viernes, 4 de marzo de 2016

EL DERRUMBE DEL IMPUESTO A LA RENTA MINERO (La ilusión de los 3,000 millones anuales)

ESCRIBE: JORGE MANCO ZACONETTI (Investigador UNMSM)

Un tema fundamental de la agenda electoral debe ser el futuro del canon minero. Qué hacer frente a la disminución de tan importante renta regional que ha financiado la inversión en las provincias, la construcción de infraestructura, la inversión social, pero también ha sido una fuente de corrupción que ha corroído las bases de los gobiernos locales y regionales. Por ello, muchos dirigentes políticos, autoridades locales y regionales han sido denunciados ante la fiscalía y obran una serie de demandas judiciales por ilícitos penales.

Sin embargo, el canon minero desde su punto máximo alcanzado en el 2012 de 5,193 millones de soles ha disminuido a los 2,267 millones en el 2015 con tendencia a seguir cayendo en razón de la desaceleración de la economía mundial, los menores precios de los minerales, los menores ingresos y utilidades empresariales más los efectos del nuevo marco tributario vigente desde el último trimestre del 2011, puesto en práctica por el ungido gobierno del presidente Ollanta Humala. 

En tal sentido, una conclusión preliminar ha sido el notable fracaso sobre el objetivo de alcanzar y transferir al margen del canon minero, por lo menos  3,000 millones anuales por concepto de gravamen minero, impuesto especial y por la nueva regalía minera a partir del 2012 hasta el fin del mandato del presente gobierno.

Si se tiene presente que la fuente del canon minero es el 50 por ciento del impuesto a la renta abonado por los titulares mineros, él mismo que ha tenido un comportamiento ligado a la bonanza de precios de los minerales. Así, en el 2006 el impuesto a la renta pagado por la minería metálica era de 5,767 millones, para subir en el 2007 a los 8,703 millones de soles y mantenerse sobre los 7,764 millones de soles en el 2011 al inicio del gobierno del presidente Humala para derrumbarse a los 1,211 millones al cierre del 2015.

Un indicador más exigente para estimar el derrumbe del impuesto a la renta de la minería metálica es su relación con el total del “impuesto regularizado por actividad económica” en el período 2006 al 2015. Así, el conjunto de actividad económica que incluye los demás sectores (Comercio, manufactura, hidrocarburos, intermediación financiera etc.), es decir, las empresas que abonan el impuesto a la renta  de tercera categoría. Éstas pagaron por concepto de impuesto a la renta, incluyendo la minería metálica, abonaron en el 2006 la suma de 13,100 millones de nuevos soles, así la participación de la minería metálica fue del 44 por ciento, una de las más altas en la bonanza de precios.

En el 2011 el impuesto a la renta pagado por la minería metálica sumó los 7,764 millones de nuevos soles, y el total recaudado por el fisco por el conjunto de actividades económicas alcanzó la suma de 23,308 millones de soles, donde la participación de la minería representó el 33 por ciento. Es decir, de cada 100 soles recaudados por el fisco de todos los sectores, un tercio provenía de la actividad minera.

Sin embargo para el 2015 en razón de la desaceleración de la economía mundial, el menor crecimiento de la economía peruana, los menores ingresos de exportación pero sobre todo los efectos del nuevo marco tributario inaugurado en el 2011, prácticamente “tiran al piso” el impuesto a la renta de la minería metálica, llegando a representar apenas el 6 por ciento de la recaudación del “total del impuesto a la renta regularizado por actividad económica” con la ridícula cifra de 1,211 millones de soles, más o menos 345 millones de dólares.

En tal sentido, por más que aumente la recaudación del impuesto a la renta por los pagos a la Sunat en razón de la regularización y la declaración jurada de fines de mes de marzo del presente, el impuesto a la renta de la minería metálica así se dupliqué significará una caída estrepitosa, dramática del canon minero por distribuir en el período junio 2016/julio 2017, que adopta como base el impuesto pagado por el ejercicio fiscal 2015.

Debiera ser evidentemente que con los menores recursos fiscales en especial generados por el sector más importante de la economía peruana, como es la minería metálica, también será menor la capacidad del gobierno central, regional y local para resolver las demandas de la población en salud, educación, seguridad, infraestructura. Es decir, los más afectados serán como siempre los más pobres del país. 

NUEVO MARCO TRIBUTARIO: COMO EL CANGREJO

Una vez instalado el nuevo gobierno en el 2011, y siendo ratificado el equipo tecnocrático del ministerio de economía y finanzas que se arrastraba desde la dictadura fujimontesinista, en una negociación amigable con las empresas mineras se impuso un nuevo marco tributario que publicitó en los medios de prensa el objetivo de obtener por lo menos 3,000 millones de soles anuales como ingresos al margen del canon minero.

Así, se modificó el marco tributario minero dejando sin efecto el llamado “Aporte Voluntario” del segundo gobierno aprista, y se estableció el “impuesto especial” para las empresas sin contratos de estabilidad jurídica y tributaria, también se aplicó el “gravamen minero” para las empresas con contratos de estabilidad, y se modificó la ley de regalías mineras vigente desde el 2004 que imponía una contraprestación a favor del estado de hasta el 3 por ciento sobre el valor de los concentrados y/o su equivalente que superaban los 120 millones de dólares anuales.  

Tanto el impuesto especial, el gravamen y la nueva regalía fueron justificadas como un sustituto al llamado “impuesto extraordinario a las ganancias extraordinarias” en el ciclo de bonanza de precios de los minerales que se manifestó entre el 2004 al 2014 que tuvo como excepción los resultados del 2009 por la crisis financiera mundial.

Han transcurridos más de cuatro años de vigencia del nuevo marco tributario minero y no se han alcanzado los 3,000 millones de nuevos soles anuales que se pretendían captar por dichos conceptos. Una mentira más y una traición del falso nacionalismo. Lo máximo ha sido de 1,956 millones en el 2012 para ir disminuyendo año por año.

En el 2012 con altos precios del cobre y oro se transfirieron 5,193 millones de soles por concepto de canon minero, y por el gravamen se recaudó 942 millones, por el impuesto especial se obtuvo 442 millones y la nueva regalía sumó los 572 millones, tal como se puede apreciar en el cuadro “Transferencias de los Recursos Generados por la Actividad Minera a las Regiones”. En total se transfirieron 7,161 millones de soles por todos estos conceptos, siendo sin lugar a dudas el mejor año.
En el 2014 como se puede observar el canon minero transferido a las regiones y gobiernos locales siguió bajando para llegar a los 3,074 millones de soles. El gravamen minero se redujo a 535 millones de soles y el impuesto especial alcanzó los 372 millones. La nueva regalía también disminuyó para cerrar con 352 millones de soles.

En el 2015 el canon minero se redujo a los 2,267 millones de nuevos soles con tendencia a la baja. El gravamen sumó los 344 millones, el impuesto especial se redujo a los 208 millones y la nueva regalía representó los 352 millones. En total se transfirieron a las regiones mineras y gobiernos locales la suma de 3,370 millones como se podrá observar en el cuadro respectivo.

Si se tiene presente que tanto el gravamen como el impuesto especial constituyen recursos del tesoro público que los capta y administra el ministerio de economía y finanzas, no deja de ser una enajenación, una sustracción a los ingresos regionales, pues de otra forma serían parte del canon minero.

Con la excepción de las transferencias del canon minero que dependen del 50 por ciento del impuesto a la renta, la nueva regalía minera, el gravamen y el impuesto especial a la minería tienen la característica tributaria de ser gasto deducible para determinar la utilidad imponible al cual se aplica la tasa del impuesto a la renta, que para colmo de males también se ha reducido del 30 por ciento al 28 por ciento, supuestamente para favorecer la inversión. 

Desde el punto de vista tributario, ello significa que las empresas al pagar el gravamen, el impuesto especial y la nueva regalía por un lado abonan tales valores, pero por otro lado deducen y compensan disminuyendo la utilidad imponible, haciendo menor el impuesto a la renta por pagar, y de pasada ante un menor abono del impuesto a la renta de la minería metálica, se derrumba el canon minero, tal como se puede observar en el cuadro respectivo.

EPÍLOGO

 A los gobiernos regionales y locales de una u otra forma les han enajenado importantes recursos. Ello significa que los 1,956 millones pagados en el 2012  por gravamen, impuesto especial y nueva regalía, los 1,651 millones recaudados por los mismos conceptos en el 2013, los 1,436 millones de soles obtenidos en el 2014, y los 904 millones recaudados en el 2015, han sido sustraídos a los gobiernos locales y regionales mineros, es decir, han sido posible gracias a los menores montos del impuesto a la renta abonado por la minería metálica y por tanto, ello explica en gran parte la disminución del canon minero que tiende a licuarse.

Es cierto que existen otras figuras contables que se cargan a los costos de producción, gastos de venta y gastos administrativos, que tienen el efecto contable de disminuir la utilidad bruta y operativa, tales como los montos de depreciación, amortización de intangibles, deterioro de activos, pérdidas por diferencia de tipo de cambio, pérdidas por diferencias en los precios de liquidación de ventas, inversiones privadas que adoptan el carácter de inversiones públicas para asumir el carácter de gasto deducible. En fin, para ello se contratan a los mejores estudios jurídicos, tributarios  y contables para sacarle “la vuelta al fisco”, es decir al interés público.

Por tanto, sin dejar de reconocer tales mecanismos y artificios contables, para los dos últimos años del humalismo donde los precios del cobre y del oro son superiores a los vigentes  en el 2007, creemos que la “causa causal” por decir principal que explica el derrumbe del impuesto a la renta de la minería metálica, es la vigencia del nuevo marco tributario, pues ¿cómo se debiera explicar que con ingresos de exportación en el 2015 de 18,832 millones de dólares, al cierre del 2015 el impuesto a la renta abonado por la minería metálica apenas sea de 345 millones de dólares, es decir, constituya un ridículo porcentaje del 1.8 por ciento.

Por tanto, ante menores montos del canon minero por distribuir en el período junio 2016/julio 2017, frente a la reducción de las regalías mineras viejas y nuevas, y la dramática disminución del gravamen e impuesto especial, el nuevo gobierno elegido se verá enfrentado a una generalizada protesta social por mayores recursos para las regiones y provincias mineras. Es más, no solamente se derrumba el canon minero, sino también el canon petrolero y  gasífero, pero esa es otra historia.







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