¿CUÁNDO SE “JODIÓ” EL ACERO?
ESCRIBE: JORGE MANCO
ZACONETTI (Investigador UNMSM)
Es objetivo del gobierno apostar por las políticas de
valor agregado de los recursos naturales en especial de los productos mineros,
en especial del cobre, oro, plata, zinc, plomo, hierro que tienen la mayor
participación en las exportaciones de nuestro país. Es decir, se debe
transformar, añadir valor agregado al recurso natural; pero en el caso de la
industria del acero se puede verificar un proceso de desindustrialización, un
grave retroceso gracias a la privatización y a las políticas de libre mercado que
solamente se verifican en los libros de texto de economía, y que favorecen en
primer a las grandes transnacionales, las empresas de importación de los
productos de acero, descapitalizando al país.
El hierro es el principal insumo para la obtención del
acero es sus diversas modalidades. Por ello, la industria siderúrgica
transforma mediante un proceso técnico el hierro en acero, sea por la fundición
en altos hornos y/o hornos eléctricos la materia prima. Este resultado final se
clasifica en productos largos (alambrón, barras de construcción, barras de
molino etc.) y en productos planos (calaminas, planchas estriadas etc.), que
son utilizados por la construcción, la industria metal mecánica, la minería
especialmente, en general en las obras de infraestructura.
Es más, el consumo percápita de los productos de acero
constituye un indicador del desarrollo económico, pues está comprobado que
mientras más acero se consuma por persona existe una relación más cercana con
la modernización y civilización. De allí que las empresas de la China Popular,
de la India, Brasil, Corea del Sur hayan desplazado a los tradicionales
productores como USA, Inglaterra, Alemania, Francia sea por razones ambientales
y economía de escala.
En el caso peruano existe un único productor de hierro
que explota desde 1993 el yacimiento de Marcona, ésta es la empresa estatal china
Shougang Hierro Perú S.A.A. y cuya producción cercana a los 7 millones de
toneladas se exporta en casi un 95 por ciento a su matriz en la China Popular.
Ello significa que apenas el 5 por ciento en promedio, un poco más de 350 mil
toneladas de hierro se procesen internamente para convertirse en acero, de allí
las crecientes importaciones de los productos de acero necesarios para cubrir
el mercado interno.
Por ello constituye una cruel paradoja para nuestro país
que con reservas probadas de hierro de más de 650 millones de toneladas de
hierro, con una producción de hierro en promedio anual de 7 millones de
toneladas, y un consumo aparente de los productos de acero de 3 millones de
toneladas (2013), la producción anual interna de acero crudo supere apenas el
millón de toneladas (1.1 MM). Ello significa que la demanda interna de los
productos de acero tenga que satisfacerse con crecientes importaciones
provenientes del Brasil, USA, Turquía, Colombia, Chile.
Es decir, tenemos el insumo principal para obtener acero
en sus diversas modalidades que requieren las crecientes inversiones mineras,
la industria de la construcción, las obras de infraestructura, en general la
economía del país, sin embargo el 95 por ciento de hierro se exporta a la
China, y las acerías locales en especial SíderPerú S.A.A. (Gerdau) importan productos
intermedios como palanquillas, bobinas, chatarra, y el corazón de la industria
siderúrgica en Chimbote, el Alto Horno languidece, se oxida, pues está
paralizado afectando el corazón de la industria que radica en Chimbote.
LA FALLIDA PRIVATIZACIÓN
Se debe recordar que en el marco de las políticas
industrializadoras de fines de los años cincuenta del siglo pasado, se dio
partida de nacimiento a la empresa SíderPerú, que en sus inicios hasta la
fallida privatización de la misma se
abastecía del hierro extraído en Marcona, y contaba con la energía de la
hidroeléctrica del Cañon del Pato, con la aspiración de convertir a Chimbote en
un polo industrial siderúrgico y pesquero.
La privatización del hierro y de la energía fracturó esta
integración afectando la viabilidad técnica y material de la industria
siderúrgica, que fue agravada por las políticas populistas e irracionales del
primer gobierno de García Pérez, que descapitalizaron la empresa estatal
SíderPerú mediante subsidios indiscriminados que obligaban a la empresa a
vender el acero por debajo de su costo de producción.
Con crecientes pérdidas provocadas por una política
deliberada de intervención en los precios de los productos del acero provocadas
por el gobierno en el período 1986/1990, el fujimorismo asumió la decisión de
privatizar las industrias estratégicas como el acero a precios de ocasión, por
tanto se puso en venta a SíderPerú no
sin antes el estado asumiera una serie de pasivos y compromisos para limpiar de
deudas la empresa pública para el mejor postor.
Así, el 14 de febrero de 1996 se realizó la subasta de
acciones del Estado en Siderperú. El ganador fue el consorcio Sider Corp., que
se adjudicó el 96.46% de las acciones de la empresa, pagándose 20.2 millones de
dólares en efectivo de un total de 140.9 millones de dólares.
Este consorcio estaba integrado por Acerco (40%)
subsidiaria de GS Industries Inc. de los Estados Unidos, empresa que a la vez
resultaba siendo representante de la transnacional Armco; también participaban Wiese
Inversiones Financieras S.A. (40%) y Stanton Funding Co (20%) S.A. El pago fue
de US$ 161.1 MM en efectivo (US$ 20.2 MM al contado y el saldo US$ 140.9 MM en
cuotas escalonadas durante 8 años), más US$ 25.1 MM en títulos de la deuda
externa y US$ 30 MM como compromiso de inversión. ¡Todo un remate!
Sin embargo la crisis del 2001 en USA provocó la
bancarrota de algunas empresas que como GS Industries, que afectaron la
capacidad de cumplimiento en el pago a crédito por la venta de la mayoría
accionaria de SíderPerú. Por ello hacia el 2006 luego de un largo proceso
concursal un gigante de la industria del acero asumió la responsabilidad de la
industria siderúrgica en Chimbote.
Así, la Empresa Siderúrgica del Perú S.A.A. está ahora
bajo responsabilidad de la transnacional brasileña Gerdau desde el 2006 después
de un cuestionado proceso concursal a la cual fue sometida la empresa desde el
2001, ante la supuesta bancarrota de los primeros titulares de las acciones de
la empresa que fue privatizada en 1996.
Estos datos históricos tienen sentido de ser mencionados,
en razón que en manos privadas la privatización de la industria ha sido un
proceso fallido, un fracaso tanto en la primera experiencia por la incapacidad
de pago de los primeros accionistas que no pudieron cumplir con el abono al
Estado de las cuotas, pues Siderperú se transfirió en cómodas cuotas anuales.
En la segunda experiencia, la gestión privada de la
empresa SíderPerú bajo responsabilidad de la transnacional Gerdau tiene un
marco de crecimiento en una estrategia de una gigante de la industria del acero
que apuesta por la racionalidad en los costos, cerrando unidades de producción,
en especial del Alto Horno de Chimbote que constituye el corazón de la
industria.
¿QUIÉN ES GERDAU?
En primer lugar es un
gigante brasileño de la industria del acero a nivel mundial, siendo líder en la
producción de aceros largos en el continente americano y una de las principales
proveedoras de aceros largos especiales del mundo.
Se ubicaba en el puesto 10
en el ranking de empresas productoras de aceros largos del 2011, con 18,7 millones
de TM., según the World Steel Association. Así mismo, estaba entre las primeras
15 empresas siderúrgicas de mayor producción de acero al 2012, con 19.8
millones de TM., según la misma fuente.
Es la más grande recicladora
de Latinoamérica, transformando anualmente millones de toneladas de chatarra en
acero y reforzando su compromiso con el desarrollo sostenible de las regiones
donde actúa, según la información de parte de Gerdau.
Cuenta con más de 45 mil
colaboradores y operaciones industriales en 14 países (Argentina, Brasil,
Canadá, Chile, Colombia, República Dominicana, Guatemala, India, México, Perú,
España, Estados Unidos, Uruguay y Venezuela), las que suman una capacidad
instalada superior a 25 millones de toneladas de acero.
Comparando el ranking de la
revista Forbes, para el año 2012, ubicamos a Gerdau en el puesto 10 entre las
principales empresas dedicadas a la industria del acero y hierro a nivel
mundial, según ingresos totales con US$ 19,437 millones, y en cuanto a
ganancias netas, se ubica en el puesto 11 con US$ 765.71 millones.
Un gigante de la industria
como Gerdau cotiza en las bolsas de valores de Sao Paulo, Nueva York y Madrid,
teniendo una participación accionaria de 90% en Empresa Siderúrgica del Perú al
30 de setiembre de 2013.
Sin embargo, a pesar de las
promesas de sus altos ejecutivos el corazón de la industria siderúrgica en
Chimbote, el Alto Horno se encuentra paralizado desde fines del 2008, y desde
esa fecha a la actualidad una serie de operaciones se están cerrando como la
planta de hierro esponja, la planta de gas de carbón, planta de sinterización,
la planta de productos planos, la planta de galvanizado, como están paralizados
los convertidores LD1 y LD2 de aceros líquidos, y las coladas continuas 1 y 2
de las palanquillas etc.
Con el Alto horno
paralizado, ahora se importan los insumos producidos por las empresas
vinculadas del grupo Gerdau en el mundo, como las palanquillas, el alambrón, la
chatarra para procesar los productos largos y planos que requiere la economía
local. Todo ello en el marco de una estrategia transnacional.
Ello ha significado un
aumento acelerado de la producción de SíderPerú S.A.A. y de los ingresos como
se puede analizar en los cuadros respectivos. Nada de ello hubiese sido posible
sin el aporte de los trabajadores obreros, empleados, y funcionarios, que con
su esfuerzo, productividad y riesgo han levantado significativamente la producción
sobre todo los productos largos con insumos importados.
De allí la necesidad
de una mayor fiscalización de parte del estado para fomentar una política que
potencie las industrias de valor agregado, donde el hierro extraído en el país
se procese internamente a precios competitivos, para obtener productos de calidad
como los de SiderPerú. De otro lado, se debe reconocer la eficiencia y
productividad de sus trabajadores con remuneraciones que estén de acorde a la
riqueza creada y al riesgo que se asume en la industria siderúrgica.
1 comentario:
Siempre me han interesado los temas de la energía y por eso trato de poder leer esta clase de cosas en internet. Constantemente veo de que forma puedo ahorrar electricidad y por eso uso solo lo necesario. De hecho mis hornos electricos los utilizo solo previo a la comida.
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