LA CONTRIBUCIÓN DE CARRASCO TÁVARA
ESCRIBE: JORGE MANCO ZACONETTI
(Investigador UNMSM)
Estando en el distrito de Mala (Cañete) conmemorando el
primer año de fallecimiento de mi señora madre el 17 de enero pasado me
comunicaron la muerte del ex congresista aprista y político piurano José Carlos
Carrasco Távara, a quien tuve la suerte de conocer personalmente en agosto del
2001 cuando convocó a su despacho como Presidente de la Comisión de Energía y
Minas del Congreso de la República a una serie de profesionales como asesores
de una de las comisiones más importantes del Parlamento.
En tal sentido desde esa fecha hasta mediados del 2003
frecuenté su despacho parlamentario sosteniendo una serie de conversaciones
centradas en lo fundamental en cambiar la política económica heredada del
fujimorismo que hoy está demostrando todas sus limitaciones ante el derrumbe de
los precios de los minerales, el menor crecimiento de la demanda externa y una
fuerte retracción de la inversión extranjera.
Siendo de filiación aprista mantenía una crítica
interna sobre el fracaso del modelo heterodoxo del primer gobierno de Alan
García Pérez pero también criticaba el entregismo y la falta de transparencia
de la privatización de las empresas públicas llevadas acabo en el fujimorismo,
entre las cuales destacaba por su importancia en la economía nacional, la
transferencia de los lotes y unidades de PetroPerú S.A. a favor de los grupos
de poder y transnacionales.
Si bien en el período del segundo gobierno aprista
(2006/2011) fue marginado por la cúpula partidaria del ministerio de energia y
minas, cargo que le correspondía por su conocimiento y experiencia en el
sector, mantuvo una independencia de criterio sobre principales iniciativas
presentadas por el ejecutivo y por la Célula Parlamentaria Aprista. En todo
caso díscipulo directo de Víctor Raúl Haya de La Torre, ajeno a la dirigencia
versallesca y corrupta tomaba una sana distancia reindivicando los viejos
valores del aprismo popular.
Por ello es bueno tener presente los varios proyectos
de Ley de su autoría muchos de los cuales se convirtieron en leyes de la
República con votación multipartidaria y que en lo central apuntan a la
descentralización fiscal, la promoción de las inversiones y al fortalecimiento
de la acción del estado en sectores estratégicos como la energía.
Así, el 19 de diciembre del 2001 presentó el Proyecto
de Exlusión de PetroPerú del Proceso de Privatización firmado por congresistas
de las bancadas apristas, de Perú Posible, Acción Popular y socialistas como
Javier Diez Canseco y Daniel Estrada. Coordinando con la Coalición de
Sindicatos de PetroPerú, con los frentes de defensa de Talara y en especial con
los congresistas de las diversas bancadas e incluso del partido de gobierno se
pudo hacer realidad este proyecto que excluía a PetroPerú de la privatización
en particular de la refinería de Talara.
En tal sentido Carrasco Távara tiene un mérito
histórico en la lucha por el fortalecimiento de PetroPerú en la exclusión de la
petrolera estatal del proceso privatizador de los alcances del DL 674 como
también del holding denominado Fondo Nacional de Finanaciamiento de la
Actividad Empresarial del Estado (Fonafe), del Sistema de Inversión Pública
(SNIP) y el Consucode.
Siendo presidente de la Comisión de Energíay Minas
hacia junio del 2002 habiendo el gobierno del presidente Alejandro Toledo
tomado la decisión de privatizar a como de lugar las empresas de generación
eléctrica Egasa de Arequipa (Charcani) y Egesur
(Aricota) Tacna/Moquegua, fue un férreo apositor a tan desatinada
decisión gubernamental que terminó en el llamado “arequipazo”, con pérdidas de
vidas humanas, y que significó con el levantamiento del noble pueblo de
Arequipa, el primer revés masivo de las políticas liberales en nuestro país.
En este contexto Carrasco Távara mantuvo una posición
diferente a su grupo parlamentario y de resistencia a las presiones del ex
presidente García Pérez, cuestionando la privatización eléctrica. Fue público y
conocido su debate con el extinto ministro del sector Jaime Qujandría y con el
responsable de la COPRI ahora Proinversión, ing. Pedro Sánchez, demostrando la
incoveniencia técnica y económica para el estado de la privatización de rentables empresas
eléctricas.
Ello fue reconocido por el pueblo de Arequipa y por el
alcalde del municipal Dr. Guillén en un multitudinario mitín donde Carrasco
Távara fue declarado huesped ilustre de la Ciudad Blanca por la defensa del
patrimonio nacional. Así, mientras la mayoría parlamentaria aprista
obedientemente aceptaba la privatización eléctrica, él mantuvo una defensa del
interés público y de presencia de la participación del estado en un sector
estratégico y rentable.
Su preocupación por mayores rentas para los gobiernos
locales y regionales en el 2003 ante el aumento sostenido de los precios en los
productos mineros, lo impulsó a presentar un proyecto legislativo que
establecía aplicar el 10 por ciento sobre el valor de los concentrados como
regalías mineras, asumida como una contraprestación por la explotación de
recursos no renovables, agotables.
En dicho contexto he sido testigo de excepción de las
múltiples presiones de los empresarios y funcionarios de la Sociedad Nacional
de Minería, Petróleo y Energía para retirar dicho proyecto y mandarlo al
archivo, con argumentos varios. La masiva propaganda en los medios que
presentaban interesadamente el fin del mundo si se llegaba a legislar en ese
sentido quedó desmentida por la realidad.
Se exponía que el establecimiento del 10 por ciento de
regalía al valor de la minería traería consigo una serie de anomalías al sector,
desde la inviabilidad de nuevos proyectos mineros. Como también que los
capitales por invertir fugarían a Chile por razones de competitividad. Sin
embargo, la realidad demostraría que las regalías mineras constituía una
compensación por la explotación de un recurso natural que se agotará en el
tiempo y que el titular de los productos mineros, es decir el estado, no estaba
percibiendo.
Si bien apartir de junio del 2004 la Ley de las
regalías mineras se constituyeron en una realidad, es menestrer reconocer la
amplitud democrática de Carrasco Távara por conciliar con proyectos similares
presentados por la bancada oficialista y siendo ministro de energía y minas el
congresista de Perú Posible Glodomiro Sánchez, ésta Ley pudo ser promulgada
para satisfacción de los gobiernos regionales y locales.
Así, las regalías mineras en lugar de constituir un 10
por ciento sobre el valor de los concterados y/o su equivalente fue rebajada al
3 por ciento, considerada como gasto tributario con carácter deducible, y que
no afectaba a las empresas que tenían vigente los contratos de estabilidad
jurídica, tributaria y administrativa.
Es decir, las empresas que conforman el “cogollo” de la
actividad minera en nuestro país estaban indebidamente exoneradas del abono de regalías.
A pesar de ello entre 800 a 1,200 millones de nuevos soles se distribuían anualmente
por concepto de regalías aplicadas sobre el valor de la producción, entre los
gobiernos locales y regionales, beneficiándose en especial Tacna, Moquegua,
Arequipa, Pasco etc.
Sin embargo, se debe añadir que la Ley de regalías
mineras aplicada sobre el valor de la producción ha sido desvirtuada por el
nuevo marco tributario minero del gobierno nacionlista del comandante Humala
para beneplácito de las grandes empresas mineras. Así, a partir de octubre del
2011 la regalía minera se aplica sobre el margen de utilidad operativa, lo cual
ha significado una drástica disminución de los recursos para las regiones por
dicho concepto.
Igualmente preocupado por la dramática disminución de
la producción petrolera en los viejos campos de Piura promovió con sensatez la Ley
que promovía la inversión privada en los llamados campos y reservas marginales
de Talara, que están en explotación desde los tiempos de la International Petroleum
Company (IPC).
A esta ley aprobada a mediados del 2004 luego de una
serie de debates, audiencias públicas llevadas a cabo en Talara, Piura y el
Congreso de la República con la oposición de PerúPetro y el Ministerio de Energía
y Minas, que dicho sea de paso graciosamente entregaron sin licitación alguna
al Consorcio Camisea las reservas probadas de hidrocarburos del lote 56 en el
2002/2003, e impusieron una serie de cuestionamientos para oponerse a las
bondades de la ley que promovía la inversión en los campos y reservas
marginales.
Con precios internacionales del crudo por debajo de los
US $ 40 dólares el barril y con altos costos marginales se requería una
legislación realmente promotora de la inversión privada con la finalidad de
aumentar la producción interna, incrementar los recursos por concepto de canon
petrolero, y en especial reactivar la actividad en Talara.
En forma particular he sido testigo conjuntamente con
el extinto Carrasco Távara de las bondades de la Ley de los campos y reservas marginales
a las cuales se acogieron en el 2005 un puñado de empresas como Petrobras, Interoil y Petromont. Con una disminución de la tasa de regalías en especial en
aquellas empresas que contractualmente asumían regalías del 50 por ciento,
éstas podían reinvertir la regalía dejada de pagar más una porción equivalente de
capital como inversión nueva.
Sin excepción todos los compromisos de inversión y los
pronósticos productivos fueron superados en la realidad en el período de
vigencia de la ley, cuando los precios se mantenían por debajo de los US $ 40
dólares eñ barril, y nadie tenía una bola de cristal para predecir el bajón de
los precios del petróleo en setiembre del 2008 y 2014.
En verdad, fértil, rica y diversa ha sido la
contribución parlamentaria y política de José Carlos Carrasco Távara en los
períodos del 2001 al 2011 para bien del país y en especial para el departamento
de Piura. Resulta lamentablemente que ninguno de los congresistas piuranos
levante las banderas de la descentralización fiscal y la defensa del interés
público sobre el interés privado y asuma con decisión la defensa del
fortalecimiento empresarial de PetroPerú.
Promotor y gestor de leyes para bien del país restaría
comentar su contribución en la ley de homologación del canon del petróleo y gas
natural que ha signficado aumentar los recursos para Piura, Loreto, Tumbes,
Ucayali, o su participación para la aprobación de la ley del Fondo de
Desarrollo Económico y Social de Camisea (FOCAM) que favorece en especial a
Huancavelica, Ayacucho, Ica, Región Lima y Ucayali.
En verdad, resulta lamentable para el país la pérdida
de uno de los pocos apristas consecuentes, decentes y probos, conocedores de
uno de los sectores donde hacer fortuna indebidamente es una práctica usual.
José Carlos Carrasco Távara aquejado en los últimos años de un mal pulmonar no
era un hombre rico ni tenía empresas a su cargo, ni propiedades en el exterior,
vivió su honestidad con pulcritud, y como alto miembro de la masonería
practicaba en sus actos la fraternidad y hacer el bien al prójimo. En todo
caso, haría bien el Congreso de la República del Perú en publicar el conjunto
de leyes de su autoría como el mejor homenaje a un legislador ejemplar.¡Descansa
en paz Carrasco Távara!
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