martes, 18 de diciembre de 2007

POR UNA ALIANZA ESTRATÉGICA ENTRE PDVSA Y PETROPERÚ

Es una máxima de la ciencia política que los “estados no tienen amigos sino intereses”. Entre el Perú y Venezuela siempre han existido relaciones de amistad y solidaridad, incluso en los momentos más aciagos de nuestra historia republicana del siglo XIX, el país del Orinoco fue uno de los pocos aliados que apoyó a nuestro país para una paz justa con Chile que no implicará la pérdida definitiva de Arica y Tarapacá. Es más, en el siglo XX, Venezuela fue para miles de peruanos y latinoamericanos un refugio democrático ante las recurrentes dictaduras políticas que empobrecen a nuestro continente.

En dicho contexto histórico y respetando las particularidades de los procesos políticos resulta de interés nacional fomentar alianzas entre las empresas estatales petroleras del Perú y Venezuela. No solamente por la importancia que tiene Petróleos de Venezuela (PDVSA), un gigante del sector de hidrocarburos a nivel mundial con una producción que supera los 2.5 millones de barriles diarios, sino por las potencialidades de una empresa que ha desarrollado fortalezas en la producción y tratamiento de crudos pesados. Éstos actualmente en nuestro país no pueden ser procesados por las refinerías locales y se tienen que exportar.

A Venezuela se le reconoce aproximadamente 80 billones de barriles de reservas probadas que representan el 6.7 % de las reservas a nivel mundial y se estiman en más de 150 billones las reservas probables y posibles. Si a ello, se agrega que más del 50 % de su producción se realiza en el mercado norteamericano, a pesar del discurso antiimperialista del Comandante Chávez. Ello nos demuestra la primacía de los intereses económicos sobre los discursos políticos.

PDVSA es una empresa petrolera que realiza ventas anuales superiores a los 100 mil millones de dólares, es decir, tiene ingresos que superan a la producción total de bienes y servicios de nuestro país (PBI), que en el mejor de los casos bordea los 65 mil millones de dólares. De allí, la necesidad de alianzas estratégicas entre las empresas estatales de hidrocarburos para que PetroPerú pueda por ejemplo acceder al financiamiento necesario para la modernización de sus refinerías como la de Talara, que se estima en 1000 millones de dólares. El solo anuncio internacional que PetroPerú está respaldado por PDVSA nos facilitaría el acceso a un financiamiento conveniente al interés nacional.

Es decir, PetroPerú con PDVSA podrían firmar una serie de acuerdos para adquirir a precios de mercado parte de sus requerimientos de crudos. De ser una realidad la ampliación de la refinería de Talara supondría una capacidad de tratamiento de 90 mil barriles diarios de los cuales más del 50 % tendría que ser crudo importado. Es más, a pesar del rápido crecimiento del consumo del gas natural, el parque automotor utilizará el petróleo diesel 2, por ello se ha de importar este derivado, y que mejor que la seguridad de un abastecimiento oportuno de PDVSA a precios de productor directo.

En tal sentido, las líneas maestras de un acuerdo y asociación estratégica debieran estar orientadas al financiamiento de la modernización de las refinerías de PetroPerú, que en el 2010 debieran producir combustibles con 50 partes por millón de azufre, en lugar de los 4000 partes por millón que se producen en la actualidad. En segundo lugar, resulta de interés el acceso a la tecnología para el tratamiento de crudos pesados que son los más abundantes en nuestro país. Este petróleo pesado existe en los lotes 8 y 1-AB bajo responsabilidad de Pluspetrol. Es más, en los lotes 67 y 39 la naturaleza del petróleo también es pesado por tanto sino se trata internamente habría que exportarlo con los castigos en el precio internacional que ello conlleva.

Por último, como una forma de hacer previsible las compras de
PetroPerú que no tiene ningún lote propio en explotación gracias a una nefasta privatización realizada en la década de los noventa, es necesario establecer acuerdos de compras directas con empresas estatales de América Latina, con ello se deja de lado a los especuladores y traders que encarecen los precios con “altos costos de transacción”.

En resumen, mientras PetroPerú no acceda a la integración vertical con lotes de producción propios, es de necesidad el establecimiento de convenios y alianzas efectivas con empresas petroleras estatales de terceros países como PDVSA de Venezuela, Petrobras de Brasil, Ecopetrol de Colombia y PetroEcuador. En la presente coyuntura internacional de precios altos del crudo y derivados resulta un imperativo la modernización de nuestra empresa estatal y el fomento de la producción interna de crudo de alta calidad como el que existe en los Horizontes profundos de Talara.

No hay comentarios: