LA PRIMERA conversó con Germán Alarco Tosoni, ex Director de PETROPERÚ, Profesor de la Universidad del Pacífico y Presidente de la Asociación Peruana de Planificación del Desarrollo sobre la reciente ley para la empresa petrolera nacional. Para él, la perspectiva es negativa ya que esta norma legal no soluciona el problema de financiamiento del proyecto de modernización de la refinería de Talara (PMRT).
Insiste en que el esquema de financiar, privatizar y limitar actividades generará pérdidas significativas al Estado peruano. Esta ley no resuelve los problemas y sigue reflejando el abandono de la empresa por parte del gobierno.
—La aprobación de la Ley de Presupuesto 2014 por parte del Congreso abrió las puertas para el cambio de directores en el Directorio de Petroperú ¿Qué fue lo que se cambió?—
—Efectivamente un antecedente de esta nueva ley son los cambios en un artículo de la Ley de Presupuesto. Ahora los miembros del Directorio pueden ser removidos sin motivo alguno. Antes solo se podía luego de tres años, por falta grave o por incumplimiento de las metas operativas anuales. El artículo no tenía que ver con temas presupuestales y se aplicó desde el día siguiente de su publicación (3 de diciembre), a diferencia del todo el presupuesto que entró en vigor el primer día útil de 2014.
— ¿Quiénes están detrás de los cambios?—
—Obviamente fue una iniciativa del MEF con el apoyo del MINEM. Se introdujo a última hora. Hubo protestas del Congresista Dammert.
— ¿El Congreso de la República pecó de inocente al aprobar las modificaciones sin previa discusión o cree que lo consintió?—
—No lo sé. Lo que sí creo es que pecaron de inocentes con la iniciativa que posteriormente se convirtió en la Ley 30130.
—Los cambios empoderan a los ministros Merino y Castilla al frente de Directorio de Petroperú—
—Claro que sí. Obviamente es una ley con nombre propio pero que tiene serias implicaciones. Se ha vulnerado el buen gobierno corporativo de la empresa. Ahora el órgano técnico de la empresa está sujeto a las presiones políticas ideológicas y al interés personal de los ministros. Es un contrasentido que se hable de buen gobierno corporativo. Si mañana no les gusta lo que dice un director simplemente te sacan.
BUEN GOBIERNO CORPORATIVO VULNERADO
— ¿Considera que los cambios fueron para sacarlo del Directorio de Petroperú? ¿Fue una modificación con nombre propio?—
—El 23 de diciembre se reunieron en el MEF los dos ministros y sus viceministros. El único tema del orden del día fue mi remoción. Me comunicaron mi remoción sin causal alguna a las 9 de la mañana del 24 de diciembre. Fue mi regalo de navidad (¡ja,ja!).
— ¿Por qué querían sacarlo del Directorio de Petro? ¿Qué y con quién tenía problemas dentro del directorio?—
—Queríamos hacer cumplir la Ley 28840 sobre el fortalecimiento y modernización de la empresa. Nuestro objetivo central, como se señala en el Plan Estratégico aprobado, era la integración vertical de la Empresa. Al interior del Directorio no había problema alguno. Logramos exitosamente darle una gran continuidad a la gestión de la empresa entre el primer Directorio presidido por Humberto Campodónico y el segundo de Héctor Reyes. Creo que por eso me destituyeron, o mejor dicho removieron. Nunca hubo problemas al interior del Directorio.
— ¿Anteriormente lo invitaron a renunciar? ¿Quién lo hizo?—
—No llevo la cuenta. Directamente a mi una vez e indirectamente tres veces a través de los dos presidentes del Directorio. Desde el MINEM. Sin embargo, estos son los hechos anecdóticos. La Junta General de Accionistas de PETROPERÚ desde 2012 solo se ha reunido para las sesiones obligatorias de recepción de los Estados Financieros y para cambiar directores. La Junta debería reunirse trimestralmente. Eso se puede ver en la Memoria y en la página web de la empresa.
Para los dos ministros la empresa no es de interés del gobierno. Hay que leer los planes vigentes del MINEM donde solo interesa privatizarla. Con la ley avanza en sus objetivos.
— ¿Por qué no renunció luego que sacaron a Humberto Campodónico?—
—Insistí en defender la empresa de la indolencia de sus accionistas. Debían entender que la ley se respeta. Había que defender el buen gobierno corporativo. A propósito la empresa tiene ese reconocimiento de la Bolsa de Valores de Lima. En 2014 probablemente se pierda ya que el gobierno dejó de nombrar directores y eso afecta el puntaje. A propósito todavía no han nombrado a mi sucesor en el Directorio.
—Luego de la salida de Campodónico pareciera que se perdió el interés por potenciar a Petroperú. ¿Cambiaron los objetivos de la petrolera estatal –tal vez no en el papel pero sí en la práctica- con los nuevos presidentes de Petroperú?—
—No, el interés cambio cuando salió Salomón Lerner. Cuando salió el Ministro Giesecke y entró el Ministro Merino. A partir de Enero de 2012 comenzaron los problemas hasta precipitar la salida de Campodónico. El nuevo Directorio tampoco le gustó al Ministro, ya que no pudo manejarlo a discreción. El segundo directorio aprobó la entrada al Lote 64, aprobó el Plan Estratégico que habíamos desarrollado en la gestión de Campodónico, aprobó las metas operativas quinquenales, aprobó el proyecto de Talara y otro proyectos. Seguíamos en la senda de fortalecer e integrar verticalmente a la empresa. Eso lo le gustó ni al MEF, ni al MINEM.
— ¿Los problemas eran con los representantes de los accionistas?—
—Si, en los dos directorios. Tanto el MEF como el MINEM torpedearon a la empresa. No se olvide usted los incidentes sobre REPSOL donde el tema salió del Ministro y la abolición de las metas operativas quinquenales y anuales. Luego la decisión de mantener castigado al directorio con relación a las dietas que se pagan en las otras empresas públicas bajo el FONAFE. La decisión de no llevar a cabo las Juntas de Accionistas. No se olvide que el MINEM postergó todo el tema de Talara todo un semestre haciendo perder tiempo valioso y dinero. Todo esto se plasmó en dos o tres comentarios del Ministro de que se requería un “Directorio Profesional”.
NUEVA LEY ES PURA IDEOLOGÍA
— ¿Qué opina de la nueva Ley?—
—Lo bueno es la declaratoria de necesidad pública e interés nacional del PMRT. La aprobación de garantías del MEF por hasta US$ 1,000 millones también es positiva pero aún no se sabe si resolverá el problema de financiar US$ 2,730 millones.
— ¿Qué le faltó y qué le sobró?—
—Le faltó definir el monto total del proyecto en dólares que frenaría las expectativas al alza del contratista y subcontratistas en ampliarlo. Faltó todo el tema del IGV no recuperado de la Amazonía que son entre US$ 80 ó 90 millones al año. PETROPERÚ es el único que vende combustibles en la selva y debería ser resarcido por el Estado de acuerdo al artículo 18 de su Estatuto Social. También resolver todos los adeudos del MEF a la empresa. Le sobró la privatización y la limitación a las actividades de la empresa que son hechos graves.
— ¿Resuelve los problemas?—
—Todavía no se sabe. Los inversionistas esperaban naturalmente una aportación del Estado peruano. El agente financiero internacional aporta inicialmente un crédito por US$ 500 millones, luego tiene un plazo creo de un año para otros US$ 1,300 millones o US$ 1,800 totales. Luego faltarían otros US$ 900 millones a los cuales se aplicaría las garantías del MEF.
— ¿Usted ha dicho que el Estado perderá mucho dinero con esta Ley?—
—El proyecto tiene una tasa de rendimiento razonable del 9.6%. Sin embargo, cualquier inversionista privado exigiría para invertir en un proyecto cualquiera al menos una tasa de descuento del 15%. Esto significaría que si el Estado invierte US$ 2,730 millones, los privados que los adquieran solo estarían dispuestos a pagar alrededor de US$ 1,740 millones. El resultado final sería una pérdida que afectaría los intereses del Estado en casi US$ 1,000 millones por el cien por ciento del proyecto.
Aún suponiendo que una reestructuración interna y la participación de privados mejoren los resultados financieros en US$ 50 millones anuales, al momento de vender las acciones se tendría una pérdida de US$ 700 millones. Solo la irracionalidad de los agentes económicos y una gran burbuja en el mercado de valores podrían disminuir esta pérdida.
— ¿Cuáles son los riesgos del esquema financiero actual?—
—Se puede comenzar el proyecto con los US$ 500 millones que presta Societé Generale de Francia. De ahí se consigue otra parte y el proyecto se queda a medias. De repente solo se ejecuta la parte no rentable financieramente relativa a la desulfurización. Hasta allí se habrían invertido los primeros US$ 1,000 millones. El tema es que el componente de desulfurización solo genera una rentabilidad marginal. Luego, como tengo que seguir con el proyecto y quiero privatizar me darían muy poco dinero. La empresa quedaría atrapada en la nada. Sin embargo, no quiero ser tan pesimista.
— ¿Qué se podía hacer?—
—Los agentes financieros internacionales insisten en que el Estado peruano debía aportar entre el 25 ó 30% de la inversión total. Eso ocurre en todo tipo de proyectos. No se si las garantías del Estado peruano hasta US$ 1,000 millones sean suficientes para que nos presten el dinero, ojalá. Otra alternativa es la emisión de deuda a 25 o 30 años por parte del Estado orientada a este propósito. El país está subendeudado. Esta segunda opción era mejor que la actual. Luego el gobierno crea un vehículo financiero para separar anticipadamente la parte correspondiente al servicio de principal y deuda del PMRT.
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