Existe una relación directa entre los precios de los hidrocarburos y la participación directa del Estado en la renta por medio de las regalías, al margen del impuesto a la renta pagado por las mismas. La gran dispersión que existe entre las regalías de los diversos lotes en explotación como pudieran ser el Z-1 (BPZ) con 5 % y el Z-2B (Petrotech) con 16 %, ambos lotes operativos en el Zócalo Continental frente a las costas de Talara, no aseguran el financiamiento del canon y sobrecanon petrolero para Piura y Tumbes del 12.5 %. Este tiene que ser compensado con los ingresos de regalías que percibe PerúPetro de los otros lotes en explotación en las operaciones del noroeste.
En Talara existen abonos de altas regalías como el del lote IX con 69 % de regalías que lo administra Unipetro, empresa adscrita a la Universidad de Ingeniería, y el lote II con 52 % perteneciente a Petrolera Monterrico. Esto quiere decir que sobre un precio internacional referencial que se adopta para cada tipo de contrato, el pago de regalías fluctúa entre un 5 % del precio a un 69 % del mismo.
Es más, en el caso de los lotes que pertenecieron a Petroperú y que fueron privatizados a mediados de la década pasada, y donde se pagaron valores por las reservas probadas al margen del cuestionamiento sobre el nivel de reservas y los capitales pagados, las regalías como en el lote X (Pérez Companc/Petrobras) alcanza una participación del 36 % y en el lote 8 (Pluspetrol) de 25. 5 %. A todas estas participaciones se debiera agregar Camisea lote 88 con una regalía del 37.24 % que como lote operativo es el que más contribuye con las regalías que financian el canon gasífero y el FOCAM.
Es decir, al margen de la dispersión de las regalías vigentes a los precios de diciembre del 2007, se cumple la regla que a mayores precios internacionales de los hidrocarburos más importantes serán los ingresos que percibe el Fisco por concepto de regalías. De allí, la necesidad de incrementar la producción y el consumo interno de hidrocarburos, sea petróleo, gas y líquidos de gas natural (LGN).
Se debe tener presente que los más de 50 millones de barriles que se importan del exterior no pagan regalías alguna ni impuesto a la renta a diferencia de producción local. Por ello, al margen del optimismo oficial se debiera considerar la preocupación existente sobre los niveles declinantes de la producción de los hidrocarburos.
Si se trata del petróleo crudo la producción tiene una tendencia declinante pues de 130 mil barriles diarios que se producían a mediados de los noventa, en la actualidad se producen alrededor de 76 mil barriles diarios, a los cuales se debiera sumar los 35 mil barriles diarios de líquidos de gas natural de Camisea, con los cuales los niveles están por los 115 mil barriles como promedio. A ello habría que sumar la producción fiscalizada de 260 millones de pies cúbicos diarios de gas natural básicamente provenientes de Camisea, utilizados básicamente en la generación eléctrica y en las industrias.
A pesar de la declinante producción de crudo, por efecto precio se han incrementado las regalías petroleras. Sirva de ejemplo el comportamiento de las regalías que percibe el Estado por la explotación de los recursos naturales como el petróleo, el gas y LGN. Es decir, a mayores precios internacionales del crudo, mayores serán los ingresos del fisco por las regalías que abonan las empresas privadas que operan en el país.
Así, por los diversos contratos de explotación el Fisco captó 1,943 millones de nuevos soles en el 2005, más de 2,399 millones en el 2006 y superó los 3,492 millones en el 2007. Es decir, en el último año el incremento por regalías captadas ha sido de 1,093 millones de nuevos soles gracias al aumento de los precios internacionales pero también a un mayor consumo del gas y líquidos de gas natural provenientes del Lote 88 en Camisea, y en menor medida a un incremento de la producción de crudo en Talara gracias a la explotación de las llamadas reservas marginales.
El futuro de nuestro país en materia de hidrocarburos se presenta positivo con los descubrimientos de crudo pesado en los lotes 67 y 39, y de las mayores reservas de gas natural descubiertas en los lotes 88, 56 y 57. En el mismo sentido, se pudiera decir que los ingresos de exportación y las regalías del Estado serían mayores si se exportase productos petroquímicos como la urea o amoníaco en lugar del gas natural licuefactado proveniente del lote 56. Es más, este contrato debiera ser negociado en cuanto a una participación mayor del Estado y a la prioridad del abastecimiento del mercado interno.
CANON GASÍFERO CRECIENTE: CUSCO
Así, el mayor consumo interno del gas natural y una mayor producción fiscalizada de los hidrocarburos de Camisea Lote 88 en el 2007 ha permitido que el Cusco perciba el 50 % de las regalías gasíferas equivalentes a 446 millones de nuevos soles, y el 50 % del impuesto a la renta pagado al Fisco por el consorcio liderado por Pluspetrol que opera el Lote 88, que sumó un valor de 157 millones. Es decir, en conjunto el canon gasífero ha significado ingresos para el gobierno regional y gobiernos locales del Cusco del orden de los 604 millones de nuevos soles.
Estos ingresos nos debieran servir de ejemplo de cómo las actividades extractivas, como los hidrocarburos, generan importantes rentas territoriales a las regiones, ingresos que debieran ser utilizados en la construcción de ventajas competitivas, infraestructura, educación y salud, en razón que constituyen recursos no renovables que en algún momento se agotarán.
En verdad, los ingresos correspondientes al canon gasífero para el Cusco se han incrementado significativamente, gracias a los mayores precios de los líquidos de gas natural (LGN) que valen tanto como el petróleo, y a los mayores volúmenes producidos. Evidentemente la ampliación a los 70 mil barriles diarios de LGN para el 2009 permitirá que los ingresos del canon gasífero sean mayores.
Se debe tener presente que el 50 % de los LGN se convierten en gas licuado de petróleo o GLP conocido como gas doméstico que es una mezcla de propano y butano, frente al gas natural que es una mezcla de metano y butano. Por ello, es urgente la construcción de un gaseoducto de Camisea hacia la capital cuzqueña y el sur del país para que se perciba los beneficios del gas natural.
El incremento del canon gasífero, que tiene como base el impuesto a la renta pagado por el consorcio que opera el lote 88 expresa también la rentabilidad del negocio pues el abono del impuesto a la renta significa que las empresas consorciadas en el Lote 88 han recuperado rápidamente su inversión, a pesar que las operaciones comerciales se iniciaron en agosto del 2004.
En resumen, la evolución de estos ingresos del canon gasífero ha pasado de los 301 millones de nuevos soles en el 2005, para subir a los 394 millones en el 2006 para llegar a los 604 millones del 2007. Por tanto, si al Cusco se le sumarán los ingresos provenientes del turismo considerada la “industria sin chimeneas”, se podría decir que esta región ha sido privilegiada por la naturaleza y la historia. Ver cuadro “Transferencias Provenientes de la Actividad Gasífera de Camisea”
Evidentemente con el aumento de los precios del petróleo, de los LGN y del gas natural, los ingresos directos por regalías serán mayores financiando el canon y sobrecanon de hidrocarburos de los departamentos como Piura, Loreto, Cusco, Ucayali, Tumbes y a través del FOCAM, Fondo Especial de Desarrollo de Camisea a la población de Ayacucho, Huancavelica, Ica, Región Lima y Aguaytía.
Sin embargo, esta riqueza generada por la explotación de los recursos naturales contrasta con los menguados ingresos que perciben los departamentos receptores del llamado FOCAM, es decir el Fondo de Desarrollo Económico de Camisea, como Ayacucho, Huancavelica, Ica, Lima provincias y la provincia de Aguaytía que en el 2007 percibieron en conjunto ingresos de 116 millones nuevos soles como se puede observar en el cuadro de referencia.
El resentimiento de la población ayacuchana es profundo en especial de la fronteriza a la entrada a la provincia de La Convención, San Miguel y Huanta que son testigos de excepción de las operaciones cercanas al río Urubamba y de las instalaciones de los gaseoductos que atraviesan su territorio, más los efectos de la presencia agresiva del personal de la empresa argentina Techint en la construcción del referido gaseoducto.
En tal sentido se destaca el notorio desbalance de los ingresos del FOCAM para departamentos empobrecidos como Ayacucho y Huancavelica que percibieron en el 2007 por dicho concepto montos equivalentes a 34 millones y 23 millones de nuevos soles respectivamente. La pujante región de Ica 23 millones, Lima provincias 25 millones y el departamento de Ucayali 22 millones.
Sin embargo, al margen de la participación que pueda tener Lima Provincias, existe el agravante que las provincias norteñas del departamento de Lima (Barranca, Huaura, Huaral) reciben relativamente más que las provincias andinas de Huancavelica y Ayacucho en razón del mayor peso ponderado que tiene la población en la distribución.
Así, mientras la población declina o se estanca en las provincias serranas, la población costeña se incrementa. Lamentablemente la ponderación de un peso doble (2) para la población rural frente al peso de 1 de la población urbana no resulta suficiente para minimizar y contrarrestar la fuerza del número de la población urbana y ello determina una injusta distribución de los recursos del FOCAM, situación que agrava la postergación histórica de Ayacucho y Huancavelica.
Una forma creativa de enfrentar la desigual distribución de los ingresos provenientes del gas de Camisea y el FOCAM radica en el incremento de los recursos para favorecer especialmente a los departamentos andinos por donde pasan los gaseoductos provenientes de la Planta Malvinas en Camisea.
Para ello, se debiera incorporar como base del FOCAM una participación sobre el 50 % restante de las regalías y del impuesto a la renta pagado por las operaciones del Lote 88 y a futuro de los Lotes 56 y 57. Es más, al ser realidad el proyecto de exportación del gas natural del Lote 56, el gaseoducto que transcurre de Camisea a Pisco y a Pampa Melchorita, estará operando pleno de capacidad en el transporte del gas natural. Por tanto, debiera dejarse de abonar la Garantía de Red Principal (GRP), que constituye un subsidio que todos los consumidores eléctricos regulados pagamos para rentabilizar el negocio del transporte operado por el consorcio TGP.
En tal sentido sería razonable que una participación del impuesto a la renta pagado por TGP al Fisco constituya también recursos del FOCAM. Es decir, con los mayores ingresos provenientes de la exportación del Lote 56, en forma de regalías por un valor estimado de 4,400 millones de dólares y del impuesto a la renta 3,100 millones en los próximos 20 años, a partir del 2011, sería de justicia redistributiva que una parte de dichos ingresos formen parte del FOCAM para maximizar los ingresos regionales de Ayacucho y Huancavelica.
Esta sería una forma razonable utilizando los mecanismos re distributivos de una economía social de mercado para compensar el atraso secular de regiones pobres con un alto nivel de radicalismo. Así, como el canon gasífero para el Cusco tiene como fundamento el 50 % de las regalías y el 50 % del impuesto a la renta, el FOCAM también debiera tener la misma base. Hacer posible que mayores sectores de la población se bene
En Talara existen abonos de altas regalías como el del lote IX con 69 % de regalías que lo administra Unipetro, empresa adscrita a la Universidad de Ingeniería, y el lote II con 52 % perteneciente a Petrolera Monterrico. Esto quiere decir que sobre un precio internacional referencial que se adopta para cada tipo de contrato, el pago de regalías fluctúa entre un 5 % del precio a un 69 % del mismo.
Es más, en el caso de los lotes que pertenecieron a Petroperú y que fueron privatizados a mediados de la década pasada, y donde se pagaron valores por las reservas probadas al margen del cuestionamiento sobre el nivel de reservas y los capitales pagados, las regalías como en el lote X (Pérez Companc/Petrobras) alcanza una participación del 36 % y en el lote 8 (Pluspetrol) de 25. 5 %. A todas estas participaciones se debiera agregar Camisea lote 88 con una regalía del 37.24 % que como lote operativo es el que más contribuye con las regalías que financian el canon gasífero y el FOCAM.
Es decir, al margen de la dispersión de las regalías vigentes a los precios de diciembre del 2007, se cumple la regla que a mayores precios internacionales de los hidrocarburos más importantes serán los ingresos que percibe el Fisco por concepto de regalías. De allí, la necesidad de incrementar la producción y el consumo interno de hidrocarburos, sea petróleo, gas y líquidos de gas natural (LGN).
Se debe tener presente que los más de 50 millones de barriles que se importan del exterior no pagan regalías alguna ni impuesto a la renta a diferencia de producción local. Por ello, al margen del optimismo oficial se debiera considerar la preocupación existente sobre los niveles declinantes de la producción de los hidrocarburos.
Si se trata del petróleo crudo la producción tiene una tendencia declinante pues de 130 mil barriles diarios que se producían a mediados de los noventa, en la actualidad se producen alrededor de 76 mil barriles diarios, a los cuales se debiera sumar los 35 mil barriles diarios de líquidos de gas natural de Camisea, con los cuales los niveles están por los 115 mil barriles como promedio. A ello habría que sumar la producción fiscalizada de 260 millones de pies cúbicos diarios de gas natural básicamente provenientes de Camisea, utilizados básicamente en la generación eléctrica y en las industrias.
A pesar de la declinante producción de crudo, por efecto precio se han incrementado las regalías petroleras. Sirva de ejemplo el comportamiento de las regalías que percibe el Estado por la explotación de los recursos naturales como el petróleo, el gas y LGN. Es decir, a mayores precios internacionales del crudo, mayores serán los ingresos del fisco por las regalías que abonan las empresas privadas que operan en el país.
Así, por los diversos contratos de explotación el Fisco captó 1,943 millones de nuevos soles en el 2005, más de 2,399 millones en el 2006 y superó los 3,492 millones en el 2007. Es decir, en el último año el incremento por regalías captadas ha sido de 1,093 millones de nuevos soles gracias al aumento de los precios internacionales pero también a un mayor consumo del gas y líquidos de gas natural provenientes del Lote 88 en Camisea, y en menor medida a un incremento de la producción de crudo en Talara gracias a la explotación de las llamadas reservas marginales.
El futuro de nuestro país en materia de hidrocarburos se presenta positivo con los descubrimientos de crudo pesado en los lotes 67 y 39, y de las mayores reservas de gas natural descubiertas en los lotes 88, 56 y 57. En el mismo sentido, se pudiera decir que los ingresos de exportación y las regalías del Estado serían mayores si se exportase productos petroquímicos como la urea o amoníaco en lugar del gas natural licuefactado proveniente del lote 56. Es más, este contrato debiera ser negociado en cuanto a una participación mayor del Estado y a la prioridad del abastecimiento del mercado interno.
CANON GASÍFERO CRECIENTE: CUSCO
Así, el mayor consumo interno del gas natural y una mayor producción fiscalizada de los hidrocarburos de Camisea Lote 88 en el 2007 ha permitido que el Cusco perciba el 50 % de las regalías gasíferas equivalentes a 446 millones de nuevos soles, y el 50 % del impuesto a la renta pagado al Fisco por el consorcio liderado por Pluspetrol que opera el Lote 88, que sumó un valor de 157 millones. Es decir, en conjunto el canon gasífero ha significado ingresos para el gobierno regional y gobiernos locales del Cusco del orden de los 604 millones de nuevos soles.
Estos ingresos nos debieran servir de ejemplo de cómo las actividades extractivas, como los hidrocarburos, generan importantes rentas territoriales a las regiones, ingresos que debieran ser utilizados en la construcción de ventajas competitivas, infraestructura, educación y salud, en razón que constituyen recursos no renovables que en algún momento se agotarán.
En verdad, los ingresos correspondientes al canon gasífero para el Cusco se han incrementado significativamente, gracias a los mayores precios de los líquidos de gas natural (LGN) que valen tanto como el petróleo, y a los mayores volúmenes producidos. Evidentemente la ampliación a los 70 mil barriles diarios de LGN para el 2009 permitirá que los ingresos del canon gasífero sean mayores.
Se debe tener presente que el 50 % de los LGN se convierten en gas licuado de petróleo o GLP conocido como gas doméstico que es una mezcla de propano y butano, frente al gas natural que es una mezcla de metano y butano. Por ello, es urgente la construcción de un gaseoducto de Camisea hacia la capital cuzqueña y el sur del país para que se perciba los beneficios del gas natural.
El incremento del canon gasífero, que tiene como base el impuesto a la renta pagado por el consorcio que opera el lote 88 expresa también la rentabilidad del negocio pues el abono del impuesto a la renta significa que las empresas consorciadas en el Lote 88 han recuperado rápidamente su inversión, a pesar que las operaciones comerciales se iniciaron en agosto del 2004.
En resumen, la evolución de estos ingresos del canon gasífero ha pasado de los 301 millones de nuevos soles en el 2005, para subir a los 394 millones en el 2006 para llegar a los 604 millones del 2007. Por tanto, si al Cusco se le sumarán los ingresos provenientes del turismo considerada la “industria sin chimeneas”, se podría decir que esta región ha sido privilegiada por la naturaleza y la historia. Ver cuadro “Transferencias Provenientes de la Actividad Gasífera de Camisea”
Evidentemente con el aumento de los precios del petróleo, de los LGN y del gas natural, los ingresos directos por regalías serán mayores financiando el canon y sobrecanon de hidrocarburos de los departamentos como Piura, Loreto, Cusco, Ucayali, Tumbes y a través del FOCAM, Fondo Especial de Desarrollo de Camisea a la población de Ayacucho, Huancavelica, Ica, Región Lima y Aguaytía.
Sin embargo, esta riqueza generada por la explotación de los recursos naturales contrasta con los menguados ingresos que perciben los departamentos receptores del llamado FOCAM, es decir el Fondo de Desarrollo Económico de Camisea, como Ayacucho, Huancavelica, Ica, Lima provincias y la provincia de Aguaytía que en el 2007 percibieron en conjunto ingresos de 116 millones nuevos soles como se puede observar en el cuadro de referencia.
El resentimiento de la población ayacuchana es profundo en especial de la fronteriza a la entrada a la provincia de La Convención, San Miguel y Huanta que son testigos de excepción de las operaciones cercanas al río Urubamba y de las instalaciones de los gaseoductos que atraviesan su territorio, más los efectos de la presencia agresiva del personal de la empresa argentina Techint en la construcción del referido gaseoducto.
En tal sentido se destaca el notorio desbalance de los ingresos del FOCAM para departamentos empobrecidos como Ayacucho y Huancavelica que percibieron en el 2007 por dicho concepto montos equivalentes a 34 millones y 23 millones de nuevos soles respectivamente. La pujante región de Ica 23 millones, Lima provincias 25 millones y el departamento de Ucayali 22 millones.
Sin embargo, al margen de la participación que pueda tener Lima Provincias, existe el agravante que las provincias norteñas del departamento de Lima (Barranca, Huaura, Huaral) reciben relativamente más que las provincias andinas de Huancavelica y Ayacucho en razón del mayor peso ponderado que tiene la población en la distribución.
Así, mientras la población declina o se estanca en las provincias serranas, la población costeña se incrementa. Lamentablemente la ponderación de un peso doble (2) para la población rural frente al peso de 1 de la población urbana no resulta suficiente para minimizar y contrarrestar la fuerza del número de la población urbana y ello determina una injusta distribución de los recursos del FOCAM, situación que agrava la postergación histórica de Ayacucho y Huancavelica.
Una forma creativa de enfrentar la desigual distribución de los ingresos provenientes del gas de Camisea y el FOCAM radica en el incremento de los recursos para favorecer especialmente a los departamentos andinos por donde pasan los gaseoductos provenientes de la Planta Malvinas en Camisea.
Para ello, se debiera incorporar como base del FOCAM una participación sobre el 50 % restante de las regalías y del impuesto a la renta pagado por las operaciones del Lote 88 y a futuro de los Lotes 56 y 57. Es más, al ser realidad el proyecto de exportación del gas natural del Lote 56, el gaseoducto que transcurre de Camisea a Pisco y a Pampa Melchorita, estará operando pleno de capacidad en el transporte del gas natural. Por tanto, debiera dejarse de abonar la Garantía de Red Principal (GRP), que constituye un subsidio que todos los consumidores eléctricos regulados pagamos para rentabilizar el negocio del transporte operado por el consorcio TGP.
En tal sentido sería razonable que una participación del impuesto a la renta pagado por TGP al Fisco constituya también recursos del FOCAM. Es decir, con los mayores ingresos provenientes de la exportación del Lote 56, en forma de regalías por un valor estimado de 4,400 millones de dólares y del impuesto a la renta 3,100 millones en los próximos 20 años, a partir del 2011, sería de justicia redistributiva que una parte de dichos ingresos formen parte del FOCAM para maximizar los ingresos regionales de Ayacucho y Huancavelica.
Esta sería una forma razonable utilizando los mecanismos re distributivos de una economía social de mercado para compensar el atraso secular de regiones pobres con un alto nivel de radicalismo. Así, como el canon gasífero para el Cusco tiene como fundamento el 50 % de las regalías y el 50 % del impuesto a la renta, el FOCAM también debiera tener la misma base. Hacer posible que mayores sectores de la población se bene
ficien de manera directa e indirecta de la riqueza de Camisea es un mandato de la historia y una práctica de un buen gobierno.
http://www.mancozaconetti.com/
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