Por Germán Alarco Tosoni (Universidad del Pacífico)
La última cotización de las acciones de la Refinería La Pampilla (RELAPASA) en la Bolsa de Valores de Lima fue de S/. 0.24 a final de mes de marzo de 2014. En enero de 2010 fue S/. 2.10. Esta empresa propiedad principal de REPSOL es la competidora de PETROPERÚ en la refinación y distribución de combustibles; además es dueña de su cadena gasolineras. Sin embargo, debe señalarse que el valor de mercado de esas acciones representa el 24% de su valor nominal. Toda la empresa tiene a inicios de abril un valor de mercado de US$ 103.5 millones, con activos fijos de US$ 500 millones, activos totales e ingresos por US$ 1,233.6 y US$ 4,246.1 millones respectivamente. Con el mismo múltiplo, la empresa petrolera estatal valdría US$ 245 millones. Al 50% de su valor de mercado US$ 510 millones.
Estos valores de mercado tan reducidos son resultado de la equivocada política gubernamental de desintegrar la actividad petrolera en partes, donde la refinación es la menos rentable y, en el caso de RELAPASA, a extraños manejos que la han llevado a tener pérdidas por US$ 49.4 millones en 2013, frente a una utilidad de US$ 32.9 millones de PETROPERÚ. ¿Dónde está la mayor eficiencia del sector privado?. Lamentablemente, se insiste en esta visión equivocada. Hace dos semanas el titular del MEM señaló en la revista Caretas que la petrolera estatal debe dedicarse a la refinación y no hizo mención alguna a la posibilidad de participar en la producción de hidrocarburos.
Ojalá se concrete la iniciativa del Congresista Abugattás relativa a que PETROPERÚ pueda aprovechar el IGV no recuperado por las operaciones en la selva que son casi US$ 100 millones anuales y de resolver las inconsistentes acotaciones de la SUNAT sobre el IGV del Turbo por US$ 213.2 millones. Son medidas parciales, a las cuales habría que sumar una virtual intervención de la Contraloría General de la República y la acción ciudadana para derogar los artículos tercero y sexto de la Ley 30130. El ministro energía y minas no dice la verdad cuando afirma que esa ley y reglamento han logrado el financiamiento de la modernización de la refinería de Talara. Ni siquiera se concreta la primera parte.
Desde 2012 el MEF y MEM no se han reunido más que para cambiar directores de PETROPERÚ y para la junta obligatoria anual. Ellos desearían deshacerse de la empresa estatal inmediatamente a pesar de la evidente pérdida patrimonial que esto significaría. El Congreso de la República debe convertir en Ley la visión, misión y objetivos estratégicos de la empresa antes de que los modifiquen. Luego, nombrar un directorio con mayoría de los presidentes de los Colegios Profesionales de Abogados, Contadores, Ingenieros y Economistas. Esa es una forma de blindar a PETROPERÚ de gobiernos incapaces e indolentes con la empresa y el país.
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