyectos eléctricos.

Por último, la participación de la distribución en la tarifa del cliente regulado es del 25.5 por ciento donde las empresas de distribución eléctricas de propiedad estatal tienen una mayor participación con el 38 por ciento del mercado, seguido por la transnacional Luz del Sur con el 29 por ciento del mercado de distribución. El tercer lugar, lo ocupa la transnacional Endesa (Edelnor) del grupo Enel con una cuota del 27 por ciento del mercado de distribución, participación integrada a las empresas de generación del mismo grupo económico a través de las empresas Edegel y Eléctrica de Piura que detentan el 22 por ciento de la potencia instalada eléctrica. ¡Con una integración vertical en demasía!

INGRESOS Y UTILIDADES ELECTRIZANTES

Estas distorsiones y perversiones del mercado eléctrico en especial en la actividad de la generación se manifiestan en los importantes ingresos y utilidades operativas de las empresas generadoras en particular de aquellas empresas que alimentan sus turbinas con el gas de Camisea, comprando gas barato y vendiendo energía cara.

Ello se puede observar en el cuadro de Ingresos y Utilidades Operativas de las empresas de generación Edegel S.A.A., Enersur S.A. y Kallpa Generación S.A. en el período 2009 hasta el III Trimestre del 2015, como se puede observar en los cuadros respectivos.

Así, los ingresos expresados en millones de nuevos soles para el caso de Edegel S.A.A. han transitado de los 1,059 millones de soles en el 2009 a más de 1,544 millones de nuevos soles, es decir se han incrementado  en 485 millones de nuevos soles. Es más, al mes de setiembre del 2015 los ingresos equivalentes a 1,212 millones superan a los ingresos de los años completos del 2009 y 2010, 
Lo mismo acontece con las utilidades operativas, es decir antes de impuestos y participación de utilidades de los trabajadores, que dicho sea de paso perciben salarios que no están acorde a la riqueza creada y productividad. Para el caso de Edegel S.A.A. las utilidades también “suben como espuma”  a tal punto que las utilidades al III Trimestre del 2015 superan a las utilidades operativas obtenidas en los años 2009 y 2010.

Es más, la rentabilidad real de las empresas de generación es mayor, en especial del “cogollo eléctrico”, es decir aquellas que alimentan sus turbinas con el gas barato de Camisea, están obteniendo ganancias extraordinarias, pues a las utilidades operativas habría que sumarles los montos por depreciación, amortizaciones que se cargan a los costos de ventas , y las provisiones diversas.
En el caso de Enersur S.A. los ingresos al III Trimestre del 2015 equivalentes a 1,652 millones de nuevos soles superan a los ingresos obtenidos en el 2009, 2010, 2011, 2012 e incluso del 2013 demostrando el posicionamiento y la rentabilidad del negocio, donde el riesgo es mínimo.

En el mismo sentido, la utilidad operativa al tercer trimestre del 2015 equivalente a 672 millones de soles supera la utilidad operativa del 2009, 2010 , 2011, 2012, 2013 y prácticamente se equipara con la rentabilidad del 2014 en plena recesión, tal como se puede observar en los respectivos cuadros.

EPÍLOGO

Lo que acontece en el sector eléctrico exige una reforma o reestructuración en el sector pues los principios que justificaron incentivar las inversiones en la década de los noventa del siglo pasado no resultan válidos en la presente coyuntura. Si bien es importante remunerar adecuadamente al capital, la vigencia de tasas reales de rentabilidad superiores al 30 por ciento resultan excesivas y abusivas, pues en última instancia las mismas son financiadas por los usuarios.

En efecto una genuina regulación sobre todo en la generación eléctrica exige transparentar los costos,  la veracidad de las inversiones, investigar las relaciones con la matriz, etc. fomentando la mayor competencia en especial en el mercado de corto plazo donde se verifican graves perversiones de un lado, y grandes negocios para un selecto grupo de empresas de generación que contraponen sus intereses privados al interés público.

Por último, el incremento de la participación de la transmisión en especial por los diversos cargos y subsidios, debe ser transparentado pues millones de clientes regulados abonan en sus recibos de electricidad sin su conocimiento millonarias cifras que deben tener el debido buen uso, pues ante un Estado débil e ineficiente, sin instituciones legítimas, y con ausencia de liderazgo de nuestros gobernantes no sería de extrañar las clásicas malversaciones y los altos niveles de corrupción con el dinero público.

Ingresos 


Utilidad Operativa

martes, 5 de enero de 2016

CAMISEA Y EL ROL DEL ESTADO - APOSTAR POR LA CULTURA DEL GAS NATURAL

 Escribe: Jorge Manco Zaconetti (Investigador UNMSM)

Es urgente y necesario apostar por la masificación del gas natural en el Perú y que no solamente la capital se beneficie, para depender lo menos posible de las oscilaciones del precio del petróleo y de las distorsiones abusivas del mercado de la distribución mayorista y minorista de combustibles, en especial de las gasolinas y gas licuado de petróleo (GLP) que son los energéticos sustitutos y alternativos al gas natural que se distribuye mediante redes subterráneas o mediante gasoductos virtuales, es decir en “transportes tanqueros”

Los beneficios del gas de Camisea tuvieron que esperar casi 20 años pues descubiertas las reservas gasíferas del lote 88 en 1984 por la transnacional holandesa Shell recién a mediados del 2004 pudieron explotarse las reservas de gas natural, especialmente en la generación eléctrica, y en el uso de unas cuantas empresas industriales, constituyendo hasta ahora la demanda residencial menos del 5 por ciento de la demanda total, con aproximadamente  300 mil usuarios residenciales en Lima. 
Es más, el Estado tuvo que asegurar al Consorcio Camisea una demanda mínima de parte de la estatal ElectroPerú con compras de 75 millones de pies cúbicos al día (MMPCDC) que eran vendidas a la transnacional Endesa (Edegel con su unidad de Ventanilla), en un contrato “take or pay”, cuando las centrales de la estatal tienen una naturaleza hidráulica.

Posteriormente se tendieron las redes subterráneas para la distribución del natural en Lima Metropolitana con el anillo que tiene su inicio en el City Gate de Lurín y desde el 2006 hasta el 2012 se promocionó la demanda del Gas Natural Vehicular (GNV) lo que permitió el surgimiento de decenas de grifos, talleres de conversión, y sobre todo la existencia de un parque automotor de más de 250 mil unidades que hacen uso del GNV.Ante la percepción de una falta de mercado, la intervención del Estado fue fundamental para asegurar por ejemplo la rentabilidad del transporte mediante el gasoducto que parte del campo de Malvinas a Lurín (Garantía de Red Principal se le llamó). Así, todos los usuarios regulados del servicio eléctrico tuvimos que abonar un cargo, es decir un plus en soles en nuestros recibos de electricidad, para financiar la rentabilidad de un gasoducto que tenía en ese entonces una capacidad máxima de transporte de 450 millones de pies cúbicos diarios, y supuestamente el mercado era débil y pequeño, por ello el Estado tenía que asegurar una demanda mínima.
Por todo ello los usuarios del país no solamente de Lima, de Piura, Cuzco, Arequipa etc. abonamos más de 480 millones de dólares a favor del Consorcio TGP (Transportadora de Gas del Perú) que eran los mismos que estaban en el Consorcio Camisea (Pluspetrol, Repsol, Hunt, Sk de Corea, Sonatrach etc.), desde agosto del 2002 hasta el 2009 fecha en que el mencionado gasoducto alcanzó su plena capacidad de uso.

Dicho sea de paso ese dinero es propiedad de los usuarios regulados que garantizaron la rentabilidad del gasoducto. Por tanto con ese capital se podría subsidiar la masificación del gas natural en especial de los usuarios residenciales en Lima, Piura y el sur del Perú. En el mismo sentido debemos destacar el carácter de precios regulados que tiene el gas natural del lote 88 tanto para el uso de la generación eléctrica e industrial, ello determina que la tarifa del gas de dicho lote sea  extremadamente barata al punto que distorsiona los precios relativos de otras fuentes energéticas (hídricas, eólicas, etc) .

Por ello, la realidad de Camisea y la débil masificación del gas natural en Lima que cuenta después de 15 años con aproximadamente los 300 mil usuarios de una población superior a los 9 millones de habitantes. Siendo una de las dificultades el alto costo de la conexión domiciliaria, la seguridad de suministro  la capacidad del transporte del ducto y la permisología municipal.

¿LA MASIFICACIÓN EN LIMA, PIURA EN CUESTIÓN?

A diferencia de la experiencia de Camisea con precios regulados y el otorgamiento de una serie de subsidios en especial para las empresas eléctricas (Edegel, Kallpa y Enersur) que compran gas barato y venden energía cara al cliente regulado, en especial aprovechando la exclusividad de las generadoras sobre el llamado “Mercado de Corto Plazo” o spot, donde a lo mucho compran el MW/hora a 20 dólares y lo venden al mercado regulado de los sufridos consumidores a más de 65 dólares el mismo megavatio hora, con lo cual obtienen ganancias extraordinarias. ¡Si ganan así las empresas de generación que usan el gas de Camisea que pertenece a la Nación así también se debe subsidiar la masificación del natural de uso doméstico!

En verdad, nos falta mucho para promocionar la cultura del gas natural pues el desenvolvimiento del mercado del gas tiene lamentablemente un sesgo eléctrico que constituye su principal uso, dejando de lado la petroquímica y las políticas de valor agregado con el agravante que se exporta más de 500 millones de pies cúbicos diarios del gas natural proveniente del lote 56 en condiciones desventajosas para el fisco. Sin embargo en Piura existe la posibilidad de fomentar la masificación del gas natural que podría alimentar a los principales departamentos del norte del país. En dicho departamentos existen importantes reservas de gas natural en los lotes I, II, V, VI/VII, X, XIII y Z-B que podrían suministrar el gas para la satisfacer las necesidades de las familias, pequeña industria y comercio, empresas pesqueras e industriales,  al margen de la generación eléctrica, el parque automotor y la Refinería de Talara.

Aproximadamente se extraen en promedio unos 150 millones de pies cúbicos diarios (MMPCDC) y solamente se transa, es decir  se comercializa a lo sumo 30 millones por día, lo cual determina que volúmenes importantes se reinyectan o lo que es peor se ventean o queman lo cual significa la liberación del gas metano en la capa de ozono lo que agrava el “efecto invernadero” con las consecuencias ambientales que ello trae consigo.  

A diferencia de los precios regulados del lote 88 los precios del gas natural en los lotes mencionados se rigen por las políticas de libre mercado. Sin embargo para el servicio público mediante la distribución del gas natural por ductos el organismo regulador Osinergmin determina o fija las tarifas máximas de la distribución del gas natural. 

Por ello, en la II Propuesta Tarifaria presentada por la empresa Gases del Norte del Perú al organismo regulador para el consumo residencial se destaca una sensible disminución de 22.8 dólares por millón de BTU a una tarifa de 8.89 dólares por millón de BTU (MMBTU), lo cual significa una reducción de casi 14 dólares con una variación hacia abajo del 61 por ciento. 

Evidentemente ello satisface al futuro consumidor de Piura haciendo posible su conversión hacia el gas natural pues tendría que pagar a lo sumo 16 soles incluido el 18 por ciento por concepto del IGV frente a los 37 soles o más que tendría que abonar por un balón de 10 kilos de GLP, que como analizamos en un artículo anterior tiene una precio abusivo producto de las distorsiones en las actividades de distribución, transporte, y comercialización mayorista y minorista del gas licuado de petróleo. A diferencia de Lima que tiene como responsable a la empresa Calidda donde la tarifa promedio bordea los 17.7 soles incluido el IGV, y el actual costo de conexión está sobre los 1,639 soles al cual hay que agregar el 18 por ciento por concepto de IGV, lo que totaliza un monto superior a los 1,934 soles.

Si bien este monto resulta difícil de asumir en los considerados hogares pobres y de bajos recursos, se podría financiar en el tiempo con una tarifa adicional por conexión de 31.3 soles incluido IGV. Lo cual sumaría un tarifa mensual promedio de 17.7 soles más los 31.3 por conexión financiada  un total de 49 soles mensuales que sigue siendo una tarifa lejana del bolsillo popular que dicho sea de paso ha financiado en el pasado el gasoducto de Camisea a Lima.

Por ello el alto costo de la conexión en Lima dificulta la masificación del gas natural y gozar al mismo tiempo los beneficios de la cultura del gas y poder sustituir la demanda del gas licuado de petróleo (GLP). Todo esto se agrava cuando todos los usuarios regulados hemos subsidiado la rentabilidad del gaseoducto de Camisea a Lima. Por ello, cabe preguntarse sobre uso y destino de los montos pagados por todos los usuarios regulados del servicio eléctrico entre el 2002 y el 2009, por más de 480 millones de dólares.

A diferencia de Lima en Piura existe la posibilidad concreta de gozar los beneficios de un gas natural barato y seguro para el uso residencial, vehicular y la pequeña industria a través de la II Propuesta Tarifaria presentada por Gases del Norte del Perú ante el Osinergmin.
En Piura el usuario residencial abonaría mensualmente durante los próximos 8 años una tarifa fija de 16 soles incluido el IGV, y el costo total de la conexión sería de 824 soles más el IGV. Es decir, pagaría una tarifa sensiblemente menor a la que se paga en Lima (S/ 1,639 más IGV), ello ha sido posible gracias a una efectiva regulación y la defensa del interés público en medios como DIARIO UNO, Radio Cutivalú, Radio Exitosa etc. Ver Cuadro Comparación Precio Gas Natural. Uso Residencial Lima Vs. Piura


Igualmente si se tratase de pagar en Piura la conexión en un tiempo superior al año el usuario tendría que asumir el costo de los intereses producto del financiamiento que se tendría que asumir, al igual como se financia un electrodoméstico en cinco años, el consumidor resulta pagando por dos unidades en razón de los intereses.
Por ello lo recomendable es asumir el financiamiento en el menor tiempo posible, y gozar de los beneficios de la cultura del gas natural, pues con tarifas mensuales de 16 soles mensuales en Piura no solamente resultan menores a las vigentes en Lima, como se puede observar en el cuadro, sino que se puede superar los precios abusivos del gas licuado de petróleo (GLP) que en las provincias del norte tienen un precio superior a los 40 soles por un balón de 10 kilos.   

lunes, 4 de enero de 2016

Gasolina: la ideología ataca de nuevo

Escrito por: Humberto Campodónico
Publicado en Diario La República*
Lunes 4 de Enero del 2016

Otra vez ha comenzado la campaña contra Petroperú, afirmando que la empresa mantiene altos los precios para así “hacer caja” y financiar la Refinería de Talara. El objetivo es múltiple: generar una corriente negativa en la opinión pública hacia Petroperú; demostrar que toda empresa pública es mala per se y, claro, no formular ninguna política energética desde el Estado para que los privados sigan haciendo y decidiendo como les da la gana.

Dice el BCR que, cuando se compara el precio de paridad de importación (PPI) desde el Golfo de México (EEUU) hasta el Perú, existe un margen de 22% que no se traslada a los usuarios. Como se sabe, es Osinergmin quien calcula el PPI y lo considera como un “precio de referencia” porque los precios son libres y se fijan por la oferta y la demanda (Ley 26221 de 1993). Pero el BCR no dice que una serie de costos no son tomados en cuenta por el PPI. Por ejemplo, la ley obliga a 15 días de existencias de combustibles en tanques, para prever cualquier desabastecimiento.

¿Qué representa esto? En el 2014 en el Perú se vendieron 80 millones de barriles, lo que equivale a 3,350 millones de galones o 9.2 millones de galones al día. Para garantizar 15 días, las empresas almacenan de manera perenne 138 millones de galones. A un precio promedio de refinería de 7 soles por galón, tenemos S/. 964 millones inmovilizados todo el año. ¿Cuál es este costo financiero? Una suma alta que la empresa tiene que agregar al costo de venta del producto. Eso no lo tiene en cuenta el BCR.

Hay más. En el 2014, según la DICAPI hubo 520 días en que los puertos estuvieron cerrados por “mareas anómalas”, que son cada vez más frecuentes por el cambio climático. Mientras el puerto está cerrado, la empresa importadora (o exportadora) tiene que pagar los “días de para” de los buques. Esto también se agrega a los costos. ¿Y el BCR? Bien, gracias.

La “pistola humeante” sería que “las utilidades de Petroperú han aumentado en el 2015, cuando en el 2014 habían bajado”. Otra vez el BCR se equivoca. Una empresa puramente refinera depende de los vaivenes del precio del petróleo. Si, como en el 2014, este cae bruscamente desde US$ 90 hasta US$ 40/barril, la refinería se encuentra con inventarios comprados a precios altos, mientras que los nuevos precios son más bajos.

Por ello incurre en pérdidas. Eso le sucedió a ENAP de Chile, a La Pampilla y a Petroperú (todas importadoras netas). La solución es tener petróleo propio para defenderse de la bajada, pero ninguna de estas empresas lo tiene. En el Perú eso podría haberse dado, pero el gobierno se opone. Sin embargo, ya hay Ley aprobada por el Congreso que le permite entrar al Lote 192.

Sigamos. En el 2015 los precios ya habían disminuido y, por tanto, también lo hizo la volatilidad en los ingresos, motivo por el cual ya no hubo “descalce” entre dos precios diferentes y de gran magnitud.

Hay más: desde el 2015, con el DS 266-2015-EF, a Petroperú se le devuelve el 18% del IGV por los combustibles que vende en la Amazonía, lo que no sucedía antes. La pérdida de ingresos fue de S/. 234, 280 y 245 millones en el 2102, 2013 y 2014. Ahora van a aumentar los ingresos de Petroperú. El BCR no dice que hay un gran problema con el margen de comercialización, lo que ha sido subrayado por el viceministro de Energía, Raúl Pérez Reyes y por el Presidente de Petroperú, Germán Velásquez. Las cadenas de grifos cobran 20% de margen, lo que perjudica al consumidor. En otros países de la Región el margen promedio es de 9 a 10% y/o está regulado. Eso no sucede acá.

Las más grandes cadenas de grifos son de Repsol y Primax seguidas por PECSA y otras. Petroperú no posee ni un solo grifo (los que tenía fueron privatizados en 1993). Lo que hay son grifos de privados con la “bandera” de Petroperú. Pero nada más. Por eso, como dice Pérez Reyes, cuando los precios suben, son un misil, pero cuando caen, son “una pluma”.

El tema es, entonces, doble. De un lado, Indecopi no debe permitir semejantes abusos de la posición de dominio. Para ello es necesario modificar la actual ley, que permite la posición de dominio, además de sancionar la concertación (si la hubiere, que la hay). De otro, si Petroperú tuviera grifos, sería un referente en los mercados, pues trasladaría al usuario la baja de precios (cuando se dijo que Petroperú podría comprar los grifos de Repsol, los mismos que hoy chillan por los márgenes, se rasgaron las vestiduras).

El problema del BCR es que la devaluación del sol se está trasladando a la inflación interna y, claro, al precio de los combustibles. Por eso anda buscando chivos “inflacionarios” (sobre todo Petroperú) por todos lados. Pero no nos dice que sus políticas para frenar el alza del dólar no han rendido frutos: de abril del 2013 a diciembre del 2015 el BCR vendió US$ 25,000 millones, lo que equivale al 50% de la posición de cambio. Pero, caramba, el dólar igual subió de 2.57 a 3.39 soles.

Mención aparte para El Comercio, que en su enésimo editorial (Dame más gasolina, 01/01/2016) insiste en que Petroperú se financia “con nuestra plata”. Detrás se ubican los ideólogos del coro: “Modernizar Talara es una monstruosidad”. Pero en América Latina y el mundo las refinerías estatales son la norma.

En verdad, no quieren que se asome la posibilidad de algún cambio al modelo, por ejemplo, una empresa estatal eficiente, aunque estas sea una medida racional, acorde con la evolución mundial. Motivo adicional, entonces, para defender a Petroperú de las críticas interesadas, planteando también su vuelta a la integración vertical con el Lote 192 y el Lote 64. Y de dotar al país con una política energética de largo plazo.

(*)Ver Publicación en:
http://larepublica.pe/impresa/opinion/730790-gasolina-la-ideologia-ataca-de-nuevo