viernes, 27 de agosto de 2010

LAS REGALÍAS: UN MODELO EXTRACTIVISTA EN CUESTIÓN

HIDROCARBUROS Y MINERÍA EN LA MIRA

El debate sobre una mayor participación del Estado sobre la renta generada a partir de la explotación de los recursos naturales no renovables como los productos mineros y los hidrocarburos está en la agenda política como una demanda de los pueblos. A pesar que estamos en la agonía del régimen del Presidente García, luego de los estragos de la crisis financiera de setiembre del 2008, continúan los altos precios de los minerales y se debería analizar con la mayor transparencia y decisión la aplicación del impuesto extraordinario a las sobre utilidades mineras, que están alcanzando niveles inéditos en la historia económica del Perú, con tasas de utilidad neta del 40% o más.

Lo menos que se puede hacer es analizar los pro y contra de su aplicación ante la baja participación fiscal en la renta minera a diferencia de la renta petrolera. El Perú esta considerado como un país líder en la producción de minerales ocupando los primeros lugares en la producción de plata, oro, cobre etc, pero debe ser uno de los últimos en cuanto a la participación fiscal en la renta minera. Así, en artículos anteriores escribimos que en la bonanza de las exportaciones 2004-2009, de cada 100 dólares de exportaciones, el fisco no capta ni 12 dólares, sea por impuestos a la renta, regalías, aporte voluntario y derechos de vigencia.

Por ello, la discusión se aviva con las declaraciones de la todavía ministra de economía y finanzas, Dra. Mercedes Aráoz cuando hacía referencia a la disposición de su portafolio al estudio del aumento de las tasas de regalías mineras en razón de los magros resultados del aporte voluntario, y de las propias regalías que en su mejor momento arribaron a los 174 millones de dólares en el 2008, frente a las regalías de hidrocarburos que sumaron los 1,217 millones de dólares en el mismo año.

Ante tales anuncios el pensamiento arcaico y tradicional de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía con sus voceros expresaba su preocupación ante la posibilidad de modificar los llamados contratos de estabilidad jurídica, tributaria y administrativa que indebidamente están blindando a las principales empresas mineras como Mra. Yanacocha, Mra. Antamina, Mra. Cerro Verde, Mra. Xstrata Tintaya, Mra. Barrick-Pierina etc, del abono de las regalías mineras. Son más de 600 millones de nuevos soles adicionales que está dejando de percibir el Estado por el concepto de regalías mineras en razón de los contratos de estabilidad que hasta el FMI está recomendando su revisión.

Sin embargo, es útil y necesario hacer la distinción económica y jurídica de la propia categoría de regalías aplicadas en el sector de hidrocarburos y el minero, al margen de las abismales diferencias en cuanto a su importancia fiscal como se puede observar en el cuadro comparativo entre las regalías abonadas por todas las empresas, sin excepción, que explotan los hidrocarburos en su forma de petróleo crudo, líquidos de gas natural y gas natural, frente a las regalías mineras. Ver cuadro “Perú Regalías: Hidrocarburos y Minería (2005 - Julio 2010)

LAS REGALÍAS DE HIDROCARBUROS

El cuadro en referencia presenta desde el año 2005 hasta julio del 2010 los desiguales valores que abonan al fisco las empresas petroleras frente a las mineras por concepto de regalías, lo cual constituye una inequidad frente al país en cuanto a la explotación de los recursos naturales no renovables. Prácticamente las regalías por la extracción de hidrocarburos resultan en promedio superiores en siete a ocho veces en relación a las regalías mineras. Ello no se condice con la importancia mundial que tiene la minería que se desenvuelve en el Perú.

Ello constituye un contrasentido pues el Perú no es una potencia petrolera, pues en América del Sur, en cuanto a la producción de crudo estamos a la cola de Venezuela, Colombia, Brasil, Argentina, Ecuador, y en la producción y reservas de gas natural nos ubicamos por debajo de Venezuela, Bolivia, Argentina, a pesar del importante potencial gasífero en el Gran Camisea lotes 88, 56, 57, 58 más la cuenca de Talara, que debiera ser monetizado mediante la exportación y el crecimiento del mercado interno.

Por tanto, somos un país marginal en la producción de hidrocarburos pero todas las empresas abonan regalías en los contratos de licencia y regalías equivalentes en los contratos de servicios. Con respecto a la legislación vigente el pago de las regalías al Estado, concretamente a Perúpetro es una obligación que tienen que realizar las empresas normalmente como un porcentaje del valor de la producción aplicado en un punto de fiscalización.

Si bien la aplicación de las regalías en hidrocarburos tiene su propia metodología con la vigencia del contrato y el abono de regalías que puede fluctuar entre un 5% (lote Z-1) del valor de la producción fiscalizada a 63% (lote IX de Unipetro), la empresa con el pago de las regalías puede disponer de los hidrocarburos, es decir asume la posesión, uso y usufructo de los mismos, es decir la propiedad sobre los recursos, sea petróleo crudo, gas natural o líquidos.

En promedio las empresas del sector de hidrocarburos abonan el 30% por concepto de regalías que se deducen directamente como gasto. Esto significa que del 100% del valor de la producción fiscalizada un promedio equivalente al 30% es captado por el fisco como regalía. Esto al margen que pueden existir contratos como el de Petrolera Monterrico en el lote II (Talara) que transfiere una regalía efectiva del 51.4%, o la empresa noruega Interoil que opera los lotes III y IV también en Talara abonando una tasa efectiva de regalía del 47%.

Esto significa que el Estado captura casi el 50% del valor de la producción por regalías al margen del impuesto a la renta, lo que elevaría la participación fiscal (
tax government) a un valor cercano al 60% del valor de la producción.

Si se tiene presente que en el 2009 más del 52 % de las regalías captadas por la actividad de hidrocarburos se explican por la explotación de los lotes 88 y 56 de Camisea, en particular por la extracción y comercialización de los líquidos de gas natural en un 85% y el resto producto de la explotación del gas natural. En ambos lotes la responsabilidad operativa es de Pluspetrol Perú Corporation (PPC) en representación del Consorcio Camisea, donde se abona una tasa del 37.24% sobre el valor de la producción que sumada a una tasa efectiva del impuesto a la renta elevaría la participación fiscal cercana al 50% del valor de la producción.

REGALÍAS FRANCISCANAS

En cambio, en el sector minero por la propia ley de minería las regalías fueron definidas como una contraprestación por la explotación de los recursos mineros no renovables que se aplican como un porcentaje sobre el valor del concentrado o su equivalente, deducidos los costos directos e indirectos asumidos. Creemos que aquí existe un problema de fiscalización de parte de la Sunat sobre los costos directos e indirectos incluida la depreciación que se deducen del valor de los concentrados, a diferencia de la recaudación de las regalías en los hidrocarburos.

Al margen que las empresas mineras más importantes del sector no están efectuando los abonos de regalías que por ley les corresponde, existe un problema en relación respecto a la fiscalización de los costos directos e indirectos que se deducen del valor del concentrado o su equivalente, lo que agrava los menores valores que por dicho concepto se han recaudado desde el 2005 al 2009 como se puede percibir en el cuadro respectivo.

En tal sentido, el nuevo gobierno tiene la obligación de renegociar con cada una de las empresas mineras que tienen firmados contratos de estabilidad jurídica, tributaria y administrativa para obligarlas al abono de regalías mineras, pues resulta un contrasentido histórico que frente a los altos precios de los minerales el Estado tenga una participación franciscana por no decir miserable por concepto de regalías mineras que básicamente son asumidas por la Southern Perú Copper Corporation, Volcan, Minsur, Mra. El Brocal.

De allí, el malestar en el MEF por el bajo nivel de las regalías y la necesidad de modificar las tasas de regalías sobre el valor del concentrado que en el mejor de los casos es del 3% sobre un valor de producción superior a los 120 millones de dólares anuales. En el año 2002 recuerdo que el congresista José Carlos Carrasco Távara actual presidente de la Comisión de Presupuesto del Congreso de la República, presentó un proyecto de ley para el establecimiento de una tasa del 10% por concepto de regalías mineras sobre el valor de producción minera, que debiera actualizarse.

En resumen, el Estado debiera tener una participación fiscal por lo menos equivalente a la vigente en el sector de hidrocarburos o por lo menos tender a ello en un plazo determinado. De esta manera el sector minero podría convertirse en una palanca de desarrollo local, regional y nacional. Los voceros de la Sociedad de Minería sostendrán que son actividades diferentes con sus particularidades geológicas y diferentes riesgos.

Mas lo cierto y evidente es que el riesgo de encontrar hidrocarburos es más alto que encontrar riqueza minera. El Perú ha sido bendecido por la naturaleza y geología como un país minero, pero el Estado a nombre de la Nación no está percibiendo lo que debiera de la renta minera. Por ello, ante franciscanas regalías, e impuesto a la renta mínimo, bien debe discutirse la aplicación de un impuesto extraordinario a las ganancias extraordinarias.





martes, 24 de agosto de 2010

Renta diferencial y ganancias extraordinarias

Por Humberto Campodónico

Renta diferencial y ganancias extraordinarias (I)*

Tanto en el sector agrario como en el minero se aplica con claridad el planteamiento del economista inglés David Ricardo (1772-1823) sobre la renta diferencial, en su libro clásico Principios de economía política y tributación. Para decirlo de manera concisa, Ricardo plantea que los rendimientos de los suelos y de las minas no son los mismos en todos los casos, pues hay tierras que son mejores que otras y, también, hay minas que tienen yacimientos más ricos que otros.

Su conclusión es, de un lado, que los altos costos de las tierras y las minas más caras (por tanto, menos eficientes) tienen una influencia determinante en la formación de los precios de los bienes finales. Y, de otro, que los productores que están en las tierras y las minas más eficientes se aprovechan de la renta diferencial, que, como su nombre lo indica, es la diferencia entre las distintas rentas de las tierras y de los suelos.

Ese tipo de medición se usa hasta hoy. Así, por ejemplo, la conocida consultora internacional Brook Hunt elabora curvas de costos para los productos mineros. Para el caso del cobre, en el año 2006, Brook Hunt establece que en el mundo se produjeron algo más de 30,000 millones de libras de cobre.

La producción de los primeros 5,000 millones tuvo costos bajos, que oscilaron alrededor de US$ 0.50 por libra de cobre (el costo medido por Brook Hunt, en este caso, no incluye la depreciación ni los gastos financieros). A medida que la producción de cobre va aumentando (de acuerdo a las necesidades de la demanda mundial), entran en producción minas cuyos costos son mayores, debido a varios factores (menores leyes del mineral, distancia a los puertos, costos de electricidad, salarios y otros).

Así, por ejemplo, cuando se llega a los 20,000 millones de libras de cobre, el costo de producción de esas minas es cercano a un (1) dólar la libra. El costo más alto lo tiene la producción de aquellas que cubren el último tramo de la demanda (cerca de los 30,000 millones de libras), pues allí éste llega a US$ 1.50 /libra.

La teoría ricardiana establece que el precio de venta de la libra de cobre debiera alcanzar para cubrir los costos de los productores menos eficientes. Si ese fuera estrictamente el caso, la libra de cobre debiera venderse por encima del costo de la última libra producida. Es decir, por encima de US$ 1.50 /libra.

En ese caso, los productores más eficientes tendrían una importante renta diferencial pues si bien tienen un costo de producción de US$ 0.50 /libra, el precio en el mercado sería tres veces superior a ese costo. En la vida real, el precio promedio del cobre en el 2006 fue de US$ 2.77 /libra, lo que nos dice que sí ha existido una renta diferencial.

Dos comentarios finales. Primero, que en el Perú, el costo de producción de la libra de cobre está en el primer 25% de la producción, es decir, está en la categoría de los mejores. Segundo, que la renta diferencial ricardiana es distinta al concepto de las “ganancias extraordinarias”, pues éstas se originan en alzas del precio de los productos agrícolas y mineros que poco o nada tienen que ver con la calidad de la tierra ni de los yacimientos mineros, ni con los costos de producción. Volveremos sobre ese tema, que es hoy materia de un importante debate en el Perú, en un próximo artículo.

(*) Publicado en La República / Página 14 / 18 de agosto de 2010


Renta diferencial y ganancias extraordinarias (II) *

“Se refiere a las frutas o ramas de árboles que se han caído por un fuerte viento y que, por eso, son gratuitas para todos. También significa, en sentido figurado, “adquisición inesperada”, término que se usa desde 1542”.

Esa es la definición que el diccionario etimológico de inglés Douglas Harper le da a las palabras “windfall profits”, que en castellano se podrían traducir como las ganancias inesperadas o extraordinarias que realizan las empresas. Estos “windfall profits” no tienen que ver con innovaciones tecnológicas o mejoras productivas que éstas realizan, sino con hechos exógenos. Como se aprecia, este concepto es distinto al de renta diferencial.

Cuando las ganancias extraordinarias provienen de un alza de precios de los recursos naturales (hidrocarburos o minerales, que no fueron creados por las empresas) en numerosas oportunidades, en varios países del mundo, los gobiernos les han puesto impuestos. Así, ha habido “windfall profits tax” en Inglaterra y en EEUU (bajo Reagan).

Ahora bien, sucede que desde el 2004 hemos atravesado un periodo de altísimos precios de los minerales y del petróleo y, por tanto, de “windfall profits” para las mineras y petroleras. Veamos el ejemplo del cobre. En el 2003 el precio del cobre estaba en US$ 0.63 /libra, precio considerado “normal” (ver gráfico). Todas las nuevas inversiones tomaban ese precio para determinar la rentabilidad. Pero desde el 2004 los precios se quintuplicaron, superando los US$ 3 por libra. Con la crisis de setiembre del 2008 los precios cayeron en picada, pero se mantuvieron cerca de US$ 1.50 /libra, más del doble que en el 2000. En el 2009 los precios se recuperaron y en el 2010 superaron los US$ 3.20 /libra de cobre. Los “windfall profits” que generan estos valores superan largamente las expectativas de rentabilidad de las empresas. Normalmente, estas son cercanas al 13 a 15% de tasa interna de retorno. Pero con los precios “por las nubes” esas tasas suben al 50, 80 y hasta 100%.

Lo que se plantea entonces es: ¿acaso los Estados, propietarios de los recursos naturales no tienen derecho a participar de esa sobreganancia? ¿Por qué la empresa minera o petrolera se tendría que quedar con todo el “windfall profit”? Algunos dicen que el gobierno participa de esa sobreganancia con la tasa del impuesto a la renta, que en el Perú es de 30%. Así, si antes de los precios altos la empresa tenía utilidades de 1,000, el Estado recibía 300. Si, con los precios altos la empresa tiene utilidades de 10,000, el Estado ahora recibe 3,000, diez veces más que antes. Eso es cierto. Pero igualmente cierto también es que antes la empresa se quedaba con 700 de Utilidad Neta, mientras que en la nueva situación su Utilidad es de 7,000. Eso es sobreganancia y la cuestión es que esa sobreutilidad de 7,000 debe ser compartida por el Estado, en una proporción a determinar.

¿Cuándo se sabe que el precio es “extraordinario”? Existen diferentes cálculos técnicos para ello. En el Perú se usó el método de las dos desviaciones estándar (para un periodo de 15 años), en el 2006, para el cálculo del óbolo minero. Esa fórmula dio el precio de US$ 1.84 /libra de cobre, es decir que cualquier precio superior a ese ya estaba generando una sobreganancia. Miremos el gráfico de nuevo porque es tan explícito que lo explica todo. La cuestión es que en el 2011 vence el “óbolo minero” (equivale al 3.5% de las utilidades) y ya se habla de renovarlo (es lo que quieren las empresas). Esto sería escandaloso pues los precios siguen altos y, como dice Pedro Francke, las utilidades de las empresas mineras alcanzarán nada menos que S/. 22,000 millones en el 2010 y sus tasas de retorno superan cualquier cifra imaginada por los accionistas. Por eso, para financiar sus necesidades sociales y de infraestructura, el Perú necesita poner en práctica el impuesto a los “windfall profits”. Es de justicia.



(*) Publicado en La República / Página 15 / Lunes 23 de Agosto de 2010

miércoles, 18 de agosto de 2010

PERÚ: SOBRE UTILIDADES MINERAS Y POBREZA FISCAL

URGEN IMPUESTOS EXTRAORDINARIOS

Como economista sabemos que el mejor indicador para estimar la rentabilidad empresarial no es la utilidad neta, pues esta es el producto de una serie de deducciones, tales como los costos de venta, los gastos de venta y administrativos, donde se descargan las depreciaciones y amortizaciones, los costos por intangibles, los descargos por gastos financieros, de otras cuentas como la participación de los trabajadores y por último del 30% del impuesto a la renta pagado al fisco. Es decir, la utilidad neta resulta ser el resultado final, el residuo de los ingresos menos los diversos costos y gastos que tienen que asumir las empresas.

Esto significa que la utilidad neta constituye la partida que se distribuye a los accionistas si se adopta la decisión de distribuir las utilidades como dividendos, o que se puede reinvertir si las utilidades netas se disponen como incrementos del capital social, o como aumento del patrimonio o de las inversiones que permitan la ampliación de la capacidad de producción.

Es decir, la utilidad neta es el residuo de una serie de deducciones, donde una tasa, es decir la relación entre la utilidad neta frente a los ingresos superior al 30%, resulta prácticamente una “utilidad de monopolio” en la teoría económica, o mejor aún sería una utilidad extraordinaria en tanto que la actividad minera no se rige propiamente en el marco de una competencia monopolista, pues como actividad de exportación es tomadora de los precios internacionales.

Esto significa que los precios de los productos mineros son “exógenos” a las empresas que operan en el país, de allí las tendencias alcistas de los precios internacionales del oro, plata, cobre, estaño, zinc verificadas desde el 2004 a la fecha, con excepción del bajón de setiembre del 2008 en razón a la crisis financiera internacional, ha representado la obtención de tasas de rentabilidad extraordinarias, por encima del 50% gracias al diferencial entre los precios internacionales y los costos internos de producción.

Si a los inicios del 2001 los precios del oro se mantenían por debajo de los 272 dólares la onza de oro, y en el 2002 no superaban los 311 dólares por onza troy, empresas mineras como Mra. Yanacocha o la Mra. Barrick Misquichilca obtenían utilidades netas con costos de producción inferiores a los 100 dólares la onza. Por tanto, resulta evidente que con precios del oro por encima de los 1,161 dólares la onza troy para el promedio enero/agosto del 2010, las utilidades de las empresas auríferas son más que extraordinarias a pesar que los costos y gastos de producción se hayan incrementado.

En el caso de los precios del cobre menores a los 72 centavos de dólar la libra de cobre en el 2001, empresas como Southern Perú Copper Corporation (SPCC) obtenían utilidades por sus operaciones en Cuajone (Moquegua) y Toquepala (Tacna) con costos de producción menores a los 50 centavos la libra; es más proyectos de cobre como el de Antamina resultaban rentables en el largo plazo con precios de 95 centavos de dólar la libra. Por tanto, con precios por encima de los 300 centavos la libra las cupríferas como Mra. Antamina, Cerro Verde, Mra. Tintaya y la SPCC están obteniendo utilidades extraordinarias que no están siendo compartidas con el Estado.

En tal sentido, una rentabilidad normal debiera estar sobre el 15% al 20%, por ello tasas de rentabilidad superiores constituyen ganancias extraordinarias. Esto significaría por ejemplo que de cada 100 dólares de ingresos al final del año, 20 dólares serían utilidades netas con una tasa del 20%. En el mismo sentido, si la Mra Barrick al primer semestre del 2010 obtiene una tasa de rentabilidad neta del 56.3%, ello significa que de cada 100 dólares de ingresos, al final del primer semestre tiene una utilidad neta de 56 dólares. De allí, el gran atractivo que tiene nuestro país para la inversión minera, con una elevada utilidad que no se consigue en ninguna parte del mundo.

LAS MÁS RENTABLES

Sea cual fuere el caso, el cuadro del “Ranking de Utilidad Neta por Empresa Minera” al primer semestre del 2010, nos demuestra la continuidad de las utilidades extraordinarias en comparación a los años anteriores correspondientes al 2006, 2007, 2008 y 2009 tomando solamente las empresas que cotizan en la Bolsa de Valores de Lima (Conasev). En especial, las empresas mineras de oro y plata como Buenaventura están obteniendo tasas de rentabilidad increíbles en cualquier lugar del planeta.

Evidentemente si tales utilidades fueran compartidas con el Fisco no habría problemas, pero no es el caso. Esto se agrava pues el conjunto de las empresas que mantienen contratos de estabilidad jurídica, tributaria y administrativa como Mra. Yanacocha, Mra. Antamina, Xstrata. Tintaya, Sociedad Minera. Cerro Verde, Barrick Misquichilca por la unidad Pierina en Ancash y otras empresas, no están abonando las llamadas regalías mineras, y no están compensando a la sociedad por la explotación y agotamiento de los recursos mineros.

El pensamiento arcaico y tradicional de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía considera suficiente la participación del Estado en la renta minera a través del impuesto a la renta (30%) y de un adicional si se tiene firmado un contrato de estabilidad jurídica y tributaria (2%). En verdad, las empresas mineras están pagando tal impuesto como lo hace toda empresa que genera ingresos al margen de lo que pueda significar. Pero lo cierto y evidente, es que no están participando las utilidades extraordinarias con el titular de los recursos que es el Estado a nombre de la Nación.

Es más, las empresas mineras no están abonando a la sociedad peruana por el agotamiento (depletion) del mineral, así Mra. Yanacocha podrá remover una tonelada de tierra para obtener 2 o 3 gramos de oro, y por este concepto no está remunerando al país, y sin embargo, en su contabilidad privada esta cuenta sí está considerada, como el abono de regalías más de 14 dólares por onza producida que se carga a costos, como un asunto privado.

Si a ello, se agrega que el denominado “cogollo minero” como Mra. Yanacocha, Mra. Antamina, Sociedad Minera Cerro Verde más Xstrata. Tintaya ni siquiera pagan las llamadas regalías mineras al fisco, a pesar del mandato expreso del Tribunal Constitucional, se tiene una situación económica jurídica contraproducente a los intereses del país. De allí, la necesidad de analizar e imponer un impuesto extraordinario a las ganancias extraordinarias. Es decir, a las ganancias anormales que tienen las empresas, y que no se explican por una mayor productividad del capital, mayores riesgos en la inversión o innovaciones al estilo schumpeteriano, por lo tanto deben ser compartidas con el Estado por la propia gobernabilidad del país.

RENTABILIDAD AURÍFERA

En primer lugar, en cuanto a las empresas productoras de oro destaca la utilidad neta de la Mra. Barrick Misquichilca que al primer semestre del 2010 está generando 443 millones de dólares por concepto de utilidad neta, lo que significa más de 159 millones de incremento en relación a similar período del 2009 que representó 283 millones, es decir, una variación del 56%, y la producción para el mismo período se ha incrementado de las 634 mil onzas a 701 mil onzas troy de oro, lo que representa una variación del 11%. Por tanto, si bien se verifica un incremento productivo, el efecto precio es fundamental para explicar las mayores utilidades netas.

En la Barrick las utilidades netas 2008 alcanzaron los valores de 317 millones de dólares, en el primer semestre del 2007 fueron de 228 millones a pesar de los rendimientos decrecientes de la unidad de Pierina en Ancash y el auge de la unidad de Lagunas Norte en la sierra de La Libertad que empezó a producir desde junio del 2005.

Así, se puede decir que 145 millones de dólares de utilidades netas en el 2006 gracias a los altos precios y ampliación de operaciones se han alcanzado los 443 millones de dólares en el primer semestre del 2010, expresando una rentabilidad neta del 56%

Si la tasa de la rentabilidad neta de la Mra. Barrick Misquichilca alcanza el 56% para el primer semestre del 2010, y se mantiene por encima del 45% en el primer semestre del 2007, sube al 48% en el 2008 para mantenerse en 48.2% en el 2009, son utilidades extraordinarias que no se obtienen en ninguna parte del mundo, y resultan contradictorias con la pobreza regional.

En segundo lugar, destaca la utilidad neta de la Cia. de Minas Buenaventura con 266 millones de dólares en el primer semestre del 2010 y de 234 millones en el primer semestre del 2009, con una tasa de rentabilidad neta del 84% que se explican por la participación de las empresas relacionadas, es decir subsidiarias y afiliadas, en la que se debe considerar la participación de la Compañía de Minas Buenaventura en las ganancias de sus empresas afiliadas y subsidiarias tales como: Compañía Minera Condesa S.A, Sociedad Minera Cerro Verde S.A.A., Sociedad Minera El Brocal S.A.A., S.M.R.L. Chaupiloma Dos de Cajamarca, Consorcio Energético de Huancavelica S.A., Canteras del Hallazgo S.A.C., CEDIMIN, Minera La Zanja S.R.L., Compañía Minera Colquirrumi S.A., Minera San Francisco S.A.

Con una tasa de rentabilidad neta del 84% el grupo Buenaventura que tiene como principales accionistas a la familia Benavides de la Quintana, asume una rentabilidad extraordinaria pues de cada 100 dólares de ingresos prácticamente 84 dólares serían utilidades netas, gracias a la contribución de las empresas subsidiarias y afiliadas. Esta rentabilidad no se verifica en ninguna parte del mundo, y debe ser compartida con el Estado a través de la vigencia de un impuesto extraordinario.

En tercer lugar, destaca la utilidad neta de la Mra. Yanacocha que se incrementa en el primer semestre del 2010 en relación al 2009, alcanzando los 303 millones de dólares un poco más en relación a la utilidad neta del 2009 que sumaron los 297 millones de dólares. En verdad, esta utilidad es notable a pesar de la disminución de la producción de oro que transitó de 1,016,000 onzas (un millón dieciséis mil onzas) a 775 mil onzas, es decir con una disminución del 24% en los volúmenes producidos.

La cuestionada empresa Mra. Yanacocha que tiene como accionistas a la transnacional Newmont, al grupo Buenaventura y al brazo financiero del Banco Mundial (IFC) ha declarado utilidades netas del orden de 382 millones de dólares en el primer semestre del 2006, y tales niveles de rentabilidad neta del 41% no han sido reproducidos en los siguientes períodos en razón de las limitaciones que tiene la minera por los llamados conflictos sociales, a la falta de confianza frente a las comunidades campesinas y por la voracidad de sus accionistas por expandir sus operaciones.

En su conjunto solamente las empresas que declaran sus estados financieros en la Bolsa de Valores de Lima en el primer semestre del 2010 han obtenido utilidades netas del orden de los 2,482 millones de dólares, valores superiores a los obtenidos en el primer semestre del 2006 que sumaron los 1,963 millones de dólares, y a los 2,189 millones del primer período del 2007, y muy superiores a los 1,547 millones de dólares del 2009.

Evidentemente este estado de gracia de las empresas mineras en el Perú con la obtención de utilidades extraordinarias que no tienen parangón en la historia económica del país, ni a nivel internacional no resulta sustentable en el tiempo, en razón de la franciscana participación del Estado en la renta minera sea con regalías mínimas, óbolo minero o con el impuesto a la renta que tiene una serie deducciones.

De allí, que a diferencia de la campaña electoral del 2006, el nuevo gobierno debe asumir la necesidad y el imperativo nacional de aplicar un impuesto extraordinario a la ganancias extraordinarias. Con voluntad política, honestidad y transparencia se puede negociar con el conjunto de las empresas mineras que operan en el país. Estoy seguro que no será el fin del mundo.


Para poder visualizar los cuadros entre al siguiente enlace: http://www.mancozaconetti.com/index.php?option=com_content&view=article&id=220:peru-sobre-utilidades-mineras-y-pobreza-fiscal&catid=1:catmineria&Itemid=7

martes, 10 de agosto de 2010

LA SAMBA DE VOTORANTIM EN MILPO Y ATACOCHA

UNA MAYOR INTEGRACIÓN MINERA-METALÚRGICA

La presencia de capitales brasileños en los diversos sectores de la economía peruana constituye un proceso que se ha fortalecido en los últimos años como parte de esta integración asimétrica entre el gigante brasileño y el Perú. En el sector energético destacan la petrolera estatal Petrobrás y Electrobrás, mientras en la construcción sobresalen Odebrecht, Andrade Gutiérrez, Camargo Correa, y sobre todo la expansión minera metalúrgica a través de las transnacionales Votorantim, Vale do Rio Doce en Bayóvar, y el grupo Gerdau con la mayoría accionaria en la Siderúrgica de Chimbote.

Es decir, la penetración del capital brasileño en el marco de su expansión imperial es cada vez más evidente, y ello no genera mayores preocupaciones en la clase política del Perú, a pesar de la mayor pérdida territorial en la Amazonía con dicho país. De allí la necesidad de tener un proyecto nacional de desarrollo frente a la expansión brasileña en la Amazonía que se fortalecería con la integración energética y las carreteras interoceánicas.

Resulta evidente que toda potencia mundial requiere asegurar su abastecimiento de recursos mineros, y el Perú es una oportunidad de mercado y de pingües negocios como lo demuestra la mayor capitalización accionaria del grupo Votorantim controlando la mayoría de acciones de la Mra. Milpo y por su intermedio a una serie de unidades mineras como Atacocha lo que permite una integración vertical con la refinería de Zinc de Cajamarquilla bajo responsabilidad del grupo brasileño.

Esta mayor presencia de la gigante brasileña Votorantim en la participación accionaria en la tradicional minera Milpo y de pasada en la Mra. Atacocha, controlando las unidades mineras de El Porvenir, Cerro Lindo, Mra. Iván en Chile y la unidad de Atacocha en Cerro de Pasco permite asegurar el abastecimiento de zinc en la refinería de Cajamarquilla en el largo plazo. De esta forma con el mayor control sobre las decisiones de estas empresas mineras se refuerza la integración vertical entre las actividades de refino y de la producción minera, alcanzando la forma más eficiente de operar por las sinergias productivas que se generan.

Se debe recordar que en agosto del año 2008, la brasileña Votorantim Metais – Cajamarquilla, subsidiaria del Grupo Votorantim adquiere 8.33% de las acciones de Milpo, acumulando su participación a 29.33%. Esta compra por parte de Votorantim sería solo el inicio de sus posteriores adquisiciones, en este sentido tenemos que el 3 de noviembre de ese mismo año, Votorantim Andina Perú S.A.C compró el 69.75% de las acciones de clase A de Cía Minera Atacocha,

La minera Atacocha es una minera polimetálica colindante y vecina de Milpo, que opera con la unidad de su mismo nombre en el departamento de Pasco y que además posee pequeñas subsidiarias en las actividades mineras, agropecuarias, en el mercado bursátil y actividades de generación eléctrica, y mediante esta adquisición Votorantim Andina pasó a ser el socio mayoritario. Luego a la semana siguiente, más específicamente el 10 de noviembre del 2008 la minera Milpo adquiere el 100% de Votorantim Andina Perú S.A.C, con lo cual ahora Milpo pasaba a controlar a la Cía Minera Atacocha convirtiéndola en su quinta unidad minera.

Por tanto, desde fines del año 2008 e inicios del 2009, Milpo se ha consolidado como un grupo minero económico, que posee cinco unidades en lo fundamental; la unidad de El Porvenir en Pasco la más antigua que es operada por Cía Minera Milpo, la Mina Iván en Chile operada por la subsidiaria Minera Rayrock, la Mina Chapi en Moquegua operada por la subsidiaria Minera Pampa de Cobre, la unidad minera de Cerro Lindo también operada por Cía Minera Milpo en el departamento de Ica y finalmente la mina Atacocha que es ahora de propiedad de Milpo como producto de la adquisición en noviembre del 2008.

Se debe tener presente que el Grupo brasileño Votorantim es un gigante de la minería mundial constituyéndose en la matriz de Votorantim Metais – Cajamarquilla el principal accionista en el Grupo Milpo. Entre los principales negocios y actividades del grupo Votorantim; que a su vez tiene en la familia Emírio de Moraes su mayor accionista, que administra este gigante conglomerado; tenemos la comercialización de cemento, metales entre las que destacan el zinc, el níquel y el aluminio, también el holding brasileño maneja negocios en siderurgia, fabricación de papel y agroindustria.

Pero Votorantim no sólo se desenvuelve en el ramo industrial, también tiene empresas financieras, destacando el Banco Votorantim y sus diversas filiales financieras. Por último, acorde con las nuevas tendencias en el mundo, el grupo brasileño posee una cartera de negocios en tecnología de la información, tercerizaciones de servicios y productos químicos.

Solamente como referencia el consolidado del Grupo Vororantim del Brasil declaraba un patrimonio neto superior a los 13,587 millones de dólares en el 2009 con ingresos brutos consolidados de sus segmentos industrial y financiero del orden de los 16,498 millones de dólares, es decir, el gigante brasileño obtuvo tantos ingresos como lo obtenido por la exportación del conjunto de la minería que opera en el Perú que fueron equivalentes a los 16,361 millones en el 2009.

En el Perú, con la participación en Milpo y Atacocha ahora integradas en la práctica a la Refinería de Zinc de Cajamarquilla, que produce refinados a base de los concentrados de zinc, ácido sulfúrico y concentrado de plata, etc; ha conseguido la integración económica material. Sobre la planta, se debe añadir que ha sido modernizada y se espera culminar con la ampliación de la capacidad hacia las 320,000 TM /año a fines del 2010, modernización que a la fecha tiene un avance del 80%.

CONTROL DE MILPO

En julio del 2010, Votorantim Metais – Cajamarquilla había lanzado una oferta pública de adquisición (OPA), en tal sentido la subsidiaria brasileña ofrecía adquirir hasta 163,000,000 (Ciento sesenta y tres millones) de acciones comunes con derecho a voto representativas del capital social de Compañía Minera Milpo, que representan el 14.76% del total de acciones emitidas y el 16.40% del total de acciones en circulación de Milpo, cada una con un valor nominal de S/. 1.00. El ofertante Votorantim Metais – Cajamarquilla ofrecía pagar S/. 7.26 por cada Accion, la oferta se inició el 1 de julio y concluyó el 30 de julio.

Al concretarse esta compra, Votorantim Metais - Cajamarquilla se ha convertido en el accionista mayoritario ya que según datos de la propia Matriz brasileña hasta antes de la compra poseía el 34.93% de participación en Milpo según reportes de los Estados Financieros del Grupo Votorantim del Brasil.

Es más, fuentes del mercado señalaban que la empresa brasileña ahora poseería el 50.02% de las acciones de la minera peruana, tras adquirir un nuevo paquete de 16.4%. Así, la brasileña Votorantim Metais pasó a tomar el control de Compañía Minera Milpo con el 50.02% de ésta, luego de adquirir este nuevo paquete accionario, dando así un paso importante en su proceso de consolidación en el país, con el interés de seguir creciendo comprando otras minas.

Sin embargo, con la información disponible de la Bolsa de Valores la nueva estructura accionaria según la Comisión Nacional Supervisora de Empresas y Valores (CONASEV), nos presenta la participación de Votorantim Metais-Cajamarquilla en la Cía. Minera Milpo que se ha elevado de 29.54% al 44.86% con la reciente adquisición, lo que significa un aumento de 15.32 puntos adicionales, según el cuadro de la Estructura Accionaria de Milpo entre junio y agosto del 2010.




El análisis de la nueva estructura accionaria demuestra que las acciones del Banco de Inversión Merril Lynch Pierce Fenner se han vendido, transfiriendo su participación accionaria del 5.83%, al igual que las acciones de la AFP Horizonte mantenidas en el Fondo 2 de riesgo mixto equivalentes al 8.51% del capital. Por último, se destaca una disminución de 1.67 puntos en las acciones de Compañía Minera Milpo S.A.A que disminuye del 11.66% al 9.99%. Es decir, las acciones transadas representan el 16.01%

Debemos inferir que la venta de la participación del Merril Lynch se explicaría como una forma de reponerse de las pérdidas financieras de la crisis financiera de setiembre del 2008, más extrañaría la venta de la participación de las acciones de la AFP Horizonte Fondo 2, en razón de la rentabilidad futura del negocio minero, y por la propia naturaleza de los fondos de pensiones sobre la capitalización interna. Es decir, la venta de las acciones de la AFP no deja de ser un des ahorro financiero que privilegia la liquidez del corto plazo, afectando a los futuros pensionistas.

En tal sentido, el crecimiento del grupo brasileño está cumpliendo lo afirmado por Joao Bosco, director superintendente de Votorantim Metais (VM) cuando señalaba en relación a la Mra. Milpo "Nuestro objetivo es llegar a un poco más de 50% de participación de acciones. Para el futuro se puede considerar crecer en participación".

Por medios periodísticos se afirma también que “La firma brasileña Votorantim elevó su participación en la minera peruana Milpo y su posición como mayor accionista, tras comprar un 16.4% de las acciones comunes en una operación valuada en unos 420.5 millones de dólares, según fuentes del mercado.

Si el grupo Votorantim ha desembolsado 420 millones de dólares por el 16.4 % de las acciones producto de la reciente oferta pública de adquisición (OPA), en una rentable empresa minera como Milpo que a su vez controla la mayoría accionaria de Atacocha, demostraría el mayor valor futuro que se espera obtener de estas sinergias. En tal sentido, el valor desembolsado por el 16.4% representa casi un equivalente del total del patrimonio neto del Grupo minero Milpo, como se puede observar en el cuadro Resumen de Estados Financieros de la Compañía Minera Milpo S.A.A y Subsidiarias.

Esto debiera hacer reflexionar a todos aquellos que apostaron por un proceso privatizador de las empresas estatales mineras sin planeamiento ni estrategia, donde activos y empresas en marcha fueron transferidas a precios subvaluados, como la unidad minera de Cerro de Pasco que fue vendida por un poco más de 60 millones de dólares, lo mismo que las unidades de San Cristóbal, Andaychagua que conformaban la parte más importante de la estatal Centromín en los años noventa.

ESTADOS FINANCIEROS DEL GRUPO MILPO

El comportamiento de los ingresos y las utilidades de Milpo han tendido al crecimiento a diferencia de otras mineras polimetálicas que fueron afectadas por la crisis financiera internacional. Con el inicio del boom minero se puede observar como en el 2005 se incrementaron los ingresos y utilidades de Milpo, pasando los ingresos de 122 millones a más de 312 millones en el 2007. En el año 2008 aumentaron los ingresos del Grupo Minero que engloba las unidades de Milpo tales como El Porvenir, Cerro Lindo, Iván, Chapi más Atacocha reportando 308 millones de dólares para incrementarlos en el 2009 a más de 401 millones.

Así, un análisis de los ingresos demuestra el crecimiento y fortalecimiento a nivel de los ingresos, crecimiento de los activos y el fortalecimiento patrimonial neto sostenido desde el 2005 al 2009, donde los ingresos del Grupo Minero se incrementaron de los 122 millones de dólares a más de 401 millones en el 2009. En el mismo sentido, el valor de los activos prácticamente se ha triplicado en el mismo período pasando de los 218 millones de dólares a más de 865 millones, lo mismo que el fortalecimiento patrimonial que pasó de 126 millones a más de 491 millones de dólares

En resumen el Grupo Milpo con el conjunto de sus unidades mineras expone una creciente rentabilidad operativa y neta a pesar que la adquisición de la minera Atacocha ha representado asumir y licuar las pérdidas de la anterior gestión en el 2008 y 2009. Es verdad que formalmente, es decir jurídicamente Milpo y Atacocha son dos empresas distintas pero que ahora tienen un mayor accionista en Votorantim de Brasil, y operan integradas a la refinería de Cajamarquilla.

La incorporación de Atacocha a partir del 2008 en el grupo Milpo ha significado menores utilidades consolidadas como se podrá observar en el cuadro respectivo, así se transitan de utilidades netas de 96 millones de dólares en el 2006, a 94 millones en el 2007 para llegar a los 15 millones en el 2008 e incrementarse a los 46 millones en el 2009. Al primer semestre del 2010 se recuperan para sumar más de 80 millones de utilidades netas.

El ratio utilidad operativa frente a los ingresos alcanzó las tasas de 59% y 42.5% en los años 2006 y 2007 para disminuir en el 2008 y 2009 representando una tasa de 13.7 % y 28.7 % respectivamente. Para el 2010 se espera una franca recuperación en razón de los mejores precios de los metales y una mayor eficiencia empresarial.

Similar tendencia en el comportamiento de la rentabilidad neta, aunque con menores tasas, en tal sentido en los años 2006 y 2007 se alcanzaron niveles de 34% y 30%, mientras para el año 2008 esta rentabilidad pasó a 4.7% y en el año 2009 se elevó a 11.4%.

Debiera ser evidente que una mayor racionalidad económica en la gestión de la unidad de Atacocha significará mayores utilidades en el futuro. Así, en el primer semestre del 2010 la utilidad neta de Atacocha ha representado un valor positivo de 15.6 millones de dólares después de arrastrar pérdidas de más de 35 millones de dólares para similar período del 2009.

En el mismo sentido, la utilidad neta de la minera Milpo al primer semestre del 2010 ha significado 65 millones de dólares. Ello significa que el Grupo Milpo incorporando los ingresos y utilidades de Atacocha al primer semestre del 2010 ha obtenido 80.6 millones de dólares por concepto de utilidades netas y un ingreso consolidado de 289 millones de dólares, lo que explica una tasa de rentabilidad neta del 28% con tendencia al aumento, lo que permite afirmar que está obteniendo utilidades extraordinarias que no son compartidas con el Estado al margen que la minera Milpo no abona las llamadas regalías.

En resumen, el crecimiento del Grupo Milpo con el respaldo de la transnacional brasileña Votorantim está asegurado. Esta tendencia se fortalecería con la adquisición de otras empresas mineras y el desarrollo de nuevos proyectos como el de Hilarión en Ancash y el de Pukaqaqa en Huancavelica que demostrarían el liderazgo de un grupo que está en tránsito de alcanzar los niveles de la gran minería para satisfacción de sus accionistas del Brasil.


lunes, 2 de agosto de 2010

CAMISEA: RENEGOCIAR POR EL INTERÉS NACIONAL

PERVERSIONES DEL MODELO EXPORTADOR



“En el caso del gas, ahora que comienza la exportación, hemos
planteado una renegociación cuyo objetivo es que en ningún caso la exportación
de ese producto pague menores regalías que en el consumo interno. Ello
significaría que el mercado nacional subsidia a los consumidores extranjeros, lo
cual es injusto” Mensaje Presidencial 28 de Julio 2010



A diferencia de algunos analistas y políticos que se oponen rotundamente a la exportación del gas natural licuefactado proveniente del lote 56, he sostenido siempre que no se puede ser contrario a la exportación “per se”, sino a las condiciones económicas y jurídicas de la misma. En tal sentido, debe renegociarse la exportación si resulta lesiva al país, abonando menores precios de exportación y menores regalías en relación a las vigentes en el mercado interno. En tal sentido, el discurso presidencial constituye una saludable rectificación pues la renegociación debe ser puesta en práctica con inteligencia, cautela y firmeza en el menor tiempo posible, ante el calentamiento de la coyuntura electoral.

También se debe ser contundente respecto a la realidad de los volúmenes de reservas probadas, probables y posibles no solamente en los lotes 88, 56, 57, 58, y en las operaciones noroeste en Talara-Piura, donde se presumen más de 5 TCF (trillones de pies cúbicos de gas natural), solamente el lote XIII operado por la empresa norteamericana Olympic declara reservas probadas por más de 2 TCF, es decir tantas como el lote 56 (Pagoreni) que debiera ser el único lote comprometido en la exportación, ello supone e impone “liberar” las reservas del lote 88 de los compromisos de exportación.

Lamentablemente se desconocen las reservas probadas en el lote 57 bajo responsabilidad de Repsol/YPF que en el año 2007 anunció el descubrimiento de importantes reservas que se presumen superiores a los 2 TCF. Al mismo tiempo en diciembre del presente año Petrobrás operador del lote 58, deberá anunciar las reservas probadas gracias a la mayor actividad exploratoria donde se presumen reservas superiores a los 5 TCF.

La diferencia entre las reservas posibles, probables y probadas son los distintos niveles en la probabilidad de encontrar hidrocarburos que pueden ser explotados comercialmente en un yacimiento con varias estructuras, así solamente con mayores campañas exploratorias, es decir pozos perforados se podrá pasar del 10% al 50% y luego al 90% de probabilidades de encontrar hidrocarburos. Después de todo, las reservas probadas tienen el 90% de probabilidad de tener hidrocarburos que pueden ser explotados según la relación de precios y costos con la tecnología imperante en un momento determinado.

En tal sentido, constituye una debilidad institucional del propio Estado y sus organismos reguladores el no tener la información disponible actualizada sobre las reservas probadas, probables y posibles de gas natural y crudo en todos los lotes, así como la pobre campaña exploratoria. Por ello, PerúPetro más que ensimismarse con el número de contratos firmados debiera fiscalizar el número de pozos exploratorios, es decir de riesgo, para descubrir reservas comerciales de hidrocarburos. En tal sentido, el éxito debiera medirse por el número de pozos exploratorios.

En el Perú, con 5 pozos exploratorios por año como promedio en la década que termina, está lejos de los 65 pozos anuales que se perforan en Colombia, y apenas nos diferenciamos de los dos pozos exploratorios que se perforan en Bolivia, pues las empresas transnacionales en el país altiplánico han disminuido dramáticamente la inversión exploratoria. Prueba de ello son los niveles de reservas que publica Bolivia, un poco más de 48 TCF, sumando las reservas probadas y probables, que corresponden a las reservas del 2005, donde las reservas probadas no superan los 27 TCF; sin embargo, en nuestro país la oposición cuestiona la sumatoria de las reservas probadas (90% de probabilidad) y probables (50% de probabilidad) para descalificar la exportación de gas natural.

Por ello, el sentido nacional debiera promover la inversión de riesgo, la perforación exploratoria, con la finalidad de descubrir más reservas probadas de hidrocarburos y superar el déficit de la balanza comercial de hidrocarburos que representa un drenaje de divisas que supera los 1,000 millones de dólares en promedio anual. Para ello debemos fomentar la exportación de hidrocarburos, petróleo, líquidos y gas natural, en las condiciones más convenientes al país.

De allí que resulte positivo en el discurso presidencial el anuncio que las reservas del lote 88 y 58 estarán destinadas al mercado interno con la prioridad en el abastecimiento del Gaseoducto Sur Andino. Ello supone por diferencia que el proyecto de exportación debe “caminar con sus propias reservas”, es decir con las del lote 56. En tal sentido, se deben “desengachar” de una vez por todas las reservas del lote 88 del proyecto de exportación por la propia gobernabilidad del país.

MÁS REGALÍAS POR LA EXPORTACIÓN

En primera instancia, los críticos de la exportación de los hidrocarburos, en la forma de gas natural en estado líquido proveniente del lote 56, producto del tratamiento en Pampa Melchorita-Cañete al sur de Lima donde el gas en estado gaseoso se transforma en líquido, soslayan por desconocimiento o interés que desde el 2005 otros hidrocarburos de Camisea extraídos de los lotes 88, y desde setiembre del 2008 del lote 56 se exportan hacia Estados Unidos de Norteamérica, Canadá, China, Japón entre otros como se puede observar en el cuadro “Camisea lote 88 y 56: Principales Destinos de los Productos Exportados 2009”.

Como resulta obvio los críticos a la exportación de los hidrocarburos de Camisea debieran conocer las ventas externas de los derivados de líquidos de gas natural como la nafta, propano y butano hacia esos países. Debe quedar claro que esta producción de líquidos por más de 70 mil barriles diarios es posible por la extracción de más de mil millones de pies cúbicos de gas natural diarios, de los cuales antes de la exportación más de 700 millones de pies cúbicos diarios se reinyectaban, y por tanto al no ser considerada como producción fiscalizada no pagaba regalías. Por tanto, con la exportación comienzan a pagar regalías que debieran ajustarse a las vigentes en el mercado interno.

Con el proyecto de exportación de Perú LNG con Repsol/YPF parte de estos 700 millones de pies cúbicos que antes se reinyectaban y por tanto no abonaban regalías ahora se monetizan con la exportación, donde la renegociación planteada debe sincerar los precios y regalías de exportación, pues no resulta razonable que las regalías de exportación sean una fracción de las vigentes en el mercado interno. Por tanto, debiera ser evidente que con mayores regalías se incrementará el canon gasífero para el Cusco, el Focam para Ayacucho, Huancavelica, Ica, Región Lima y Ucayali más el Fondo de las Fuerzas Armadas.

Por ello, el problema no debiera ser la exportación del gas natural del lote 56, de volúmenes que antes se reinyectaban, sino las condiciones económicas y jurídicas de su exportación. Con precios de exportación y regalías que no tienen proporción con los vigentes en el mercado interno, donde existen productores locales de gas natural como de las empresas Petrobrás, Aguaytía, Savia Perú, que “valorizan su gas” a 4, 5, 6 dólares el millón de BTU con regalías promedio de US$ 0.93 centavos por millón de BTU

En segundo lugar, el cuestionamiento a la exportación del gas natural debiera ser revisado en función a la coyuntura presente. Por un lado, se debe recordar que en las diversas presentaciones del proyecto de exportación del Consorio Perú LNG se estimaban precios a largo plazo del marcador Henry Hub de 10 a 12 dólares por millón de BTU, y en la actualidad los precios internacionales del gas se han deprimido en razón de la crisis financiera mundial de setiembre del 2008. Así, el promedio del primer semestre del 2010 era de 4.74 dólares el millón de BTU. Por tanto, quienes presumen una gran rentabilidad del Consorcio Perú LNG y Repsol/YPF con los precios actuales del gas debieran revisar sus cifras y considerar las inversiones realizadas.

Sin embargo, el Estado peruano no puede verse afectado en sus intereses por los menores precios internacionales del Henry Hub que se mantendrá deprimido en el mediano plazo por una sobreoferta mundial de gas natural, y las menores tasas de crecimiento de la economía norteamericana. De allí la necesidad de renegociar los precios y regalías de exportación. La premisa teórica económica que debiera respaldar esta posición está en función del riesgo del negocio que debiera ser asumido plenamente por la empresa privada.

En tercer lugar, debiera analizarse con detenimiento el argumento de los precios de exportación del gas natural a nivel comparativo, tomando como ejemplo el caso de Bolivia que vende el gas hacia Argentina a un precio de 5.88 dólares de millón de BTU y al Brasil por encima de los 4.9 dólares el millón de BTU. Sin embargo, debiera reconocerse que tales exportaciones de gas natural tienen un contenido de líquidos de gas que son separados en los países compradores. Por tanto, el precio de exportación del gas boliviano no resulta un paradigma a seguir pues está transfiriendo un recurso a un precio que tiene un contenido de líquido que vale tanto como el petróleo.

De allí, que la renegociación planteada debiera ser asumida con responsabilidad frente al Consorcio Camisea como lo dispone el DS Nº 039-2010-EM. Desde nuestro punto de vista resulta positivo el espíritu de la norma en el sentido de corregir aspectos perversos de la exportación del gas natural del lote 56. En tal sentido, la regalía de exportación no puede ser menor a la regalía promedio que se paga en el mercado interno.

En cuarto lugar, no puede soslayarse que los precios internos del gas natural del principal productor de gas en el país, provienen de Camisea lote 88 están regulados, extremadamente baratos en relación a otros energéticos. Con precios en boca de pozo de US$ 1.79 por millón de BTU para la generación eléctrica y de un US$ 2.76 para uso industrial, la regalía promedio obtenida de este lote no resultaría el mejor indicador.

En tal razón, este indicador no deja de ser limitado en razón de la regulación del precio del gas natural proveniente del lote 88. Por ello, el promedio de las regalías abonadas en el mercado interno tiene un factor distorsionante en función del precio excesivamente barato del gas natural dedicado a la generación eléctrica US$ 1.79 por millón de BTU donde la regalía percibida por el fisco sería de US $ 0.67 centavos por millón.

Sin embargo, pese a todas las atingencias con regalías producto de precios regulados, que en su mayor parte provienen de la demanda eléctrica éstas resultarían más elevadas que las regalías por la exportación que serían un poco más de US$ 0.20 centavos por millón de BTU. Esta perversidad debe ser corregida mediante la renegociación que auspicia el decreto supremo Nº 039-2010-EM.

En la presente coyuntura política de tránsito político, la izquierda tiene el desafío de asumir un discurso moderno que promueva la inversión privada, facilite la capitalización del país en condiciones equitativas para el Estado, empresas y regiones. De allí, que la negación dogmática a la exportación del gas natural nos haría retroceder a la vigencia de políticas insensatas e irresponsables del pasado, donde “el remedio resultaba peor que la enfermedad”. Por tanto, el gobierno debe con firmeza liberar las reservas del lote 88 de los compromisos de exportación y renegociar los precios y regalías del lote 56.