ESCRIBE: JORGE MANCO ZACONETTI (Investigador UNMSM)
La decisión política de iniciar la construcción en cuanto lo que significa la modernización física de la refinería de Talara corresponde al gobierno del presidente Ollanta Humala y los resultados serán tangibles a partir del 2019 cuando se procesen combustibles limpios con 50 partes por millón de azufre, superando los altísimos niveles de azufre que se respiran hoy en día. Sin embargo, esta realidad no debiera soslayar ni olvidar a los diversos protagonistas que han hecho posible esta obra.
Se trata de reconocer la continuidad de una política por el fortalecimiento de la actividad estatal en el sector de hidrocarburos, a pesar de los “cantos de sirena” de la derecha liberal que apuesta todavía por la privatización radical de PetroPerú, con una serie de corifeos y empresas de consultorías que hicieron grandes negocios durante la dictadura fujimorista que ha sido identificado como el gobierno más corrupto de la historia republicana.
En tal sentido, se debiera reconocer al pueblo de Talara y en especial a los 85 trabajadores que fueron despedidos por la defensa de la refinería de Talara contra una absurda privatización. Si bien es verdad, que fueron despedidos cientos de trabajadores de las empresas estatales, éstos no aceptaron incentivos ni cobraron beneficios sociales manteniendo sus luchas hasta el presente, a pesar de las promesas incumplidas.
En junio de 1996 los trabajadores organizados defendieron a la petrolera estatal contra la decisión del gobierno fujimontesinista de pretender privatizar la refinería como se hizo con la refinería de La Pampilla, los rentables lotes de producción, y las empresas filiales de PetroPerú.
Es decir, sin las luchas de los trabajadores de PetroPerú, en especial de aquellos 85 despedidos injustamente, la refinería de Talara hubiese sido privatizada a precio subvaluado y otras serían las condiciones sobre la modernización de la actividad refinera.
Se debe mencionar que de los 85 despedidos más de 12 han fallecido en la más absoluta pobreza dejando a sus familias en el abandono, cuando debieran ser reconocidos como héroes de la democracia por el país que les paga con la más cruel indiferencia y olvido. Esta conducta forma parte de los pasivos laborales no resueltos por los gobiernos democráticos desde el 2001 a la fecha.
Sin embargo, en la defensa de sus derechos éstos despedidos han demandado al estado peruano ante la Corte Interamericana de Costa Rica por la violación de los derechos humanos y están ganando en la primera instancia por la evidente violación de los principios del derecho laboral y constitucional.
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En segundo lugar, se debe reconocer la persistencia al más alto nivel del gobierno tanto en las presidencias de A. Toledo, A. García y O. Humala de la decisión de procesar combustibles limpios, sea eliminando el plomo tetraetílico como se hizo durante el gobierno del 2001/2006 en primer lugar y como después se hizo con el azufre, asumiendo las obligaciones del Protocolo de Kioto.
Por ello, ante las normas ambientales vigentes desde el 2006 aprobadas por el Congreso de la República que exigían para el 2010 la vigencia de estrictas normas ambientales se adoptó la decisión de modernizar la refinería de Talara, la más importante unidad de PetroPerú.
Así, desde el 2004 a la fecha se ha mantenido al interior del directorio una coherencia respecto a la necesidad de la modernización de la refinería de Talara. Por ello, en la presidencia del directorio de la petrolera estatal desde la gestión de A. Narváez cuando se inauguró el alto horno para una capacidad de 90 mil barriles diarios, pasando por las gestiones de R. Arévalo, C. Gutiérrez, L. Revolledo (ya fallecido), H. Campodónico, es que se ha conservado una política coherente respecto a la importancia de la modernización, potenciando los equipos técnicos al más alto nivel con los ingenieros Pedro Méndez y Ernesto Barreda como responsables, los mismos que deben tener el agradecimiento del país, y de la comunidad ligada a la ingeniería.
Esta continuidad se fortalece en el segundo gobierno del presidente García Pérez en razón que fue el 17 de marzo de 2010 que se firmó el contrato previo entre PetroPerú y Técnicas Reunidas de España, siendo presidente del directorio el economista Revolledo Soberón. También se otorgó previa licitación a la francesa Societé Génerale la responsabilidad sobre la estructuración financiera necesaria a nivel internacional de una inversión que se financiará con sus propios recursos.
En razón de este contrato que comprendía la elaboración de la Ingeniería Básica (FEED), es decir de los estudios de ingeniería, diseño pero también incluía la posibilidad de una posterior firma del contrato EPC, que consideraba la ingeniería de detalle, la adquisición de equipos, materiales, y la construcción propiamente dicha, cuestión que se ha firmado recientemente con la presencia del Presidente Humala en mayo pasado.
En este contexto es de justicia reconocer que fue durante la gestión del Ing. H. Campodónico agosto 2011/febrero 2013 que se terminaron los estudios finales de los proyectos de inversión tanto desde el punto de vista de la ingeniería al detalle como la factibilidad económica financiera, estimándose con una mayor certeza el costo total del proyecto integral ajustándose los montos a los 3,500 millones de dólares, cifra que ha sido convalidada por diversos estudios realizados por reconocidas consultorías, absolviendo las dudas al respecto.
En su conjunto, todo ello no hubiese sido posible sin la participación ni protagonismo de algunos medios de comunicación en la pugna mediática sobre el rol del estado en sectores estratégicos como los hidrocarburos. En tal sentido los diarios La República y La Primera han jugado un importantísimo papel en la defensa del interés público puestas de manifiesto en la modernización y potenciamiento de PetroPerú contra las pretensiones supuestamente liberales de las empresas adictas al poder económico.
En el mismo sentido, la prensa regional de Piura como el diario decano del norte El Tiempo, radio Cutivalú ligada a la defensa de los intereses del campesinado, las radios populares de Talara que apostaron desde sus inicios por la modernización de este importante proyecto que dinamizará la economía local y regional.
A nivel parlamentario es de justicia mencionar al fallecido congresista Javier Diez Canseco que como el Cid Campeador sigue triunfando pues él hizo suya la defensa de PetroPerú contra la absurda privatización en los años 90 y como congresista respaldó el proyecto integral de modernización. A continuación, el congresista accesitario Manuel Dammert potenció al interior del Congreso de la República la defensa de la soberanía nacional en materia de energía y la modernización integral de PetroPerú apostando por la integración vertical en sus operaciones.
Sin embargo, el protagonista central en esta continuidad con todos sus errores y debilidades han sido los trabajadores organizados en la Coalición de Sindicatos de PetroPerú que engloba a los trabajadores de Talara, Oleoducto, Iquitos, Bagua, Conchán, Edificio Principal que defendiendo la presencia estatal en el sector de hidrocarburos no solamente han preservado lo que resta de PetroPerú, sino que apuestan con sus luchas y sacrificios por una presencia fortalecida de la primera empresa del país.
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