LO BUENO, LO MALO Y LO FEO
La esperada interpelación al Ministro de Energía y Minas en el Congreso de la República y la reunión empresarial en Palacio de Gobierno de los más altos ejecutivos del Consorcio Camisea con el Dr. Alan García, expresan la importancia del tema gasífero para el Perú, en especial de los departamentos de la Región Macro Sur que demandan los beneficios del gas de Camisea como energético económico, limpio y en volúmenes suficientes para garantizar la demanda interna en el largo plazo, como a las empresas transnacionales.
Las legítimas interrogantes planteadas por los congresistas se centraban sobre todo la garantía de abastecimiento del mercado interno, sobre la existencia o no de volúmenes suficiente de reservas probadas para satisfacer el mercado interno y al mismo tiempo la exportación, las posibles restricciones, la urgencia y garantía del gas natural para el gaseoducto hacia el Cusco y de allí a los departamentos de Arequipa, Puno, Moquegua, Tacna, y las posibilidades de industrialización del gas natural mediante la petroquímica en las mejores condiciones para el país.
Según la nota periodística del Comercio del 8 de Octubre se afirma que “El presidente de la República, Alan García Pérez, se reunió ayer con los máximos representantes de las empresas que integran el consorcio Camisea. La cita se desarrolló en estricto privado en Palacio de Gobierno; sin embargo, trascendió que en ella los representantes del consorcio aseguraron al presidente García que están desarrollando las inversiones necesarias para abastecer al mercado interno.
En el encuentro estuvieron el director ejecutivo de la argentina Pluspetrol, Steven Crowell; el director ejecutivo de Hunt Oil, Ray Hunt. También, el director general de la española Repsol YPF, Nemesio Fernández Cuesta; el presidente de la coreana SK R&C (Resources & Chemicals), Jeong Joon Yu; el director ejecutivo de la argelina Sonatrach, Mohamed Meziane, y el director ejecutivo de la argentina Tecpetrol, Carlos Ormachea; quienes son los máximos representantes de estas empresas. Además, asistieron los ejecutivos locales de las seis empresas “
Desde nuestro punto de vista, este es el momento para negociar en las mejores condiciones, corrigiendo negociados y entuertos del pasado, lobbies empresariales más graves que los “petroaudios”, que al fin de cuentas quedaron como una posibilidad de negocios turbios, con un ex presidente de la petrolera estatal involucrado en un escándalo que ha sido llamado de “petropiernas”, donde se mezclaron intereses económicas, lotes petroleros, tasas de regalías, turbias asesorías y amoríos desbocados.
La lectura política que tengo es la preocupación por no decir miedo del “cogollo” empresarial del Consorcio Camisea sobre el cambio de las reglas de juego en los contratos hidrocarburos. El temor de las transnacionales es que puedan reproducirse en el Perú experiencias estatistas, reivindicativas y nacionalistas respecto a la propiedad, uso, posesión de los hidrocarburos que están constituidos por el petróleo crudo, el gas natural y los líquidos de gas natural. ¡Después de todo el fantasma de Juan Velasco Alvarado resucita en el Continente 40 años después!
Desde nuestra posición vengo sosteniendo que el problema en el sector de hidrocarburos es el déficit de la balanza comercial de hidrocarburos donde el Perú ha tenido que importar desde 1985 a julio del 2009 más de 24 mil millones de dólares en compras de crudo, diesel y algo menos de gas licuado. Al fin de cuentas estas compras al exterior las pagamos los usuarios en los precios internos de los combustibles que duplican a los vigentes en Estados Unidos de Norteamérica, gracias a la elevada participación tributaria en los precios de los combustibles, selectivo al consumo, IGV, y rodajes.
En ese sentido, el Perú requiere recuperar niveles de exportaciones en hidrocarburos para superar los saldos negativos de la balanza comercial, capitalizar el país, con mayores ingresos fiscales regalías e impuestos. En este contexto los hidrocarburos de Camisea están jugando un rol fundamental.
Con la producción de los líquidos provenientes del lote 56, desde setiembre del 2008, prácticamente se ha duplicado la producción de hidrocarburos líquidos pasando de 32 mil barriles diarios a más de 65 mil barriles con la producción conjunta del lote 88, todo ello gracias a la productividad de los trabajadores de Pluspetrol Perú Corporation, empresa que representa el 2.2 % de las acciones del Consorcio Camisea, fuerza de trabajo que dicho sea de paso perciben salarios míseros que no guardan proporción con la riqueza creada.
Mediante la producción de los líquidos de gas natural de Camisea lote 88 y 56, el Perú tiene asegurada la autonomía en la producción de gas licuado de petróleo (GLP), que cubre la demanda interna por más de 32 mil barriles diarios, y los excedentes se exportan como propano/butano, más las gasolinas crudas (naftas). En el mismo sentido, el fraccionamiento de los líquidos en la Planta de Pisco, permite que en la actualidad gracias a Camisea se estén obteniendo más de 9,400 barriles diarios de diesel 2 que cubren en parte la demanda interna.
Lo significativo es que el diesel 2 obtenido de los líquidos de Camisea tiene cero cantidades de azufre, por lo tanto es un combustible limpio a diferencia del diesel producido localmente que tiene más de 4,000 partes por millón de azufre, contaminando el medio ambiente con todas las secuelas negativas. Estos son aspectos que lamentablemente no estuvieron en el debate.
SOBRE LA EXPORTACIÓN
El problema de la exportación del gas natural del gas de Camisea no es nuevo. Haciendo historia, el retiro de la Shell/Mobil del Perú en el año 1998 estuvo centrado en dos desacuerdos fundamentales. Por un lado, en la determinación del precio en boca de pozo, donde la Shell quería pagar un precio irrisorio. La otra diferencia estaba en la oposición del gobierno del presidente Fujimori a que el gas de Camisea se exporte al Brasil.
Para la transnacional Shell el negocio era llevar el gas al mercado brasileño, sin embargo los descubrimientos gasíferos en Bolivia en eso años, en Tarija y Santa Cruz más el interés de participar en los abiertos mercados de los países de la ex Unión Soviética hacia más atractiva las inversiones que en el Perú.
De allí, que en julio del año 1998 la Shell decide retirarse del Perú y devolver el lote 88 al Estado peruano con las reservas probadas de gas y líquidos de gas natural, instalaciones, tuberías, aeropuertos etc. Por ello, el ex presidente Alberto Fujimori no tuvo más remedio que afirmar que nuestro país era 500 millones de dólares más rico, pues lo invertido por la transnacional holandesa ante el retiro de la Shell revertía por ley al Estado.
Ahora el proyecto de exportación del gas proveniente del lote 56 es duramente cuestionado, básicamente por comprometer 2 trillones de pies cúbicos de las reservas del lote 88 que constituyen la garantía de autonomía y seguridad energética del Perú en el largo plazo. A ello, debiera agregarse los irrisorios ingresos fiscales que se percibirían por concepto de regalías.
Con los actuales niveles de precios vigentes en el mercado norteamericano del gas natural, el llamado “Henry Hub” frente a los precios regulados del lote 88 con las modificaciones efectuadas en agosto del 2006, las regalías que obtendría el Estado por la exportación del gas de mil pies cúbicos de gas sería la cuarta parte de lo que percibe el fisco por las ventas en el mercado interno.
Esta es una razón importante para masificar el consumo del gas natural en las mejores condiciones, con eficiencia y racionalidad económica sin los despilfarros en la generación eléctrica que caracteriza a las plantas de ciclo simple. Así, lo ha entendido la transnacional española Repsol/YPF que se ha comprometido vender más de 155 millones de pies cúbicos diarios provenientes del lote 57 al mercado interno.
Es decir, desde el punto de vista empresarial, según los negocios privados, es más rentable vender en el mercado interno y no al mercado norteamericano (México) golpeado por la crisis internacional, donde los precios del gas natural están por debajo de los 3 dólares por mil pies cúbicos. Con estos precios de mantenerse con la crisis internacional, el proyecto de exportación del Consorcio Perú LNG no camina financieramente para repagar los más de 3,000 millones levantados para el financiamiento, y de allí que sería importante la mayor transparencia sobre posibles presiones para obtener más granjerías a las otorgadas por el régimen del ex presidente Alejandro Toledo.
HOMENAJES PÓSTUMOS
Fue toda una sorpresa escuchar en la exposición y debate parlamentario los nombre de dos ilustres peruanos que se caracterizaron por la defensa férrea de los intereses nacionales, la soberanía del Estado sobre los recursos naturales y una clara posición crítica del liberalismo económico. La memoria de Daniel Estrada Pérez -ilustre cusqueño máxima autoridad municipal en varios períodos, y parlamentario de UPP cuando éste era un partido respetable y no el depósito de tránsfugas y políticos criollos que es ahora- la cual fue mencionada de forma malintencionada. Así, la derecha de Unidad Nacional lo calificó como el principal responsable de haberse opuesto al proyecto Camisea a fines de los ochenta, desconociendo el ignaro congresista del PPC el carácter de las luchas populares y el rol y juego de los intereses de las transnacionales como sucedería una década después.
Sin embargo, fue tan amplia la respuesta y las aclaraciones respecto al lugar histórico de Daniel Estrada en la luchas por la descentralización y la defensa de los recursos naturales que su posición central sigue vigente, en el sentido, que el gas de Camisea debe servir ante todo al Perú antes que la exportación.
Igualmente fue toda una sorpresa que en la intervención del ministro del sector se le rindiera homenaje a otro luchador ilustre como fue don Carlos Malpica Santisteban, que escribió un libro de lectura obligatoria “La Verdad Sobre el Gas de Camisea”, mencionando lo referente a las reservas probadas del gas de Camisea que antiguamente eran denominados lotes 38 y 42, y que ahora gracias a los artificios contractuales de PerúPetro desde la década pasada se denominan lote 88, 56, 57, y 58.
¿Qué escribía el Ing. Carlos Malpica sobre las reservas probadas de Camisea?
“Las reservas del lote 42” Los depósitos de gas encontrados por Shell están ubicados en el lugar denominado Camisea, en el distrito de Echarate, de la provincia de La Convención, del departamento del Cusco.
Los descubrió perforando seis pozos: Shepagua, San Martín, Segakiato, Cashiriari, Armihuari y Mipaya.
Las legítimas interrogantes planteadas por los congresistas se centraban sobre todo la garantía de abastecimiento del mercado interno, sobre la existencia o no de volúmenes suficiente de reservas probadas para satisfacer el mercado interno y al mismo tiempo la exportación, las posibles restricciones, la urgencia y garantía del gas natural para el gaseoducto hacia el Cusco y de allí a los departamentos de Arequipa, Puno, Moquegua, Tacna, y las posibilidades de industrialización del gas natural mediante la petroquímica en las mejores condiciones para el país.
Según la nota periodística del Comercio del 8 de Octubre se afirma que “El presidente de la República, Alan García Pérez, se reunió ayer con los máximos representantes de las empresas que integran el consorcio Camisea. La cita se desarrolló en estricto privado en Palacio de Gobierno; sin embargo, trascendió que en ella los representantes del consorcio aseguraron al presidente García que están desarrollando las inversiones necesarias para abastecer al mercado interno.
En el encuentro estuvieron el director ejecutivo de la argentina Pluspetrol, Steven Crowell; el director ejecutivo de Hunt Oil, Ray Hunt. También, el director general de la española Repsol YPF, Nemesio Fernández Cuesta; el presidente de la coreana SK R&C (Resources & Chemicals), Jeong Joon Yu; el director ejecutivo de la argelina Sonatrach, Mohamed Meziane, y el director ejecutivo de la argentina Tecpetrol, Carlos Ormachea; quienes son los máximos representantes de estas empresas. Además, asistieron los ejecutivos locales de las seis empresas “
Desde nuestro punto de vista, este es el momento para negociar en las mejores condiciones, corrigiendo negociados y entuertos del pasado, lobbies empresariales más graves que los “petroaudios”, que al fin de cuentas quedaron como una posibilidad de negocios turbios, con un ex presidente de la petrolera estatal involucrado en un escándalo que ha sido llamado de “petropiernas”, donde se mezclaron intereses económicas, lotes petroleros, tasas de regalías, turbias asesorías y amoríos desbocados.
La lectura política que tengo es la preocupación por no decir miedo del “cogollo” empresarial del Consorcio Camisea sobre el cambio de las reglas de juego en los contratos hidrocarburos. El temor de las transnacionales es que puedan reproducirse en el Perú experiencias estatistas, reivindicativas y nacionalistas respecto a la propiedad, uso, posesión de los hidrocarburos que están constituidos por el petróleo crudo, el gas natural y los líquidos de gas natural. ¡Después de todo el fantasma de Juan Velasco Alvarado resucita en el Continente 40 años después!
Desde nuestra posición vengo sosteniendo que el problema en el sector de hidrocarburos es el déficit de la balanza comercial de hidrocarburos donde el Perú ha tenido que importar desde 1985 a julio del 2009 más de 24 mil millones de dólares en compras de crudo, diesel y algo menos de gas licuado. Al fin de cuentas estas compras al exterior las pagamos los usuarios en los precios internos de los combustibles que duplican a los vigentes en Estados Unidos de Norteamérica, gracias a la elevada participación tributaria en los precios de los combustibles, selectivo al consumo, IGV, y rodajes.
En ese sentido, el Perú requiere recuperar niveles de exportaciones en hidrocarburos para superar los saldos negativos de la balanza comercial, capitalizar el país, con mayores ingresos fiscales regalías e impuestos. En este contexto los hidrocarburos de Camisea están jugando un rol fundamental.
Con la producción de los líquidos provenientes del lote 56, desde setiembre del 2008, prácticamente se ha duplicado la producción de hidrocarburos líquidos pasando de 32 mil barriles diarios a más de 65 mil barriles con la producción conjunta del lote 88, todo ello gracias a la productividad de los trabajadores de Pluspetrol Perú Corporation, empresa que representa el 2.2 % de las acciones del Consorcio Camisea, fuerza de trabajo que dicho sea de paso perciben salarios míseros que no guardan proporción con la riqueza creada.
Mediante la producción de los líquidos de gas natural de Camisea lote 88 y 56, el Perú tiene asegurada la autonomía en la producción de gas licuado de petróleo (GLP), que cubre la demanda interna por más de 32 mil barriles diarios, y los excedentes se exportan como propano/butano, más las gasolinas crudas (naftas). En el mismo sentido, el fraccionamiento de los líquidos en la Planta de Pisco, permite que en la actualidad gracias a Camisea se estén obteniendo más de 9,400 barriles diarios de diesel 2 que cubren en parte la demanda interna.
Lo significativo es que el diesel 2 obtenido de los líquidos de Camisea tiene cero cantidades de azufre, por lo tanto es un combustible limpio a diferencia del diesel producido localmente que tiene más de 4,000 partes por millón de azufre, contaminando el medio ambiente con todas las secuelas negativas. Estos son aspectos que lamentablemente no estuvieron en el debate.
SOBRE LA EXPORTACIÓN
El problema de la exportación del gas natural del gas de Camisea no es nuevo. Haciendo historia, el retiro de la Shell/Mobil del Perú en el año 1998 estuvo centrado en dos desacuerdos fundamentales. Por un lado, en la determinación del precio en boca de pozo, donde la Shell quería pagar un precio irrisorio. La otra diferencia estaba en la oposición del gobierno del presidente Fujimori a que el gas de Camisea se exporte al Brasil.
Para la transnacional Shell el negocio era llevar el gas al mercado brasileño, sin embargo los descubrimientos gasíferos en Bolivia en eso años, en Tarija y Santa Cruz más el interés de participar en los abiertos mercados de los países de la ex Unión Soviética hacia más atractiva las inversiones que en el Perú.
De allí, que en julio del año 1998 la Shell decide retirarse del Perú y devolver el lote 88 al Estado peruano con las reservas probadas de gas y líquidos de gas natural, instalaciones, tuberías, aeropuertos etc. Por ello, el ex presidente Alberto Fujimori no tuvo más remedio que afirmar que nuestro país era 500 millones de dólares más rico, pues lo invertido por la transnacional holandesa ante el retiro de la Shell revertía por ley al Estado.
Ahora el proyecto de exportación del gas proveniente del lote 56 es duramente cuestionado, básicamente por comprometer 2 trillones de pies cúbicos de las reservas del lote 88 que constituyen la garantía de autonomía y seguridad energética del Perú en el largo plazo. A ello, debiera agregarse los irrisorios ingresos fiscales que se percibirían por concepto de regalías.
Con los actuales niveles de precios vigentes en el mercado norteamericano del gas natural, el llamado “Henry Hub” frente a los precios regulados del lote 88 con las modificaciones efectuadas en agosto del 2006, las regalías que obtendría el Estado por la exportación del gas de mil pies cúbicos de gas sería la cuarta parte de lo que percibe el fisco por las ventas en el mercado interno.
Esta es una razón importante para masificar el consumo del gas natural en las mejores condiciones, con eficiencia y racionalidad económica sin los despilfarros en la generación eléctrica que caracteriza a las plantas de ciclo simple. Así, lo ha entendido la transnacional española Repsol/YPF que se ha comprometido vender más de 155 millones de pies cúbicos diarios provenientes del lote 57 al mercado interno.
Es decir, desde el punto de vista empresarial, según los negocios privados, es más rentable vender en el mercado interno y no al mercado norteamericano (México) golpeado por la crisis internacional, donde los precios del gas natural están por debajo de los 3 dólares por mil pies cúbicos. Con estos precios de mantenerse con la crisis internacional, el proyecto de exportación del Consorcio Perú LNG no camina financieramente para repagar los más de 3,000 millones levantados para el financiamiento, y de allí que sería importante la mayor transparencia sobre posibles presiones para obtener más granjerías a las otorgadas por el régimen del ex presidente Alejandro Toledo.
HOMENAJES PÓSTUMOS
Fue toda una sorpresa escuchar en la exposición y debate parlamentario los nombre de dos ilustres peruanos que se caracterizaron por la defensa férrea de los intereses nacionales, la soberanía del Estado sobre los recursos naturales y una clara posición crítica del liberalismo económico. La memoria de Daniel Estrada Pérez -ilustre cusqueño máxima autoridad municipal en varios períodos, y parlamentario de UPP cuando éste era un partido respetable y no el depósito de tránsfugas y políticos criollos que es ahora- la cual fue mencionada de forma malintencionada. Así, la derecha de Unidad Nacional lo calificó como el principal responsable de haberse opuesto al proyecto Camisea a fines de los ochenta, desconociendo el ignaro congresista del PPC el carácter de las luchas populares y el rol y juego de los intereses de las transnacionales como sucedería una década después.
Sin embargo, fue tan amplia la respuesta y las aclaraciones respecto al lugar histórico de Daniel Estrada en la luchas por la descentralización y la defensa de los recursos naturales que su posición central sigue vigente, en el sentido, que el gas de Camisea debe servir ante todo al Perú antes que la exportación.
Igualmente fue toda una sorpresa que en la intervención del ministro del sector se le rindiera homenaje a otro luchador ilustre como fue don Carlos Malpica Santisteban, que escribió un libro de lectura obligatoria “La Verdad Sobre el Gas de Camisea”, mencionando lo referente a las reservas probadas del gas de Camisea que antiguamente eran denominados lotes 38 y 42, y que ahora gracias a los artificios contractuales de PerúPetro desde la década pasada se denominan lote 88, 56, 57, y 58.
¿Qué escribía el Ing. Carlos Malpica sobre las reservas probadas de Camisea?
“Las reservas del lote 42” Los depósitos de gas encontrados por Shell están ubicados en el lugar denominado Camisea, en el distrito de Echarate, de la provincia de La Convención, del departamento del Cusco.
Los descubrió perforando seis pozos: Shepagua, San Martín, Segakiato, Cashiriari, Armihuari y Mipaya.
Son 19 estructuras con potencial gasífero, de las cuales se han perforado sólo dos (San Martín y Cashiriari).
Según el Acuerdo de Bases de (1988) el volumen de reservas in situ de San Martín y Cashiriari es de 12 billones de pies cúbicos de gas y 650 millones de barriles de condensados. Según PetroPerú las reservas in situ de San Martín llegan a 4.4 billones de pies cúbicos y las de Cashiriari a 12.2, haciendo un total de 16.6 billones de pies cúbicos.
Según el Acuerdo de Bases de (1988) el volumen de reservas in situ de San Martín y Cashiriari es de 12 billones de pies cúbicos de gas y 650 millones de barriles de condensados. Según PetroPerú las reservas in situ de San Martín llegan a 4.4 billones de pies cúbicos y las de Cashiriari a 12.2, haciendo un total de 16.6 billones de pies cúbicos.
En cuanto a condensados el estimado de PetroPerú es que San Martín contiene 335 millones de barriles y Cashiriari, 635 millones, haciendo un total de 970 millones de barriles.”
Esto significa, que para la petrolera estatal PetroPerú de la época que no es el remedo actual, la controversia al igual que ahora era también sobre el nivel de las reservas. Mientras PetroPerú las estimaba en 16.6 billones de pies cúbicos solamente en los dos campos perforados de San Martín y Cashiriari, la Shell las castigaba interesadamente con 12 billones que serían los trillones actuales. Curiosamente el argumento de la Shell es ahora asumido por la oposición nacionalista.
Lo cierto y evidente es que en esa época solamente se perforaron dos estructuras de las 19 estructuras que tienen los depósitos del Gran Camisea. De allí, que siendo la misma cuenca geológica resulta inaceptable que los ingresos fiscales vía las regalías de los lotes 88, 56, 57 y 58 sean tan diferentes. Este es un aspecto que se debe corregir, pues resulta absurdo que exportemos gas barato con mínimas regalías, así mientras las regalías del lote 88 abonan el 37.24%, las regalías del lote 57 (Repsol) y 58 (Petrobrás) serían del 5 %, gracias al marco normativo del gobierno del ex presidente Alejandro Toledo, que en el común denominador del debate parlamentario ha puesto en riesgo la seguridad y autonomía energética del Perú.
Esto significa, que para la petrolera estatal PetroPerú de la época que no es el remedo actual, la controversia al igual que ahora era también sobre el nivel de las reservas. Mientras PetroPerú las estimaba en 16.6 billones de pies cúbicos solamente en los dos campos perforados de San Martín y Cashiriari, la Shell las castigaba interesadamente con 12 billones que serían los trillones actuales. Curiosamente el argumento de la Shell es ahora asumido por la oposición nacionalista.
Lo cierto y evidente es que en esa época solamente se perforaron dos estructuras de las 19 estructuras que tienen los depósitos del Gran Camisea. De allí, que siendo la misma cuenca geológica resulta inaceptable que los ingresos fiscales vía las regalías de los lotes 88, 56, 57 y 58 sean tan diferentes. Este es un aspecto que se debe corregir, pues resulta absurdo que exportemos gas barato con mínimas regalías, así mientras las regalías del lote 88 abonan el 37.24%, las regalías del lote 57 (Repsol) y 58 (Petrobrás) serían del 5 %, gracias al marco normativo del gobierno del ex presidente Alejandro Toledo, que en el común denominador del debate parlamentario ha puesto en riesgo la seguridad y autonomía energética del Perú.
No hay comentarios:
Publicar un comentario