sábado, 13 de febrero de 2010

¿QUÉ PASA CON LA TÍA MARÍA? PARTE I

SPCC DEBE SEMBRAR AGUA

La minería debe sembrar agua es una afirmación que le pertenece al patriarca de la minería peruana Alberto Benavides de la Quintana, hacedor del grupo Buenaventura, uno de los pocos conglomerados peruanos transnacionales que cotiza en la Bolsa de New York, considerado entre los veinte productores más importantes en el mundo de oro y plata. Esta sentencia es fundamental para hacer viable los proyectos como el de Tía María, el proyecto más importante que tiene la Southern Perú Copper Corporation (SPCC), donde el Grupo México de la familia Larrea es el principal accionista, que opera en las minas de cobre de Toquepala y Cuajone con costos operativos menores a los 50 centavos la libra de cobre, obteniendo importantes utilidades con precios superiores a los 3 dólares la libra.

Este proyecto de cobre se ubica en la provincia arequipeña de Islay, distrito de Cocachacra, donde se preve la agudización del conflicto entre una transnacional minera sedienta de agua y los pequeños agricultores temerosos sobre la incertidumbre del abastecimiento asegurado y la calidad de agua para sus cultivos. Preocupación legítima que debiera ser resuelta por la SPCC utilizando el agua de mar previa desalinización, como lo ha hecho una minera mediana como Milpo con el proyecto Cerro Lindo en Ica. Las utilidades extraordinarias obtenidas entre el 2004-2008 son más que suficientes para financiar la inversión en la desalinización, e incluso distribuir los excedentes a la población local.

Sólo la soberbia, la codicia capitalista y el fariseísmo empresarial puede ignorar los intereses de los agricultores. En tal sentido, los señores de SPCC deben entender que no es lo mismo desarrollar actividades en medio del desierto como son las operaciones de Toquepala o Cuajone que hacerlas cerca de tierras agrícolas donde el problema hídrico por falta de reservorios, abundancia o escasez de agua resultan sin solución de continuidad.

Soy un crítico del modelo primario exportador que caracteriza a la economía peruana, en especial de la minería controlada por empresas transnacionales con bajos costos de producción, débil propensión a tributar, escasa interdependencia con otros sectores, excesivas ventajas tributarias, pobre valor agregado, pésimas relaciones comunitarias que reproducen las viejas relaciones patronales. Ello reproduce un crecimiento empobrecedor que debiera ser superado en el marco de la filosofía de la llamada responsabilidad social y ambiental. En tal sentido, si SPCC no asegura más agua para sus operaciones, el proyecto resulta inviable socialmente. Ello debe ser claro para la empresa, para el gobierno regional y central.

En verdad, el proyecto Tía María resulta vital para el Grupo México para su expansión ante los rendimientos marginales decrecientes de viejas operaciones como Toquepala. Se podría decir que los proyectos mineros de Tía María en Arequipa y Los Chancas en Apurímac resultan de fundamental importancia para la SPCC, pero también para el país para asegurar el crecimiento económico con una mayor y mejor redistribución de la riqueza. En ese sentido la provincia de Islay y el distrito de Cocachacra multiplicarían los recursos por canon y regalías mineras.

El proyecto de Tía María con una inversión comprometida de US$ 1,000 millones estaría iniciando operaciones a fines del 2011, siempre y cuando resuelva el problema del agua, y se considera que tiene una vida útil de 19 años, durante los cuales la mina produciría anualmente 120,000 toneladas de concentrados de cobre, que con precios de 3 dólares la libra, estaría generando aportes al fisco por concepto de impuesto a la renta por año de US$ 178 millones luego del recupero de la inversión. Por tanto, el canon minero estimado para Arequipa y especialmente para los distritos de la provincia de Islay sería del orden de los US$ 89 millones anuales, que se sumarían a los importantes montos del canon que perciben por el efecto de la ampliación de Cerro Verde.

Es más, el proyecto Tía María por concepto de regalías mineras abonaría un promedio de US$ 23 millones anuales que se estima como el 3% del valor de los concentrados o su equivalente. Es decir, el departamento y los gobiernos locales de Arequipa se beneficiarían anualmente por canon y regalías mineras de más de 112 millones de dólares (S/ 336 millones de nuevos soles) que podrían servir para el desarrollo de las ventajas competitivas, infraestructura, afianzamiento hídrico, salud y educación.

A ello se debería sumar el 8% por el pago por participación de utilidades de los trabajadores que ascendería por lo menos a US$ 44 millones anuales que se distribuiría entre la mano de obra calificada de técnicos e ingenieros de la Universidad Nacional San Agustín de Arequipa (UNSA) que tiene una prestigiosa facultad de geología e ingeniería de minas.


¿DÓNDE ESTÁN LAS UTILIDADES?

Con las importantes utilidades obtenidas y que sigue percibiendo SPCC está en la obligación de asegurar su autoabastecimiento de agua sin afectar la capa freática. Para ello sirva de ejemplo la experiencia de Cerro Lindo, unidad productora de cobre de la Mra. Milpo que tiene como principal accionista al grupo brasileño Votarantim. Así, en estas operaciones se trata el agua del mar, la tratan quitándole la sal y la bombean a 44 kilómetros de distancia para ser utilizada en sus operaciones y el excedente de agua se distribuye entre los pobladores del entorno. Ello gráfica la afirmación del viejo Benavides de la Quintana que “minería debe sembrar agua”

La rentabilidad obtenida por la SPCC son más que suficientes para financiar la desalinización del agua del mar. Así, los ratios de rentabilidad de SPCC destacan nítidamente, prueba de ello es que en los últimos años, esto es desde el año 2004 hasta el 2008 registró una rentabilidad operativa superior al 60%, llegando a obtener el año 2008 la tasa de 59.2%. Esto significa que de cada 100 dólares de ingresos por ventas 60 dólares son utilidades operativas, que sumadas a los cargos por depreciación y amortización incrementa la rentabilidad empresarial.

En tanto su rentabilidad neta alcanzó en promedio en los últimos cinco años el 40%. Esta es una rentabilidad elevada que señala la importancia que tiene SPCC para sus accionistas. Se debe tener presente que SPCC es la más importante empresa minera que tiene Southern Copper Corporation (SCC), y como esta última es la principal división minera de la matriz Grupo México, SPCC se convierte en la fortaleza de la matriz. Tanto es así que SPCC explica más del 60% de la producción de cobre y molibdeno de todo el grupo.

Un análisis de la distribución de utilidades netas que realiza SPCC a su matriz nos demuestra el destino de las mismas. Como se podrá observar en el cuadro respectivo “SPCC: Distribución de Utilidades Netas a la Casa Matriz y Titulares de Acciones”, desde el año 2004 hasta el 2008, las remesas de capital han crecido sustancialmente, así tenemos que en el año 2004 se distribuyó a la Casa Matriz US$ 543 millones, en el 2005 se remesó 755 millones, en el 2006 gracias a los altos precios del cobre se remesó más de 1,053 millones de dólares, para el 2007 la transferencia fue aún mayor alcanzando los US$ 1,170 millones.

Para el año 2008 la transferencia de SPCC a su matriz mexicana disminuyó un poco en relación al 2007 y se transfirió US$ 903 millones. El resto son las utilidades de acciones de inversión constituidos por inversionistas institucionales como los fondos de pensiones, trabajadores que representan un promedio del 17% de la distribución de utilidades.

Estos importantes montos reflejan que SPCC y sus operaciones en el Perú deben ser consideradas como la más importante de toda la Casa Matriz del Grupo México, es por esta razón que se respaldan las modernizaciones y ampliaciones en las unidades de SPCC y el interés por asegurar la puesta en marcha de las operaciones de nuevos proyectos como los cupríferos de Tía María en Arequipa y Los Chancas en Apurímac. Para que ello sea posible se debe asegurar la sostenibilidad de los acuíferos de la Cuenca del Río Tambo.


EPÍLOGO: TODOS DEBEN GANAR

Los mexicanos serían unos “pendejos” sino consideran y respetan la preocupación ambiental de la población del Valle del Tambo, ocasionando la postergación del proyecto. Está demostrado que las utilidades netas remesadas a su matriz sea el 2007 o el 2008, más de 1,170 millones de dólares y 903 millones respectivamente, financian de lejos el proyecto de Tía María. Es decir la utilidad de un año financia el proyecto. Por tanto, la inversión para alcanzar la seguridad ambiental respecto al agua ¿en cuánto encarece los costos operativos? Si sus costos operativos son menores a los 50 centavos la libra de cobre en Cuajone y Toquepala con precios internacionales sobre los US$ 3 dólares la libra tienen recursos más que suficientes para “sembrar agua”

De otro lado, para asegurar la gobernabilidad del país y el crecimiento económico sostenido, es necesaria la redistribución de la riqueza generada a través de políticas de Estado, que por un lado promuevan el desarrollo sostenible de los pueblos y regiones donde se explotan los recursos naturales no renovables, y al mismo tiempo promuevan la inversión privada con responsabilidad social y ambiental. En el Perú, el instrumento de política redistributiva más importante de los últimos años, que ha transformado la vida de las regiones mineras, es el canon minero.

En tal sentido, de ser realidad el proyecto Tía María, el distrito donde se ubica el yacimiento sería Cocachacra al cual le correspondería el 10% del total del canon generado, esto es S/. 26.8 millones como promedio anual, que se sumarían al canon que ya viene percibiendo Cocachacra como distrito de Arequipa de la provincia de Islay, el cual fue de S/. 3.1 millones en el año 2009. Es decir, Cocachacra aumentará en más de 8 veces sus recursos por canon minero, gracias a las operaciones del proyecto Tía María.

En el mismo sentido, la distribución del canon minero estimado para los distritos de la provincia de Islay-Arequipa, pues estos percibirían el 25% del monto total, sería equivalente a S/. 67 millones por año como promedio, este dinero se sumará a los S/. 9.4 millones que ya vienen recibiendo los distritos de la provincia de Islay por otras actividades mineras. En tal sentido tenemos que los distritos de Islay aumentarán el canon minero en más de 7 veces.

Por ello, estamos convencidos que una minería desarrollada con responsabilidad social y ambiental representa una oportunidad de desarrollo para las poblaciones locales por los importantes ingresos que se generan, los efectos multiplicadores en el empleo derivado y sobre todo por las transferencias del canon y regalías. La Tía María es una posibilidad de desarrollo si resuelve el problema del agua.

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