martes, 25 de agosto de 2009

Debate: Renegociación del contrato de gas natural de Camisea

Congreso interpelará a titular del MEM

Denunciarán a ex funcionarios del régimen toledista ante la Procuraduría del Estado*
No convenció. Y es que de nada sirvió la maratónica presentación por más de tres horas del ministro de Energía y Minas (MEM) Pedro Sánchez ante la comisión del mismo nombre del Congreso de la República, ya que a pesar de la avalancha de cuestionamientos al proyecto de exportación del gas natural a México, el titular del MEM sólo fue a defender los intereses extranjeros con una pobre y nada aclaratoria presentación, en la que básicamente afirmó que el proyecto exportador del gas está blindado, ya que es un contrato entre privados, es decir, entre el Consorcio Camisea y Perú LNG, en el cual, según aseveró, el Estado no tiene nada que ver. “Por más firmeza o voluntad política que se pida el Estado, no es parte de ese contrato que está blindado ya que tiene una ley que le da estabilidad jurídica y tributaria”, justificó de manera insistente.

Con la soga al cuello

Ante ello y como era de esperarse, las bancadas del Parlamento adelantaron que promoverán a más tardar la próxima semana un pliego interpelatorio contra Pedro Sánchez debido a que no denota firmeza ni carácter suficiente para emprender una verdadera renegociación del contrato tomando como premisa salvaguardar el recurso natural de los peruanos.

“El contrato de exportación es siniestro y con claros visos de corrupción, pero el ministro Sánchez habla de respetarlo, se empeña en hablar de la estabilidad jurídica, parece que fuera ministro de Energía de México porque defiende a capa y espada el gas para esa nación”, afirmó el legislador Víctor Andrés García Belaunde al considerar que el titular del MEM debería volver a escuchar el mensaje presidencial de Fiestas Patrias, en el cual se afirma que la demanda interna de gas no será sacrificada por la exportación.

García Belaunde aseguró que legisladores del Partido Nacionalista (PNP), de la Alianza para el Futuro) y Unión por el Perú (UPP) le han adelantado su total apoyo a la interpelación de Pedro Sánchez.

Precisamente congresistas de dichas bancadas afirmaron que el contrato de exportación es grotesco y lesivo para los intereses del país, ya sea por el precio en boca pozo que es hasta ocho veces más barato que el del local.“Ese contrato es grotesco y sugiero que debido a la continua inasistencia de los ex ministros toledistas a la comisión que revisa los contratos de Camisea, éstos sean citados bajo apercibimiento y que incluso se les levante el secreto bancario, porque no pueden seguir retrasando las investigaciones”, aseveró el legislador fujimorista Alejandro Aguinaga.En tanto, la parlamentaria de Solidaridad Nacional Fabiola Morales criticó que el titular del MEM oculte el avance de la supuesta renegociación y que sólo se limite a decir que está “en un buen avance”. Asimismo los legisladores Rafael Vásquez, Susana Vilca, Martha Acosta y Víctor Mayorga lamentaron que la supuesta renegociación del contrato de exportación esté liderada por Daniel Cámac, viceministro de Energía, quien precisamente trabajó por muchos años en el estudio de Jaime Quijandría, ex titular del MEM en el gobierno toledista y promotor del proyecto exportador.

¿Será verdad? Denunciarán a ex funcionarios toledistas

De otro lado y tratando de ganarse puntos tras un soporífero discurso, Pedro Sánchez anunció que en el transcurso de esta semana presentará ante el procurador del Estado una denuncia contra ex funcionarios del régimen toledista, quienes realizaron cambios al contrato para la exportación del gas de Camisea. “Estamos concluyendo las investigaciones y el procurador público establecerá claramente responsabilidades, ya que el Estado ha heredado este tema”, justificó.

Apristas y PP apoyaron contrato de exportación

Si bien el ministro Pedro Sánchez deslindó que el gobierno aprista se encuentre involucrado en las modificaciones del contrato de exportación del gas, la congresista Martha Acosta del Partido Nacionalista denunció que José Carrasco Távara del PAP fue quien en el 2005 presentó un proyecto de ley para dichos cambios. Así, durante la sesión de la Comisión de Energía y Minas, recordó que fueron los legisladores apristas quienes votaron a favor del contrato de exportación.

“Fue por la mayoría aprista que el 13 de enero de 2006 se aprobó el contrato de exportación, 17 de ellos votaron a favor, entre los que se encontraban Jorge del Castillo, Mercedes Cabanillas, Juan Valdivia, Javier Velásquez Quesquén, Ramos Cuya, entre otros”, informó. Asimismo también 16 legisladores de Perú Posible votaron a favor de este proyecto 9275, que fue presentado por José Carrasco Távara el 5 de diciembre de 2003 y fue dictaminado por la Comisión de Energía y Minas el 25 de junio de 2004.“Entiendo que ahora Carrasco Távara preside un grupo de trabajo que investiga los contratos de exportación y eso no puede ser, porque lo considero un doble discurso, pero que sea la población quien también debe hacer una lectura de todo lo que está pasando”, sostuvo, al tiempo de cuestionar la pobre presentación del titular del MEM, quien a pesar de sus esfuerzos no convenció a ningún legislador y solo provocó que las bancadas se unieran en contra de la exportación e incluso algunos hasta pidieran su inmediata renuncia.

PAOLA PLÁCIDO SALAS

* Diario Expreso, 26 de agosto de 2009



Horas antes, titular del MEM confirmó solución paralela de abastecimiento y exportación

Presidente García anuncia hoy que Consorcio Camisea asegurará abastecimiento de gas al mercado interno*


Acuerdo consiste en recortar volúmenes de exportación de 600 a 300 MPCD

El presidente de la República, Alan García, anunciará, en las próximas horas, el acuerdo del ministro de Energía y Minas con el Consorcio Camisea, por el cual este grupo garantiza el abastecimiento de gas para el mercado nacional, que consiste en reducir el acuerdo de exportación de 600 Millones de Pies Cúbicos Diarios a 300 MPCD, en aplicación de la Ley de Hidrocarburos que autoriza medidas de esta naturaleza en casos de emergencia por escasez de energía.

La información fue obtenida en fuentes palaciegas anoche al cierre de esta edición, reportándose que el anuncio presidencial será hecho en la reunión que sostendrá García en Palacio de Gobierno con la presidenta del directorio de Cálidda y representante de AEI, Mariella de Jong; el presidente de Promigás, Antonio Celia; y el gerente general de Cálidda, Ernesto Córdova.

Chile llora

El acuerdo peruano con las empresas del Consorcio Camisea ha dejado sin piso al plan secreto de triangulación de la exportación de por lo menos la mitad de los 600 MPCD a Chile, los cuàles ahora se sumarán a los 400 MPCD que ya se tenían previstos para consumo del mercado nacional.

El anuncio presidencial confirmaría la posición sustentada por el titular del sector de Energía y Minas, Pedro Sánchez, realizada en la víspera durante su comparecencia ante los integrantes de la Comisión de Energía Minas del Congreso, donde no dio ninguna seguridad de dejar sin efecto la exportación del gas de Camisea para priorizar el abastecimiento del mercado interno, a pesar de que reconoció de que no había reservas probadas suficientes de gas para realizar ambas decisiones.

Solución en paralelo

El propio Sánchez, a la salida de la reunión congresal, ante una pregunta de LA RAZÓN adelantó que en estos momentos no se estaba exportando ni una molécula de gas y que la exportación se realizaría en mayo del 2010, fecha en que estará concluida la planta de licuefacción de Melchorita, para realizar la exportación de gas.

A la pregunta de LA RAZÓN: ¿qué se producirá primero, el aseguramiento del abastecimiento interno o la exportación de gas?, respondió que “los dos temas se estaban trabajando en paralelo y que “estamos muy cerca de resolver el abastecimiento de gas”, con lo cual dio a entender que habrá exportación de gas y también aumento de volúmenes de gas para el mercado local.

La exposición del titular de Energía y Minas fue fustigada severamente por el congresista Víctor Andrés García Belaúnde, quien lo calificó de “ministro de Energía de México, antes que de Perú, porque está favoreciendo los intereses mexicanos al no hacer ningún esfuerzo para dejar sin efecto los contratos de exportación y priorizar el abastecimiento del mercado interno”, lo cual sería confirmado por fuentes a las que accedió LA RAZÓN.

“Para Sánchez la solución no es dejar sin efecto las exportaciones de gas que está demandando la industria, la electricidad, el proyecto de gasoducto, entre otros, sino “promover un mayor flujo de inversiones en la búsqueda de nuevos yacimientos de gas”, dijo.

Interpelación y renuncia

En vista de que Sánchez no dio las satisfacciones respecto a la exigencia de garantizar el abastecimiento de gas al mercado nacional, el legislador Rafael Vásquez le pidió su renuncia al cargo y su par García Belaúnde anunció la presentación de un pliego interpelatorio multipartidario en los próximos días.

Sánchez admitió por primera vez que estaba renegociando con el Consorcio Camisea, pero no dio detalles de los temas que su sector está realizando, e insistió a lo largo de su exposición que su misión en este tema es conseguir el aumento de volúmenes de gas para el consumo interno y que estaba seguro que se llegaría a un acuerdo en este sentido.

Investigación y acusaciones

La reunión de la Comisión se inició con un pedido del congreso aprista José Carrasco Távara, presidente del grupo de trabajo que investiga los contratos de exportación del gas de Camisea, para que el pleno del Congreso le amplíe el plazo de su trabajo por otros 30 días y se convierta al grupo en comisión investigadora con facultades para obligar a ex ministros y funcionarios del gobierno toledista, a cumplir con la citación que se les ha hecho.

Carrasco hizo una breve historia de la explotación del gas de Camisea y recordó que el contrato del Lote 56 estaba viciado desde su origen y que el Lote 88 fue abandonado por la Shell por aparente no tener reservas atractivos, y convertido en un activo del Estado, y que fue entregado a las empresas del Consorcio Camisea, sin el requisito de licitación.

Más tarde, cuando Carrasco se ausentó, la congresista nacionalista Martha Acosta dijo que éste, con fecha 5 diciembre del 2003, fue el autor de la iniciativa legislativa que dio lugar a la Ley 28552 que modificó la ley matriz por la cual se garantizaba la prioridad de destinar la producción del gas al abastecimiento del mercado local, y a la exportación solo en caso de que hubiera un excedente.

La parlamentaria dijo que así se modificó de la legislación original y esto fue aprobado en el pleno del congreso por 57 votos, entre los que se incluyeron 16 de Perú Posible, 17 del Partido Aprista, dos del Frente Independiente Moralizador y dos de Concertación Democrática, entre otros.

La denuncia de Acosta fue refrendada por García Belaúnde, quien dijo que Carrasco durante el gobierno anterior hizo de lobbista de Pluspetrol, explotadora de Camisea en el Congreso a favor de la exportación de gas, y gracias a su iniciativa se eliminó el horizonte de 20 años de producción de gas para el mercado local.


Procurador denunciará a toledistas por modificación indebida a contratos

El ministro Sánchez adelantó que ha autorizado al procurador del sector Energía y Minas para que denuncie penalmente a los funcionarios del gobierno de Alejandro Toledo que realizaron modificaciones delictivas de la ley de Hidrocarburos para autorizar legal e indebidamente las exportaciones de gas.

Reconoció que las reservas probadas de gas, evaluadas por una certificadora internacional, son de 8.8 Trillones de Pies Cúbicos diarios, la cual es una cifra diferente a la proporcionada por Pluspetrol, explotadora de Camisea, que la situó en 14.1, con posibilidades de ser extraídos, y que en el yacimiento había una riqueza potencial de 18.3.

Estas cifras le hicieron decir que se trataba de verificar esa riqueza potencial para convertirla en reserva probada, con lo cual habría gas en cantidad suficiente para satisfacer la demanda de todos los sectores del país que ya han manifestado sus requerimientos.

Por su parte, el congresista fujimorista Alejandro Aguinaga, expresó su acuerdo con esta decisión, porque según señaló, la ley 27133 que fijaba un horizonte de 20 años para el abastecimiento de gas para el mercado interno, fue objeto de “modificaciones perversas” para privilegiar las exportaciones en perjuicio del país.

* Diario La Razón, 26 de agosto de 2009, página 5



“El gas no se debe exportar”*

Entrevista a Carlos Herrera Descalzi

Ministro de Energía y Minas durante el gobierno de transición de Valentín Paniagua y actual decano del Colegio de Ingenieros, Carlos Herrera, quien como ministro firmó los contratos de Camisea el año 2001, advierte que el país enfrenta serios problemas porque no hay gas suficiente para satisfacer la demanda interna, debido a su exportación a México. Herrera denuncia que los contratos originales fueron ilegalmente cambiados, para favorecer los intereses de las empresas que quieren exportar el gas de Camisea y señala que el Estado debería tomar el control del gas y prohibir su exportación.

-¿En cuántos años el Perú se quedará sin gas, si se mantiene la actual situación en la cual alrededor de la mitad de los 8.8 billones de pies cúbicos de gas que tiene el país se usa para la exportación?

-Ya tenemos en este momento un serio problema de abastecimiento de gas. El gas ya comprometido, sin nuevos consumidores, representa 8.7 billones de pies cúbicos, es decir prácticamente todas nuestras reservas. El país ya no puede crecer en base al gas. Los que tienen gas en este momento van a seguir teniéndolo durante un tiempo, pero nadie más podrá acceder al gas.

Por falta de gas las plantas que deben cubrir la demanda eléctrica de los próximos años van a tener que usar diesel, lo que va a subir el precio de la electricidad.

-¿Cuándo comenzarán a quedarse sin gas la industria, las generadoras eléctricas, que ahora operan con el gas de Camisea?

-Tendrán gas solamente hasta que terminen sus actuales contratos. No hay gas disponible para renovar los contratos existentes. Los contratos de la industria vencen el 2013 y 2014; las generadoras eléctricas que ya tienen gas se quedarán desabastecidas a comienzos de los años veinte; las dos petroquímicas que hay tienen contratos hasta el 2032 y 2033; el consumo residencial en Lima e Ica tiene gas hasta el 2040. Eso sin incrementar el consumo actual.

-¿Y para cuántos años nos alcanzaría el gas si se anula la exportación?

-Tomando en cuenta el incremento previsto de la demanda interna para los próximos años, que ahora por la exportación no se puede satisfacer, cada sector tendría gas para diez años adicionales de lo que tiene ahora. Eso nos daría mayor tiempo para encontrar nuevas reservas y explotarlas.

-¿En unos años podemos estar en la paradoja de exportar gas y al mismo tiempo tener que importar gas para satisfacer la demanda interna?

-Así es, lo cual es ridículo. Vamos a exportar gas barato y comprar gas caro. Con un precio internacional de 3,50 dólares por millón de btu -ahora está por debajo de tres dólares- el Perú vende el gas para la exportación a 0,15 dólares. Y con ese mismo precio internacional, que es referencial y al cual hay que agregarle los costos de licuefacción, transporte y regasificación, al Perú el gas le podría costar unos 10 dólares por millón de btu, que es lo que ahora paga Chile. Esa es la situación a la que nos enfrentamos.

-¿Cuánto perderá el Perú por exportar el gas de Camisea?

-En los 18 años que dura el contrato de exportación a México, el Perú perderá 44 mil millones de dólares.

-¿Si no hay gas suficiente para el mercado interno y la exportación, por qué usted, cuando fue ministro de Energía y Minas, firmó los contratos de Camisea permitiendo la exportación?

-La exportación que nosotros autorizamos era una exportación condicionada, solamente se podía exportar gas si había reservas probadas para satisfacer el mercado interno por un horizonte permanente de 20 años cuantificados año a año. Si un año no se aseguraba el mercado interno por los siguientes 20 años, se cortaba la exportación. Pero eso se cambió durante el gobierno de Toledo por una obligación de abastecer el mercado interno por 20 años fijos, contados a partir del 2005, según el consumo de ese año, sin tomar en cuenta el incremento de la demanda interna. Ese cambio ha permitido que ahora se pueda exportar gas.

-¿Con el contrato original hoy no se podría exportar gas?

-No. Con ese contrato solamente se habría podido exportar si se encontraban campos gigantescos de gas.

-Pedro Pablo Kuzcynski, que como ministro del gobierno de Toledo promovió la exportación de gas, justifica esta decisión señalando que las reservas de gas superan los 12 billones (trillones en inglés) de pies cúbicos y que eso alcanza sin problemas para la exportación y el mercado interno.

-Esa cifra de reservas es falsa. Y así fuera cierta, no es verdad que con 12 billones de pies cúbicos sobra gas para exportarlo. El país tiene tantas necesidades de gas, que si hubiera 20 billones de pies cúbicos de gas no se debería exportar, porque vamos a necesitar esos 20 billones para el consumo interno. Si no hay problemas para el abastecimiento de gas como dice Kuzcynski, entonces por qué no se le da gas a las doce empresas que lo están pidiendo hace casi un año y no lo pueden recibir.

-¿Qué futuro le ve a la renegociación de los contratos de Camisea planteada por el presidente García para priorizar el consumo interno de gas?

-Aparentemente no hay ninguna renegociación. Creo que el gobierno está dejando que pase el tiempo y luego va a ver cómo inflar nuevamente las reservas de gas. No percibo que haya una verdadera voluntad para renegociar los contratos de Camisea a favor del consumo interno. El gobierno no tiene una política energética. Los anuncios del presidente en este tema son absolutamente erráticos, son marchas y contramarchas.

-¿La única forma de que el país pueda pensar en un desarrollo a base del gas es prohibiendo su exportación?

-Así es. No estamos en condiciones de exportar gas.

-¿Es posible cambiar los contratos de Camisea para anular la exportación?

-Sí. Un país debe respetar sus compromisos, pero las empresas tienen que respetar la ley, y la ley peruana señala que primero es el mercado interno. Las empresas están violando la ley porque están priorizando la exportación.

-¿Coincide con quienes proponen que el Estado asuma el control del gas, que ahora está en manos privadas?

-Creo que en este momento el Estado debe asumir el control de nuestras reservas de gas. Los incumplimientos de la ley por parte de las empresas y las mentiras sobre la cantidad de reservas justifican la intervención del Estado.

-¿El cambio de la matriz energética a gas, alentado por este gobierno y el de Toledo, ha terminado siendo una farsa?

-Sí, ha sido una farsa que nunca tuvo un rumbo definido y fue solamente una forma de llenarse de palabras sin saber qué se podía hacer.

“En Camisea ha habido una profunda corrupción”

-¿Los ex ministros Pedro Pablo Kuczynski y Jaime Quijandría fueron los dos personajes claves durante el gobierno de Toledo para los cambios que favorecieron a las empresas que explotan el gas de Camisea?

-Así es. Kuczynski ha sido asesor de Hunt Oil (empresa norteamericana que participa en la explotación y exportación del gas de Camisea). Como asesor de Hunt Oil preparó la oferta de exportación del gas de Camisea que esa empresa presentó al Estado peruano y luego, como ministro, se sentó al otro lado de la mesa a discutir en representación del Estado lo que él había preparado para Hunt Oil. Es ahí que se hacen los cambios a favor de Hunt Oil, facilitando la exportación de gas. Quijandría fue asesor de TGP (Transportadora de Gas del Perú) y como ministro de Energía y Minas favoreció al Consorcio Camisea.

-¿La entrega a Perú LNG (exportadora del gas) del Lote 56, descubierto por Shell y que luego revirtió al Estado cuando esta empresa se retiró del país, fue irregular?

-Ese lote se había guardado para que sea la reserva estratégica del país, nunca se debió entregar. El gobierno de Toledo lo entregó a dedo para la exportación a Perú LNG, donde Hunt Oil tenía el 70 por ciento. Luego de hacerse con ese lote, Hunt Oil le vendió a Repsol el 20 por ciento de su participación en Perú LNG en 325 millones de dólares. El gran activo de Perú LNG para esa venta era el Lote 56, con reservas probadas y que Perú LNG recibió sin invertir nada.

-Cuando hace dos años en Argentina se descubrió el pago de sobornos realizados por las empresas Skanska y Techint se reveló que esas habían pagado sobornos en el Perú por un millón 800 mil dólares. ¿Cree que esos sobornos están vinculados a Camisea, teniendo en cuenta que Skanska ha hecho varias obras de este proyecto, como la planta de licuefacción de Pisco, y Techint construyó el gasoducto y participa en el Consorcio Camisea?

-Cuando veo que en Camisea se cambió la ubicación de la planta de licuefacción para ponerla en la zona de amortiguamiento de la reserva de Paracas, lo que le ahorró a la empresa entre 50 y 100 millones de dólares; que se cambiaron los contratos para favorecer a las empresas con la exportación de gas; que se adelantó el impuesto a las tarifas eléctricas por el uso del gasoducto cuando éste todavía no estaba listo, lo que le permitió a Techint recaudar unos 100 millones de soles, y otras cosas, me parece que todo apunta a Camisea.

-¿Cuánta corrupción ha habido alrededor de Camisea?

-Ha habido una profunda corrupción. No puedo decir que Camisea está podrido, pero se ve podrido, huele a podrido y sabe a podrido. Lo ocurrido con el Lote 56 y los cambios de los contratos de Camisea harían empalidecer de envidia al “faenón” de los “petroaudios”.

Carlos Noriega
Entrevista


* Diario La Primera, 24 de agosto de 2009.





Quienes modificaron contrato del gas son traidores a la Patria*

Entrevista a Víctor Andrés García Belaunde.

El congresista de AP, Víctor Andrés García Belaunde, dijo a EXPRESO que todos los malos funcionarios que modificaron el contrato del gas de Camisea a favor del extranjero, son “traidores a la Patria” pues regalaron este recurso seguramente por intereses personales.

Asimismo, afirmó que el líder opositor de México y probable futuro presidente de este país Manuel López Obrador, con quien se reunirá dentro de poco, denunció que en este negocio podría haber más de 15 mil millones de dólares de utilidades que beneficiarán a los intermediarios, entre ellos Repsol y Perú LNG.

– ¿Qué opina usted del contrato del gas de Camisea tal como está ahora?

El contrato se firmó en época de Valentín Paniagua y ya estaba casi completo en la etapa del fujimorismo, pero en el transcurso de los años se han ido cambiando las condiciones de manera extraña. Estos cambios fueron denunciados por el propio Paniagua en una conferencia y nadie le creyó; todo partía en base a engaños sobre reservas porque nos hablaron de 11.7 TCF y luego de 13. La pregunta es: ¿nos engañaron desde el principio con mayores reservas de las que habían? Estos cambios se han hecho con el beneplácito de algunos ministros de turno y de funcionarios débiles e influenciables.

–Cuando usted dice “nos engañaron”, ¿a quiénes se refiere?

El consorcio interviniente nos ha dado una cifra irreal y el Ministerio de Energía nunca la comprobó pero siempre se habló de un horizonte de veinte años (del gas para consumo interno). Pasado el tiempo se ha descubierto que no existen tales reservas y que se ha eliminado la palabra “horizonte” (lo que permitía que la fecha se renovara). Estos cambios (hechos en la época de Toledo) van a generar que el extranjero se beneficie del subsidio del gas.

–Pero este descubrimiento no lo hizo el consorcio Camisea…

La Shell antes de irse dejó, con certificados, todas las reservas que existen, es decir le regaló al Perú algo que parecería que hoy el Perú le regalará a México, pero con una diferencia de precio que es inmensa. El Perú venderá a US$ 0.51 el gas y sin embargo al mercado interno se venderá a ocho veces más.

– ¿Los mexicanos recibirán el gas a ese precio?

Los mexicanos van a recibir en sus casas y fábricas al precio internacional, pero esa diferencia, ¿para quién queda? Según López Obrador, quien fue candidato a la Presidencia de México y perdió por menos de uno por ciento con el actual presidente, hay una diferencia de 15 mil millones de dólares.

– ¿Me puede decir qué dijo textualmente?

López plantea a su gobierno de qué modo el presidente (mexicano) Calderón tratará este tema y le pide dar la cara sobre ciertos temas. “Mucha gente está interviniendo en la investigación a fondo de la compra de gas a Repsol. Queremos llegar incluso a calcular la ganancia ¿Qué significa al final este contrato? ¿A cómo compra (Repsol) el gas en el Perú? ¿Cuánto es el costo de extracción? ¿Cómo lo congela? ¿Cuánto les cuesta y cómo lo embarcarán? ¿Lo trasladarán a Manzanillo y cómo lo revenden a la Comisión Federal de Electricidad? Porque se habla de 15 mil millones de dólares de utilidad”, señala.

– ¿Hay una investigación de México sobre este tema?

Esto ya se está investigando por pedido de López Obrador.

– ¿Quiénes ganarían estas utilidades?

Los intermediarios, que pueden ser Repsol y sus asociados, entre ellos Perú LNG, coludidos con algunas autoridades en México que se van a prestar para esta operación.


– ¿Se beneficiaría Chile?

Lo que hemos podido averiguar es que en realidad irá a Chile, al que se venderá al máximo precio internacional, es decir entre 12 y 16 dólares según la canasta de Texas que es el precio referencial. Sin embargo, el Perú lo va a vender a US$ 0.51 habiendo una utilidad de 1700%. Esa utilidad la ganarán los intermediarios, no el Perú porque al usuario de Chile y México no le van a subsidiar el gas, le llegará al precio mundial.

–¿El mercado interno cuánto tendrá que pagar?

El precio de gas para exportación está en US$ 0.51 por millón de BTU (Unidad Térmica Británica). Para el mercado interno, el más económico precio para generar electricidad cuesta US$ 1.60 en boca de pozo, es decir tres veces más. Para la industria y el mercado vehicular costará cinco veces más, para la Petroquímica costará ocho veces más de lo que pagará México entre comillas, porque en realidad es Chile el que terminará comprando el gas. Los peruanos no podemos aceptar esta burla ni corruptela de funcionarios antipatriotas; o reacciona el gobierno o reacciona el pueblo.

–¿Piensa viajar a México?

He llamado en la mañana (ayer) a unos contactos que tengo con los asesores de López para que nos pueda recibir y nos informe exactamente cómo van las investigaciones en México, porque ellos lo ven como un negociado sucio y muy jugoso.

– ¿Qué opina usted sobre los que firmaron las resoluciones que modificaron el contrato en contra del Perú?

Que son unos traidores a la Patria.

– ¿Está hablando de los ministros toledistas Pedro Pablo Kuczynski y Jaime Quijandría?

De todos los que han intervenido de alguna manera. Para mí son todos unos traidores a la Patria, para mí son unos miserables, no se puede jugar así con el país, para mí esto es peor que el contrato de la Brea y Pariñas.

–Se están regalando los recursos de todos los peruanos…

Pero los que han intervenido están llenos de dinero y gozando de una buena jubilación; el perjudicado es el pueblo y el Estado.

– ¿Qué se debe hacer para cambiar esta situación?

Lo primero es cambiar al ministro de Energía Pedro Sánchez porque con un ministro tan “debilucho” y con tan poco espíritu patriótico no vamos a hacer nada. Él quiere conversar para no cambiar, quiere anunciar supuestos cambios que nunca se van a producir, parecería que es un asalariado de Perú LNG.

– ¿Qué espera de la comisión Távara?
El contrato hay que renegociarlo, de eso no hay duda y eso lo puede hacer el Ejecutivo. El Congreso puede apoyar en investigar. Acá hubo corrupción y corruptos con nombre y apellidos, desde ministros hasta funcionarios de tercer nivel. El Perú necesita el gas para su desarrollo, no puede entregar ni una molécula de gas al extranjero si lo necesita internamente.

Deben renegociar para evitar violencia

– ¿Cree que lo quieran renegociar?

Así como se renegoció para favorecer la exportación de lotes que eran para el consumo interno, así se puede volver a la fórmula original y que el gas se quede acá. Estamos acostumbrados a que las compañías concesionarias modifiquen los contratos a favor de ellas, pero nunca quieren modificarlos cuando les perjudican y eso es “crear inestabilidad”, pero más inestabilidad se va a crear si las cosas se quedan como están.

– ¿A qué se refiere?

El Sur se va a levantar contra gobiernos entreguistas y eso hay que corregirlo antes de que le explote a este gobierno, o al siguiente, la bomba que tiene entre sus manos.

MARÍA TERESA GARCÍA

*Diario Expreso, 25 de agosto de 2009.





El Apra y el gas*
Por Nicolás Lynch

A cualquier observador que haya escuchado a Alan García en el Mensaje a la Nación y luego leído la portada de El Comercio del domingo pasado, que resalta las declaraciones de Javier Velásquez Quesquén señalando que los contratos de exportación del gas de Camisea son irregulares, le salta a la cabeza la pregunta ¿qué se trae el Apra con el asunto del gas?

Si se tratara de un gobierno que ha tenido una mínima preocupación por lo público cabría pensar que buscan renegociar los contratos respectivos y asegurar el abastecimiento, hoy en cuestión, del mercado interno. Pero como este no es el caso –recordemos la actitud servil frente al TLC que iba a analizar “página por página”, las leyes tramposas a favor de las AFP que mantienen secuestrados a miles de peruanos en esas entidades, las supuestas rebajas de Telefónica acordadas con el gobierno y el tristemente célebre “óbolo” minero– lo lógico es ser mal pensado. Veamos las posibilidades.

Lo más probable es que García, teniendo en cuenta el potencial movilizador que puede tener la reivindicación del manejo soberano del gas para el Perú, quiera arrebatarle esta bandera a la oposición, en especial a Ollanta Humala. Recordemos que Evo Morales llegó a la presidencia de Bolivia a la cabeza de un movimiento que demandaba soberanía nacional sobre el gas.

Pero también existe la posibilidad de enfilar el asunto contra Toledo, ya que los cambios de legislación para favorecer la exportación se hicieron en los últimos años de su gobierno. Es más, según dicen Presidente y Premier, habiéndose cometido irregularidades punibles penalmente que hoy estarían siendo revisadas por la fiscalía para una eventual denuncia.

Por último, no es descartable una fuga nacionalista algo más sostenida, siempre presente como posibilidad en la muñeca de García para el final de su gobierno, para ver si sale algo mejor parado en las encuestas. Una mezcla de las tres, de acuerdo a las necesidades de coyuntura, tampoco se deja de lado.

En todo caso, la trayectoria del gobierno y el propio discurso oficial no permiten pensar en otra cosa que no sea una finta, para llegar al mismo punto de partida y que todo siga igual. Es de suma importancia, por ello, insistir en que ni una sola molécula de gas, lotes 88 y 56, salga del Perú si antes no se garantiza el consumo interno por lo menos 20 años.

* Diario La República, 25 de agosto de 2009

miércoles, 19 de agosto de 2009

¿NACIONALIZACIÓN DE LOS HIDROCARBUROS?

EL REMEDIO SERÍA PEOR QUE LA ENFERMEDAD


Seguramente con la mejor intención del mundo el presidente regional del Cusco demanda la nacionalización del gas de Camisea para asegurar el abastecimiento del mercado interno. En sus palabras afirma que “Si no hay reservas de gas para el mercado interno hay que hablar de la nacionalización del gas. Las condiciones en las cuales se opera son desfavorables para el país. Si vamos a priorizar el mercado externo y no el interno, estamos hablando de otros intereses y ha llegado el momento de defender el gas para los peruanos.” La República 15/08/09

En principio, coincido con la preocupación patriótica de la autoridad regional en cuanto asegurar prioritariamente el abastecimiento del gas natural para el mercado interno, de apostar por la integración gasífera sobre todo del Macro Sur peruano, el de asegurar a las empresas y consumidores un energético limpio como el gas natural a precios razonables con un consumo eficiente. Mas ¿qué se debe hacer al respecto?

Sin embargo, cabe preguntarse: ¿Es necesario nacionalizar el gas de Camisea y por extensión todos los hidrocarburos en el Perú para alcanzar tales objetivos? En principio creemos que no es necesario llegar a tales extremos en razón que el Estado es el titular, el propietario de los recursos naturales, y adicionalmente porque no somos un gran productor de petróleo, ni de gas, en tal sentido, una medida de esa naturaleza ahuyentaría la inversión privada sobre todo la inversión de riesgo.

Por el contrario, somos altamente dependientes del petróleo y del diesel importado. Se debe reconocer que de cada tres barriles de crudo que se procesan en el Perú, dos barriles son importados y solamente uno es producido internamente. Al respecto ver el artículo relacionado de mi autoría “PERÚ: DÉBIL ACTIVIDAD EXPLORATORIA (1985-2009)”

En tal sentido no tendría lógica nacionalizar un sector productivo que requiere fuertes inversiones de riesgo, y donde somos altamente dependientes. No es el caso de Venezuela, México, Colombia y el mismo Ecuador que son autosuficientes y mantienen fuertes empresas estatales.

En el caso del gas natural de Camisea proveniente del lote 88 debiera existir el reconocimiento que constituye nuestra garantía para el abastecimiento seguro y oportuno, es decir de nuestra autosuficiencia gasífera en los próximos 20 años. Pero se requiere incentivar y promover la inversión de riesgo que se estima por el número de los pozos perforados de exploración. En cuanto a las reservas de gas natural y líquidos de gas natural destinadas originalmente para la exportación del lote 56 siempre hemos sostenido que dicho proyecto debe “caminar con sus propias reservas”, y lo que se debe renegociar al respecto es la determinación de las regalías.

En su conjunto de los 8.8 trillones de reservas probadas de gas natural menos de 2 trillones corresponden al lote 56 y el resto pertenecen al lote 88. En un escenario conservador, con el crecimiento explosivo de la demanda, con los nuevos operadores térmicos a gas natural, las industrias que solicitan abastecimiento de gas, la petroquímica, el gaseoducto sur andino, el crecimiento del parque automotor y consumo residencial, etc., en total se requiere en los próximos años por lo menos 6 trillones de pies cúbicos según estimados de la Dirección de Hidrocarburos (DGH). De allí, la necesidad de promover la inversión exploratoria para descubrir nuevas reservas. En tal sentido, debemos asumir el concepto de las reservas probadas como un concepto dinámico en el tiempo, ello exige y supone mayor actividad exploratoria. ¡Todo lo demás es verso!

Se presume que en el Gran Camisea lotes 88, 56, 57 y 58 existirían más de 20 trillones de pies cúbicos de reservas posibles y probables que necesitan ser confirmados con inversiones de riesgo, que se estima por el número de pozos exploratorios perforados: ¡De allí el imperativo de promover la inversión de riesgo!

LOS HIDROCARBUROS SON DEL ESTADO

En primer lugar, todos debiéramos recordar que los hidrocarburos en el Perú, “in situ”, es decir en el subsuelo, “son propiedad del Estado” así lo dispone el art. 8 de la Ley Orgánica de Hidrocarburos Nº 26221. En el mismo sentido el artículo primero de la Ley Orgánica para el Aprovechamiento Sostenible de los Recursos Naturales Nº 26821, señala que “La presente Ley Orgánica norma el régimen de aprovechamiento sostenible de los recursos naturales, en tanto constituyen patrimonio de la Nación..”

Por tanto, no tiene sentido nacionalizar el gas de Camisea, es decir, los recursos naturales como el gas natural y los líquidos de gas natural son ya propiedad del Estado y patrimonio de la Nación. Esta distinción es muy importante, pues los recursos naturales son propiedad del Estado que son transferidos a los privados bajo determinadas condiciones en una economía social de mercado, nos guste o no.

En el caso de los hidrocarburos, petróleo crudo, gas natural y líquidos de gas natural el Estado a través de la empresa estatal PerúPetro transfiere a los privados la posesión, uso y usufructo de los hidrocarburos mediante el abono de las llamadas regalías en el caso de los contratos de licencia o regalías equivalentes en el caso de los contratos de servicios. Es decir, el Estado transfiere la propiedad a las empresas que explotan los hidrocarburos a cambio del abono de las regalías.

Esta cuestión es muy importante en razón que no somos un país petrolero sin embargo todas las empresas de hidrocarburos que están en la fase explotación asumen el pago de las regalías. En cambio somos un país líder a nivel mundial en la producción minera y las empresas de la gran minería con la excepción de Southern Perú Copper, no abonan las llamadas regalías mineras.

Es pertinente señalar que no somos un país petrolero pero todas las empresas en la fase de explotación abonan regalías que en promedio son el 30% del valor de la producción y que se deducen como gastos. En el caso de Camisea, la regalía vigente por el gas natural en el lote 88 es del 37.24%, Petro Tech en el lote Z-2B paga al Estado una regalía equivalente del 15%, mientras Petrobrás que explota el lote X abona una regalía superior al 35%, Petrolera Monterrico que administra el lote II paga una tasa del 50%, y BPZ que opera el lote Z-1 frente a Tumbes abona un 5% por concepto de regalía.

En tal sentido, sea cual fuere los niveles de las tasas de regalías pactadas mediante los contratos firmados con PerúPetro, los hidrocarburos son propiedad del Estado hasta el punto de fiscalización donde se valorizan los hidrocarburos y en función a dichos valores el Estado capta las regalías pagadas por las empresas.

Por tanto, más que nacionalizar lo que por derecho es de todos los peruanos, lo que debemos es re negociar algunos contratos donde las regalías pactadas son extremadamente bajas como sería el caso del lote 56 (Pagoreni) donde las regalías por obtener, a los precios internacionales del gas natural que sería exportado representaría una fracción de las regalías que se perciben actualmente por el consumo del gas en el mercado interno, sea en la generación eléctrica como en el consumo industrial.

Sin embargo el rol del Estado no termina con la percepción de las regalías, también preserva el abastecimiento del mercado interno. Así, en lo referente a la prioridad que tiene el mercado interno se tiene que cumplir el espíritu de la Ley Nº 27133 Ley de Promoción del Desarrollo de la Industria del Gas Natural que en el artículo cuarto de la ley referido a los procedimientos adicionales para la explotación de reservas probadas de gas natural, donde en el inciso a) se expresa que “En todos los casos el otorgamiento de derechos de explotación de reservas probadas de gas natural, se deberá tomar en cuenta lo siguiente: Garantizar el abastecimiento al mercado nacional de gas natural, por un período mínimo definido en el Contrato “ ¡Esto sigue vigente legalmente!

Por ello, el Gobierno actual tiene la obligación moral y legal de corregir los entuertos, anomalías, bellaquerías que estuvieron detrás de los cambios en el artículo 2 del Reglamento de la Ley de Promoción del Desarrollo de la Industria del Gas Natural DS Nº 040-99-EM, y reponer el horizonte permanente de 20 años para garantizar el abastecimiento del mercado interno, donde se decía: “De acuerdo con lo dispuesto en el inciso a) del artículo 4º de la ley “ Se considera garantizado el abastecimiento de Gas Natural al mercado nacional, cuando las reservas probadas del Productor alcancen para abastecer la demanda futura, determinada según lo señalado en el Contrato, para un periodo mínimo definido en el Contrato de otorgamiento de derechos de explotación de las reservas probadas de Gas Natural, el cual no podrá ser menor a un horizonte permanente de 20 años. El productor podrá incrementar sus reservas adicionando las obtenidas en nuevos yacimientos.”

Así, antes que pensar en una nacionalización de los hidrocarburos que sería extremadamente cara para todos los peruanos por las múltiples ataduras, sanciones y condicionalidades que nos impone el sistema financiero, los organismos multilaterales como el FMI, el Banco Mundial, el BID en los distintos convenios firmados de seguridad a la inversión privada nacional e internacional.

LAS REGALÍAS DE CAMISEA

En el caso de Camisea se debe tener presente que las regalías que percibe el Estado básicamente están explicadas en lo fundamental por la producción, uso y consumo de los líquidos de gas natural, que mayormente se consumen en el mercado interno como gas licuado de petróleo (GLP), nafta que se exportan, y algo de diesel. Así, para el 2008 del valor bruto de la producción de Camisea lote 88 y 56, un 87% del valor proviene del consumo de los líquidos de gas natural, y solamente un 13% resultan explicados por los ingresos de la producción fiscalizada de gas natural.

Ello se explica por los precios regulados del gas natural producto de la renegociación con la empresa Pluspetrol Camisea llevada a cabo en el segundo semestre del 2006 referente a la determinación del precio del gas natural que estaban “atados” a los precios internacionales de los petróleos industriales. En tal sentido esta nueva determinación del precio en el gas natural ha sido un cambio más al contrato original firmado en el 2001. De otro lado, el precio de los líquidos de gas natural de donde proviene el grueso de las regalías tienen referentes internacionales en cuanto a una canasta de crudos.

Por tanto, una renegociación de las regalías en especial las provenientes por la producción del lote 88, debe tener como objetivo sincerar los precios del gas natural excesivamente baratos con lo cual se está “subsidiando” a las empresas eléctricas, e industriales y promoviendo el consumo irracional del gas natural, quemándolo en plantas eléctricas a gas natural de ciclo simple con un factor de eficiencia del 30%.

A ello debiera agregarse la necesaria renegociación contractual que debiera hacerse por los contratos firmados en los lotes 57 y 58 donde los titulares son Repsol/YPF y Petrobrás respectivamente. Se debe tener presente que las regalías pactadas al amparo del decreto supremo DS 017-2003 son del orden del 5%, y los precios del gas natural tendrán referentes internacionales, es decir, se regirán por el marcador de precios Henry Hub. En otras palabras el gas barato de los lotes 88 y 56 coexistirá con el gas caro de los lotes 57 y 58 que abonarán mínimas regalías afectando a futuro el canon gasífero para el Cusco.

Sin embargo, en la actualidad a pesar de los bajos precios del gas natural fiscalizado, el precio de los líquidos determina que las regalías que percibe el fisco por Camisea tenga una relevancia fundamental en términos relativos.

Así, se puede observar la participación en el cuadro “Aporte de los Lotes 88 y 56 en los Ingresos por Regalías Hidrocarburíferas para el Fisco”. Estas han transitado de los 589 millones de dólares en el 2005 a más de 1,217 millones de dólares en el 2008 y al primer semestre del presente año suman los 355 millones. De ese total las regalías percibidas por Camisea han representado más 33% entre el 2005 y el 2008. Es más, al primer semestre del 2009 resultan equivalentes al 52% del total de regalías percibidas por el Fisco a través de PerúPetro. Por ello, con esta participación porcentual de regalías ¿Es necesaria la nacionalización?

Si a esta participación e importancia de las regalías obtenidas por los lotes 88 y 56, se suman las fuertes inversiones privadas realizadas más el abono del impuesto a la renta que realizan las empresas involucradas tenemos una participación y contribución fiscal mayor. Por ello, una nacionalización del Gas de Camisea podría ser contraproducente, algo así como que el “remedio sería peor que la enfermedad”.


viernes, 14 de agosto de 2009

Entrevista a Jaime Quijandría Ex Ministro de Energía y Minas

Lima, 14 de agosto de 2009

Entrevista a Jaime Quijandría Ex Ministro de Energía y Minas

Asunto: Renegociación y Exportación del Gas de Camisea

Por la importancia del tema, por ser el entrevistado un personaje central al interior de la política sectorial de hidrocarburos en los últimos años en nuestro país, sea como ex presidente del directorio de Petro Perú a inicios de los años noventa, propulsor de la privatización de las unidades y filiales de la petrolera estatal, mandatario de la empresa Yacimientos Petrolíferos Fiscales Argentinos (YPF), ex ministro de energía y minas durante la gestión del presidente Alejandro Toledo, es que reproducimos la entrevista del semanario Caretas a Jaime Quijandría, donde presenta su versión, siempre controversial sobre el tema: renegociación del Contrato de Camisea.

QUIJANDRÍA CORTA EL JAMÓN

“Hay que renegociar el contrato Camisea, pero no por las razones equivocadas” dice Jaime Quijandría.

Jaime Quijandría era ministro de Energía y Minas cuando el consorcio Camisea abrió las válvulas del gasoducto de la selva a la costa, en agosto del 2004. Desde entonces la tensión entre el abastecimiento del mercado interno y el proyecto de exportación ha ido en aumento. Ahora, el presidente Alan García en su discurso del 28 de julio, exigió se investigue por qué se modificó el contrato Camisea durante el gobierno de Alejandro Toledo, que abrió la cancha a la exportación. Mientras tanto, el actual ministro de Energía Pedro Sánchez, habla de renegociar el contrato. Quijandría actualmente se desempeña como consultor de Laub & Quijandría, entre cuyos clientes figura el proyecto de petroquímica del Grupo Brescia en Pisco.

El presidente Alan García en el Mensaje a la Nación del 28 de julio señaló que se investigue por qué “sacrificando y entregando el mercado nacional” se cambiaron las leyes durante el gobierno de Toledo. ¿Cuál es su opinión?

La Ley de Promoción de la Industria de Gas Natural se modificó mediante la Ley 28176 del 29 de enero del 2004 aprobada por el Congreso, con 67 votos a favor, 1 en contra y 10 abstenciones. Se trató de un acuerdo multipartidario, y entre quienes brindaron su apoyo está buena parte del actual gobierno: Del Castillo, Alva Castro, Valdivia, Rey Rey, Carrasco Távara, Flores Aráoz y otros.

El gobierno quiere renegociar el contrato de Camisea. ¿Está de acuerdo?

Hay una confusión. Carlos Herrera Descalzi y Aurelio Ochoa han repetido tantas veces lo mismo que ellos mismos se han enredado. La Ley de Hidrocarburos promulgada por Fujimori y que está plenamente vigente, establece que el concesionario tiene el derecho a exportar, siempre y cuando esté garantizado el abastecimiento del mercado interno. Por tanto, hablar de renegociar el contrato de Camisea no tiene sentido, salvo el político. El contrato de Camisea está subordinado a la ley: El gobierno es quien decidirá si se exporta.

El consorcio Perú LNG ha invertido US$ 4, 000 millones.

Los inversionistas saben que la exportación está condicionada al mercado interno. Esas son las reglas de juego; el dinero felizmente es de los privados. Pero no hay urgencia: la exportación está programada para el 2011. Por el momento, el tema del desabastecimiento se debe a que no hay facilidades de transporte, pero se está anchando el ducto e inyectando mayor compresión.

¿Cómo se demuestra que el mercado interno está o no abastecido?

Al inicio, se estableció un horizonte de 20 años permanente, lo que implicaba que para autorizar la exportación se debía tener 20 años además de los siguientes 20 garantizados, en total 40 años. En el 2005, ese decreto se modifica limitando el horizonte a solo 20 años, porque en el camino se espera encontrar más gas.

¿Y si no hay más gas?

Si el gobierno considera que no hay gas suficiente para atender el mercado doméstico, simplemente no autoriza la exportación. La ley está de su lado.

Entonces, ¿no hay nada que negociar?

Sí, el precio Henry Hub del gas ha caído. Cuando se firmó el contrato de Camisea estaba en alrededor de US$ 6 el millón de BTU, ahora está en 3,5 el MBTU. El precio del crudo y el del LNG (gas licuado) se ha desacoplado: uno está subiendo y el otro no. Hay abundancia en el mundo de LNG. Eso sí vale la pena sentarse y negociar, decirle al consorcio: “Yo no voy a permitir que vendas el gas licuado a un precio inferior al del mercado doméstico”. De aquí al 2011, el Estado debe obtener del Lote 56 una regalía igual o mayor que el Lote 88 destinado al mercado interno. En caso contrario, esa es una segunda razón por la que el Estado podría no autorizar la exportación.

¿Y el préstamo de gas del lote 88 al 56?

Era una exigencia de los bancos al proyecto de Perú LNG. “Necesitas 4 trillones de BTU, y tienes solo 2 trillones; ¿cómo te voy a financiar?”. Pero el gobierno pudo cambiar ese DL, más todavía si el proyecto ya está financiado, al día siguiente.

¿Y la estabilidad jurídica?

El compromiso es no cambiar el contrato, pero la legislación específica no es una cosa contractual. Lo que hay que negociar son los cálculos, la rentabilidad y la normatividad vigente.

Camisea asegura que a fin de mes reanudará la venta de gas.

Metieron la pata, ellos mismos se armaron un bolondrón en la puerta de la casa: ¡Qué mejor prueba de que no hay gas!

El consorcio alega que las prioridades de abastecimiento de gas son defectuosas: la petroquímica por ejemplo está en la cola.

No entiendo por qué el ex ministro de Energía, Juan Valdivia, otorgó a Pluspetrol la subasta de gas, cuando se trata de funciones del Estado. Hubo falta de pupila. ¿Quién es el señor Benito o quién sea en Pluspetrol para decidir a quién le da gas?

¿También se afirma que Camisea cerró el caño a nivel doméstico para preservar gas para exportar a falta de reservas?

Es una tontería, el privado aguanta la venta a la espera que mejore el precio. El Banco Mundial le ha dicho al gobierno diez veces que el precio de boca de pozo para las eléctricas a US$ 1,50 es demasiado bajo, un desincentivo, que debería estar el US$ 3,50 o US$ 4 el millón de BTU.

Fuente: Entrevista Marco Zileri en Revista caretas, 13 de agosto del 2009. Páginas 30-31.




COMENTARIOS DE MANCO ZACONETTI

En verdad, debe causar sorpresa, escozor para algunos, las declaraciones del señor Jaime Quijandría sobre la renegociación del contrato de exportación de Camisea lote 88 y 56; en algunos puntos coincidimos y en otros por razones histórico naturales tenemos profundas diferencias, de allí el interés de publicar la entrevista en nuestro blog y realizar algunos comentarios al respecto.

1.- Afirma el señor Quijandría que: La Ley de Hidrocarburos promulgada por Fujimori y que está plenamente vigente, establece que el concesionario tiene el derecho a exportar, siempre y cuando esté garantizado el abastecimiento del mercado interno. Por tanto, hablar de renegociar el contrato de Camisea no tiene sentido, salvo el político”

Este punto de partida es positivo, jurídicamente incuestionable, pero no deja ser un reconocimiento tardío de parte del señor Quijandría. Sin embargo, ello no lo exonera de la responsabilidad que le cupo como ministro del sector cuando realizó gestiones privadas para el Consorcio Perú LNG para obtener el crédito del BID que permita el financiamiento del proyecto de exportación.

Sin embargo, el tema es más profundo y tiene que ver con la naturaleza del contrato por el lote 56 firmado entre Perúpetro con Pluspetrol, Hunt, SK de Corea, Sonatrach al cual después se adhiere Repsol/YPF. Hubiese sido interesante que el ministro aclare, pues era su responsabilidad ¿cómo PerúPetro negocia directamente, sin subasta internacional y entrega a los privados 2.7 trillones de reservas de gas natural del yacimiento Pagoreni y más de 200 millones de barriles de líquidos? Este es el asunto. ¿Por qué?

El tema de regalías del lote 56 resulta ser un corolario de un contrato que debió firmarse en otras condiciones en razón que el riesgo lo había asumido la empresa Shell entre el 1998 y 2001 al perforar un pozo exploratorio.


2.-Ante la pregunta de Caretas ¿Entonces, ¿no hay nada que negociar?

Afirma Quijandría “Sí, el precio Henry Hub del gas ha caído. Cuando se firmó el contrato de Camisea estaba en alrededor de US$ 6 el millón de BTU, ahora está en 3,5 el MBTU. El precio del crudo y el del LNG (gas licuado) se ha desacoplado: uno está subiendo y el otro no. Hay abundancia en el mundo de LNG. Eso sí vale la pena sentarse y negociar, decirle al Consorcio: “Yo no voy a permitir que vendas el gas licuado a un precio inferior al del mercado doméstico”

En este punto debemos coincidir, mas no solamente se trata de los bajos precios de los LGN sino también del gas natural. En razón que los bajos precios del gas natural tanto del lote 88 y sobre todo del 56, de mantenerse por debajo de los US$ 4 dólares el MMBTU según el marcador internacional, el precio Henry Hub, las regalías que percibe el Estado son menores.

A ello debiera agregarse las serias distorsiones de los precios relativos frente a los otros energéticos, dado que un gas natural excesivamente barato ha promovido la inversión térmica a gas natural, saturando el gaseoducto antes de lo esperado, y encareciendo relativamente los precios de la energía hídrica y eólica postergando las inversiones en centrales hidroeléctricas y eólicas.

Se debe tener presente que las regalías que percibe el Estado básicamente están explicadas en lo fundamental por la producción, uso y consumo de los líquidos de gas natural, que mayormente se consumen en el mercado interno. Así, para el 2008 del valor bruto de la producción de Camisea lote 88 y 56 un 87% del valor proviene del consumo de los líquidos de gas natural, y solamente un 13% resultan explicados por los ingresos de la producción fiscalizada de gas natural.

Por tanto, una renegociación de las regalías en especial las provenientes por la producción del lote 56, debe tener como objetivo sincerar los precios del gas natural excesivamente baratos con lo cual se está “subsidiando” a las empresas eléctricas, e industriales y promoviendo el consumo irracional del gas natural, quemándolo en plantas eléctricas a gas natural de ciclo simple con un factor de eficiencia del 30%.

Sin embargo, a pesar de los bajos precios las regalías que percibe el fisco por Camisea tienen una participación creciente como se puede observar en el cuadro “Aporte de los Lotes 88 y 56 en los Ingresos por Regalías Hidrocarburíferas para el Fisco”. Estas han transitado de los 589 millones de dólares a más de 1,217 millones de dólares en el 2008 y al primer semestre del presente año suman los 355 millones.

Evidentemente ante los mínimos ingresos esperados por concepto de regalías provenientes del lote 56 que están determinados por los precios Henry Hub menos el “Net Back Price”, es decir, deducidos los costos diversos que se asumen desde la producción, el transporte, la licuefactación, el transporte marítimo, la regasificación etc. Es decir, el precio mínimo por millón de BTU a los precios menores de 4 dólares por millón de BTU descontado el “net back”, el precio referencial sería de 52 centavos de dólar y la regalía del 30% sería de un poco más de 15 centavos de dólar.

En este sentido, debe ser claro que los precios internos vigentes en el mercado local e industrial pagarían mayores regalías frente a la exportación. Después de todo el 37.24 % de un precio en boca de pozo de US$ 1.56 por millón de BTU resulta casi 58 centavos de dólar. La situación resulta absolutamente irracional frente a los precios del gas natural utilizados en la petroquímica que abonarían regalías mayores aún.



En este asunto de las regalías gasíferas es evidente que el Estado financia el canon gasífero para el Cusco con el 50% de las regalías y 50% del impuesto a la renta pagado por las empresas accionistas del lote 88 y 56. Por tanto, si la renegociación incluye mejores regalías el canon debiera incrementarse.

De otro lado, con el resto de las regalías que retiene el Estado se financia el Fondo de Desarrollo de Camisea (FOCAM) para Ayacucho, Huancavelica, Ica, Región Lima y Aguaytía, y el Fondo de Modernización de las Fuerzas Armadas.

En tal sentido, el Fisco capta importantes ingresos, la empresa operadora y los accionistas de los lotes 88 y 56 obtienen importantes utilidades, sin embargo los trabajadores que hacen posible las operaciones en ambos lotes, perciben ingresos que no guardan proporción a la riqueza generada, y nadie dice nada al respecto.


3.- Caretas pregunta “El consorcio alega que las prioridades de abastecimiento de gas son defectuosas: la petroquímica por ejemplo está en la cola.

El señor Quijandría responde “No entiendo por qué el ex ministro de Energía, Juan Valdivia, otorgó a Pluspetrol la subasta de gas, cuando se trata de funciones del Estado. Hubo falta de pupila. ¿Quién es el señor Benito o quién sea en Pluspetrol para decidir a quién le da gas?

En este punto el señor Quijandría se equivoca. Se debe recordar que el debate, la discusión en el Congreso de la República sobre el proyecto la promoción de inversión privada en la Petroquímica en el segundo semestre del 2007 fue largo, y el punto controversial fue el rol del Estado. El proyecto del Ejecutivo sostenía que el rol del estado debía ser facilitador, la oposición proponía la función reguladora o por lo menos el rol de mediador. Lamentablemente no hubo acuerdo entre las bancadas y se optó que la mejor opción era obviar el rol del Estado en la industria petroquímica.

De allí que los liberales criollos que se acuerdan del Estado para que les resuelvan sus problemas adujeron que la actividad petroquímica era un asunto de privados, y que el gas era de los accionistas que están en los lotes 88 y 56, pagadas las regalías, el gas les pertenecía a los privados.

Así, las perspectivas de la importante política de valor agregado como la petroquímica quedó bajo responsabilidad de los privados, de allí que Pluspetrol Camisea señalaba que solamente tenía 150 millones de pies cúbicos diarios para subastar entre las empresas interesadas en hacer petroquímica y punto.

Por lo tanto, la responsabilidad del ex ministro Juan Valdivia queda mediatizada en razón que por mandato de una ley aprobada por el Congreso de la República poco podía hacer al respecto. Por ello, en la presente negociación de los contratos lote 88 y 56 lo que está en el centro de la cuestión es el rol del Estado en relación a la preservación del interés nacional frente al interés de los privados. ¡Este es el quid de la cuestión!

En tal sentido el Presidente de la República en el último discurso presidencial ha reconocido que por ningún motivo las expectativas de las empresas y consumidores y el consumo interno serán postergados para priorizar la exportación del gas natural.

domingo, 9 de agosto de 2009

PERÚ: DÉBIL ACTIVIDAD EXPLORATORIA (1985-2009)

CRECIENTE DEPENDENCIA DEL PETRÓLEO IMPORTADO


La autonomía energética es una condición necesaria más no suficiente para alcanzar el desarrollo económico. Se requiere asegurar también la autonomía alimentaria, una positiva capitalización del país, integración física interna, una fuerte inversión en conocimiento y tecnología, más una vocación nacional y cultural sobre todo de su clase dirigente para alcanzar el desarrollo. Lamentablemente en los últimos 50 años poco de esto se está haciendo, por el contrario, con el modelo extractivo primario exportador basado en la minería, tenemos un crecimiento empobrecedor, con un débil eslabonamiento industrial de nuestras materias primas y fuertes impactos ambientales.

Los países con capacidad endógena de desarrollo, que tienen crecimiento económico sostenido y redistribución del excedente, con una sólida participación fiscal, deben asegurar en el largo plazo sus fuentes de energía, de manera eficiente, con energías ambientalmente limpias a precios razonables, que garanticen la dotación de energía suficiente para las empresas y consumidores. En cambio, nuestro país es altamente dependiente y vulnerable de las importaciones de crudo y derivados, y evidentemente de los precios internacionales del petróleo, a pesar de las importantes reservas de energía: hídricas, eólicas, gas y condensados de gas natural, carbón, y petróleo.

En la presente coyuntura no es suficiente asegurar la exclusividad de las reservas de gas natural provenientes del lote 88 para el mercado interno, reservas que dicho sea de paso en algún momento se agotarán, se requiere fomentar la producción interna de petróleo crudo para superar el déficit de la balanza comercial de hidrocarburos, dado que a pesar del creciente mercado interno del gas natural siempre hemos de necesitar los derivados del petróleo, para el creciente parque automotor, las industrias y en los sistemas eléctricos aislados.

Debiera ser una política de Estado el superar el creciente déficit de la balanza comercial de hidrocarburos, incrementar los volúmenes de producción interna de petróleo crudo, fomentar la inversión de riesgo, superar la débil campaña exploratoria estimada por el número de pozos exploratorios realizados que expresan la inversión de riesgo, en razón que por más estudios geológicos que se realicen la sola perforación no asegura la explotación comercial.

Así, en el cuadro en referencia “Perú: Número de Pozos Exploratorios Perforados”, se presentan desde 1985 a junio del 2009, utilizando la metodología de sistematizar por quinquenios los pozos perforados, y los volúmenes físicos de importación de crudo y derivados. Esta sola realidad expresa y expone el fracaso de la política energética en los últimos treinta años. ¡A pesar del efecto Camisea, y del importante potencial petrolero seguimos importando petróleo!
En tal sentido, sino fuera por el efecto Camisea nuestra dependencia energética sería mayor. Por ello, en un ejercicio de proyección, si la demanda potencial por el gas natural de las empresas eléctricas, de la petroquímica, de las nuevas industrias, el creciente parque automotor, las empresas mineras más el gaseoducto sur andino incluido, fuese satisfecha por la empresa Pluspetrol Camisea, se estima que antes del 2015 la demanda interna por gas natural sería superior a los 2,000 millones de pies cúbicos diarios, algo que hubiese sido inimaginable años atrás. ¡Todo ello al margen de los compromisos de exportación!

Dejando de lado las distorsiones de los precios del gas natural proveniente del lote 88 relativamente barato lo cual explica el crecimiento de la explosiva demanda sobre todo de las eléctricas con ciclo simple con un factor de eficiencia menor al 35% urge descubrir mayores reservas de gas natural, y evidentemente los precios vigentes no resultan atractivos para el sector privado, de allí las pobres performances exploratorias.

Por tanto, de mantenerse “ceteris paribus” las reservas probadas de Camisea de los lotes 88 y 56 de 8.2 MMTCF (trillones de pies cúbicos en la nomenclatura anglosajona, billones en castellano) serían insuficientes para satisfacer las crecientes necesidades del mercado interno, de allí la necesidad de promover y exigir el cumplimiento de los programas mínimos de trabajo de todas las empresas de hidrocarburos para aumentar el número de pozos exploratorios que en verdad resultan deplorables e insuficientes.
En tal sentido, el éxito o fracaso de las políticas de hidrocarburos debe medirse por la actividad exploratoria. Diga Usted ¿Cuántos pozos exploratorios perfora? Esta es la pregunta clave, por tanto el número de contratos firmados no debiera ser relevante, lo importante es saber ¿cuántos pozos se están perforando? y a futuro ¿cuántos se perforarán de manera efectiva con una grado de confianza según lo estipulado en los contratos? Todo lo demás es prensa y propaganda para satisfacción del mandatario de turno en Palacio de Gobierno.

Por ello, se requiere convertir las reservas probables y posibles de hidrocarburos (petróleo, gas natural y líquidos de gas natural) en reservas probadas en los menores plazos posibles. Se presume que las reservas potenciales de gas en el “Gran Camisea” lotes 88, 56, 57, 58 superan los 20 TCF ¡Esta es la única garantía para asegurar la autonomía energética en el largo plazo!

DÉBIL CAMPAÑA EXPLORATORIA

Un indicador del fracaso de las políticas energéticas en los últimos treinta años es el número de pozos exploratorios que representan la inversión de riesgo, pues se puede descubrir como no, reservas comerciales que permitan su explotación. El número promedio anual de pozos perforados es pobre, lejos de los 25 pozos exploratorios anuales que se realizaban en los años setenta cuando la empresa estatal PetroPerú promovía, supervisaba, e invertía con sus propios recursos o contrataba con servicios de terceros. Es decir, ¡PetroPerú lideraba el sector de hidrocarburos!

Así, entre 1985 y 1990 durante el primer gobierno del presidente Alan García, el número de pozos exploratorios perforados en los cinco años de gobierno fueron de sesenta pozos (60), es decir, un promedio de 12 pozos por año. En verdad, este esfuerzo exploratorio fue posible gracias a la presencia de la petrolera estatal PetroPerú, a pesar de las absurdas políticas de subsidios que descapitalizaron a las empresas públicas como PetroPerú, que fue obligada a vender combustibles a un precio promedio de 22 centavos de dólar el galón cuando le costaba más de 55 centavos producirlo.

Entre 1991 y el 2000, es decir, en los dos quinquenios del presidente Alberto Fujimori, que corresponden a los tiempos más álgidos de la violencia interna, el número de pozos exploratorios perforados fue de cincuenta y uno (51), es decir en una década el promedio de pozos perforados fue cinco pozos por año. Un resultado insuficiente que profundizó el déficit de la balanza comercial con el aumento de las importaciones de manera sustantiva como se podrá observar.

Este es el período donde bajo las cláusulas de condicionalidad del Banco Mundial, el fujimorismo económico privatizó absurdamente los lotes de hidrocarburos que estaban bajo responsabilidad de PetroPerú y filiales. Tanto los lotes 8/8X en la selva nor oriental en 1996, los lotes marginales (I, II, III, IV, V/VI etc), y el lote X de Talara, más el lote Z-2B del Zócalo Continental que estaba bajo responsabilidad de Petromar filial de PetroPerú hasta 1993, fueron transferidos al sector privado.

En tal sentido, la campaña exploratoria, de riesgo, como responsabilidad de Perú Petro, empresa estatal creada a inicios de los noventa ex profesamente para fomentar la inversión en el sector, fiscalizar y supervisar los contratos petroleros, no obtuvo los resultados esperados en el ámbito de la responsabilidad privada, y nuestra dependencia energética se profundizó.

En el quinquenio 2001 al 2005, el número de pozos exploratorios fue de 22 lo que hace un promedio de 4 pozos por año, un resultado menor a la década previa. Evidentemente el ciclo político, la agonía y crisis del fujimorismo, el gobierno de transición del doctor Valentín Paniagua, y la elección al gobierno del presidente Alejandro Toledo, explican este retroceso exploratorio que afectó al sector. Aquí, lo históricamente relevante fue la firma del Contrato de Camisea con todas sus imperfecciones durante el régimen de transición.

Luego en el período abierto todavía entre el 2006 a junio del 2009, en el segundo gobierno del Presidente García los pozos exploratorios perforados están sobre los 25 pozos con un promedio provisional anual de 8 pozos, se espera que al término del 2009 se lleguen a los 10 pozos, lo cual es difícil de completar a pesar de los esfuerzos de la nueva administración bajo responsabilidad de Daniel Saba en PerúPetro.

El sector de hidrocarburos fue duramente golpeado por el escándalo de los “petroaudios”, donde uno de los miembros del directorio de PerúPetro Alberto Químper resultó involucrado en tráfico de influencias, prácticas corruptas y en una serie de anormalidades que se están ventilando en el poder judicial. También afectó el comportamiento de las campañas exploratorias la vigencia de un pensamiento tradicional a nivel del Ministerio de Energía y Minas, Perúpetro, Comisión de Energía y Minas del Congreso de la República que considera que el mejor y mayor incentivo para la inversión resultan los precios internacionales. De allí, que no se promueva la inversión en las reservas marginales segunda etapa, los llamados horizontes profundos, los horizontes subexplorados, y en los horizontes marinos a grandes profundidades donde se presume la existencia de crudo de alta calidad.

Por último, afecta también las campañas exploratorias la creciente oposición de las comunidades nativas de la selva que han sido afectadas e impactadas por las campañas de exploración y que demandan a las empresas de hidrocarburos lo que no otorga el Estado, salud, educación, empleo, por las propias limitaciones fiscales y distorsiones en la distribución del canon petrolero y canon gasífero. La expresión superior de esta oposición son los luctuosos sucesos de Bagua en junio pasado.


Para el 2009 se considera el período enero-junio.


http://www.mancozaconetti.com/
Fuente: Anuario Estadístico y boletín mensual de la DGH (MEM)

Por tanto, la pobre campaña exploratoria debe superarse si de verdad queremos asegurar la autonomía energética. En casi 20 años (1991-2009) en nuestro país las empresas de hidrocarburos han realizado apenas 98 pozos exploratorios, perforación insuficiente a todas luces que expone la realidad crítica del sector. Por el contrario, según fuentes oficiales en el país del norte, Colombia en palabras de su ministro de energía y minas, solamente en el 2008 en el vecino país la empresa estatal Ecopetrol y las empresas privadas realizaron 99 pozos exploratorios en los diversos lotes que tienen distribuidos en su territorio donde las hectáreas resultan ser la mitad o la tercera parte de la extensión de los lotes que se concesionan en nuestro país.
MÁS IMPORTACIONES MÁS DEPENDENCIA DE CRUDO

Otro indicador del fracaso de las políticas energéticas en los últimos treinta años son los crecientes volúmenes de importación de petróleo crudo y derivados como el diesel 2 y el gas licuado de petróleo. Utilizando las importaciones realizadas por quinquenios desde 1985 a mayo del 2009 en millones de barriles, se puede observar como las importaciones de crudo y derivados en volúmenes han tenido un comportamiento creciente.

Esta es otra manera de percibir nuestra dependencia energética en petróleo y derivados como el diesel 2 que el llamado efecto Camisea atenúa mas no supera. Así, los volúmenes importados en el quinquenio 1985/90 sumaron los 39 millones de barriles de los cuales 24 millones estaban constituidos por petróleo crudo (61%) y 13.6 millones (35%) por diesel 2. Se debe hacer notar que hacia 1988 el Perú pierde su condición de exportador neto y se transita hacia una balanza comercial deficitaria de hidrocarburos donde las importaciones son mayores que las exportaciones. Esta realidad se agudiza en la década de los noventa y se mantiene hasta ahora.

En el quinquenio 1991/ 95 las compras externas de petróleo crudo, diesel 2 y gas licuado de petróleo se incrementan de manera sustancial pasando de los 39 millones de barriles en el quinquenio anterior a los 85 millones de barriles importados que básicamente están constituidos por petróleo crudo 57 millones de barriles (67%) y 23 millones (27%) por diesel 2, y casi 5 millones barriles de GLP.

Seguidamente en el quinquenio 1996/ 2000 las importaciones de petróleo crudo, diesel 2 y gas licuado de petróleo se incrementaron más aún, pasando de los 85 millones de barriles a los 175 millones de barriles, las compras externas de hidrocarburos que básicamente están conformadas por petróleo crudo 128 millones de barriles (73%) y 39 millones de barriles (22%) por diesel 2, y 7.8 millones de gas licuado de petróleo (4.4%), demuestran el evidente fracaso de las reformas liberales en el sector de hidrocarburos, pues las mayores importaciones demuestran las falacias que justificaron la privatización fragmentada de PetroPerú iniciada en los primeros de los noventa. Es decir, se privatizaba bajo el argumento de descubrir mayores reservas e incrementar la producción de crudo. ¡Poco o nada de esto se ha cumplido!

Esta mayor dependencia del crudo importado mayormente realizada por la transnacional española Repsol/YPF para abastecer a la refinería La Pampilla, se agudiza en el quinquenio 2001/2005, donde se pasó de los 175 millones de barriles del quinquenio anterior a los 197 millones de barriles, siendo las importaciones de petróleo crudo las más importantes llegando a los 149 millones (76%), del diesel 2 equivalentes a 32 millones (16%) y del gas licuado de petróleo a los 12 millones de barriles (6%).

Por último, en el período 2006 a mayo del 2009 el total de las importaciones realizadas suman los 154 millones de barriles siendo el componente de crudo el más importante equivalente a los 127 millones de barriles que resultan equivalentes al 82% del total de las importaciones. Le sigue en importancia las compras externas del diesel 2 por 24 millones de barriles (16%) y en menor medida los volúmenes importados por gas licuado de petróleo que arribaron a los 2.5 millones de barriles en los 3 años y cinco meses de importaciones. Se supone que con el incremento de la producción de los líquidos de gas natural proveniente de los lotes 88 y 56 las importaciones de GLP se reviertan.

En resumen, sino fuera por el llamado efecto Camisea la situación energética sería extremadamente crítica, cada año se produce menores barriles de petróleo crudo, se perfora menos, se importan mayores volúmenes de crudo, diesel 2 y gas licuado lo cual ha significado un drenaje de divisas por más de 24 mil millones de dólares entre 1985 a mayo del 2009. De allí, como política de Estado se debe promover la inversión de riesgo, la perforación exploratoria, pues los números nos dicen que en el período estudiado los resultados son insatisfactorios por no decir lamentables, por tanto alcanzar la autonomía energética, asegurar la demanda interna y el crecimiento económico resulta un imperativo nacional.