¡TAN DIFÍCIL ES CAMINAR DERECHO!
ESCRIBE: JORGE
MANCO ZACONETTI (Investigador UNMSM)
En
principio debemos reconocer la importancia fundamental sobre la construcción,
operaciones y mantenimiento durante 34 años del gasoducto en el sur peruano que
tendrá efectos positivos en la matriz energética, en las ventajas competitivas
del país, en la seguridad energética, empleo, promoción y efecto multiplicador
en las inversiones. Es decir, son múltiples los beneficios de la cultura del
gas, no solamente para los departamentos del sur, sino del país en su conjunto.
Sin
embargo, tan importante licitación ha carecido de la necesaria transparencia y
es evidente el conflicto de intereses, al tener a un ministro de energía y minas,
a un presidente de la comisión especial de Proinversión, organismo responsable
de la licitación, y una serie de estudios de abogados, todos con estrechas
vinculaciones con la empresa Odebrecht.
Este
grupo empresarial brasileño es conocido por una serie de acusaciones a nivel internacional
e interno por malas prácticas (sobrevaluaciones, sobornos, doble contabilidad etc.)
y que detenta el 75 por ciento del consorcio ganador Gasoducto Sur Peruano,
conjuntamente con la española Enagás, la misma que ya tiene una participación
importante en el Transportadora de Gas Peruana (TGP), consorcio responsable de
transportar el gas natural y los líquidos de gas natural desde el campo de
operaciones de Malvinas a la costa, a Lima en el caso del gas y hacia Pisco (Ica)
en el caso de los líquidos de gas natural, donde son fraccionados.
No
voy a insistir sobre las serias acusaciones respecto a las anomalías y
perversiones de la licitación internacional, donde el segundo competidor
Gaseoducto Peruano del Sur, fue descalificado faltando 60 minutos al cierre del
levantamiento de las observaciones por un cambio en la participación del
consorcio, que merece un artículo mejor informado.
Solamente
recuerdo los cambios a última hora de las bases que la COPRI ahora Proinversión,
realizaron en el pasado durante el proceso de privatización de las empresas
públicas, donde se efectuaron modificaciones en las bases concursales para
direccionar a los posibles ganadores. En todo caso, si se ha esperado más de 36
meses para hacer realidad el gasoducto en el sur ¿qué implicaba esperar quince
días adicionales para absorber las dudas con la debida transparencia, sobre la
pertinencia o no en los cambios del consorcio descalificado?
Tampoco
me voy a referir al rol jugado por el señor Edgar Ramírez Cadenillas,
Presidente del Comité Especial del Comité de Proseguridad Energética de
Proinversión nombrado recién en mayo del 2014, por recomendación directa del
ministro de energía y minas, que al igual que el mismo ministro Eleodoro
Mayorga, también prestó consultorías a Odebrecht en el pasado, cuando la
propuesta de Kuntur Transportadora de Gas era una posibilidad, 2009/ 2011,
efectuando estudios sobre las tarifas de transporte, la propuesta técnica
económica etc. (Fuente El Comercio 2, 3 de julio del presente)
Si
se tiene presente adicionalmente que el estudio Laub & Quijandría, el mismo
que asesora a una serie de empresas de hidrocarburos y mineras, tiene entre sus
principales clientes a la brasileña Odebrecht, consultora de la cual el
ministro era socio hasta horas antes de ser nombrado ministro del sector. Por
ello, se debe recordar los casos de Inter Oil, Maple Energy y otros. Por ello,
me pregunto ¿si esto no constituye un evidente lobby y un conflicto de
intereses entre lo público y privado?
Es
evidente que tales hechos enturbian, perjudican la transparencia de un proceso
que por su transcendencia debió ser competitivo, limpio, sin obscuridades
tenebrosas, más aun cuando se supo que el consorcio descalificado (Gasoducto Peruano
del Sur) presentó una propuesta económica más favorable en relación a la
propuesta ganadora, con un diferencial de 136 millones de dólares en relación a
la propuesta del único postor (Gasoducto Sur Peruano)
Por
ello, Alejandro Segret representante del consorcio descalificado ante el abuso
y especial favoritismo declaraba que “Claramente hubiésemos sido ganadores si
no hubiésemos sido perjudicados en una forma que podríamos calificar, cuando
menos de irregular” (La República 1/7/14)
Si
bien existen una serie de aspectos que ameritan ser analizados en función del
interés público, por las declaraciones de los altos funcionarios del sector y
sobre todo en la comparación con la experiencia en la construcción del gasoducto
de Camisea, es importante realizar algunas comparaciones que apuntan a la
naturaleza de los contratos de hidrocarburos, sobre las reservas de gas natural que alimentarían
el gasoducto en el sur, y en otros artículos se tratarán diversos tópicos, sobre
los problemas y posibilidades que tendrá el tan anhelado gasoducto del sur, y
el rol del estado.
¿DÓNDE ESTÁN LAS
RESERVAS?
Por
la naturaleza de los contratos de licencia de exploración y explotación que se
constituyen en la mayoría de los contratos firmados, pues solamente los
contratos de Graña y Montero, Unipetro y de Savia tienen reconocidos contratos
de servicios por medio de las empresas perciben una retribución de parte del
estado, sea en dinero y/o especie y por tanto la propiedad sobre los
hidrocarburos corresponden al estado peruano, representado por PerúPetro.
En
cambio en los contratos de licencia las empresas contratistas son titulares de
los hidrocarburos (petróleo, gas y líquidos de gas natural), y al pagar las
regalías al fisco asumen la titularidad de los mismos, es decir, tienen el uso,
la posesión y usufructo de los hidrocarburos, por lo que pueden decidir sin
restricción alguna sobre el destino de los mismos.
Es
decir, los contratistas al acceder a la propiedad sobre los hidrocarburos no tienen
la obligación ni prioridad alguna en el abastecimiento del mercado interno por
ello, en función de sus intereses, maximizar utilidades, pueden exportar como
es el caso del gas natural proveniente del lote 56, bajo responsabilidad
operativa de la argentina Pluspetrol.
El
gas natural del lote 56 es tratado, convertido a líquido en Pampa Melchorita y
es exportado por parte del Consorcio Perú LNG, que si bien abonan mayores
regalías a las vigentes en el mercado interno, no cubren la demanda
insatisfecha en especial de las generadoras de gas y de las industrias locales,
que hacia el 2012 era estimada sobre los 800 millones de pies cúbicos diarios.
Ello
fue posible gracias a los cambios
perpetrados impunemente a la ley de Promoción del Desarrollo de la Industria
del Gas Natural ley Nº 27133 y su reglamento promulgado en 1999, y a los cambios introducidos al art. 2 del
Reglamento de la ley mediante el DS 031-2003-EM donde supuestamente siempre se
prioriza el mercado interno antes que la exportación, bajo cualquier
circunstancia. Sin embargo ello no está ocurriendo.
Esto
es importante de reconocer, pues los titulares del gas natural y líquidos que
subyacen en el subsuelo de los lotes 88, 56, 57, 58 y 76 es del estado peruano,
es decir mientras está enterrado, pero al momento de ser extraídos y
valorizados en el punto de fiscalización donde se fija el “quantum” de la
regalía por pagar, la propiedad es transferida a las empresas contratistas.
De
allí, que interesa interrogarse de dónde se obtendrá el gas natural que debe
alimentar el gasoducto del sur. Hasta antes de la transferencia contractual de
la participación de Petrobras a la estatal china CNPC, se tenía la seguridad
que el gas de los lotes 58 y la parte correspondiente a Petrobras en el lote 57
(46 por ciento) alimentarían el gasoducto que desde el 2008 Kuntur había
obtenido en adjudicación directa a pedido de ésta. Es más, la brasileña Braskem
que está constituida por una alianza entre Odebrecht y Petrobras supuestamente
estaba interesada en el desarrollo de la petroquímica en el sur del país.
En
tal sentido, resulta importante reconocer que todo ello ha cambiado con la
presencia de la poderosa petrolera estatal china CNPC, que habiendo comprado
los intereses de la estatal Petrobras, ahora resulta la empresa contratista y
titular de los lotes 58 y parte del 57, donde se presume que existiría un
potencial de recursos equivalentes de 5 a 7 TCF (Trillones de pies cúbicos),
que requieren mayores inversiones exploratorias.
Es
más, se debe recordar que tales lotes fueron adjudicados en negociación directa
por PerúPetro a Petrobras mediante contratos promocionados con el DS
017-2003-EM los cuales fijan tasas de regalías mínimas del 5 por ciento que
podrían incrementarse hasta el 20 por ciento en función de una producción
equivalente a los 100 mil barriles diarios.
Sin
embargo, a diferencia de los precios regulados (baratos) del lote 88 y los
precios de exportación del lote 56 determinados por “el net back price”, los
hidrocarburos de los lote 58, 57 y 76 son fijados por acuerdos entre los
productores y los consumidores, lo cual supone un acuerdo previo sobre la
estructura tarifaria en la actividad del transporte.
Ello
significa que los precios de los hidrocarburos se fijan por acuerdo entre la
oferta y demanda según la ley de hidrocarburos y los contratos de licencia, lo
cual supondría negociaciones previas entre los productores (CNPC), y las
empresas demandantes de gas (de generación eléctrica, mineras, petroquímica
etc.), para llegar a tener un precio competitivo frente al precio regulado
(barato) del lote 88.
Por
ello debiera llamar a extrañeza las declaraciones de los altos funcionarios del
ministerio de energía y minas en el sentido que las reservas probadas del gas
natural del lote 88 alimentarían el gasoducto del sur. En el pasado se afirmaba
que del lote 88 se aseguraba 1 TCF para el sur (2010), ahora dichas reservas se
han incrementado graciosamente a 2 TCF, lo cual genera dudas razonables.
En
el pasado reciente cuando se presentó para su aprobación ante el Congreso de la
República el proyecto de Ley “que Afianza la Seguridad Energética y Promueve el
Desarrollo de Polo Petroquímico en el Sur del País Nº 1396”, en diciembre del
2012, en la parte sustentatoria se afirmaba lo siguiente para descalificar el
proyecto Kuntur:
“El
proyecto de Gasoducto Andino del Sur (GAS) implica llevar gas natural de la
zona de Camisea a la zona sur del país, para el desarrollo de la industria nacional,
petroquímica y generación eléctrica. Hoy dicho proyecto no puede ser
materializado por el actual Concesionario (Kuntur Odebrecht cursiva nuestra)
debido a que no tiene reservas probadas de gas natural suficientes y además no
se conocen de los clientes (que estarían ubicados en la costa sur) y que darán
estabilidad económica al proyecto (GAS)” página 10
Cabe
preguntarse si a la fecha tal situación se ha superado con mayores
perforaciones exploratorias en los lotes 57, 58, 76 y en el lote 88, para
descubrir mayores reservas que puedan
acceder al carácter de reservas probadas certificadas. Por tanto, si el
contrato con el consorcio Gaseoducto Sur Peruano se firma, debemos suponer que
se deben valorizar, monetizar dichas reservas en un tiempo prudencial para
priorizar el mercado interno de energía.
Sin
embargo, es fundamental interrogarse sobre el rol del estado en la naciente
industria del gas, donde las moléculas del gas y líquidos son propiedad de las empresas
contratistas, y los millones de usuarios eléctricos tendremos que financiar la
rentabilidad del gasoducto del sur, y la valorización de los hidrocarburos que
tendrán precios de mercado, es decir de acorde a las expectativas privadas.
1 comentario:
Estimado Señor
Economista Jorge Manco Zaconetti
Su artículo "Luces y Sombras Del Gasoducto del Sur (I)" es sumamente interesante, por ello me suscribí a las fuentes RSS, y recibo en mi dirección de correo andresalas@terra.com.pe los artículos que usted escribe en su blog Kuraka.
El artículo en referencia lo reenvíe a 300 egresados de las actuales Escuelas de Ingeniería de Petróleo y Gas y de Ingeniería Petroquímica de la Universidad Nacional de Ingeniería, para ellos los reenvíen a sus contactos.
En los mensaje de correos que envié, copie la dirección web de su blog, el nombre completo del artículo, sus nombres y apellidos y el texto íntegro del articulo sin haber modificado siquiera un espacio en blanco.
El mensaje tiene un texto introductorio que escribí y es el siguiente: "Estimados Señores Egresados, Bachilleres e Ingenieros de las Escuelas de Ingeniería de Petróleo y Gas Natural y de Ingeniería Petroquímica, Universidad Nacional de Ingeniería
Reconozco que para la mayoría de los que hemos egresado de la ex Facultad de Ingeniería de Petróleo y Petroquímica de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), la mejor universidad de las profesiones de ingeniería del Perú, el asunto de tener trabajo va mal para la mayoría.
La privatización de los lotes petroleros 8, 31, 31A, 31B y 31C en la selva y el lote 10 del Noroeste en 1996, además de otros lotes pequeños en el Noroeste que fueron privatizados entre los años 1990 - 1994, es la causa principal del altísimo nivel de desempleo que hay entre los egresados de las Escuelas de IPG y PQ. Esto fue obra de Kenya Fujimori, Jaime Yoshiyama y otros malditos japoneses que gobernaron durante la dictadura de Fujimori entre 1990 - 2000".
Le ofrezco disculpas por haber realizado este envío masivo de mensajes con mis cuentas de correo andresalas@terra.com.pe, andresalas@hotmail.com y andresalas1307@gmail.com sin haberle solicitado previamente su autorización para ello.
Si usted me autoriza, yo puedo continuar reenviando sus artículos a los 300 egresados de la ex Facultad de Ingeniería de Petróleo de la UNI, realmente la cantidad de egresados desde 1983 es alrededor de 800. Estoy convencido que sus artículos merecen ser difundidos a los egresados, bachilleres e ingenieros de la ex FIP de la UNI.
Cordialmente,
Andres Salas
Senior Drilling Engineer
CIP 562363
Mobile phone: +51.998098061
Home phone: +511.4363649
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