LA MINERÍA COMO FACTOR DE DESARROLLO
Existe una sustancial diferencia en el desenvolvimiento de la actividad minera en Chile y en el Perú, definida por la presencia de la Corporación Chilena del Cobre (Codelco) que tiene una participación fundamental en la generación de los ingresos fiscales en dicho país, vía impuesto a la renta denominado impuesto de 1º categoría, por medio del impuesto específico a la minería (royalty), a través de la ley reservada del cobre que permite la financiación de la modernización de las fuerzas armadas, y las utilidades netas que genera Codelco, empresa estatal que lidera la producción mundial del cobre. Es decir, la intervención estatal asegura la mayor participación en la renta minera.
En verdad, provoca una sana envidia este comportamiento fiscal minero en Chile en comparación al desenvolvimiento minero en el Perú donde el Estado, salvo una raquítica empresa llamada Activos Mineros responsable de asumir y resolver los pasivos mineros atribuidos a la ex minera estatal Centromín, no tiene ninguna presencia directa en la actividad minera. Ello en razón del radical proceso de privatización de la minería estatal en el Perú iniciado en los primeros años de los años noventa.
En tal sentido, sería pertinente interrogarse sobre lo que el Estado hubiese obtenido en renta minera, utilidades, impuestos y regalías, si las empresas mineras como Centromín, Mra. Cerro Verde, Mra. Tintaya, Minero Perú, Hierro Perú todavía fuesen operadas en el ámbito estatal con una gestión eficiente, moderna y sobre todo honesta.
Así, en un artículo anterior “Codelco y los Mitos del Estatismo” había estimado que en el llamado “boom minero” 2004-2009, de cada 100 dólares de los ingresos de exportación de Codelco, el fisco chileno captaba un promedio de 54 dólares por los diversos conceptos mencionados. Para el mismo período en nuestro país, la participación fiscal era apenas del 12%. Es decir, de cada 100 dólares de los ingresos de exportación el Estado peruano apenas captaba 12 dólares sea por concepto del impuesto a la renta, regalías, derechos de vigencia mineros y el llamado aporte voluntario que no constituye propiamente un ingreso fiscal pero lo consideramos en la canasta fiscal.
En cambio en Chile, si se considera además de Codelco, es decir el conjunto de las empresas mineras que realizan operaciones en dicho país con la presencia de importantes transnacionales como Anglo American, BHP Billiton, Xstrata Plc, Barrick Gold, Freeport-Mc Moran Copper & Gold, que operan en la Minera Escondida, Inés de Collahuasi, Los Pelambres etc. Como resulta evidente en el cuadro “Chile: Ingresos por Exportaciones Mineras y el Aporte del Sector Minero 2005-2009”
Durante el “boom minero” las exportaciones mineras en Chile, tanto de Codelco como de las empresas privadas han tendido al aumento gracias sobre todo a los altos precios del cobre que en promedio se mantienen en el período sobre los US$ 3 dólares la libra. Así, las exportaciones han transitado de los 22,499 millones de dólares en el 2005 para alcanzar el pico más alto en el 2007 con 42,837 millones de dólares y disminuir en el 2009 como consecuencia de la crisis financiera para arribar a los 31,183 millones de dólares.
Chile: Mayores Ingresos Fiscales
El impuesto de 1º Categoría en Chile es el equivalente al impuesto a la renta de 3º categoría en el Perú, es decir el impuesto que se abona en función de los resultados de las operaciones económicas y el impuesto adicional está referido a la invariabilidad que otorga los contratos de estabilidad jurídica.
Luego se tiene, el llamado impuesto específico a la actividad minera (royalty) que se fija como una participación de la renta operativa sobre los ingresos, cuyas tasas se han incrementado recientemente del 4.5% a más del 9% para aquellas operaciones que producen por encima de las 40,000 toneladas métricas de cobre. El proyecto aprobado a propuesta del ejecutivo ha sido posible con el objeto de incrementar los ingresos fiscales para hacer frente a los costos y gastos de la reconstrucción de la infraestructura, viviendas afectadas por el terremoto del 2009.
Si bien a nivel de aportación del royalty, Codelco contribuye con los mayores montos que representaron 440 millones de dólares en el 2006, 347 millones de dólares en el 2007, aproximadamente 210 millones de dólares en el 2008, y de 170 millones en el 2009, la diferencia sería la contribución de las mineras privadas que sin muchos problemas tienen que pagar el llamado “impuesto específico” que tiene una mayor racionalidad en la captación y distribución en relación a las regalías del Perú. En principio todas las empresas mineras abonan el royalty a diferencia del Perú.
Luego como aporte minero que solamente lo abona la estatal Codelco están los ingresos producto de la llamada Ley Reservada del Cobre (Ley 13.196), que está constituido por el 10% de los ingresos de exportación de la cuprífera estatal y que son transferidos a las fuerzas armadas de Chile. Su objetivo fundamental es financiar la modernización de las fuerzas armadas y se ha respetado en el tiempo. Así, en el marco de una política de Estado que tiene su origen en la estatización de la actividad durante el gobierno de la “Unidad Popular” de Salvador Allende, la ley reservada del cobre se ha mantenido durante la dictadura del general Augusto Pinochet, y ha sido conservada por los diferentes gobiernos de la Concertación (alianza política de la Democracia Cristiana y el Partido Socialista).
Por dicho concepto entre el 2006 al 2009 las fuerzas armadas de Chile, la marina de guerra, el ejército, la fuerza aérea y los carabineros han percibido más de 5,620 millones de dólares que se invierte en equipamiento militar, en la compra de tanques Leopard, submarinos Scorpene, aviones de última generación F-16, modernos helicópteros etc. Evidentemente las fuerzas armadas de dicho país se han visto beneficiadas del “boom minero”, de los altos precios del cobre, y como diría el Mariscal Hermann Göering en 1936 durante la Alemania Nazi, si hay que elegir entre “cañones o mantequilla” obviamente nuestro vecino ha optado por los cañones.
Por último, en el aporte minero se deben considerar las utilidades netas de Codelco que son capitalizadas es decir reinvertidas por la cuprífera estatal con el objetivo de mantener el liderazgo mundial en la producción del metal rojo. En su conjunto las utilidades netas durante el período 2005 al 2009 han sumado los 9,582 millones de dólares.
Esta contribución de la minera estatal, vía las utilidades netas, la ley reservada del cobre, el impuesto específico a la actividad minera que lo abonan todas las mineras sin excepción, y el impuesto a la renta, constituye la diferencia fundamental de la minería en el Perú y Chile, algo que nuestros liberales criollos jamás aceptarán a pesar de la evidencia empírica e histórica. Esta realidad es la que explica a la actividad minera como factor de desarrollo en el vecino del sur.
Es en este contexto de la mayor contribución fiscal de la minera estatal Codelco, lo que ha permitido el exitoso rescate de los 33 mineros de la mina de San José de Atacama que han estado en las entrañas de la tierra durante más de 69 días. Por ello, se tiene que reconocer el protagonismo y la dirección del Presidente de Chile apoyado en las espaldas financieras de la minera estatal lo que ha hecho posible este milagroso rescate inédito en la minería mundial.
Por ello, si este derrumbe hubiese sucedido en las minas subterráneas del Perú, ni el Estado ni las mineras privadas hubiesen tenido la voluntad política ni económica de ir hasta las últimas consecuencias en el rescate de trabajadores mineros que hacen posible la riqueza y el desarrollo del país. Como diría el narrador Julio Ramón Ribeyro se trataría de gente de “color modesto”, de trabajadores andinos que laboran en los socavones en regímenes de explotación salarial propias del siglo XIX.
Existe una sustancial diferencia en el desenvolvimiento de la actividad minera en Chile y en el Perú, definida por la presencia de la Corporación Chilena del Cobre (Codelco) que tiene una participación fundamental en la generación de los ingresos fiscales en dicho país, vía impuesto a la renta denominado impuesto de 1º categoría, por medio del impuesto específico a la minería (royalty), a través de la ley reservada del cobre que permite la financiación de la modernización de las fuerzas armadas, y las utilidades netas que genera Codelco, empresa estatal que lidera la producción mundial del cobre. Es decir, la intervención estatal asegura la mayor participación en la renta minera.
En verdad, provoca una sana envidia este comportamiento fiscal minero en Chile en comparación al desenvolvimiento minero en el Perú donde el Estado, salvo una raquítica empresa llamada Activos Mineros responsable de asumir y resolver los pasivos mineros atribuidos a la ex minera estatal Centromín, no tiene ninguna presencia directa en la actividad minera. Ello en razón del radical proceso de privatización de la minería estatal en el Perú iniciado en los primeros años de los años noventa.
En tal sentido, sería pertinente interrogarse sobre lo que el Estado hubiese obtenido en renta minera, utilidades, impuestos y regalías, si las empresas mineras como Centromín, Mra. Cerro Verde, Mra. Tintaya, Minero Perú, Hierro Perú todavía fuesen operadas en el ámbito estatal con una gestión eficiente, moderna y sobre todo honesta.
Así, en un artículo anterior “Codelco y los Mitos del Estatismo” había estimado que en el llamado “boom minero” 2004-2009, de cada 100 dólares de los ingresos de exportación de Codelco, el fisco chileno captaba un promedio de 54 dólares por los diversos conceptos mencionados. Para el mismo período en nuestro país, la participación fiscal era apenas del 12%. Es decir, de cada 100 dólares de los ingresos de exportación el Estado peruano apenas captaba 12 dólares sea por concepto del impuesto a la renta, regalías, derechos de vigencia mineros y el llamado aporte voluntario que no constituye propiamente un ingreso fiscal pero lo consideramos en la canasta fiscal.
En cambio en Chile, si se considera además de Codelco, es decir el conjunto de las empresas mineras que realizan operaciones en dicho país con la presencia de importantes transnacionales como Anglo American, BHP Billiton, Xstrata Plc, Barrick Gold, Freeport-Mc Moran Copper & Gold, que operan en la Minera Escondida, Inés de Collahuasi, Los Pelambres etc. Como resulta evidente en el cuadro “Chile: Ingresos por Exportaciones Mineras y el Aporte del Sector Minero 2005-2009”
Durante el “boom minero” las exportaciones mineras en Chile, tanto de Codelco como de las empresas privadas han tendido al aumento gracias sobre todo a los altos precios del cobre que en promedio se mantienen en el período sobre los US$ 3 dólares la libra. Así, las exportaciones han transitado de los 22,499 millones de dólares en el 2005 para alcanzar el pico más alto en el 2007 con 42,837 millones de dólares y disminuir en el 2009 como consecuencia de la crisis financiera para arribar a los 31,183 millones de dólares.
Chile: Mayores Ingresos Fiscales
El impuesto de 1º Categoría en Chile es el equivalente al impuesto a la renta de 3º categoría en el Perú, es decir el impuesto que se abona en función de los resultados de las operaciones económicas y el impuesto adicional está referido a la invariabilidad que otorga los contratos de estabilidad jurídica.
Luego se tiene, el llamado impuesto específico a la actividad minera (royalty) que se fija como una participación de la renta operativa sobre los ingresos, cuyas tasas se han incrementado recientemente del 4.5% a más del 9% para aquellas operaciones que producen por encima de las 40,000 toneladas métricas de cobre. El proyecto aprobado a propuesta del ejecutivo ha sido posible con el objeto de incrementar los ingresos fiscales para hacer frente a los costos y gastos de la reconstrucción de la infraestructura, viviendas afectadas por el terremoto del 2009.
Si bien a nivel de aportación del royalty, Codelco contribuye con los mayores montos que representaron 440 millones de dólares en el 2006, 347 millones de dólares en el 2007, aproximadamente 210 millones de dólares en el 2008, y de 170 millones en el 2009, la diferencia sería la contribución de las mineras privadas que sin muchos problemas tienen que pagar el llamado “impuesto específico” que tiene una mayor racionalidad en la captación y distribución en relación a las regalías del Perú. En principio todas las empresas mineras abonan el royalty a diferencia del Perú.
Luego como aporte minero que solamente lo abona la estatal Codelco están los ingresos producto de la llamada Ley Reservada del Cobre (Ley 13.196), que está constituido por el 10% de los ingresos de exportación de la cuprífera estatal y que son transferidos a las fuerzas armadas de Chile. Su objetivo fundamental es financiar la modernización de las fuerzas armadas y se ha respetado en el tiempo. Así, en el marco de una política de Estado que tiene su origen en la estatización de la actividad durante el gobierno de la “Unidad Popular” de Salvador Allende, la ley reservada del cobre se ha mantenido durante la dictadura del general Augusto Pinochet, y ha sido conservada por los diferentes gobiernos de la Concertación (alianza política de la Democracia Cristiana y el Partido Socialista).
Por dicho concepto entre el 2006 al 2009 las fuerzas armadas de Chile, la marina de guerra, el ejército, la fuerza aérea y los carabineros han percibido más de 5,620 millones de dólares que se invierte en equipamiento militar, en la compra de tanques Leopard, submarinos Scorpene, aviones de última generación F-16, modernos helicópteros etc. Evidentemente las fuerzas armadas de dicho país se han visto beneficiadas del “boom minero”, de los altos precios del cobre, y como diría el Mariscal Hermann Göering en 1936 durante la Alemania Nazi, si hay que elegir entre “cañones o mantequilla” obviamente nuestro vecino ha optado por los cañones.
Por último, en el aporte minero se deben considerar las utilidades netas de Codelco que son capitalizadas es decir reinvertidas por la cuprífera estatal con el objetivo de mantener el liderazgo mundial en la producción del metal rojo. En su conjunto las utilidades netas durante el período 2005 al 2009 han sumado los 9,582 millones de dólares.
Esta contribución de la minera estatal, vía las utilidades netas, la ley reservada del cobre, el impuesto específico a la actividad minera que lo abonan todas las mineras sin excepción, y el impuesto a la renta, constituye la diferencia fundamental de la minería en el Perú y Chile, algo que nuestros liberales criollos jamás aceptarán a pesar de la evidencia empírica e histórica. Esta realidad es la que explica a la actividad minera como factor de desarrollo en el vecino del sur.
Es en este contexto de la mayor contribución fiscal de la minera estatal Codelco, lo que ha permitido el exitoso rescate de los 33 mineros de la mina de San José de Atacama que han estado en las entrañas de la tierra durante más de 69 días. Por ello, se tiene que reconocer el protagonismo y la dirección del Presidente de Chile apoyado en las espaldas financieras de la minera estatal lo que ha hecho posible este milagroso rescate inédito en la minería mundial.
Por ello, si este derrumbe hubiese sucedido en las minas subterráneas del Perú, ni el Estado ni las mineras privadas hubiesen tenido la voluntad política ni económica de ir hasta las últimas consecuencias en el rescate de trabajadores mineros que hacen posible la riqueza y el desarrollo del país. Como diría el narrador Julio Ramón Ribeyro se trataría de gente de “color modesto”, de trabajadores andinos que laboran en los socavones en regímenes de explotación salarial propias del siglo XIX.
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