jueves, 11 de mayo de 2017

UNA PERLA MÁS DEL MINISTRO LOBBISTA

FOMENTANDO LA INSEGURIDAD EN EL ABASTECIMIENTO DEL GLP

ESCRIBE: JORGE MANCO ZACONETTI

Después de casi doce años, un año más un año menos, un ministro lobista como Gonzalo Tamayo ha declarado como ineficiente el proyecto de construcción del ducto de GLP que tenía un trazo desde Pisco a Lurín, con el objetivo fundamental de asegurar el abastecimiento del gas licuado de petróleo (GLP) en Lima, que se constituye en el principal mercado de dicho combustible a nivel país.

¿Qué se podía esperar de un ministro lobista? Él mismo que hasta julio del 2016 como gerente general de Macroconsult, asesoraba a las empresas del sector energético como el Consorcio Camisea, Edelnor, Edegel, Eléctrica de Piura, Pluspetrol, Lima, Perú LNG entre otras empresas representativas del sector.

No es una coincidencia histórica que las empresas conformantes del Consorcio Camisea (Pluspetrol, Hunt Oil, Repsol, SK de Corea del Sur, etc.) se han opuesto siempre a la construcción del ducto de GLP que desde el 2005 Proinversión asumió en el paquete de proyectos de inversión con participación del sector privado, con la finalidad de otorgar seguridad en el abastecimiento de GLP ante las anomalías del oleaje que impide la carga y descarga de este combustible en los buques tanqueros, que transportan el GLP desde Pisco al Callao.

En tal sentido la construcción del ducto de 246 kilómetros afianzaba la seguridad en el abastecimiento del GLP en Lima, dejando de lado el flete que  cobra Pluspetrol  a los miles de usuarios de este vital combustible. Por la tonelada de GLP transportado en los buques tanqueros contratados por Repsol y Pluspetrol se  cobra $ 80 dólares o más. Para el ministro del sector esto es eficiencia privada en contra del interés de los consumidores.

Es evidente que este negocio privado hubiese sido desplazado con la existencia de un ducto que transporte el GLP que es una mezcla de propano y butano, que se obtiene en Pisco en volúmenes que superan los 40 mil barriles diarios.

En este contexto el Consorcio Camisea es el más importante productor de este derivado que se obtiene a partir de los líquidos de gas natural provenientes de los lotes 88 y 56, siendo el operador la empresa Pluspetrol que tiene una participación del 27.2 por ciento en el consorcio.

La razón de fondo del descarte en la construcción del ducto de GLP que nuestro ministro  lobista soslaya es la naturaleza del contrato de licencia que tiene firmados con el estado peruano el Consorcio Camisea.

Con un contrato de licencia y el abono de regalías respectivas, la empresa privada asume la propiedad de las moléculas, en este caso del propano y butano del GLP y pueden hacer con las mismas lo que mejor les convenga, prueba de ello es el boicot que desde el 2005 han efectuado para la construcción del ducto.

En tal sentido se debe recordar que en algún momento Graña Y Montero que no tenía el desprestigio que tiene ahora en la década pasada ganó la licitación para la construcción del ducto de GLP, pero no tenía la seguridad del abastecimiento del combustible pues la empresa petrolera Pluspetrol no tenía el mayor interés. ¡Así, funcionan las cosas en el país!


Con esta decisión del ministro que graciosamente y curiosamente coincide con los intereses privados, los consumidores seguiremos asumiendo los altos costos del transporte marítimo del GLP, y lo más grave es que ante los anormales oleajes marinos que serán más recurrentes en razón del cambio climático, el desabastecimiento temporal y la especulación de precios respectiva también serán más frecuentes.

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