Escribe: Humberto Campodónico
Hace pocos días, la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, anunció, al lado de representantes de Repsol-YPF, el descubrimiento de 4.5 billones de pies cúbicos (bpc) de gas natural en Neuquén. Si este descubrimiento se confirma –y se llega a la categoría de reservas probadas–, Argentina triplicaría sus actuales reservas de gas.
Aquí hay varias novedades. La primera es que no se trata de gas natural “convencional”, sino de gas no convencional (GNC; o “gas esquisto”), que es un gas poroso que no se podía explotar debido a la falta de tecnologías adecuadas, lo que ya ha sido superado. Tanto así que en el 2009 las 921 toneladas de metros cúbicos (tmc) de reservas mundiales de GNC ya duplican a las 470 tmc de gas convencional.
La segunda es que el desarrollo de las reservas de GNC es más costoso y, en el caso de Argentina, Repsol-YPF ha obtenido que los precios en boca de pozo oscilen entre US$ 4.50 a 7.50 por millón de BTU (precio del gas que se importa de Bolivia).
La tercera es que en EEUU también han aumentado de manera notable las reservas y la oferta de GNC, lo que ha influido de manera negativa en los precios del gas natural. Así, el precio Henry Hub –precio de referencia para todo el país– ha caído de un promedio de US$ 6 a 7 por millón de BTU (MMBTU) en los últimos 6 a 8 años a solo US$ 4 MMBTU en el 2009. Según el Departamento de Energía de EEUU (DOE), el precio promedio del gas en el 2010 fue US$ 4.37/MMBTU y en el 2011 se espera un precio parecido: US$ 4.33/MMBTU (Short Term Energy Outlook, www.eia.doe.gov, 7/12/2010).
Para el Perú estas son pésimas noticias porque el consorcio Perú-LNG ha comprometido la venta de reservas 4.1 bpc de las reservas del Lote 88 y el Lote 56 a México, país que usa como referente el precio Henry Hub. La noticia es superpésima porque al precio del Henry Hub hay que descontarle todos los costos (a esto se le llama precio “netback”) desde Camisea hasta Manzanillo (costo del gasoducto a Pampa Melchorita, de la planta de licuefacción de Perú LNG en Pampa Melchorita, costo del transporte por buque hasta México y el costo de la regasificación en México).
Una vez descontados esos costos, el precio en boca de pozo en Camisea se sitúa alrededor de US$ 0.50 / MMBTU. No, no hay error: son cincuenta centavos de dólar por millón de BTU. Este precio es menor al que pagan en el Perú los usuarios eléctricos (US$ 1.50) y los industriales (US$ 2.30) en boca de pozo en Camisea.
Así, el contrato de exportación por 18 años que Repsol ha firmado con México paga el peor precio del mercado. Recordemos que el consorcio Perú LNG le compra el gas al consorcio Camisea para licuefactarlo y luego vendérselo a Repsol, único responsable de la venta a México.
Puede decirse que en la exportación pierde el Consorcio Camisea, pues recibe menos por el gas que vende (Hunt Oil, Repsol y la coreana SK son mayoría; Pluspetrol y Sonatrach son minoría); pierde el fisco, porque recibe menores regalías e impuesto a la renta; pierde Cusco, que recibe como canon el 50% de las regalías y del impuesto a la renta.
El consorcio Perú LNG (Hunt Oil, Repsol y SK son mayoría) gana, pues recibe el costo de licuefacción más una utilidad. El comercializador Repsol también gana, por la diferencia entre el precio de compra a Perú-LNG y el precio de venta a México.
Para finalizar, la aparición del GNC provocó una reducción de precios en EEUU (y México). Sin embargo, en otros mercados nacientes de GNC, como Argentina, los precios serán algo más altos, debido a los costos de la nueva tecnología. Para el Perú, que está amarrado con precios “netback” a México, la pérdida es grande, pues se va a exportar a precios menores a los del mercado interno, además del hecho central: que no hay gas suficiente para el consumo nacional. ¿No ha llegado la hora de que las reservas del Lote 88 y el Lote 56 se destinen, exclusivamente, al mercado interno?
(*) Publicado en La República / Página 13 – El Sábado 11 de diciembre de 2010
Hace pocos días, la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, anunció, al lado de representantes de Repsol-YPF, el descubrimiento de 4.5 billones de pies cúbicos (bpc) de gas natural en Neuquén. Si este descubrimiento se confirma –y se llega a la categoría de reservas probadas–, Argentina triplicaría sus actuales reservas de gas.
Aquí hay varias novedades. La primera es que no se trata de gas natural “convencional”, sino de gas no convencional (GNC; o “gas esquisto”), que es un gas poroso que no se podía explotar debido a la falta de tecnologías adecuadas, lo que ya ha sido superado. Tanto así que en el 2009 las 921 toneladas de metros cúbicos (tmc) de reservas mundiales de GNC ya duplican a las 470 tmc de gas convencional.
La segunda es que el desarrollo de las reservas de GNC es más costoso y, en el caso de Argentina, Repsol-YPF ha obtenido que los precios en boca de pozo oscilen entre US$ 4.50 a 7.50 por millón de BTU (precio del gas que se importa de Bolivia).
La tercera es que en EEUU también han aumentado de manera notable las reservas y la oferta de GNC, lo que ha influido de manera negativa en los precios del gas natural. Así, el precio Henry Hub –precio de referencia para todo el país– ha caído de un promedio de US$ 6 a 7 por millón de BTU (MMBTU) en los últimos 6 a 8 años a solo US$ 4 MMBTU en el 2009. Según el Departamento de Energía de EEUU (DOE), el precio promedio del gas en el 2010 fue US$ 4.37/MMBTU y en el 2011 se espera un precio parecido: US$ 4.33/MMBTU (Short Term Energy Outlook, www.eia.doe.gov, 7/12/2010).
Para el Perú estas son pésimas noticias porque el consorcio Perú-LNG ha comprometido la venta de reservas 4.1 bpc de las reservas del Lote 88 y el Lote 56 a México, país que usa como referente el precio Henry Hub. La noticia es superpésima porque al precio del Henry Hub hay que descontarle todos los costos (a esto se le llama precio “netback”) desde Camisea hasta Manzanillo (costo del gasoducto a Pampa Melchorita, de la planta de licuefacción de Perú LNG en Pampa Melchorita, costo del transporte por buque hasta México y el costo de la regasificación en México).
Una vez descontados esos costos, el precio en boca de pozo en Camisea se sitúa alrededor de US$ 0.50 / MMBTU. No, no hay error: son cincuenta centavos de dólar por millón de BTU. Este precio es menor al que pagan en el Perú los usuarios eléctricos (US$ 1.50) y los industriales (US$ 2.30) en boca de pozo en Camisea.
Así, el contrato de exportación por 18 años que Repsol ha firmado con México paga el peor precio del mercado. Recordemos que el consorcio Perú LNG le compra el gas al consorcio Camisea para licuefactarlo y luego vendérselo a Repsol, único responsable de la venta a México.
Puede decirse que en la exportación pierde el Consorcio Camisea, pues recibe menos por el gas que vende (Hunt Oil, Repsol y la coreana SK son mayoría; Pluspetrol y Sonatrach son minoría); pierde el fisco, porque recibe menores regalías e impuesto a la renta; pierde Cusco, que recibe como canon el 50% de las regalías y del impuesto a la renta.
El consorcio Perú LNG (Hunt Oil, Repsol y SK son mayoría) gana, pues recibe el costo de licuefacción más una utilidad. El comercializador Repsol también gana, por la diferencia entre el precio de compra a Perú-LNG y el precio de venta a México.
Para finalizar, la aparición del GNC provocó una reducción de precios en EEUU (y México). Sin embargo, en otros mercados nacientes de GNC, como Argentina, los precios serán algo más altos, debido a los costos de la nueva tecnología. Para el Perú, que está amarrado con precios “netback” a México, la pérdida es grande, pues se va a exportar a precios menores a los del mercado interno, además del hecho central: que no hay gas suficiente para el consumo nacional. ¿No ha llegado la hora de que las reservas del Lote 88 y el Lote 56 se destinen, exclusivamente, al mercado interno?
(*) Publicado en La República / Página 13 – El Sábado 11 de diciembre de 2010
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